LA PESCA


Micropterus salmoides​ (perca atruchada, perca americana,​ huro, lubina negra, lubina o black bass) es una especie de pez perciforme de la familia Centrarchidae. Es de agua dulce y se caracteriza por tener una aleta dorsal radiada espinoforme y una posterior flexible separada por una muesca. Esta especie es originaria de Norteamérica. A partir del siglo XX, esta especie se ha introducido en España. En España está considerada como especie exótica invasora según el Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto, estando prohibida en España su introducción en el medio natural, posesión, transporte, tráfico y comercio


Morfología.- Es un pez muy compacto pero los laterales están más o menos comprimidos. De escamas verdosas con manchas oscuras. Su tamaño adulto es de 30 a 50 cm, es un pez resistente y carnívoro; constituye una especie de las más deportivas por su combatividad, voracidad y puede ser pescado de innumerables técnicas de pesca deportiva (cucharilla, pez artificial, mosca, pez vivo, cebo, lombrices, etc.). En la península ibérica mide 30-35 (50) cm de longitud aunque en Norteamérica puede alcanzar más de 80 cm, aunque esta no es la subespecie introducida en Europa. También están distribuidos en otras zonas del planeta. La boca es bastante grande. No suele pesar más de 3 kg. Las aletas dorsales son largas. Actualmente el récord en competición reconocido es de 4 kg, pescado en el Embalse de Guadalcacín de Cádiz. Se pueden pescar con diversos señuelos.

  
Biología.- En sus primeros años es gregario, y paulatinamente irá formando incluso grupos muy numerosos. Es carnívoro, su dieta incluye insectos acuáticos, gusanos, larvas y de adultos pequeños peces, aves pequeñas y anfibios. Alcanza la madurez sexual a los tres o cuatro años de vida. El macho excava un hoyo de 30 a 90 cm en el fondo y atrae hacia él a varias hembras. El desove se realiza entre mayo y julio.

  
Hábitat.- Prefiere aguas tranquilas de charcas o lagunas de espesa vegetación acuática, desde donde acechar a sus presas, con aguas limpias y preferiblemente cálidas.


Relación con el hombre.- Su pesca se considera la especialidad deportiva con mayor volumen de negocio directo e indirecto en EE. UU., por encima de la NBA o la NHL, constituyendo la especie "leit-motiv" del mercado del sector. En España, se calcula que su pesca genera en torno a 250 millones de euros al año. Se considera que el mejor periodo del año para realizar esta modalidad deportiva es durante los meses de primavera y verano, no obstante y sorprendentemente en otoño e invierno, pese a ser menor el número de capturas, el tamaño de estas es mucho más grande que las que podremos pescar en los meses de más luz del año.

  
Consideración como especie exótica e invasora.- Micropterus salmoides ha sido introducido en muchas regiones y países debido a su popularidad como especie de pesca. Actualmente, está instalado en más de 79 países o territorios fuera de su extensión original. Causa el decline, desplazamiento o extinción de especies en su nuevo hábitat, ya sea por predación, o por competición​. Esta especie se considera un peligro para especies autóctonas como el salmón o la trucha. Han sido culpados, también de la extinción del podilymbus gigas, un ave acuática que habitó el lago Atitlan en Guatemala. Investigaciones en la península ibérica descubrieron que los juveniles de M. salmoides fueron capaces de demostrar plasticidad trófica, que significa que fueron capaces de ajustar su comportamiento alimenticio para obtener la suficiente energía para sobrevivir. Está incluida en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo de la IUCN.


¿ Como pescar black bass a mosca?.- Libélulas y basses, cazadores cazados.- Estos insectos extremadamente bellos son los reyes en el aire. Alardean de una perfecta maniobrabilidad, parándose a su antojo como si estuvieran clavadas en el cielo. Son perfectos cazadores, con una visión asombrosa y llegan a alcanzar los 80 km/h. Depredadores alados que, a su vez, y por estas razones, tienen pocos enemigos naturales. Los basses enloquecen persiguiéndolos sin poderlos cazar. Pero, en estas fechas, cuando las libélulas ya han terminado su ciclo vital, se vuelven más delicadas y es el momento en el que son degustadas por estos centráquidos con mayor ansia.

  
El verano ve transcurrir sus últimos días. La vida invertebrada también y, posiblemente, sea este mes cuando las imitaciones de libélulas nos deparen las mejores jornadas. Estos montajes no son complicados, el color de la imitación será parecido al del lugar donde pretendamos pescar, aunque no es estrictamente necesario, pues aunque las hay de varios tonos, los mejores resultados los he conseguido con las rojas, puede ser también porque son más abundantes. Dichas imitaciones son superligeras, pero no hay que olvidar que las alas sobresalen bastante y nos producirán al lanzarlas, el efecto “remolino” deteriorando nuestros bajos, especialmente cuando usemos puntas finas.

  
Es importante revisarlo de vez en cuando, pues al irse arrugando pierde la resistencia que se supone tenía y en un descuido perderíamos el bass que todos los pescadores llevamos en mente desde hace muchos años. Además de los colores se pueden montar con diversos materiales, pero últimamente el rey es el foam, son más cómoda y rápidas de montar, cumplen a la perfección su función de flotabilidad y son ligeras y fáciles de lanzar. Dichas imitaciones, además de tener un aire simpático, son realmente efectivas con la pesca del black bass, lo que os puedo asegurar es que nos hace sentirnos más realizados como montadores.


Otras curiosidades sobre las libélulas.- Estos bellos insectos, a los que algunos identificarán como “caballitos del diablo” son inofensivos para los humanos, pues ni pican, por no tener aguijones, ni chupan sangre. Son cazadores que matan a sus presas sujetándolas con sus fuertes patas y partiéndolas en pedazos con unas poderosísimas mandíbulas. Muchas son las libélulas que hay volando por el mundo y comprenden unas 3.600 especies de insectos pertenecientes al orden de los odonatos (odonata) que viven sobre todo en zonas tropicales. La libélula más grande que se ha conocido vivía en los períodos Permiano y Carbonífero, y medía setenta centímetros con las alas abiertas. ¿Os imagináis los basses cómo debían ser? Sin embargo, actualmente y por aquí sólo podremos ver como máximo exponente a la libélula real (Anax imperator) que sólo alcanza once centímetros con las alas extendidas.

  
Las larvas viven en el agua, permaneciendo bajo ella de uno a cuatro años, dependiendo de la especie. Se alimentan de tricópteros, efemerópteros, renacuajos y alevines de peces, así como de otros invertebrados de pequeño tamaño. Para coger velocidad, arrojan el agua de la cámara respiratoria de su abdomen con fuerza y así atrapan a sus víctimas más velozmente y a la vez se esconden de sus depredadores. Una de las virtudes más importantes de estos insectos cuando son adultos, aparte por supuesto del magnífico vuelo que realizan, es su poderosa vista, pues tienen los ojos compuestos, llegando a tener diez mil lentes por ojo en algunas especies, lo que les dota de una singular visión. El suborden de las libélulas (Aisóptera) comprende insectos voladores perfectísimos que en reposo mantienen las alas extendidas, mientras que los caballitos del diablo (Zygóptera) son más torpones volando y pliegan sus alas cuando se posan. Además estos últimos los encontraremos en zonas más altas, incluso donde habita nuestra trucha de alta montaña, y viven unas cuantas semanas como adultos, mientras que la libélula adulta vive alrededor de cuatro meses.


El equipo y las moscas para black bass.- Es el habitual para pescar el black bass, caña de nueve pies (acción punta) y línea del ocho, a ser posible, descentrada. Hay una especialmente que va muy bien y que está diseñada para pescar basses en superficie. Se llama “bass bug taper”. Bajos de línea largos, aunque no excesivamente, con doce pies bastará, terminaciones de 0,25 a 0,30 nos vendrán bien para asegurar peces grandes y, sobre todo, para que no se ricen, aunque si fuera necesario bajaríamos el grosor.
Estrategia de pesca a mosca para black bass.


Pescando a la espera: este tipo de pesca es perfecto sobre todo en las puntas de los embalses o salientes de las reculas, donde “mamá black bass” está a dos metros de profundidad y no es molestada por nada, pero un bocado tan exquisito como el de una libélula la hará subir, aunque siempre después de cerciorarse de que no la toreará. Es un tipo de pesca para gentes apacibles, la paciencia es la mejor arma. Si creíais que pescar con popper era lo máximo de la tranquilidad, os daréis cuenta de que esta pesca está hecha para gentes con sangre de hielo, pues, incluso he conseguido clavar basses después de más de cinco interminables minutos sin pestañear, y por supuesto, sin mover la mosca, desapareciendo en el más suave de los ataques. Os recomiendo estar muy atentos, pues la mayoría de los pescadores esperan una brutal picada, salpicada de agua por parte de estos peces. Sin embargo, suele ser todo lo contrario. Además, si no estamos atentos, enseguida expulsará la mosca de su boca, al darse cuenta de que es “un poco” de mentira. Para clavar a estos peces es mejor hacerlo lateralmente, pues al estar la mosca tanto tiempo parada, aún usando líneas flotantes, el bajo de línea se va hundiendo al ser más largo, hace más panza y si claváramos verticalmente tardaríamos unas décimas de segundo más aparte de costarnos más trabajo.

  
Pescando al acecho: iremos buscándolos por las orillas, lanzando nuestra libélula por delante, para ponerles alerta. Si antes de dejar descansar nuestra imitación en el agua la levantamos nada más tocar ésta, y volvemos a posar, los terminaremos de enrabiar y la engullirán esta vez con un ataque de verdadero bass. Además, cuando los basses van agrupados y cazando, no esperan a que su compañero al que primero, es el clásico “me lo como yo para que no te lo comas tú”. Otra estrategia a seguir muy sencilla es localizar los bandos de basses tras las libélulas, veremos con nuestros propios ojos cómo las persiguen y saltan fuera del agua para atraparlas. Será sencillo en este caso engañarles fácilmente con nuestra imitación, pero los más grandes no tontearán, ni perseguirán a lo loco, ellos saben esperar en sus querencias o cazaderos y cuándo han de moverse para conseguir lo que quieren.


Consejo.- Probad las libélulas y pescar a la espera, sacaréis menos ejemplares, pero os aseguro que serán más grandes. Cuidadlos y soltadlos, pues, como me decía un buen amigo, estos peces son especiales.

  
Droppers, montajes dobles para todas las especies.- Por si algún mosquero ya no se acuerda de los enredos que hacía durante sus primeros pasos como lanzador, aquí tiene la solución y seguro que si no lo ha probado nunca, cuando lo haga se acordará de aquellos primeros y catastróficos lances. Aunque todo tiene solución y la práctica, como todo en la vida, será la clave para lanzar (por supuesto con el equipo adecuado) estas moscas, que además os darán el éxito en situaciones raras o complicadas para todo tipo de peces. Entre la gran variedad de moscas y sistemas de pesca, hay una que destaca por su forma de actuar; no son moscas sencillas, ni dobles, ni tándem, se denominan droppers y no son otra cosa que dos moscas separadas por unos centímetros de nailon. Normalmente una más grande que otra, casi siempre la primera será la encargada de llamar la atención, siendo ésta muy atractiva para los peces, pero pescando con la segunda, más pequeña y discreta, y también más apetecible. Este sistema nos va a resolver situaciones raras o complicadas y con distintas especies como veremos más adelante. No es un sistema para pescar peces de dos en dos, aunque alguna vez suceda, pues casi siempre de lo que se tratará es de que una de las moscas llama y la otra pesca. Es el viejo truco del “teaser” tan conocido por los pescadores de altura.


Black bass.- Cuando pescamos basses, especialmente en lugares con mucha presión, llega a ser realmente difícil engañarlos, sobre todo los más grandes, que muchas veces ni siquiera se dignan a mirar nuestras imitaciones, haciendo un desprecio demoledor hacia nosotros. Aparte de haber también un sinfín de posibilidades, la que mejor resultado da es el dropper formado por la combinación popper-streamer, pero hay que hacer alguna variación en el montaje para que los dos naveguen bien y también pesquen. Antes de empezar a montar el popper, se hace un bucle con nailon grueso (0,60 mm) para más tarde poder atar el streamer. También se puede poner un esmerillón sujeto al anzuelo o con cable como el que empleamos para los lucios. Cuando los basses no se deciden a coger el popper porque no llegan a subir del todo, este sistema nos dará la solución. El popper hará su trabajo llamando a todos aquellos que estén escondidos con sus incesantes blup, blup, blup, y el streamer será el que los pesque, pues no tendrán que subir tan arriba para comer. Este sistema también se utiliza en el mar con algunas especies como la lubina, lecha, palometa, etc. Además, con el black bass sí es relativamente frecuente que lleguemos a clavar dos peces simultáneamente.


El black-bass es uno de los peces más deportivos que existen para pescarlos con cualquier técnica posible. Para esos pescadores experimentados de bass puede ser una nueva forma de conseguir nuevas capturas. Es un pez desafiante y fácilmente disponible que nos garantizara nuevas experiencias.


La lucha del bass.- El black-bass es conocido por su increible capacidad de lucha. Al ir a pescarlos necesitaremos estar preparados con equipos adecuados, no solo para la lucha, sino por hacer una presentación correcta de la mosca. Los basses son depredadores de emboscada y con frecuencia buscarán la cobertura más adecuada para esconderse y acechar a sus presas. Los pescadores del bass, se enfrentan a menudo al reto de lidiar con todo tipo de malezas y obstáculos, por lo que a menudo es necesario un bajo más fuerte que lo habitual.
Para la pesca de grandes black-bass o para la pesca cerca de mucha maleza o obstaculos, una caña de 9 pies (2.7 m) con su correspondiente carrete sera suficiente. Con una linea del nº 8 será más que suficiente para lanzar moscas pesadas. Estos peces pueden encontrarse en cualquier capa de agua, desde justo debajo de la superficie hasta pegados al fondo. Si quieres estar preparado para cualquier situación, recomendamos tener preparadas diferentes líneas para diferentes situaciones.


Líneas flotantes.- Una línea flotante con el peso hacia adelante, nos servirá para la mayoría de las situaciones en aguas poco profundas. El bass es un depredador habitual de éste tipo de aguas y, a menudo, podremos encontrarlo alimentándose en éstas capas de agua. Las líneas flotantes, son la elección perfecta para la presentación de moscas en superficie, además, funcionan perfectamente utilizando un leader más largo y trabajándolas justo por debajo de ésta.


Líneas de punta hundida.- Cuando necesitamos hacer presentaciones suspendidas, porque creemos que los peces están alimentándose en profundidades de unos 2.5 metros, será necesario cambiar nuestra línea a una de hundimiento lento. Éstas líneas se hunden lentamente, entre 2 cm y 5 cm por segundo. Por lo que son perfectas para pescar un poco más profundo con una caída gradual. Las líneas de punta hundida, generalmente, son flotantes con una punta de hundimiento rápido al final. Esto hará que lleguemos fácilmente a la capa deseada.


Hundimiento rápido.- Hay momentos en los que el bass se encuentra en profundidades superiores a los 3 metros. Una cola de rata con una tasa de caída de 15 a 25 cm por segundo es la mejor opción para hacer éste tipo de presentaciones.

  
Leader.- Elegiremos el leader conforme la linea que hallamos escogido, la mosca que vallamos a lanzar y la cantidad de cobertura. Con líneas flotantes, un leader cónico de 2.5 m con una fuerza de ruptura de 5 a 6 kg será suficiente. Para líneas de hundimiento o hundimiento de punta, utilizaremos leader de 1.5 m de la misma resistencia estará bien

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