LA PESCA POR EL MUNDO (Destinos de Pesca)


La pesca de agua dulce en Ecuador.
- Las comunidades de peces de agua dulce en Ecuador exhiben algunos de los niveles más altos de diversidad y endemismo en el Neotrópico. Pero, lamentablemente, los ecosistemas acuáticos del país se encuentran gravemente amenazados, hay poca información sobre sus peces y cada día aumentan las amenazas para estos animales.


El panorama se torna más complicado pues diversos estudios muestran que las pesquerías de agua dulce generan solo un 10 % de los ingresos de la pesca en comparación con los peces marinos y esto lleva a que los gobiernos tengan pocos incentivos económicos para hacer cumplir las leyes que buscan protegerlos. Recientemente, un grupo de investigadores hizo un gran análisis y revisión de las amenazas de conservación que enfrentan los peces de agua dulce de Ecuador. Los resultados fueron publicados en la revista Journal of Fish Biology, encontrando por lo menos 10 grandes peligros para estos animales: pérdida de hábitat por la alteración física de los ríos, deforestación, degradación de humedales y llanuras inundables, contaminación del agua por actividades agrícolas y urbanas, minería, explotación petrolera, represas, sobrepesca, especies invasoras y cambio climático.


Datos deficientes:
Hace varios años Ecuador conformó el Grupo de Trabajo de Peces de Agua Dulce con el objetivo de ampliar el conocimiento sobre estos animales. En medio de esa labor se evaluaron 163 especies y publicaron, en 2019, la Lista Roja Nacional de Peces de Agua Dulce. Varios de estos científicos son autores del nuevo estudio donde se destaca que 66 de esos peces (40,5 %) se consideraran con Datos Deficientes (DD), es decir, no existe información suficiente sobre ellos. “Muchas de las especies que no fueron evaluadas carecían de datos suficientes para ser consideradas para la evaluación, por lo que el número real de especies en la categoría DD es probablemente mucho mayor”, dice el artículo.


Peces de agua dulce ecuatorianos. (a) Creagrutus kunturus, (b) Rhoadsia menor, (c) Gasteropelecus maculatus, (d) Hoplias malabaricus, (e) Eretmobrycon sp., (f) Pygocentrus nattereri, (g) Brycon sp., (h) Tetragonopterus argenteus, (i) Ancistrus clementinae, (j) hipóstomo cf. niceforoi, (k) Rhamdia cinerascens, (l) Sturisomatichthys frenatus, (m) Astroblepus sp., (N) Brachyplatystoma juruense, (o) Pseudopimelodus bufonius, (p) Brachyhypopomus palenque, (q) Potamotrygon motoro, (r) Andinoacara rivulatus, (s) Astronotus ocellatus, (t) Sicydium sp., (U) Arapaima gigas, (v) Synbranchus marmoratus.


Sin duda, la falta de información es una de las principales conclusiones del análisis realizado. “Somos muy pocos los científicos que trabajamos con peces en el país. Es uno de los grupos menos estudiados. Muchos prefieren los reptiles, los anfibios o los mamíferos y los peces están rezagados, no existe mucho interés”, asegura Jonathan Valdiviezo, ictiólogo e investigador del Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio) y uno de los autores del artículo. Además, Valdiviezo resalta que hay información que no es publicada o que se queda archivada en instituciones del Estado. Asimismo, que hay un celo profesional entre algunos investigadores que impide que muchos compartan sus datos, a pesar de que es algo que ha venido cambiando en los últimos años.


Por su parte, Windsor Aguirre, ictiólogo, profesor de la Universidad De Paúl en Chicago y autor principal del artículo, destaca que los grandes vacíos de información sobre los peces de agua dulce también se relacionan con factores históricos como la falta de recursos para la investigación en el país. Aguirre destaca que la mayoría de información corresponde a especies comerciales, pero no hay mayor interés en estudiar a la demás fauna nativa. No solo preocupa la falta de información pues el análisis reveló que, de las especies restantes evaluadas, 62 fueron categorizadas como de Preocupación Menor (LC) —según los criterios de la Lista Roja de Especies de la UICN— pero 35 se enfrentan a algún tipo de amenaza: 15 vulnerables (VU), 13 Casi Amenazadas (NT), seis En Peligro (EN) y una en Peligro Crítico (CR).


A pesar de esto, Aguirre asegura que el número 35 hay que tomarlo con cautela ya que, como evidencia el artículo, el punto central es que no hay suficiente información, lo cual también es bastante grave. “No hay bases de datos de décadas pasadas que nos muestren el patrón de cambio en la abundancia y la diversidad de peces. Existen en otros países, no en Ecuador”. Para el científico, está claro que los peces han sufrido mucho por los impactos a los ríos. “Ese número fue estimado por los expertos que participamos de talleres y de este papel (artículo científico) pero es difícil saber qué tan real es esa cifra porque no tenemos datos de largo plazo. Es posible que la situación sea peor y que algunas especies hayan desaparecido de algunos de los ríos”, comenta.


Más de 30 especies en riesgo.
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El artículo divide su análisis en tres zonas geográficas: Costa, Sierra y Amazonía. La costa, occidente de Ecuador, se caracteriza por sus altos niveles de endemismo, pero una diversidad de peces relativamente baja. Allí se estimó que aproximadamente el 38 % de los peces de agua dulce —43 de los 112 registrados para esta región— son endémicos y hay nueve especies que presentan algún grado de amenaza, siendo el Pseudochalceus bohlkei el que está en mayor riesgo, ubicándose en la categoría En Peligro (EN). Desafortunadamente, destaca el estudio, el occidente de Ecuador es la región del país que ha sido más impactada por el desarrollo humano, tiene la mayor cantidad de habitantes del país y la mayor parte de la tierra se ha transformado en campos agrícolas.


Las tierras bajas de la Amazonía albergan grandes bagres de la familia Pimelodidae y en general una gran variedad de órdenes como los characiformes, los osteoglossiformes y los myliobatiformes. Aunque los estudios de peces en la Amazonía vienen en aumento, “no ha habido revisiones sistemáticas de toda la fauna y queda mucho por aprender sobre la ecología de la mayoría de las especies”, se lee en el artículo. En esta región se detectaron 22 especies bajo amenaza, de las cuales 16 corresponden a bagres.


En la cordillera de los Andes, también denominada región Sierra, se encuentran altos niveles de diversidad biológica y endemismo, la mayoría en las elevaciones medias y bajas de los ríos. Esta zona también ha sido afectada por el ser humano durante cientos de años y gran parte del bosque natural ha sido sustituido por campos agrícolas, plantaciones de madera no nativa y pastos. Los autores agregan que muchas grandes ciudades carecen de un tratamiento adecuado de aguas residuales, que hay especies introducidas como la trucha (Salmo trutta) que son altamente perjudiciales para las especies nativas y que ha habido un aumento en la construcción de presas en los últimos años.


Los investigadores encontraron cuatro especies de peces con algún grado de amenaza en la región Sierra, siendo el bagre Astroblepus ubidiai el que más preocupa pues se encuentra en la categoría Peligro Crítico (CR). Este pez es el único de los 35 registrados para Ecuador que se encuentra en la categoría de más alto riesgo.


Las grandes amenazas para los peces.
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El investigador Windsor Aguirre dice que la pérdida de hábitat es crítica y que ha habido mucha deforestación, sobre todo en la región occidental, en la cuenca del río Guayas, que ahora está dedicada a la agricultura. “La deforestación está progresando en otras áreas, eso cambia las condiciones en los ríos y causa que algunas de las especies disminuyan en abundancia o desaparezcan, eso ha pasado mucho en la costa y en los Andes y ahora progresa en el oriente [Amazonía]”, comenta.


Aguirre asegura que en la región amazónica hay mucho desarrollo por explotación de petróleo y eso trae construcción de carreteras, lo que facilita la tala de bosque y una mayor erosión que se traduce en mayores sedimentos en los ríos, así como cambios en sus temperaturas y estructuras de los lechos. Para el autor principal del artículo, la calidad del agua es otro problema pues en los Andes hay ciudades grandes donde hay poco control de las sustancias que entran a los ríos, muchos de los cuales son de montaña, tienen trayectos pequeños y eso hace que “la afectación sea más evidente”.


Los investigadores tampoco dejan de lado el tema de las represas que, según dicen, tienen una larga historia de impactos negativos. “Recuperar esa fauna acuática es muy difícil. Además, algunas de esas represas no son necesarias”, dice Aguirre. La carpa Cyprinus carpio es una especie ampliamente introducida, mientras que la trucha arco iris, Oncorhynchus mykiss, es un pez importante para el deporte y la alimentación que es muy común en los arroyos andinos fríos y de gran altitud. Fotografía de Windsor Aguirre.


Jonathan Valdiviezo refuerza esa preocupación citando el caso de la desaparición de la cascada San Rafael y la erosión regresiva del río Coca donde se encuentra la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair. Según comenta, la acumulación de sedimentos afecta la capacidad de respiración de los peces, se les pega en las agallas y mueren asfixiados. “No nos han invitado a hacer un muestreo en la zona, estamos a la espera de que nos permitan ingresar para analizar los efectos de lo que ha sucedido porque estamos seguros de que ya hay un impacto evidente. Es probable que haya consultorías ambientales pero esa información no es de acceso público y hasta el momento no hay un reporte de lo que había en el río y lo que existe hoy”, resalta Valdiviezo.


Las especies invasoras también son un peligro para los peces de agua dulce de Ecuador y cuantificar el impacto ha sido difícil por falta de estudios. Sin embargo, es evidente el impacto de la tilapia (Oreochromis spp.) en la costa y de la trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss) en los Andes. Por ejemplo, la trucha tiene impactos negativos en especies pequeñas de peces y en los bagres de los Andes, del género Astroblepus, que son endémicos y preocupan porque habitan en las partes altas de los ríos, teniendo una distribución bastante restringida.


La tilapia, en cambio, es de zonas bajas y se introdujo porque tiene una carne muy apetecida. Aguirre asegura que es un pez muy tolerante, no cuesta mucho dinero mantenerlo porque come en la parte baja de la cadena trófica y es muy fuerte y resistente, así que la calidad del agua no importa mucho. “Pero es agresiva con otras especies, se puede alimentar de algunas de ellas y puede cambiar las condiciones de los ríos debido a su continua remoción de los sedimentos en los fondos, cambiando la turbidez del agua y algunas de sus propiedades químicas”, agrega el investigador.


Se necesitan acciones urgentes.
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Los peces de agua dulce son importantes en los ecosistemas continentales y de eso no hay duda. “Ayudan a que el ecosistema se mantenga saludable, hay especies que se alimentan de algas, otras se alimentan de otros peces, otras ayudan a comerse a los peces muertos”, dice Jonathan Valdiviezo. Si sus servicios ecosistémicos no son suficientes para comprender su importancia, también hay argumentos sociales y económicos: “son indispensables para cientos de comunidades que habitan en las orillas de los ríos. En nuestro país la principal fuente de proteína son los peces, ya sea de agua dulce o de mar”, enfatiza Valdiviezo.


Para el investigador es importante crear acuerdos y normativas para disminuir los impactos sobre los peces, y agrega que no se trata de prohibir la pesca sino de que esta sea sostenible. Por ejemplo, asegura que los bagres amazónicos han sufrido enormemente por cuenta de la sobrepesca pues al ser migratorios son fáciles de pescar ya que quedan atrapados en las redes. “En Ecuador hay normativas de las épocas de veda de cangrejos y en general de muchas especies marinas; queremos que no dejen rezagados a los sistemas dulceacuícolas. Los investigadores tenemos información y podríamos colaborar en ese proceso. Lo más difícil es tocar puertas de los tomadores de decisión y recibir atención, es difícil incluso cuando trabajas para el mismo Estado”, comenta.


Windsor Aguirre tiene claro que una de las recomendaciones más urgentes tiene que ver con llenar los enormes vacíos de información sobre los peces de agua dulce. Asegura que es necesario crear un mecanismo de monitoreo para establecer una base de datos que se pueda usar a largo plazo y así ver patrones de cambio en las poblaciones de peces. Esto, según dice, tiene que ir de la mano con crear conciencia entre las comunidades humanas locales pues Ecuador tiene altas tasas de endemismos y se están perdiendo.


A pesar de la preocupante situación, los investigadores creen que es posible cambiar la tendencia actual de impacto a los ecosistemas de agua dulce. Por ejemplo, los peces tienen la ventaja de que hay personas a las que les gusta la pesca recreativa y eso puede ser útil para los investigadores pues los pescadores podrían ayudar a recolectar datos sobre las especies y sus distribuciones.


Aguirre asegura que no solo es importante proteger lo que existe sino restaurar hábitats degradados que quizás ya han perdido su valor económico porque actividades como la minería o la agricultura ya no son viables. “Es importante tratar de recuperar humedales y áreas inundables que son importantes para la ecología de los peces, sobre todo en su reproducción. Incluso, esto puede recuperar el valor turístico y traer otros beneficios: ir a pescar, hacer avistamiento de aves y actividades recreacionales que no tengan mucho impacto sobre los peces”.


Salga a pescar con caña y paciencia.
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Salir de pesca es una opción para relajarse y pasear con la familia. En lugares fríos o templados, esta actividad le permitirá encontrarse con la naturaleza y olvidarse de los problemas. Lo único que necesita es una caña, hilo nailon, carnadas y paciencia. Muchas veces, los peces no se atrapan al primer intento. Tenga en cuenta que es una actividad para la distracción, que no busca la depredación de los animales. En algunos casos, los pescadores devuelven a los peces pequeños. En el caso de las truchas, por ejemplo, se regresan al río o a la laguna aquellas que miden menos de 45 cm de largo.


En poblaciones aledañas a Quito, como Guayllabamba, Amaguaña y Tumbaco, usted puede salir de pesca (mirar la guía). También puede realizar pesca deportiva, con mayor exigencia, en lugares como Papallacta, San Marcos (Cayambe), Mojanda. Una opción cerca de Quito es Peñas Blancas, en el kilómetro 18 de la vía a Papallacta.


La carnada es un instrumento básico para la pesca. Sirve para enganchar al pez. Se puede utilizar lombrices, pan, pedazos de pollo. Estos son colocados en la punta del anzuelo. Los expertos, como Wilson Bernal, recomiendan lanzar la caña en los sectores más hondos de la laguna o los ríos. Allí puede encontrar más peces.


Adónde ir

  1. La laguna de San Marcos es parte de la Reserva Ecológica Cayambe-Coca. Llegue a Cayambe y desde allí diríjase a la parroquia Olmedo en donde se encuentra la laguna.
  2. Las lagunas de Mojanda están en el límite entre Pichincha e Imbabura. Desde Quito, se debe llegar hasta Tabacundo y tomar la vía que conduce hacia la laguna. Se pescan truchas.
  3. El Río Pachijal está en el cantón Puerto Quito, en la zona noroccidental de la provincia de Pichincha. A lo largo del río hay lugares para la pesca.
  4. La cascada El Salto del Tigre está en el cantón Pedro Vicente Maldonado, en la vía Celica-Naranjal. Allí se forma una laguna de 10 metros de ancho en la cual se puede pescar.
  5. El río Pita se encuentra a 20 minutos de Sangolquí. Se puede llegar en bus. Primero llegue hasta el sector del Colibrí. Allí se debe esperar el bus de la cooperativa Loreto.
  6. En la hostería Carlitos también encontrará un lugar para hacer la pesca deportiva. Está a cinco cuadras del parque central de Amaguaña. Más información en el287 7842
  7. Pesca deportiva San Isidro también ofrece este servicio. Este lugar está en el sector de las Cuatro Esquinas, en el barrio Tola Chica No 3, en Tumbaco.
  8. En Chachimbiro, provincia de Imbabura, también encontrará la opción de la pesca deportiva. Para mayor información usted puede llamar a 06 292 3633 / 06 264 8064.
  9. El Naranjito pesca deportiva. Está en Guayllabamba, a 300 metros del parque central de la localidad. Aquí encontrará tilapia roja. Para más informes llame al 08 4 25 13 60.


Los sitios para equiparse bien antes de salir a pescar
  1. Antisana Outdoor. Cañas, señuelos, botas y más accesorios. Está en el Centro Comercial El Bosque, local 51, en la planta baja. El teléfono es 245 1605.
  2. Aventura Sport. Lo que usted necesite para salir de pesca lo encontrará en este local. Está en el Quicentro Shopping. Puede comunicarse al 292 4373.
  3. Camping Sport. El almacén vende al por mayor y menor. Está en la avenida Colón E6 -39 y Reina Victoria. Para más información llame al 252 1626.
  4. Equipos Cotopaxi. Aquí hallará los implementos necesarios. Tiene locales en El Recreo y en la Av. 6 de diciembre y Jorge Washington. Llame al 310 1563.
  5. La Casa de los Deportes. Es otra alternativa para adquirir los implementos para la pesca deportiva. Está en la San Gregorio y 10 de Agosto.
  6. Kao Sport Center es otra opción. Esta cadena de venta de accesorios deportivos tiene locales en el CCI, El Recreo, El Jardín y El Bosque.

FLY FISHING en Ecuador.
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El Parque Nacional Cajas está situado en los Andes, al sur del Ecuador, en la provincia del Azuay, a 35km aproximadamente al noroccidente de la ciudad de Cuenca, es un área protegida de Ecuador por la biodiversidad de especies que habitan en el lugar y por estar conformado por un sistema de 280 lagunas aproximadamente que provee de agua a varias zonas del austro Ecuatoriano en especial a la Ciudad de Cuenca. Mi lugar preferido para practicar esta pasión por la pesca y desde hace un año aproximadamente la pesca con mosca.


El macizo de El Cajas se encuentra ubicado en la parte más cercana de los Andes ecuatorianos al océano Pacífico, lo que hace que las estribaciones occidentales de la cordillera reciban en muy poco tiempo los vientos cargados de humedad que se dirigen hacia el este. Por lo que se encuentran varios humedales que poco a poco van llevando el agua a riachuelos y estos alimentan las lagunas. Otro aspecto que ha marcado la vida en esta área protegida son los innumerables valles que existen, producidos por al avance y retiro de los glaciares hace miles de años.


Está a una altura entre los 3000 y 4500 metros de altura y tiene variaciones de temperatura desde los -5 a 24 ºC, en el verano que es de Agosto a Enero presenta intenso sol durante el día y heladas en la noche temperatura entre 7ºC a 24ºC, en el invierno de febrero a julio, lluvias neblina y hasta nevadas temperatura desde -5 a 10 ºC. Se han registrado más de 600 especies de plantas vasculares, 43 de mamíferos, 157 de aves (24 de ellas colibríes), 17 de anfibios y 4 de reptiles.


Entre los peces tenemos la llamada Preñadilla que está amenazada y es muy difícil encontrarla hoy debido a la introducción de la trucha en los años de 1940 a 1960. se trató de introducir varios tipos de truchas, pero la que tuvo mayor éxito es la trucha Arcoíris que está en casi todas las lagunas y sistemas de ríos, también se puede encontrar trucha Marrón y en algunos ríos me han comentado existen Salvelinus Fontinalis la verdad solo he visto Marrones y Arco iris.


Es un lindo lugar para practicar la pesca y como no la pesca con mosca, que practico desde hace un año, en casi todas las lagunas hay como pescar y se puede practicar todo el año, tiene ciertas normativas que van en función de proteger el medio ambiente no se puede pescar con red ni menos usar venenos eso está completamente prohibido y es controlado por los guardas parques. Hay mucha actividad piscícola a lo largo de los ríos que bajan desde el cajas hasta la ciudad de Cuenca, hay varios criaderos de trucha Arco iris.


El agua es cristalina y con gran concentración de oxígeno y baja temperatura, eso contribuyó al éxito de la trucha. Que se ha extendido por dos de los cuatro ríos que atraviesan la ciudad de Cuenca y que se forman desde el cajas estos ríos son el Tomebamba y el Yanuncay. Hay varias lagunas de diversos tamaños las más grandes y representativas son Luspa, Osohuaycu, Lagartococha que están entre las más grandes en extensión, otras lagunas muy importantes son Toreadora, Mamamag o Taitachungo, Quinoascocha, Sunincocha, Cascarillas, Ventanas y Tinguishcocha entre las que puedo mencionar.


La distancia hasta la parte central del cajas es de 35 km y desde la ciudad de cuenca se puede llegar en apenas 30 minutos, a varias lagunas. Un lindo lugar para pescar, caminar y disfrutar la naturaleza.


Paiche.
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 El paiche (Arapaima gigas), también conocido como pirarucu, es uno de los peces de agua dulce más grandes en el mundo. En su hábitat natural puede alcanzar hasta 3 m de longitud y 250 kg de peso. Su cuerpo es alargado, cilíndrico y comprimido, revestido de escamas grandes y gruesas. Es un pez que navega los ríos de la selva tropical de la cuenca amazónica del América del Sur y lagos y pantanos cercanos. Al igual que otros peces amazónicos, necesita salir a la superficie a respirar en intervalos de entre 15 y 20 minutos, aunque puede permanecer sumergido hasta 40 minutos si se ve amenazado. Alcanza la madurez sexual la después de los 4-5 años de edad y la esperanza de vida media es de 15 a 20 años, que ha sido registrada en individuos en cautiverio. El paiche es una especie principalmente carnívora; se alimenta de otros peces más pequeños, aunque también puede alimentarse de restos vegetales y crustáceos.


Amenazas.
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El paiche aparece como una especie con Datos Insuficientes (DD) en la Lista Roja de la UICN, debido a la información inadecuada para hacer una evaluación directa, o indirecta, del riesgo de extinción basándose en la distribución o condición de la población. Sin embargo, algunos estudios indican que la principal amenaza para el paiche es la sobrepesca; su proximidad a la superficie del agua lo hace vulnerable a los depredadores humanos, quienes pueden capturarlos fácilmente con arpones. En la década de 1960, después de dos siglos de explotación extensiva, el paiche comenzó a escasear, y por la década de 1970, estuvo comercialmente extinto en las proximidades de las principales ciudades de la Amazonía.


 
https://tintorero-wwwartesdepesca.blogspot.com/2011/12/vamos-pescar-paiche-o-pirarucu.html


La Pesca del Arapaima o Paiche.
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El Arapaima o Paiche, es una especie de pez osteoglosiforme que pertenece a la familia Arapaimidae. Es el segundo pez de agua dulce más grande del mundo, después del esturión beluga o Huso huso. Tiempo atrás esta especie de pez debe haber sido el depredador más grande por excelencia de los lagos y los bosques inundados en la Amazonia.


Sin embargo, durante el último siglo ha sido perseguido a un ritmo bastante alarmante. Tradicionalmente se les pescaba con la ayuda de arpones, pero con la llegada de las redes agalleras las posibilidades de captura por parte del hombre se han incrementado considerablemente.


El Arapaima puede crecer hasta superar los 3 metros de largo y llegar a pesar hasta unos 250 kg "(el esturión beluga supera los 5 m y los 600 kg)". Presenta cuerpo delgado, el margen ventrolateral de la cabeza relativamente redondeado, hasta 18 radios en la aleta caudal y dientes en dentario de 2 a 2,5 filas en posición irregular.


En algunas épocas del año suele vivir en aguas poco oxigenadas, por lo que el oxígeno que absorbe por sus branquias es insuficiente, así que debe respirar aire atmosférico, por lo que suele salir a "(boquear)". Generalmente lo hace en períodos de 15 minutos, pero puede aguantar hasta 40 minutos si se encuentra en peligro o está en plena persecución.


A diferencia de la mayoría de los peces con los que convive en su hábitat, su vejiga natatoria está muy desarrollada y es muy grande y vascularizada, por lo que tiene una función similar a un pulmón humano.


Esta especie practica la incubación oral, y su reproducción se ha adaptado a las grandes fluctuaciones de su entorno, pues pone sus huevos entre febrero y abril, cuando el nivel del agua es aún algo bajo, y para ello construye un nido de unos 50 cm de ancho y 15 cm de profundo, usualmente en áreas arenosas. En la época de inundación "cuando sube el nivel del agua", durante los meses de mayo a agosto, los huevos eclosionan, por lo que tienen más agua para prosperar.


Ambos padres cuidaran de su prole cuando estas nacen y los acompañan y llevan a sitios de alimentación. Las crías se alimentan de pequeños invertebrados y de plancton, colocándose en formación, de tal manera que todos forman una especie de pared, colocándose todos uno al lado del otro o arriba o abajo de otro, mirando y nadando en la misma dirección.


El Arapaima y Como Pescarlo.
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Debido a su potencial como depredador, para realizar su pesca una vez nos encontramos en el territorio de este pez, principalmente debemos pescarlo con pez vivo o muerto, ya que estos peces al vivir en aguas turbias la mayor parte del año tienen muy desarrollado el olfato, también notan las vibraciones en el agua, pero mejor utilizar como carnada algo que coman habitualmente para así poder tener más éxito.


Para esta pesca se puede usar cañas de pescar de unos 6 pies, en este caso se recomienda que el puntero no sea tan flexible como el utilizado para otras especies tropicales, más bien es mejor que posea un poco de rigidez la caña, debes tener presente que los peces que vas a capturar con carnada viva seguramente van a estar por encima de las 3lb, por lo tanto, la preparación previa a realizar los lances es vital para el éxito de la captura.


El carrete también debe ser potente, busca que tenga la bobina grande para que pueda almacenar buena cantidad de hilo en la misma, porque en estos casos las batallas con los peces se vuelven un poco extensas y casi siempre ellos demandan mucha cantidad de sedal cuando atrapan tu carnada. Y ya solo queda esperar la picada y poder pelear con un pez de características casi Prehistóricas que aún vive en la actualidad.


Para que os hagáis una idea de cómo es la batalla entre este pez y el pescador a continuación os paso un vídeo y con esto me despido hasta la próxima amigos.


  



Paiche
- Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura. - El paiche (Arapaima gigas), conocido también como pirarucu o bacalao amazónico, es una de las especies de agua dulce de mayor tamaño en el planeta, la cual puede alcanzar hasta tres metros de longitud. Su hábitat natural se encuentra en la cuenca del Amazonas, siendo Brasil (8 387 toneladas) y Perú (1 227 toneladas) los principales productores con un volumen conjunto de 9 614 toneladas en 2015, que en su mayoría son destinadas al consumo interno.


Sus características particulares como el color y la textura de su carne, el bajo contenido en grasas equivalente a aproximadamente 1% (2% en tilapia / 7% en trucha) y los altos niveles de proteínas, omega 3 y omega 6, hacen del paiche un producto con alto potencial, sobre todo, en mercados sofisticados como la Unión Europea, Estados Unidos y Japón, si se tiene en cuenta el auge de tendencias como la búsqueda de experiencias sensoriales nuevas/exóticas, las preferencias por el cuidado de la salud y la mayor demanda de productos sostenibles.


En este sentido, el PNIPA promueve la investigación y asistencia técnica para lograr proyectos de innovación con sostenibilidad en esta especie, en los diferentes eslabones de la cadena de valor.

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