EL MAR BALEAR


El mar Balear, Ibérico o Baleárico es un mar litoral del mar Mediterráneo que se encuentra frente a la costa oriental de la península ibérica, entre el archipiélago balear y la costa del Levante. El mar Balear, llamado también mar Catalano-balear es la parte del Mediterráneo que baña buena parte de las costas del País Valenciano y Cataluña y rodea las Islas Baleares. Cabe decir que, como la mayoría de mares comprendidas en áreas oceánicas o marinas más extensas, no tiene, exceptuando las líneas de costa, unos límites claros que la separen de las masas de agua adyacentes.
 

El mar Balear es un mar litoral situado frente a la costa oriental de la península Ibérica y el archipiélago balear. Es uno de los mares occidentales del mar Mediterráneo. El mar Balear se extiende desde el cabo de San Antonio, hasta el cabo de San Sebastián, y desde la isla de Formentera, pasando por la Isla de Cabrera hasta el extremo noreste de la isla de Menorca. Incluye la costa de los Naranjos (Valencia y Castellón), en el golfo de Valencia, la costa Dorada (Tarragona) y parte de la Costa Brava (Girona).
 

El mar Balear se extiende desde el cabo de San Antonio, en la provincia de Alicante, hasta el cabo de San Sebastián, en la provincia de Gerona, y desde la isla de Formentera hasta el extremo nordeste de Menorca, en las islas Baleares. Incluye las costas de Valencia, del Azahar, la costa Dorada y parte de la costa Brava. La parte que corresponde a la costa valenciana y a la del Azahar se conoce como golfo de Valencia. Las principales ciudades ribereñas localizadas en este mar son Barcelona, Valencia y Palma de Mallorca.
 

Aunque este mar es uno de los mares descritos en la lista de mares y océanos de la Organización Hidrográfica Internacional (IHO) y aparece en numerosos atlas y publicaciones extranjeros, no es común su uso en España, siendo esa sección simplemente llamada de forma general como mar Mediterráneo. Está definido por la Organización Hidrográfica Internacional como una subdivisión del mar Mediterráneo y está comprendido entre las islas Baleares y la costa peninsular ibérica: traducción/transcripción literal: "c) Baleares (mar Ibérico).
 

Entre las Islas Baleares y la costa de España, delimitada: Al suroeste, una línea desde el cabo de San Antonio, España (38'50' N, 0'12' E) hasta Cabo Berbería, en la extremo suroeste de Formentera (Illes Balears) De ahí una línea desde Punta Rotja, en su extremo oriental, en el extremo sur de la isla de Cabrera (39'07' N, 2'54' E) y en la isla del Aire, en el extremo sur de Menorca al noreste, de la costa este de Menorca hasta el cabo Favaritx (40'00' N, 4'14' E) y desde allí una línea hasta el Cabo San Sebastián (España) (41'54' N, 3'10' E)." (IHO, 1953). Desde el punto de vista geológico se puede definir como el mar que rodea el Promontori Balear, la elevación estructural en la que se localizan las cuatro islas mayores: Ibiza, Formentera, Mallorca y Menorca.
 

Los griegos llamaron a esta parte del mar Mediterráneo Occidental como mar Sarda. Fueron los romanos que la bautizaron como mar Balearicum, nombre que se mantuvo hasta el día de hoy. Sin embargo, existe cierta confusión con el área que incluye el mar Balear, ya que no presenta unos límites definidos por elementos fisiográficos claros, y sus límites son, hasta cierto punto, arbitrarios. El mar Balear ha ido cambiando sucesivas veces de nombre a lo largo de la Historia, especialmente en la época grecorromana. En la geografía de estos pueblos, son las circunstancias históricas y geográficas de cada momento, además de los movimientos coloniales, las que moldean el nombre y la extensión de los mares.
 

En el siglo VI aC era considerado como parte del mar de Cerdeña o mar Sardo (Rufus Fest Aviè, Ora Maritima,150). Cubría inicialmente la zona norte del Mediterráneo Occidental, abarcando también las costas de Córcega, Cerdeña y Provenza. Este apelativo posteriormente se extendió aplicándolo también a las costas del sudeste de la Península Ibérica, tal y como lo describe Éfor de Cumes hacia el 350 a. El historiador griego Polibi, en el siglo II, sigue llamando mar Sardo al sector occidental del Mediterráneo hasta tocar Cerdeña como límite, y Tirreno al sector oriental. Del mismo modo los llama Estrabón, el geógrafo griego al servicio del Imperio Romano (siglos I aC – I dC).
 

Posteriormente fue conocido como madre Ibericum o Hispanicum, apelativo referido al mar que baña a las costas meridionales y orientales de la península Ibérica. Este nombre aparece mencionado por primera vez por Agripa (45-12 aC) (frg. 4 y 6 Klotz), y posteriormente por Plinio (23/24-79 dC) (Historia Natural 4.110). Pero es del propio Plinio, también en su Historia Natural (3.74), quien le llama por primera vez madre Balearicum. Más tarde Ptolomeo (siglo II dC) y Marciano (s. IV dC) también lo llaman así. Aunque el nombre de mar Balear sea incluido en la lista de mares y océanos de la Organización Hidrográfica Internacional (IHO) y aparece en numerosos atlas y publicaciones, el uso de este nombre no es demasiado común y esta extensa área marítima es denominada de forma general mar Mediterráneo.
 

Accidentes submarinos. -
En el mar podemos encontrar los siguientes accidentes: Monte Ausiàs March, Monte Émile Baudot, Mont dels Oliva, Morrot de Sa Dragonera, Escarpament de Cabrera, Coll de Formentera, Cubeta de Formentera, Coll D'Eivissa, Coll de Mallorca, Cañón de Valldemosca, Escarpament (submarí) de Tramontana, Mont Bertran, Morrot de Ciutadella, Munt de les Cresques, Mont de Sóller, Mont Rosell y Cañón de las Pitiusas.
 

En el ámbito de la geología marina son también de uso común los nombres: estanque o depresión de Valencia, parte del mar Catalano-balear comprendida entre las islas Baleares y la Península. cuenca o mar Mediterráneo noroccidental, parte del Mediterráneo occidental situado al norte de una hipotética línea que va de Menorca al estrecho de Bonifacio. cuenca o mar Argelo-provenzal, zona del Mediterráneo occidental ubicada entre las costas de Argelia y la Provenza francesa Todos estos términos expresan conceptos geográficos que se solapan con una u otra parte de lo que llamamos mar Catalano-balear sin que ninguno lo englobe de manera total.
 

Golfos y bahías. -
Este mar incluye importantes golfos y bahías en sus costas, además de numerosas playas y calas. Los principales golfos se localizan en la parte continental, como el golfo de Valencia (entre el cabo de la Nao y el cabo de Oropesa) y el Golfo de San Jorge (entre el cabo de Tortosa y el acantilado de Balaguer). En la isla de Mallorca se encuentran tres bahías: la bahía de Palma al sur y las bahías de Alcudia y de Pollensa al norte.
 

En el golfo del León, en la bahía de Roses, en la Planassa, desde el sur de Tarragona hasta el extremo meridional del óvalo valenciano y entre Mallorca y Menorca, la plataforma continental es ancha y poco atormentada. En el resto de sectores es una plataforma estrecha, cortada por numerosos cañones submarinos que pueden penetrar hasta muy cerca de la línea de costa. El talud continental es generalmente del tipo constructivo o progradante y del intermedio, excepto en el norte, el este y el sur de las islas Baleares y en un pequeño sector en frente de las costas de Girona, donde es del tipo geológico abrupto, con afloramiento de rocas antiguas. Carente de una verdadera llanura abisal, el mar Catalano-balear alcanza sus máximas profundidades (más de 2.700 m) en el desagüe de la canal submarina llamada canal de Valencia, y al sur y este de Baleares.
 

La plataforma continental del mar Catalano-balear es particularmente extensa al golfo del León (90 km de ancho máximo) ya la llamada plataforma del Ebro y Castellón (68 km de ancho máximo); frente a la bahía de Roses (40 km), entre los cañones de Blanes y la Fonera, en la llamada Planassa (27 km), y entre Mallorca y Menorca (36 km) también alcanza anchuras considerables. Según las investigaciones del barco estadounidense Glomar Challenger, especializado en sondeos en aguas muy profundas, toda la llanura abisal del mar Balear debe estar cubierta por una espesa capa de sal gema de cientos de metros de espesor, que pasa lateralmente a ser yeso al penetrar por la fosa de Valencia. 


Esta capa de sal está protegida por sedimentos de fangos marinos, pliocenos y cuaternarios. Este hecho excepcional, no observado en otros mares, ha dado lugar a diversas teorías sobre la historia geológica y del régimen climático e hidrológico del Mediterráneo.[...] Cuando el nivel del mar no era estabilizado, durante el Pleistoceno, debió de sufrir al menos cuatro descensos importantes, coincidentes con las épocas glaciares, que descubrieron parte de la plataforma costera, mientras las transgresiones marinas de los períodos interglaciales (la última fue la flandriana, ya en tiempos históricos) dejarían como testigo playas levantadas que se pueden ver en diferentes lugares de la costa, como la bahía de Sant Antoni y es Pou des Lleó, en Ibiza, por ejemplo.
 

Islas. -
Las islas que se encuentran en este mar son, las anteriormente mencionadas Islas Baleares, Formentera, Ibiza, Cabrera, Mallorca, Menorca y una serie de islotes menores, así como las islas Columbretes, frente a las costas de Castellón.
 

El Promontorio Balear corresponde a la prolongación hacia el noreste de la Cordillera Bética, que se une al margen oriental de la Península Ibérica. El promontorio se ha visto afectado por la superposición de los episodios de rifting durante el Terciario inferior, y los materiales mesozoicos-cenozoicos que afloran correlacionan con los de las Zonas Externas Béticas). La evolución tectónica del Promontori Balear es compleja como se constata por la presencia de estructuras extensionales y compressionales sobreimpuestas. El promontorio es una elevación estructural importante, presentando un relieve que varía entre los 1.000 y 2.000 m de altura respecto a las cuencas marginales que lo rodean. Presenta una longitud de 348 km y una anchura de 105 km, separando las llanuras abisales Liguro-Provençal y Algero-Balear al norte y al sur, respectivamente.
 

El campo volcánico de Emile Baudot. -
Gracias a los estudios morfológicos de la montaña submarina Emile Baudot, se han descubierto 118 pitones volcánicos en torno al mismo, que constituyen el Campo Volcánico Sur Balear. Estos pitones e intrusiones volcánicas tienen forma cónica y relieves sobre el fondo marino que van desde ocho hasta varios cientos de metros, con diámetros que en la base pueden ser superiores a los mil metros. La extensión afectada por estas intrusiones supera los 500 km² en un área al sudeste de la isla de Mallorca. Se ha podido constatar que los pitones volcánicos surgen desde el subsuelo marino, a cientos o miles de metros de profundidad, atraviesan los sedimentos más recientes y afloran sobre el fondo marino.
 

Cañones, canales y corrientes marinas. -
La mayoría de los cañones y canales submarinos costeros acaban desembocando en el canal de Valencia, que recorre la mayor parte del eje longitudinal suroeste/noreste del mar Catalano. En su tramo final el canal de Valencia recibe el nombre de canal de Ramon Llull.
  • Cañón o canal de Valencia, entre la plataforma peninsular y la plataforma o promontorio balear.
  • Cañón de Eivissa, entre la plataforma peninsular y la isla de Eivissa.

Costa de Cataluña

  • Rec de la Fonera, también llamado de Palamós, se inicia en el cabo de Begur, entre el golfo de Roses y la zanja de la Planassa.
  • Cañón de Sant Feliu. Forma más bien una fondada (Entrante de Sant Feliu) al este de la Planassa y al oeste de los Monts de Sant Feliu (montaña submarina).
  • Riego de Blanes. Empieza al norte de la actual desembocadura de la Tordera, entre la Planassa y la zanja del Turó Pla. Tiene un recorrido sinuoso hasta el Canal de Valencia, cerca del Monte de Muntaner (montaña submarina) a unos 2.500 m de profundidad.
  • Rec d'Arenys, mar adentro del Turó Pla, frente a la costa del Maresme. Circula entre las zanjas de la Carrana y el Filant. También es llamado canal de Mataró.
  • Rec del Besòs, frente a la costa de Barcelona, entre el Filant y el pequeño Rec de Can Pellissó. Confue junto con el Rec d'Arenys en el Canal de Valencia.
  • Riego de Can Pallissó. Entre el Rec del Besòs y la zanja Serola. Tiene una longitud aproximada de 20 km. Es un cañón de poca longitud comparado con el resto.
  • Rec del Morràs. Se inicia unos 15 km mar adentro de la desembocadura del río llobregat y su longitud se acerca a los 25 km. Circula entre las zanjas Serola y Abisinia Riego de la Berenguera. Se origina en el sur de la desembocadura del río Llobregat (delta del Llobregat) entre las zanjas Abissinia y de Can Pere Negre.
  • Riego del Foix. Es un cañón abrupto que comienza frente a las costas de Garraf al sur de la zanja de la Babaia y al este de los hoyos de Cubelles y Cunit. Se origina en la zona llamada los Clots y del hoyo de Sant Salvador donde se encuentra el promontorio submarino de la Sella.
  • Riego de Valldepins. Se inicia unos 25 km mar adentro entre el cabo de Salou y el cabo de Tortosa (delta del Ebro) Cañón de Buda Cañón de la Rápita, que junto con el de Buda desembocan en el canal del Francolí

Costa del País Valencià

  • Cañón de Vinaroz
  • Cañón de Benicarló
  • Cañón de Peñíscola
  • Cañón de Marta
  • Cañón de Irta,
  • Cañón de Torrenostra
  • Cañón de Oropesa
  • Cañón de las Columbretes norte
  • Cañón de las Columbretes sur

Costa de las Islas Baleares

  • Cañón de Menorca
  • Cañón de Son Bou

Ríos vertientes. -
El principal río que vierte sus aguas en este mar es el río Ebro, después de recorrer 930 km. Otros ríos que desembocan allí son (de sur a norte): el Júcar, el Turia, el Mijares y el Llobregat.
 

Canales marítimos. -
Los canales baleares son el canal de Ibiza, el canal de Mallorca y el canal de Menorca, todos dentro del mar Balear. Los canales entre las islas son pasos significativos para el intercambio entre las aguas más frescas y salinas de la cuenca norte y las aguas más cálidas y dulces de la cuenca meridional argelina) y del mar de Alborán.
  • Canal de Mallorca, entre las islas de Mallorca e Ibiza.
  • Canal de Menorca, canal de 40 kilómetros de longitud y casi de 200 metros de profundidad entre las islas de Menorca y Mallorcat
  • Canal de Eivissa, entre la isla de Eivissa y el cabo de la Nau.

Otros pasos navegables. -
Es Freus es una zona navegable entre Ibiza y Formentera constituida por varios pasos separados por islas más o menos pequeñas entre las dos islas mayores. El freo más importante y el único que admite el paso de los barcos grandes es el que se abre entre la isla de Es Penjats y la isla de s'Espalmador o la inmediata isla des Porcs. Es Pas, es otra zona navegable estrecha y poco profunda que permite el paso entre s'Espalmador y Formentera.
 

Puertos. -
En el mar Balear se localizan dos de los principales puertos comerciales de España, el puerto de Barcelona y el de Valencia, así como muchos puertos deportivos y turísticos: los puertos de Denia, Gandía, Sagunto, Oropesa, Peñíscola, Benicarló, Vinaroz, Tarragona, Sitges, Mataró, Blanes, Palamós, Andrach, Pollensa y Sóller entre otros. En las islas Baleares cabe destacar el puerto de carga y deportivo de Palma, así como el de Ibiza y el de Mahón, segundo puerto natural más grande del mundo tras Pearl Harbour.
 

Corrientes marinas. -
La corriente del norte transporta las aguas del norte desde el golfo de León hacia el sur por la vertiente continental al mar Balear. Esta corriente se bifurca dónde llega al extremo norte del canal de Eivissa. La rama principal avanza hacia el sur y atraviesa el alféizar llevando agua fresca y salada hacia la cuenca de Argelia, mientras que la menor se retrofleta ciclónicamente y vuelve hacia el noreste formando la corriente Balear que atraviesa la vertiente continental de las islas. Esta última corriente también es alimentada por aguas del sur más cálidas y frescas de la cuenca de Argelia, que fluyen hacia el norte a través de ambos canales. Se confirmó que este patrón suave obtenido a partir del análisis climatológico se corresponde con luna circulación muy fluctuante.
 

Corrientes catalán y balear. -
El mar de Cataluña o mar catalán es la parte de la mar Balear situada entre la parte noreste de la Península Ibérica y el archipiélago balear. Limita con el golfo de León y el mar de Liguria en el norte y el mar Balear en el sur. El mar de Cataluña es una subcuenca de 400 km de longitud que alcanza una profundidad máxima de 2.500 m. Su circulación general es ciclónica, con una masa de agua central densa rodeada de aguas continentales y de superficie atlántica más ligeras.
 

Entre las aguas central y periférica se encuentran dos frentes o masas permanentes, el catalán y el Balear, que siguen la rotura de la plataforma continental de la Península Ibérica y de las Islas Baleares, respectivamente. La masa o frente catalán se debe a diferencias de salinidad entre aguas continentales y centrales, mientras que el frente balear es causado por diferencias de temperatura y salinidad entre aguas atlánticas y centrales. La corriente catalana, asociada al frente catalán, es una prolongación de la corriente líguroprovenzal, también conocida como corriente del norte. Ocupa los 300-400 m superiores de la columna de agua, fluyendo hacia el sudeste siguiendo la isóbata 1.000. Ante el Golf de València, una parte de esta corriente crea un giro ciclónico, incorpora aguas atlánticas y sigue fluyendo hacia el noroeste, siguiendo la rotura de la plataforma balear, que genera la Corriente Balear. El Corriente Catalán, con velocidades medias de 20-30 cm/s, tiene una marcada estacionalidad, su intensidad es máxima durante el otoño y decreciente hacia un mínimo durante el verano.
 

La plataforma continental más septentrional del mar de Cataluña es estrecha (menos de 25 km de anchura) e irregular por la presencia de cañones o riegos submarinos, la mayoría de los cuales terminan en canales submarinas. Cañones submarinos y otras características topográficas, como la expansión de la plataforma continental frente al delta del Ebro, provocan desviaciones del Corriente Catalán, creando remolinos e intrusiones (hilos) de agua más densa y salada sobre la plataforma continental las aguas superficiales con influencia continental se encuentran cerca de la costa peninsular, que contienen agua de los ríos Ródano y Ebro, resultando una salinidad de entre 35,5 y 37. Las aguas superficiales con influencia atlántica se encuentran cerca de las Islas Baleares y su salinidad aumenta de 36,5 a 37-37,3 como consecuencia de la progresiva evaporación por la su entrada en el mar Mediterráneo. Las aguas superficiales residentes (también conocidas como "Aguas Mediterráneas" o "Aguas Atlánticas modificadas") se encuentran en el centro de la cuenca y tienen el contenido de sal más alto (37,8-38) como resultado de la evaporación durante el tiempo pasado en la cuenca mediterránea.
 

El agua del mar Balear. -
La temperatura del agua de la superficie del mar Mediterráneo varía según la estación del año. Se sitúa entre los 21ºC y los 30ºC en verano y entre los 10ºC y los 15ºC en invierno. A partir de 100m a 200m de profundidad, la temperatura se mantiene constante a ±13°C. La salinidad del mar Mediterráneo oscila en torno a los 38,5 g/kg de agua en las zonas profundas y algo menos cerca de la superficie. El agua de mar es ligeramente alcalina y su pH es de 8 (entre 7,5 y 8,4).
 

Salinidad. -
En el mar Balear, los datos de salinidad superficial capturados por las boyas muestran cierta ciclicidad estacional muy influenciada por variaciones locales. Los máximos medidos (38,3 psu (Unidades Prácticas de Salinidad o Escala Práctica de Salinidad, del inglés Practical Salinity Units) en 2014) se alcanzan a final de verano, mientras que los mínimos (dato puntual de ~ 36,2 psu en los años 2013 y 2019) se observan a finales de otoño. La boya del canal de Eivissa muestra una salinidad inferior que la de Palma, posiblemente a causa de una localización más cercana a la entrada de agua del océano Atlántico, más fresca que el mediterráneo. Los cambios de salinidad estacionales son pequeños en comparación con las variaciones espaciales o en profundidad y suelen estar asociados a la redistribución de las masas de agua.
 

La salinidad de profundidad de las tres estaciones de muestreo CTD (siglas del inglés por Conductividad, Temperatura y Profundidad), se observa que los valores estacionales convergen en un valor constante de 38,48 psu a partir de los 1.000 m. Los modelos de predicción climática muestran un aumento de salinidad de entre 0,08-0,37 psu a lo largo del siglo XXI en profundidades intermedias (300-700 m). El ciclo estacional de la salinidad capturado por CTD muestra que las estaciones del sur de Mallorca y Cabrera son las que alcanzan valores de salinidad mínimos en superficie (< 37,5 psu) durante el verano. Por su parte, los máximos de salinidad superficial de 38 psu se alcanzan en el norte de Menorca. A partir de los 1.000 m de profundidad la salinidad es ~ 38,48 psu en todas las estaciones de muestreo de CTD
 

Temperatura del agua. -
En las últimas cuatro décadas se ha detectado mediante datos satelitarios un aumento de la temperatura superficial del Mediterráneo occidental de 0,036 ± 0,006 ºC/año. La temperatura superficial media en verano alcanza los ~ 25 ºC alrededor del mar Balear, siendo las máximas > 27 ºC.2 La variación estacional invierno-verano de temperatura en superficie capturada por boyas oceanográficas fijas suele ser de aproximadamente 10-15 ºC. La temperatura en profundidad de las distintas estaciones de CTD del mar Balear converge hacia un mismo valor a partir de los 100 m de profundidad. Por debajo de los 200 m, los valores de temperatura son constantes en profundidad en torno a los 13 ºC. A 100 m de profundidad, un seguimiento oceanográfico de ocho años en el Canal de Mallorca muestra un aumento máximo de temperatura de 0,19 ºC al año. Modelos climáticos de predicción de temperatura para el siglo XXI muestran un aumento tanto en superficie (entre 1,2-3,6 ºC) como en profundidad (hasta 3 ºC entre los 150-600 m)
 

Temperatura superficial del aire. -
La variabilidad estacional a la temperatura del aire entre finales de verano (septiembre-octubre) y finales de invierno (enero-febrero) puede alcanzar los 28 °C de diferencia. La boya de Sa Dragonera recoge temperaturas más cálidas que la de Maó, posiblemente por la menor interacción con los vientos fríos de componente norte (tramontana). La comparación de temperatura del aire y temperatura superficial del mar de la boya de Sa Dragonera muestra que, durante la mayor parte del año, el mar es ~ 1 °C más cálido que la temperatura del aire del mismo punto (excepto en primavera, cuando se igual en temperaturas); por tanto, el mar se encuentra en condiciones de ceder calor al aire durante la mayor parte del año. Por último, la temperatura de las estaciones de tierra se muestra menor (entre 1-3 °C) a la temperatura del aire de la boya, excepto en los meses de mayo a agosto, cuando se igualan valores.
 

Nivel del mar. -
La subida del nivel del mar en el Mediterráneo occidental se ha acelerado en los últimos años y ha aumentado 1,32 mm/año en los últimos 134 años (con un incremento acumulado de 17,7 cm durante este período). En los últimos 39 años, el aumento ha sido de 3,00 mm/año y en los últimos 26 ha sido de 3,29 mm/año, coherente con una aceleración del ritmo de subida en los últimos años. Las proyecciones para dos escenarios de emisiones de CO2 muestran que el nivel del mar podría aumentar entre 57 y 75 cm a finales de siglo. Esto supondría un retroceso de las playas de Baleares entre 7 y 50 metros.
 

Batimetría. -
La batimetría del mar Balear está lejos de presentar un carácter uniforme, su compleja evolución estructural y sedimentaria se refleja también en el relieve submarino. Así, el archipiélago Balear se dispone en dos grandes bloques estructurales: el de las Pitiusas (Ibiza y Formentera) y el de las islas mayores (Mallorca y Menorca). El primero está limitado al oeste por el canal de Ibiza, de unos 800 m de profundidad, y al este por el Canal de Mallorca, de 700 m de profundidad. En el sur del canal de Mallorca se abre la depresión de Formentera, de 1.000 m de profundidad. El canal de Menorca sólo alcanza los 100 metros de profundidad. Al sudeste se encuentra el escarpado de Émile Baudot, de 2.500 m de altura, que se prolonga hacia el sur hasta el escarpado de Mazarrón. En el sur de Menorca y en el Este de Mallorca se abre un profundo valle submarino conocido como cañón de Menorca.
 

Hábitats protegidos. -
La planta marina Posidonia oceanica es únicamente característica del Mediterráneo. Forma praderas en zonas de hasta 40 metros de profundidad. Tiene una amplia variedad de beneficios ecológicos (retiro carbono, oxigena el agua, forma hábitats con mucha biodiversidad, produce arena y protege la costa). La planta marina Cymodocea nodosa es la segunda fanerógama marina en importancia del Mediterráneo, sólo por detrás de la Posidonia oceanica, tanto por su envergadura como por la extensión que ocupan sus praderas. La planta marina Zostera noltii es una de las cinco especies de fanerógamas marinas que se distribuyen por el Mediterráneo occidental. El coralígeno es un hábitat marino de sustrato duro característico de la zona de plataforma continental, común especialmente entre los 50-100 m de profundidad.
 

Se forma a partir de estructuras orgánicas duras producidas por algas calcáreas que cohabitan con una amplia fauna (esponjas, anémonas, gorgonias, briozoos y ascídidos). El maërl es un hábitat sedimentario marino de fondos circalitorales de plataforma continental (0-90 m). Está formado por rodólitos, concreciones de algas rojas calcáreas de vida libre que ruedan por acción de las corrientes oceánicas o por procesos de bioturbación. En el maërl coexisten muchas especies sésiles y móviles (moluscos, crustáceos, anfípodos, anélidos, equinodermos y peces), y contiene especies con un alto valor comercial, como la escórpora y la langosta. Los corales de profundidad son un hábitat de fondos profundos (> 200 m) con presencia de corales que están protegidos por normativa nacional e internacional. Algunos ejemplos de especies de corales de profundidad son: corales negros, plumas de mar, coral rojo y coral bambú.
 

Especies invasoras. -
El número de especies invasoras presentes en el Mediterráneo es cada vez mayor. Muchas son las causas por las que cada día existe una mayor presencia de especies no nativas en las aguas de las Islas Baleares. Entre ellas destacan el aumento del transporte marítimo, la acuicultura y el comercio de especies de acuariofilia como causas responsables de la introducción de especies en los ecosistemas marinos. Esta entrada de especies ajenas puede tener efectos muy negativos sobre la biodiversidad, alterando la estructura y funcionamiento de los ecosistemas invadidos. La introducción de especies invasoras es un problema a escala global, puesto que pueden poner en peligro las especies nativas afectando al ecosistema a nivel de introducción de nuevos predadores, competencia por los recursos con las especies nativas, mezcla genética con especies nativas cercanas, dispersión de patógenos afectando a las especies locales y con un desplazamiento de especies locales que colonizan y cambian el hábitat original.
 

Especies emblemáticas. -
La tortuga marina (Caretta caretta) o tortuga boba es un reptil marino de la familia Cheloniidae. El caparazón puede superar el metro de longitud y pesar hasta 200 kg. Se encuentra en las aguas del Atlántico, el Pacífico, el Índico y el mar Mediterráneo; en este mar es la tortuga marina más abundante, con una población estimada de 25.000 ejemplares en la cuenca argelina (entre las Islas Baleares, Murcia, Córcega y el norte de África). El raor (Xyrichtys novacula) es un pez de la familia de los lábridos (Labridae) ampliamente distribuido en hábitats de arena poco profundos de áreas templadas. La nacra (Pinna nobilis) Es la mayor especie de molusco bivalvo del mar Mediterráneo. Este animal filtrador sólo se puede encontrar en este mar, donde vive fijado en el sustrato durante décadas, y puede alcanzar una longitud de 120 cm. Su presencia indica una buena calidad del agua y de la planta marina Posidonia oceánica, su hábitat preferente. Además, esta especie promueve la biodiversidad, ya que su gran tamaño proporciona hábitat a numerosas especies.
 

El nácar de roca (Pinna rudis) es un molusco bivalvo de tamaño grande (hasta 40-50 cm de longitud) de distribución mediterránea y atlántica. Es importante no confundirla con el nácar o Pinna nobilis, endémica del Mediterráneo, cuya población se encuentra afectada desde el año 2016 por un episodio de mortalidad masiva. Los indicadores de P. rudis sirven para evidenciar la evolución de sus poblaciones, puesto que se necesita más información sobre su biología y ecología. El Dendropoma lebeche es un molusco pequeño, de 2 cm de longitud, que habita comúnmente el litoral rocoso de las Islas Baleares. Se considera como especie y como microhábitat, ya que puede llegar a formar pequeños arrecifes costeros de hasta 15-20 cm de espesor. Sus colonias se ven afectadas por cambios antrópicos (por ejemplo, contaminación, modificación de la costa, pisoteo) y dependen altamente de factores naturales físicos intrínsecos de cada zona. La Caulerpa prolifera es una macroalga verde oportunista nativa del Mediterráneo que está ampliamente distribuida, con la excepción de zonas frías como el golfo de León y el mar Adriático. Es de crecimiento rápido y particularmente bueno en zonas resguardadas de sedimentos fangosos con profundidades inferiores a 20 m y ricas en nutrientes y materia orgánica
 

Cetáceos. -
El Mar Mediterráneo es la residencia de muchas especies de cetáceos. De forma permanente, viven el rorcual común (Balaenoptera physalus), el cachalote (Physeter macrocephalus), la olla negra de aleta larga (Globicephala melas), la olla gris o delfín de Risso (Grampus griseus) , el delfín común (Delphinus delphis), el delfín mular (Tursiops truncatus), el delfín listado (Stenella coeruleoalba) y el zífido común o zífido de Cuvier (Ziphius cavirostris); De estas 8 especies, dos están en peligro de extinción, tres tienen un estado vulnerable de conservación y del resto se desconoce su estado de conservación. Además, de forma espontánea podemos encontrar hasta 12 especies más, entre misticitos y odontocetos. Por este motivo es imprescindible conocer su distribución en el Mediterráneo para crear Áreas Marinas Protegidas (AMP) para su protección.
 

Reservas marinas.

En Cataluña:
  • Reserva Marina de las Islas Medas, declarada en 1985.
  • Reserva Marina de Masía Blanca, decalrada en 2000.
  • Reserva Marina de Ses Negres, declarada en 1993.
En las Islas Baleares:
  • Reserva Marina de la Bahía de Palma, comprendida entre el Club Náutico del Arenal y el cabo de Regana declarada en 1982;
  • Reserva Marina del Norte de Menorca, declarada en 1999.
  • Reserva Marina de los Freus de Ibiza y Formentera, declarada en 1999.
  • Reserva Marina del Migjorn de Mallorca, en el sur de la isla, declarada en 2002.
  • Reserva Marina de la Isla del Toro, declarada en 2004.
  • Reserva Marina de las Islas Malgrats, declarada en 2004.
  • Reserva Marina del Levante de Mallorca, declarada en 2007.
  • Reserva Marina de Cala Rajada (de ámbito estatal), declarada en 2007.
  • Reserva Marina del Freu de sa Dragonera, declarada en 2016.
  • Reserva Marina de la Punta de la Cruz de Formentera, declarada en 2018.
  • Reserva Marina de la costa noreste de Ibiza-Tagomago, declarada en 2018.
  • Reserva Marina de la Isla del Aire en Menorca, declarada en 2019.
  • Reserva Marina de Interés Pesquero de la isla de Sa Dragonera declarada por el Estado en 2020

El conjunto supone que unas 63.700 ha de espacio marítimo está protegido mediante estas figuras. Las medidas de gestión que ha impulsado el Gobierno de las Islas Baleares son la vigilancia por mar y tierra para controlar las actividades, la instalación de carteles informativos y el desarrollo del seguimiento científico y pesquero, consistente, particularmente, en el seguimiento de la evolución de las poblaciones y capturas de peces comerciales, para verificar el deseable "efecto reserva" que supone el incremento del número de individuos y de las tallas. Después de años de funcionamiento de las reservas, los resultados positivos son significativos.
En Valencia:
  • Reserva Marina de la Sierra de Irta, declarada en 2006.
  • Reserva Marina de la Isla de Tabarca, declarada en 1986
  • Reserva Marina del Cabo de San Antonio, declarada en 2015

Parques Naturales

  • Parque Nacional Maritimoterrestre del Archipiélago de Cabrera, declarado en 1991

Presiones sobre el ecosistema. -
Las principales presiones en el mar Balear son la contaminación, la presión humana y turística, los amarre y el tráfico de barcos y las especies alóctonas.
  1. Aguas procedentes de las depuradoras de agua residual vertidas en el mar. El vertido directo de las aguas residuales urbanas ha sido una de las principales fuentes de contaminación de las aguas y degradación de los ecosistemas. Asimismo, el vertido de aguas mal depuradas también puede ocasionar graves problemas de contaminación en la zona costera. La red de saneamiento municipal recoge las aguas residuales urbanas, que alcanzan las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR). Allí se tratan para reducir su carga contaminante y devolverlas al medio o reutilizarlas en las mejores condiciones posibles
  2. Plantas desalinizadoras y salmueras vertidas en el mar. La deficiencia de agua dulce es un problema en aumento en muchas zonas mediterráneas que afecta particularmente al sudeste de la Península Ibérica y las Islas Baleares. Se debe al desequilibrio entre los recursos hídricos limitados y una demanda creciente, relacionada con los cambios en los usos del suelo y la industria turística
  3. Residuos en el fondo marino y aguas costeras. Principalmente los microplásticos en sedimentos costeros poco profundos y en las aguas costeras y superficiales, los macroresiduos en los hábitats del fondo marino y la Ingesta de microplásticos en especies del fondo marino.
  4. Concentración de contaminantes en los sedimentosLos sedimentos acumulan gran cantidad de contaminantes que son perjudiciales para el medio ambiente y tóxicos para los organismos marinos y para la salud humana. Algunos de estos contaminantes son los metales pesados, los compuestos bifenilos policlorados (PCB), los hidrocarburos policíclicos aromáticos (PAH), los compuestos orgánicos volátiles (VOC) y los pesticidas organoclorados. Muchos de estos compuestos están incluidos en la lista de sustancias prioritarias en el ámbito de la política de aguas. La legislación europea establece la necesidad de controlar y eliminar los vertidos de estas sustancias en el medio acuático para evitar su contaminación y la posible afectación del medio ambiente y los organismos marinos.
  5. Presión humana. sólo en el caso de las Islas, el número máximo de personas habidas en las Islas Baleares en un mismo día es de 2.071.124 personas. Para la isla de Mallorca es de 1.473.873 personas; para Menorca, de 224.486, y para las Pitiusas, de 376.938. Todos estos valores se han registrado en el mes de agosto de 2017. Desde 1997 se observa una tendencia de aumento de población, tanto residente como visitante, equivalente a 56,5 personas al día para todas las islas Baleares, y de 41,0 para Mallorca; 3,0 para Menorca y 12,4 para las Pitiusas.
  6. Número de turistas y plazas turísticas. Las orillas y las islas del mar Balear territorios donde el turismo es, si no el que más, uno de los principales motores económicos. Esto causa un gran número de impactos sobre el medio marino. El principal tipo de turismo es el de sol y playa, que concentra la actividad en la franja de costa. El sector turístico representa un alto porcentaje en el (PIB) de los territorios ribereños donde buena parte de la economía gira en torno a los servicios vinculados al turismo y al mercado inmobiliario relacionado.
  7. Urbanización, aumento de la superficie urbanizada en la costa. El aumento de la urbanización y de las superficies artificiales que han transformado humedales, marismas, dunas, playas y otras zonas costeras es una amenaza grave para la costa en el Estado español. En las comunidades autónomas turísticas, esta urbanización de la costa es todavía una amenaza más grave, y crece a un ritmo mayor que en las comunidades con menor intensidad turística.
  8. Contaminación acústica. En el océano existe una gran variedad de sonidos naturales, tanto bióticos como provenientes del medio. Entre estos últimos, se pueden diferenciar los sonidos normales, como el viento o las ondas, y los producidos por eventos catastróficos, movimientos sísmicos o volcanes submarinos, que evidentemente pueden causar impactos sobre la fauna.
  9. Tráfico de barcos. Hay un gran tánico, en aumento, de los barcos por año y puerto y de todo tipo, cruceros, ferrys, petroleros, cementeros y cargueros horizontales (ro-ro). Muchos de estos barcos también hacen escaleras en los diferentes puertos principales del litoral y las islas. Entre ambas partes, la costa peninsular y las Baleares, ofrecen servicio de transporte numerosas compañías marítimas, por medio de barcos de pasajeros y transbordadores.
  10. Amarres. En los últimos años, y especialmente en las temporadas de verano, se ha observado un aumento del número de embarcaciones recreativas que frecuentan el litoral. Los amarres son espacios físicos que están en aguas portuarias ocupados o no por embarcaciones. Sólo en las Islas, en 2019 hay alrededor de 24.000 amarres, de los cuales el 86% son amarres en puertos deportivos, el 8% son en campos de boyas, el 6% se localizan en pantalanes de temporada y el 2%, en marinas secas. Esto implica que el 13% (3.166) son instalaciones de amarre veraniego.

Especies alóctonas (invasoras). Las especies que desarrollan un carácter invasor suelen ser un pequeño porcentaje del número total de especies exóticas que se establecen en los distintos hábitats marinos. Entre las especies incluidas en el Catálogo español de especies exóticas invasoras (EEI) (Ley 42/2007, [BOE-A-2007-21490]) hay un grupo de algas macrófitas marinas que se desarrollan en la zona infralitoral , y en Baleares se han establecido poblaciones en diferentes localizaciones de las siguientes especies: Acrothamnion preissii, Asparagopsis taxiformis, Caulerpa cylindracea, Caulerpa taxifolia, Halimeda incrassata, Lophocladia lallemandii y Womersleyella setacea. Asimismo, desde principios de la primera década del siglo XXI se incluye también el crustáceo decápodo Percnon gibbesi, que se desarrolla en la zona mediolitoral e infralitoral. Más recientemente, el crustáceo decápodo Callinectes sapidus, con interés comercial y extendido en las zonas peninsulares, prolifera desde el año 2015 en el archipiélago balear.
 

Pesca. -
En las Islas. -
El sector pesquero profesional de Baleares está en recesión. Desde 1950, las embarcaciones se han reducido un 78% y la tripulación un 90%. En 2019 se ha experimentado una ligera subida respecto a 2018, con 21 embarcaciones más (de 252 a 273) y 36 tripulantes más (de 445 a 481). Las principales capturas en las Islas son los peces como la merluza (Merluccius merluccius) 7,44, muelle de roca (Mullus surmuletus) 2,55, gamba rosada (Aristeus antennatus) 2,00, gamba blanca (Parapenaeus longirostris) 1,23 sepia (Sepia officinalis) 1,38 y pop roquero (Octopus vulgaris) 1,54. (2020) Las estimaciones de las embarcaciones recreativas se establecen en base a las licencias de pesca recreativa desde embarcación vigentes desde el año 2007. Esto da un resultado de 12.299 embarcaciones recreativas censadas en el año 2019 mediante licencias en vigor. Por tanto, en el año 2019 se estiman aproximadamente 45 embarcaciones de pesca recreativa por cada embarcación profesional
 

Cataluña. -
El sector pesquero en Cataluña (2019) cuenta con un total de 824 barcos/embarcaciones con una capacidad de 18.002 toneladas que realizaron un total de capturas de 24.414.386 kg. Las pesqueras más importantes fueron el boquerón 7.546,9, sardina 4.994,3, jurel 1.034,8 y merluza 788,7.
País Valencià. - El sector pesquero valenciano cuenta con un total de 549 barcos/embarcaciones de todas las modalidades. La pesquera fue de un total de 17.886,1 toneladas. Las especies más pescadas (2021) son el boquerón 5.229,9 toneladas, sardina 1.709,4, merluza 948,8 y gamba703,2.
 

Los seres humanos han pescado para alimentarse desde tiempos remotos. Hay constancia de pesca y consumo de pescado desde los albores de la civilización mediterránea hace unos 10.000 años. Los restos hallados evidencian que, aunque muy rudimentarios, diversos artes y aparejos de pesca fueron utilizados en las Islas Baleares desde la llegada de los primeros humanos a las islas. Durante mucho tiempo los sistemas utilizados para la pesca fueron anzuelos y arpones de piedra o hueso y trampas muy primitivas. Fue con la llegada de navegantes del Mediterráneo oriental y sobre todo de los romanos cuando se introdujeron artes y aparejos de pesca más desarrollados como los que vemos representados en numerosos mosaicos romanos. Unos artes y aparejos que en esencia no diferían mucho de los utilizados en la actualidad.
 

En cualquier caso, en las Islas Baleares, durante siglos, la pesca fue de una actividad de subsistencia desarrollada en áreas muy limitadas y protegidas de las bahías de Palma y Alcudia o del puerto de Maó o de una actividad accesoria y puntual realizada por los que vivían cerca de la costa fuera de las bahías. En 1576, cuando la población de Palma era de 20.000 personas y la de Mallorca de 70.000, en Palma había 31 patrones de pesca y ya se habían adoptado ordenanzas gremiales que regulaban la actividad de los diferentes artes de pesca. Pero la actividad seguía desarrollándose en áreas protegidas y próximas a los puertos.
 

Sobre todo, a causa de la piratería que constantemente amenazaba a los pueblos del litoral y a las embarcaciones que se alejaban en exceso de los puertos. No obstante, pese a tratarse de una actividad limitada por las circunstancias de esa época de penurias y aislamiento, la pesca ya suponía una actividad generadora de puestos de trabajo y una fuente importante de aporte de alimento a la población. En los mercados se ofrecían pagells, serrans, aranyes, pedassos, bonítols, espets, verderols, molls, mabres, bogues, esparralls, vaques, tords, mussoles, gats, cassons, ratjades y otros elasmobranquios, tonyines, sírvies y anguiles además de sardines, gerrets, sorells y alatxes.
 

Los artes de pesca utilizados por aquellos pescadores eran de anzuelo, como el palangre, redes de enmalle y trampas como son las nasas y también artes arrastrados desde la costa tipo jabega/xavega, bolitx o artets modalidades de pesca actualmente desaparecidas en sus diversas variantes por el impacto que causan sobre los hábitats litorales y que en aquella época constituían la principal modalidad de pesca profesional. El gran cambio se inicia a finales del siglo XVIII impulsado por la Sociedad Económica de Amigos del País con la introducción del arrastre. Una modalidad de pesca que pese a ofrecer puestos de trabajo y mejores rendimientos a los pescadores y a enriquecer la oferta en los mercados, constituía una fuente de conflictos por su difícil coexistencia con los artes de pesca tradicionales y por el fuerte impacto que suponía para las poblaciones de peces y sus hábitats.
 

Su introducción fue lenta debido a los mencionados conflictos y también a la piratería. Con la ocupación francesa del norte de África y el final de la piratería a finales del siglo XIX y principios del XX se inicia el desarrollo de una flota pesquera en las Islas Baleares y la verdadera explotación de sus caladeros de pesca. A partir de entonces se van constituyendo flotas de pesca en todos los puertos del litoral a partir de los núcleos de pescadores existentes en las bahías de Palma y Alcudia y en el puerto de Maó. Pero sobre todo desde la costa de Valldemossa donde seguramente el difícil acceso de los piratas a la escarpada costa norte de Mallorca había permitido el desarrollo de un colectivo de pescadores que a finales del siglo XIX y a principios de siglo XX colonizó los puertos de todo el litoral.
 

La propulsión mecánica y otros avances tecnológicos que fueron llegando a partir de 1920 culminaron este proceso de consolidación de un sector pesquero moderno en las Islas Baleares. A partir de este momento se van configurando las tres modalidades que actualmente constituyen la flota pesquera balear: el arrastre dirigido a la captura de peces de fondo tanto en la plataforma continental como en el talud. El cerco o taranyina dirigido a la captura de especies pelágicas de pequeño tamaño y los artes y aparejos llamados artesanales, toda la pesca tradicional, los también conocidos como “artes menores”.
 

Estas “artes menores” engloban a las redes de enmalle fijas como los trasmallos de tres paños de red superpuestos para la captura de peces, las específicas para la captura de una especie determinada como la sepia o el enmalle langostero de un solo paño. También incluyen otras redes de deriva como son soltes, bonitoleres o melveres y la almadravilla, los diversos tipos de artes de anzuelo como los palangres y las trampas como la nasa además de otros artes o aparejos específicos como la llampuguera o la potera para la pesca del calamar. Todos los artes menores son operados generalmente desde embarcaciones tipo llaüt. Los artes tipo xavega también se consideran “artes menores” y todavía se utilizan en Ibiza para la pesca del gerret y en las bahías de Palma y Alcudia la llamada jonquillera específica para la captura del jonquillo. Estos últimos en realidad son artes arrastrados a poca profundidad sobre hábitats sensibles y su utilización supone una excepción en la legislación pesquera actual.


A estas flotas hay que añadir las flotas que no operan desde los puertos de las Islas Baleares pero que explotan los caladeros del Mar Balear. Se trata básicamente de los arrastreros de puertos peninsulares, generalmente alicantinos que explotan los caladeros de Ibiza, de los palangreros de superficie conocidos como marrajeros que generalmente llegan de puertos murcianos o del Mar de Alboran y algunos cerqueros que también se desplazan desde puertos peninsulares como Vinaroz para la captura de pequeños pelágicos. Mención especial merecen los cerqueros de mayor porte especializados en la pesca del atún rojo, españoles, franceses y de otras nacionalidades. También es posible ver otros pesqueros a la búsqueda de grandes pelágicos con bandera de países diversos o de conveniencia que también operan en el Mar Balear.
 

Cada uno de estos artes y aparejos de pesca se adaptan a las características del hábitat sobre el que actúan y a los hábitos y estacionalidad de los ciclos vitales de sus especies objetivo. En 1980 la flota pesquera balear alcanzó su máximo de unas 1.000 embarcaciones, unos 900 llaüts que utilizaban artes tradicionales y 100 barques del bou o arrastreros además de algunos cerqueros que operaban desde el puerto de Palma. Pero desde entonces la flota ha ido disminuyendo en número de unidades y en 1990 ya eran solo unas 800 embarcaciones, 720 de ellos llaüts, en 2002 eran 502, de ellas 440 eran llaüts y desde entonces la tendencia negativa se ha mantenido. En la actualidad la flota la forman unas 350 embarcaciones, unos 290 llaüts de pesca artesanal y 49 barques del bou, además de 7 teranyines con base en el puerto de Palma y 2 palangreros.

A estos hay que añadir los pesqueros que operan desde puertos no baleares, unos 2 o 3 nanseros que pescan gamba, 1 ó 2 cerqueros que pescan pequeños pelágicos y unos 10 o 12 palangreros que pescan grandes pelágicos todos ellos procedentes de puertos peninsulares, además de los cerqueros y palangreros que se desplazan al Mar Balear para la pesca de grandes pelágicos, sobre todo del atún rojo. Así mismo, en las Islas Baleares hay una flota de 11.000 embarcaciones con licencia de pesca recreativa además de una importante actividad de pesca deportiva efectuada desde la costa, desde embarcación y con fusil submarino que poco a poco han ido ganando importancia a tal punto que en la actualidad la captura de estas modalidades no profesionales ya supone cerca del 25% de la captura total desembarcada en los puertos de las islas.
 

El mero se convertirá en el primer centinela del Mar Balear. -
El mero (Epinephelus marginatus) es conocido como el rey del Mediterráneo debido a su papel fundamental en la cadena trófica costera. Es una especie sedentaria y territorial catalogada como Vulnerable según la Lista Roja de la UICN. El IMEDEA (CSIC UIB) y la Dirección General de Pesca y Medio Marino (DGPMM) del Govern de les Illes Balears han iniciado un proyecto pionero por el cual individuos de esta especie se van a convertir en centinelas del mar Balear, gracias a la aplicación de novedosa tecnología de telemetría acústica.
 

El IMEDEA tiene más de 15 años de experiencia utilizando esta tecnología en el campo de la ecología de peces y biología marina, y ahora pretenden ponerla a disposición de la conservación del mar Balear. Para ello, los científicos han dotado de un dispositivo acústico inocuo a un grupo de individuos, los cuales enviarán información de su comportamiento a través de una red de receptores instalados en el fondo marino. Esta información permitirá entender los efectos del calentamiento global en la biodiversidad marina, fomentará la pesca sostenible y generará información científica de calidad para la evaluación de Áreas Marinas Protegidas (AMP).
 

La red de receptores que recoge la información trasmitida por los meros forma parte de la Balearic Tracking Network, que a su vez se integra en la European Animal Tracking Network, la cual tiene por objetivo la creación de una red global de receptores para el monitoreo automático de la fauna marina. Recientemente, el IMEDEA y la DGPMM ha finalizado la primera campaña de esta iniciativa, en la cual se han marcado individuos de mero en la reserva marina de la Isla del Toro y de las Islas Malgrats.
 

En una segunda fase, la red de receptores se extenderá hasta las reservas marinas de la Isla Dragonera y de la Bahía de Palma, para evaluar el efecto aditivo de estas áreas que forman una red de reservas en el sur de la isla de Mallorca. Así mismo, las 11 reservas marinas de interés pesquero impulsadas por la DGPMM se encontrarán conectadas por estos receptores acústicos.
 

Esta apuesta por ciencia a largo-plazo se extiende hasta el 2030 y permitirá evaluar la conectividad y movilidad de otras especies carismáticas como dentones, llampugas y diferentes especies de elasmobranquios durante los próximos años, generando un grupo de centinelas que nos ayudarán a entender los efectos del cambio global en el mar Balear.
 

El objetivo final del proyecto es generar conocimiento científico que ayude a la conservación de la biodiversidad marina y a utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos, en el marco de Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 impulsado por la ONU. Concretamente, esta tecnología de biotelemetría contribuye a monitorizar los efectos del cambio climático y contaminación, genera información demográfica fundamental para la gestión de una pesca sostenible, y permite evaluar la dinámica y conectividad de las reservas de interés pesquero de las Islas Baleares para maximizar su beneficio ecológico y social.

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