Herreras, hábitat y morfología.- La herrera o mabra es un pez de hábitos nocturnos, forma parte de la familia de los espáridos y su hábitat se extiende desde el Mar Negro, Sur de África o incluso el Mar Cantábrico, puede encontrarse en el Océano Índico pero con menor presencia. La herrera frecuenta los fondos de arena o con fango a profundidades máximas a los 50 metros. La alimentación básica consiste en pequeños moluscos y crustáceos. Las fechas de reproducción de la herrera se da en primavera y verano y son hermafroditas proteándricos, machos al nacer y hembras al alcanzar una cierta talla. Para más señas, su vida es prácticamente nocturna, es decir, están más activos por la noche. Su cuerpo tiene forma oval, de color plateado y le recorren entre unas 8 o 10 franjas negras. El tamaño máximo de las herreras ronda el kilo y medio y tiene un gran interés entre los pescadores a surfcasting desde costa.
Nombre científico: Lithognathus mormyrus
Familia: Sparidae
Orden: Perciformes
Clase: Actinopterygii
Peso máx.: 1,5 kg.
Longitud máx.: 50 cm.
¿Qué es la pesca de la herrera?.- Los reyes de la pesca deportiva son la dorada o la lubina, pero la herrera es un ejemplar increíble por el que merece la pena preparar las cañas de surfcasting. También puede llamarse la pesca del mabre. Se trata de un pez que se alimenta de pequeños moluscos y crustáceos como mejillones, cangrejos, coquinas, gusanos, navajas, ermitaños gracias a su boca puntiaguda. Por esta razón, siempre se encuentran en arenales o fondos con fango. Su cuerpo es de color plateado con líneas negras. Su peso máximo es de 1 kilo y medio y su longitud máxima de 50 centímetros. La mabra puede nadar en grupos o en solitario.
Las mejores técnicas de pesca.- Para empezar hay que saber que las herreras o mabras son más activas por la noche, así que habrá que esperar a que caiga el sol para salir a por ellas. Estos peces prefieren las aguas un poco movidas, tanto en la superficie como en el fondo, ya que así les resulta más fácil comer. Las mejores noches para pescar estos ejemplares son las noches sin luna puesto que es en estas ocasiones cuando se acercan más al rebalaje y no tendremos que usar toda la longitud del lance para dar con ellas. Los pescadores más expertos aconsejan buscar herreras cuando no sople el viento o cuando sople viento muy suave desde Poniente y en calas que no sean muy grandes, pero que tengan mucha profundidad.
Para conseguir buenas herreras hay que realizar una pesca activa, buscando los mejores lugares y reponiendo los cebos a cada momento. En cuanto a los cebos, el gusanillo de playa es muy socorrido y suele tener éxito, pero con herreras pequeñas. Para pescar herreras grandes deberemos usar gusanas americanas o navajas en aparejos que tengan mucho volumen y apuntar hacia la distancia media, entre el límite de nuestro lance y el rebalaje. En estas situaciones utilizaremos los hilos de pesca más finos que haya en la tienda de pesca, de 0,14 o 0,12 milímetros, para que los peces no noten el hilo, o bien usar sedales nuevos. El aparejo perfecto será uno de ramales largos con cebos de tamaño considerable. También algún aparejo de chambel para cuando la actividad suba de nivel podamos atrapar a dos o tres a la vez. Y los plomos mejor de color rojo porque los atrae.
Los lugares preferentes para pescar herreras.- Los entendidos en la pesca de la herrera buscan playas de arena fina donde no haya piedras, pero se obtienen también peces grandes en roqueros naturales, en playas mixtas, en espigones y en rompeolas. Lo mejor es alcanzar las zonas entre la arena y las rocas o los claros de arena entre grandes piedras.
Las épocas para pescar herreras.- Desde primero de año las herreras ya pueden verse, pero aumentan al comenzar la primavera y, en verano, en las playas. Una buena manera de controlar la entrada de herreras a las costas es acudir a los mercados y comprobar si se vende algún ejemplar. Si es así, podremos situarlas en el lugar adecuado. Por supuesto, influyen otros aspectos como la cantidad de comida o el estado del mar, pero es una buena manera de saber por dónde empezar.
La pesca de las herreras, los mejores consejos para tener éxito.- Herrera o mabra Para todos los aficionados al surfcasting, la pesca de herraras sin duda se ha convertido en una de las practicas más recurrentes, vamos a ver que trucos y técnicas debemos aplicar para hacernos con este fantástico pez. Ya hemos comenzado a salir de noche a buscarla por multitud de playas y aprovecharemos a lo largo de todo el verano para intentar lograr algunas buenas pesqueras de herreras de buen tamaño, esas que entran en bandos o corros y con las que a veces llenamos el cubo con apenas una docena de ellas. Por ello no quiero dejar la ocasión para comentar algunas clave interesantes para quienes se aventuran (tal vez esta misma noche) a salir en busca de esa princesa de los arenales; la herrera.
Y es que aunque a menudo solemos referirnos a la dorada o la lubina como los peces que más aficionados a la pesca deportiva atraen a la playa y a los roquedos, la herrera no se queda atrás, os lo aseguro. Hay verdaderos especialistas en la pesca de la herrera, y aunque creamos que se trata de peces que vienen a rellenar el vacío de otras opciones nada más lejos de la realidad; la herrera atrae a miles de apasionados al surfcasting qué ponen al límite sus equipos para alcanzar esos lances hacia el infinito para intentar dar con esas herreras metidas en gramos.
Preparando el equipo para pescar grandes herreras.- Tras una primavera que nos ha dejado muy buenos recuerdos y bellas pesqueras de herreras de buen tamaño, ahora toca afinar con los pesqueros de mayor actividad. Buscar los pronósticos del tiempo que nos inviten a una u otra playa en función de vientos y oleajes, proveernos de cebos realmente buenos para estos peces, y poner a trabajar nuestros mejores equipos de surfcasting para buscar durante la noche las mejores herreras de la zona es una prioridad. Es momento de recargar sedal nuevo en las bobinas de hilo fino, surtirnos de plomos variados y diferentes acabados, poner todo a punto, pero lo que de verdad toca es volcarnos al 100% en una pesca activa, pues en la noche si entran peces puede llegar a ser muy animada, pero si dan las 2 de la madrugada y no pican no hay que venirse abajo. Las buenas herreras está por venir, según la ciudad, el estado de la mar, el viento o la luna lo mismo entran un ratito cuando menos te lo esperas, puedes sacar tres o cuatro a la vez y que tu caña de surfcasting no de abasto con tanta actividad.
¿Pescar con mar calmada o picada?.- La mar como un espejo da un poco de intranquilidad… las herreras de buen tamaño entran mejor con algo de movimiento, tanto en superficie como sobre todo, a ras de arena. No hay que temer a noches con mar algo agitada, a veces nos ponemos a buscar sargos cuando de pronto sale una herrera y volvemos a pensar en ellas. Las herreras de buen tamaño no requiere mar estancada, se anima y se acerca con el movimiento del agua y con la nubecilla que se forman a ras de fondo, vienen buscando cangrejillos, gusanas, coquinas chocos.
¿El viento influye en la pesca de herreras?.- Las mejores pesqueras suelen hacerse sin viento, o con algo de viento de tierra o de Poniente, salvo playas y zonas concretas, el viento de Levante saca a la herrera del alcance de nuestros lances. A esto se une que en muchas zonas los trasmallos se calan mejor con Levante, por lo que podemos tener alguna que otra barrera que impida la entrada de herreras a las playas en las que estamos pescando. En sí, no es totalmente determinante el viento, pero sí que hemos comprobado que muchos pesqueros agradecen que no sople el aire, o que sople suave de Poniente para meter y optar a herreras de buen tamaño desde playa. Con viento de tierra depende de la orientación de la playa y de la intensidad; algunas veces meten herreras, pero habitualmente las saca. En noches sin viento, muy calmadas de agua, se dan pocas pero a veces muy buenas herreras; hay que estar atento, sobre todo pensando en calas no muy grandes y con algo de profundidad en pesqueros de playas de arena y escasa profundidad con algo de movimiento suave, tendremos herreras a tiro casi seguro, pero puede que necesitamos lances muy largos.
Pesca surfcasting de la mabra o herrera.- En Surfcasting o pesca al lanzado, lo bueno de la pesca de la mabra es que mediante cañas lanzadoras no será necesario realizar lances realmente largos ya que, al ser un pez que patrulla los arenales, los podemos encontrar a pocos metros de la orilla. Los aparejos que emplearemos serán finos debido al peso del pez y a la ausencia de obstáculos que puedan hacer que enroquemos y perdamos material. El peso del plomo variará de forma que usaremos gramajes ligeros cuando el mar esté en calma y utilizaremos plomadas más pesada cuando haya que ejecutar lances más largos o el mar se presente movido y haya que fijar el cebo en un lugar concreto. Para la pesca al lanzado utilizaremos los cebos con los que se nutren las mabras: los mejores, sin duda, serán los gusanos de arena como el playa o en americano así como porciones de moluscos como navajas.
Pesca a corcho de la mabra o herrera.- Esta técnica es muy utilizada en el levante español y es practicada tanto en espigones como en zonas portuarias. Utilizaremos cañas de las empleadas para la pesca a la boloñesa y depositaremos el corcho con el aparejo justo donde la zona rocosa deja paso a la arena ya que será ese el lugar donde los bandos de mabras, junto con otros peces como sargos o doradas, acudirán en busca de comida. La longitud de la caña dependerá de lo alejada que esté esa zona arenosa ya que pescaremos de forma casi vertical. Los mejores cebos serán, para la pesca de la mabra o herrera, al igual que en los arenales, diferentes tipos de gusanos como el norte o coreano, los mejillones, los cuales abundan adheridos a las rocas de los espigones, o pequeños crustáceos como cangrejos o gambas.
¿Pescar herreras con luna o noches oscuras?.- Generalmente las mejores herreras se capturan sin luna, y aunque no es algo totalmente determinante suele ser así; tal vez no responda a la presencia de mayor o menor luminosidad en el agua, pero lo cierto es que los especialistas en herreras suelen buscar mejor las noches sin luna, así que si podemos elegir mejor optar por noches oscuras. Y es que en verano la claridad en las aguas supone mayor riesgo para los peces pequeños y medianos, mucho más expuestos por los depredadores. De hecho es relativamente frecuentes la entrada de chovas tras las herreras, llevándose de vez en cuando la mitad de alguna de las que traemos clavada en el aparejo.
Además, en noches sin luna las herreras se acercan mucho más al rebalaje, es cierto que entran también los pececillos que tanto nos incordian, pero tendremos opciones casi a cualquier distancia sin tener que estar siempre buscándolas a límite del lance En noches sin luna hay que realizar una pesca muy activa para detectar por dónde se mueven las herreras, para poder lograr muy buenas pesqueras; tengamos en cuenta que cuanta más luz haya menos tiempo estarán en la playa, darán algunas pasadas pero no se quedarán mucho tiempo en la misma zona, y cuanta menos luz más cerca entrarán y más tiempo pueden estar al alcance de nuestros lances.
¿Qué cebos usar para pescar herreras?.- Creo que de forma generalizada todos estamos pensando en el gusanillo de playa, y es verdad, el cebo de la herrera por excelencia en muchos pesqueros, cuanto más de arena sean los fondos y menos contaminados estén mejor entran las herreras a la ventanilla, pues la encuentran de forma habitual en sus entradas a buscar comida a la zona. Pero os recuerdo que vamos buscando herreras grandes, por lo que hay que tener otras opciones, ya que estás herreras de buen tamaño vienen de fondos mayores y arrasan con lo que se ponga por delante…. la gusana americana da muy buen resultado en noches de herreras grandes y aguas un poco movidas; con esas condiciones interesa montar aparejos grandes en volumen y apostar por buscarlas en la distancia media hasta encontrar los puntos por donde se mueven entre la zona de mayor profundidad que logremos alcanzar y el rebalaje.
En esas noches interesa alternar los cebos según la distancia que buscamos con cada caña; con las que tengamos lanzada a tope distancia hay que montar gusanillos para ganar metros, pero con las que estamos empleando para pescar zonas cercanas, interesa montar cebos de mayor tamaño, como la americana. Si notamos que comienza a entrar besugos no es ni malo y bueno, ya que no van a dejar anzuelo con cebo, y bueno porque puede ocurrir que a continuación de los besuguitos entren herreras muchas veces de buen tamaño.
Usar sedales ultra finos y ramales largos.- Este es el momento de sacar provecho a nuestros hilos de pesca más finos que nos atrevemos a montar en nuestros carretes, ya que de forma generalizada salimos a buscar herreras en playas de arena y con escasos enganches; es más, incluso en playas mixtas, si le hemos cogido ya la posición a las rocas y losas, podemos apostar por cargar sedales muy finos para alcanzar mejores lances y para evitar que las herreras puedan sentir la tensión de un hilo grueso. Esto puede pasar en mayor medida en las noches de luna con aguas muy calmadas, condiciones que propician que las herreras entre algo más recelosas, y que llegado el momento de tomar el cebo puedan extrañar ese “algo” que pesa o tira, si bien hay que decir que si empleamos sedales será difícil que lo detecten, aunque por si acaso, mejor usar los hilos de pesca más finos, un 0 ,14 o incluso un 0,12 mm de diámetro, eso sí , empleamos sedal nuevo.
El aparejo perfecto para pescar herreras.- Anzuelos para pesca de herreras Interesa formar ramales largos si estamos en zonas de entrada de herreras de buen tamaño, de 300 o 400 gramos; ahí interesa montar un aparejo de un único ramal, de unos dos metros, con anzuelo de patilla larga y ofrecer cebos de buen tamaño, pues de esta forma la herrera le entra de golpe y si tiene buena boca se clava ella misma en la mayoría de las ocasiones. Tendremos algún aparejo de chambel preparado para momentos de gran actividad a distancias no demasiado largas, entonces sí merece la pena cambiar y pescar con dos o tres anzuelos si vemos que han entrado herreras o que hay un bando merodeando cerca de nuestro puesto; si hay actividad no es extraño realizar varios dobletes e incluso tripletes, eso sí, ojo al recuperar si hemos apostado por sedales muy finos. Y como siempre en la pesca nada es matemático y quizás esto es lo verdaderamente bonito de este deporte, probar y volver a probar hasta dar con nuestra manera única y más efectiva de dar con nuestro pez favorito.
Cambiando la zona de pesca para capturar herreras de gran tamaño.- Los aficionados a la pesca de las herreras solemos buscar con especial intención las playas abiertas de arena fina, sin piedras, no nos importa que se trate de playas someras, porque sabemos de sobra que en fechas primerizas de cada año hay ocasiones en las que se sacan muy buenas capturas de herreras casi en el mismo rebalaje, y en cualquier caso estamos acostumbrados al lance largo. Aun así en estos comienzos hay ocasiones en las que las mejores capturas se realizan desde roca, adaptando nuestra búsqueda a la entrada de los primeros bancos de herreras que se acercan a las piedra a buscar comida. Por ello vamos a comenzar algunas referencias que tal vez nos ayuden a clavar las mejores cuando comencemos de nuevo la temporada.
Herreras “medio kileras”.- Pesca herreras mabras en costa Las primeras herreras de la temporada se nos suelen pasar porque las esperamos en aluvión en cuanto llega la primavera, y en realidad hay zonas en las que comienzan a ponerse a tiro de caña desde primeros de año, con fluctuaciones según estén los fondos e incidan los temporales. Así a estas alturas ya hay quien lleva unas cuantas buenas pesqueras, y sobre todo alguna buena picua de setecientos u ochocientos gramos, ejemplares sueltos, pero que son preludios de la entrada generalizada a primeros de año. Muchos de nosotros tenemos nuestros pesqueros de herreras habituales, pesqueros que comenzamos a visitar a partir de mediados de marzo y sobre todo con la llegada de abril; es entrar la primavera y al aficionado al surfcasting todo se vuelven prisas en cuanto escucha o lee que en esta o aquella playa están sacando buenas herreras.
En esta ocasión, y sencillamente por haberlo comprobado en repetidas temporadas, me atrevo a proponeros un cambio en los hábitos en cuanto a la búsqueda de las primeras herreras, peces que pasan del medio kilo, que se mueven en grupos no muy numerosos y que van acompañando poco a poco a esos cardúmenes de herreritas que en breve colonizarán nuestras playas. Sí, es arriesgado, tal vez rompa nuestras costumbres o nos obliguen a aventurarnos explorando nuevas zonas de pesca, pero os recomiendo al menos probar dos o tres jornadas a buscar estas primeras herreras lanzando desde roca, sea en roqueros naturales, en playas mixtas o desde espigones y rompeolas; la premisa es buscar pesqueros de roca desde los que alcancemos zonas al límite entre arena y roca, así como claros de arena entre losas planchas de piedra.
Pesqueros de roca con fondo de arena.- Las herreras van recorriendo las playas según van entrando a la costa y quedándose en determinadas zonas. Es algo cíclico que se comienza a notar en los mercados locales; en cuanto se ven casi todos los días herreras medianas y algunas grandes en los puestos es que la entrada o el acercamiento a la costa de está produciendo. De cara a nuestras excursiones de pesca este aviso nos sirve para ponernos a tope a intentar acertar con el día y el lugar adecuado en el que se puede lograr esa pesquera del año; con estos peces sabemos que hay ocasiones a partir de estas fechas en las que todo cuadra y en unas horas llenas el cubo de herrerones grandes, síntoma claro de que la actividad, la cantidad de comida y el estado de fondo y de la mar se alinean para que se produzca esta entrada masiva en puntos determinados.
Poco a poco y sin prisas.- No podemos quedarnos con la idea de que la herrera sólo come gusanillos de playa en arenales limpios; las herreras, y sobre todo la medianas y grandes, le entran a todo, desde a cualquier gusana a los ermitaños, cangrejillos, navajas. Les pirran los mejillones pequeños, y de todo esto encuentran a veces en buena cantidad durante bastante tiempo en las inmediaciones de los fondos rocosos y mixtos, justo donde hay arena muy cerca de las rocas, zonas sin castigar por la pesca al arrastre y que conservan un buen potencial para albergar pesca todo el año. El reto consiste en cambiar nuestra dinámica y adaptarnos a pescar en la zona límite de las rocas con el fondo arenoso, y sobre todo a partir de ahí. En una búsqueda constante de calados en los que podamos detectar la presencia de herreras, pues el mayor fondo de estos pesqueros dificulta a menudo la localización directa de pozas, caños y remolinos en los que las herreras entran a comer en el fondo removido.
Herreras en arenales y en zona de roca.- Tenemos que cambiar un poco nuestra acción de pesca, pues no es lo mismo pescar a lance largo en playas de arena que hacerlo a distancia variable sobre fondo mixto o limítrofe entre rocas y arena, calados que requieren buena precisión de lance y esmerarnos en tocar todos los puntos posibles más que en alcanzar grandes distancias. Es más, muchas veces las mejores capturas las logramos relativamente cerca, sobre todo pescando sobre planchas de roca o en claros de arena entre grandes piedras. Tal vez notemos que las herreras entran con mayor facilidad a nuestros, cebos que cuando pescamos en playas de arena, y esto es debido a que la herreras aquerenciadas cerca de los roquedos son menos recelosas que las que se asientan en las playas; los arenales siempre provocan desplazamientos más largos y estar más tiempo al descubierto, por lo que las herreras y los demás peces suelen recelar más.
¿Estás listo para disfrutar de la sensacional experiencia de la pesca de la herrera? Prepara todo lo necesario: cebos, cañas, carretes de pesca y a disfrutar.