Pegasus y el cese de la directora del CNI centran el Pleno del Congreso. Este miércoles, 11 de mayo, el pleno de control al Ejecutivo se centra en el espionaje a representantes políticos, tanto independentistas como al propio Gobierno, que tiene lugar un día después del cese de la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban, tras 39 años de trabajo en los servicios de inteligencia. A las críticas del PP, Vox y Cs por la escalada del caso Pegasus se suman las de los socios de investidura y sobre todo las de los partidos independentistas que no ven suficiente la dimisión de Esteban y reclaman la desclasificación de los documentos que mostró el CNI en la comisión de secretos oficiales del Congreso y que también apoya Unidas Podemos.
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Pegasus: Bolaños mezcla diez comparecencias en una para hurtar explicaciones sobre sus cesiones a ERC. - Pese a que el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, prometió «transparencia total» acerca del caso Pegasus, mañana fusionará las explicaciones que debe al Congreso por sus negociaciones con los independentistas con otros nueve temas que nada tienen que ver con las escuchas: desde la renovación del CGPJ, al Covid-19, pasando por los fondos europeos o la inconstitucionalidad del segundo estado de alarma, entre otros. La rendición de cuentas de Bolaños por las conversaciones para calmar a sus socios se producirán mañana en la Comisión Constitucional del Congreso, tan solo un día después del cese de la directora del CNI, Paz Esteban, anunciado este martes. Y además de mezclarse con otros nueve temas distintos, sus explicaciones podrían quedar relegadas para el final de su intervención, ya que el orden del día publicado las recoge como el último punto de un debate acumulado.
El Ejecutivo vuelve así a tirar de estratagemas para reducir el control del Congreso y hurtar información a la oposición sobre un problema político de plena actualidad. No en vano, el ministro contará con tiempo ilimitado para intervenir pero no así la oposición, cuyas intervenciones estarán tasadas. Bolaños debe explicaciones, a petición de Cs, sobre el contenido de su reunión con miembros de la Generalitat (el pasado 24 de abril) tras el estallido del caso Pegasus y sobre la reforma de la Comisión de control de los gastos reservados impulsada por la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, dos días después, para calmar a los secesionistas haciéndoles miembros de la misma. El plan de Moncloa es que la sesión arranque mañana a las 16:00 horas con la explicación por parte de Bolaños del Plan Anual Normativo del Gobierno para este año. Es el único punto por el que el ministro de la Presidencia acude a petición propia a la Cámara. A continuación, deberá aclarar por qué aseguró en la Ser el pasado 2 de septiembre que «los jueces no pueden elegir a los jueces» para renovar el Consejo General del Poder Judicial. Unas explicaciones reclamadas por Vox.
Tras ello deberá informar sobre el destino de los 927.380 euros previstos para digitalizar las fichas y expedientes relativos a presos y víctimas de la represión franquista con cargo a los fondos europeos y por qué este desembolso «contribuye a los fines del mismo» y, en concreto, a la transformación digital «como impulso económico para recuperar la actividad previa a la pandemia más rápidamente» y «alcanzar, de forma estructural, una transformación y modernización real de la economía».
Estas explicaciones son exigidas por el PP que también reclama que Bolaños rinda cuentas sobre los otros siete puntos que el ministro pretende despachar en una sola comparecencia. Entre ellos, la asunción de responsabilidades por el fallo del Tribunal Constitucional que declaró inconstitucional la prórroga de seis meses del segundo estado de alarma (octubre de 2020) o las explicaciones sobre los motivos reales por los que el Gobierno permitió actos multitudinarios y no impulsó medidas adecuadas frente a la pandemia cuando la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha reconocido que «veíamos lo que iba a pasar».
Bolaños aún tendrá que aclarar otras cuatro cuestiones más: el grado de cumplimiento de las proposiciones no de ley aprobadas por el Congreso -un buen porcentaje ignoradas por el Gobierno al no ser vinculantes-; así como la baja ejecución de los fondos europeos y «la discrecionalidad observada en la asignación» de algunas partidas; o la falta de transparencia en los viajes del jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, después de que la Audiencia Nacional haya fallado que Moncloa no puede abusar del secreto para ocultar datos.
Tras todo ello, le quedará rendir cuentas por la ejecución de los fondos europeos asignados a su ministerio, y en último lugar figuran las explicaciones por sus negociaciones con los independentistas. La comparecencia de Bolaños mañana será la segunda que realice ante la Comisión Constitucional tras asumir el cargo en julio del año pasado y se producirá, además, ocho meses después de la primera. El ministro de la Presidencia se estrenó ante este órgano el pasado 9 de septiembre, para explicar las líneas generales de su departamento y no ha vuelto a pisar aquella comisión pese a las insistentes peticiones de comparecencia que la oposición, fundamentalmente, el PP le ha solicitado durante todos estos meses.
Para solucionar el atasco, el Ministerio de la Presidencia pidió a la Mesa de la Comisión, presidida por el socialista Patxi López y controlada por PSOE y Podemos, que todas las peticiones de comparecencia de Bolaños se debatieran de forma acumulada en la siguiente cita que tuviera el ministro. Así quedó aprobado el pasado 6 de abril, en un nuevo ejemplo de falta de transparencia por parte del Gobierno, aprovechando ahora ese acuerdo para incluir las explicaciones solicitadas posteriormente por Ciudadanos sobre las negociaciones con los independentistas por Pegasus. La cita arrancará a las 16:00 horas y que se celebrará después de una intensa jornada que arrancará a las 9:00 horas con el control al Gobierno en el hemiciclo.
Caso Pegasus: todas las miguitas conducen a Marruecos. - El anuncio ayer de que el móvil del ministro del Interior también fue logrado por Pegasus junto al de Pedro Sánchez y Margarita Robles conduce a la conclusión de que quien contrató los servicios del sistema israelí quería espiar a la columna vertebral de las políticas de Estado de España. La intrusión en los tres dispositivos se produjo entre el final de la primavera y el inicio del verano de 2021, en el punto álgido de la mayor crisis diplomática con Marruecos - 10.000 personas entraron por la valla de Ceuta ya nado protegidas por pasividad de la policía marroquí- ante la decisión de Madrid de acoger en secreto , por razones humanitarias, al líder del Frente Polisario , Brahim Ghali , quien permanece en el país desde el 18 de abril hasta el 1 de junio de 2021.
El hecho de que el programa israelí espiara a ministerios esenciales en las relaciones de seguridad e inmigración con Marruecos y lo intentara sin éxito con el titular de Agricultura, Luis Planas , también área sustancial en las interrelaciones con el reino de Mohamed VI , engorda las sospechas hacia Rabat . También lo hace el contexto y las fechas. La cartera que dirige Planas -que fue embajador de España en el reino alauí entre 2004 y 2010- es también de suma importancia en el terreno de la pesca, ante el limbo en el que quedarían los pescadores españoles que faenan en aguas marroquíes si finalmente se ejecuta la sentencia europea que anula el acuerdo entre Marruecos y la UE , y de la delimitación de aguas.
Precisamente, tras el acercamiento de Sánchez a Rabat el pasado marzo -cambiando contra todo pronóstico de postura sobre el Sáhara- , Marruecos retomó las polémicas prospecciones de petróleo cerca de la costa de Canarias. A estos elementos también hay que sumar la detección por parte del Centro Criptológico Nacional (CCN) de que el móvil de la entonces titular de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya (quien negoció la entrada de Ghali a España para tratarse del grave Covid que padecía) , estaba previsto con un programa malicioso en mayo de 2021.
Según ha determinado el Centro Criptológico Nacional, el terminal de Fernando Grande-Marlaska se violó entre el 7 y el 26 de junio de 2021 -en fechas similares al hackeo del móvil de Margarita Robles -, cuando la crisis diplomática continuaba pese a que el histórico dirigente saharaui ya había regresado a Argelia. En ese periodo, según fuentes consultadas por este periódico, el máximo responsable de seguridad del país participó en cinco reuniones internacionales por videoconferencia.
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