EL OCÉANO Y SUS RECURSOS


La langosta común, esa que tanto nos encanta comer, es un poderoso crustáceo decápodo, armado con un resistente caparazón espinado. La langosta es una especie de crustáceo muy común en mares de todo el mundo (Mar caribe, mediterráneo y cantábrico). La pesca de langostas es, sin duda alguna, una de las pescas de mariscos más importantes del mundo. De varias técnicas se valen los pescadores artesanales y deportivos para hacerse con un premio tan ansiado, conocido en muchos lugares de España como el “rey de los crustáceos”, no solo por su descomunal tamaño, sino también por su inconmensurable valor gastronómico. En las costas marinas de España se pueden encontrar, principalmente dos clases de langostas: la langosta común o Panulirus Elephans y también la langosta marroquí o Panulirus Mauritanieus. Ambas especies son muy apreciadas en el mercado local y son, por igual, objeto de miles de pescadores artesanales, que se valen de arpones, redes y trampas marinas para hacerse con ellas. Diferenciar ambos tipos de langostas no es una tarea muy complicada. La langosta común, la primera de la lista y la más demandada, suele tener un tamaño superior y su cola es de color rojo intenso con algunos puntos blancos; por su parte, la langosta marroquí es de un tono más claro y la cola está recubierta de púas.


La langosta común, esa que tanto nos encanta comer, es un poderoso crustáceo decápodo, armado con un resistente caparazón espinado. La langosta es una especie de crustáceo muy común en mares de todo el mundo (Mar caribe, mediterráneo y cantábrico).

  
Los crustáceos llamados comúnmente langosta pertenecen a las familias Palinuridae, Scyllaridae y Sinaxidae; la primera de ellas es la más importante desde el punto de vista pesquero. Estos organismos son considerados en algunos países como los "príncipes de los mariscos". Las langostas son generalmente de gran tamaño y se caracterizan por presentar un caparazón robusto con su superficie erizada de fuertes espinas. En su cabeza llevan una saliente espinosa, el "rostrum", el animal la usa como defensa; a los lados se implantan dos pares de antenas largas que a veces sobrepasan su tamaño, las cuales presentan en su base fuertes espinas; al mover estos apéndices hacia atrás producen un ruido característico llamado "estridulación", ocasionado por el roce con las espinas del caparazón.

  
Su cuerpo está formado por tres regiones: un cefalotórax ancho y robusto, un abdomen amplio y musculoso y una fuerte nadadera caudal; cada una de estas regiones tiene apéndices cuya forma y tamaño dependen de las funciones que llevan a cabo. El abdomen y los apéndices o "patas" caminadoras son las partes comestibles de la langosta. Las dimensiones de estos organismos son variables, frecuentemente alcanzan medio metro de longitud y, en algunos casos, más. Viven en fondos rocosos o pedregosos, sobre todo en lugares donde abundan algas que les sirven como alimento; también comen restos orgánicos, o capturan gusanos, moluscos y crustáceos pequeños; son voraces y prefieren las presas frescas a las que se encuentran en estado de descomposición. Algunas especies de langostas son migratorias, como las del Caribe que realizan grandes desplazamientos en busca de su alimento, otras lo hacen con fines reproductores y otras más para escapar de condiciones desfavorables; para ello forman filas de hasta 40 individuos, como si fueran los vagones de un tren y se mueven en una dirección definida. Este comportamiento ha sido aprovechado por los pescadores para capturarlas cuando realizan sus "corridas".

  
Las langostas pertenecen a una especie litoral que se acerca a la costa en verano para realizar su reproducción; los huevos de color rojo coral, en número de un cuarto a medio millón, son llevados por la hembra bajo el abdomen y sostenidos con sus apéndices durante un tiempo que va de 18 a 70 días, dependiendo de la especie. Según cálculo de los biólogos, sólo 1 o 2 de estos huevos llegan a ser adultos y por tanto a reproducirse; el resto muere por "causas naturales" o por "pesca". La madurez sexual la alcanzan las hembras cuando tienen de 10 a 12 centímetros de longitud y unos 3 años de edad; los machos maduran un poco después. En los meses de primavera nacen las larvas, filosomas, adaptadas a la vida pelágica, en donde nadan hasta tener dos centímetros y, gracias a las mudas sucesivas, van creciendo y haciéndose más pesadas, por lo que al nadar, cada vez con mayor dificultad, terminan por caer al fondo presentando ya la forma de langosta. El crecimiento es lento y alcanzan la longitud máxima de 50 centímetros a las edades de 15-20 años.


La captura de las langostas se realiza por medio de trampas llamadas nasas, generalmente elaboradas con tiras de madera o de mimbre, en forma de pirámide truncada; en la cara superior llevan un matadero armado sobre una trampa móvil y constan de un embudo invertido por donde entra la langosta, de modo que no pueda regresar. Para cebar las trampas, suelen usarse trozos de pescado, desperdicios de abulón o de carne de res, lapas, etc. y, en el interior, llevan piedras fijadas por tiras de madera, para darle peso a la trampa. Otras nasas, las llamadas "australianas", están construidas con alambre grueso, en forma de media esfera, con su matadero en la cara plana; éstas son muy resistentes a las corrientes, no se destruyen al ser azotadas contra las rocas e igualmente soportan el ataque de depredadores como lobos marinos, tiburones y cabrillas atraídos por la carnada.

  
En algunos países, para la colocación de las trampas se emplean pangones de eslora de 4 metros y manga de 1.5 metros, movidos con motor fuera de borda; en otros, como en Corea, las nasas son transportadas en un número mayor por barcos. Generalmente el pescador coloca sus nasas durante la tarde, las deja toda la noche para aprovechar los desplazamientos nocturnos de la langosta en busca de alimento e inicia la maniobra de levantar las trampas en la madrugada, colocando la captura en un vivero que lleva la lancha y liberando a las hembras con hueva; también en ocasiones se apilan las langostas en la popa y se cubren con una lona para preservarlas del Sol. En algunos lugares se ha venido ensayando la captura mediante el buceo, utilizando un fuerte alambre terminado en un gancho puntiagudo con el que se atraviesa al animal; este método tiene la desventaja de que si la hembra tiene hueva no se la puede liberar sin dejarla herida. Este tipo de captura se utiliza donde el recurso es poco abundante, pero la mejor recomendación es evitarlo, sobre todo en la captura a mayor escala.


También se emplean redes de deriva que tienen de 100 a 150 metros de largo por 1.5 metros de ancho, con flotadores en la relinga superior, calculada para que la red quede flotando vertical al fondo, y unos pesos en la relinga inferior que hacen que se sostenga en el mismo lugar. Con estas redes que sólo pueden ser usadas en zonas de poca corriente, se rodean las cuevas donde vive la langosta dejándolas toda la noche para que cuando los animales salgan en busca de alimento se enmallen y, al otro día, cuando el pescador las cobre, pueda zafarlas pasándolas a la embarcación; la operación para levantar la red se hace en la madrugada para evitar que los peces y los tiburones destruyan la red o muerdan a las langostas para capturarlas.

  
En algunos países, como Cuba y México, se han probado las llamadas casas langosteras que se construyen con troncos de árbol amarrados formando especies de balsas de 3 metros cuadrados que se separan con troncos atravesados, dejando entre cada balsa un hueco donde las langostas se esconden. La "casa langostera" se coloca en el fondo y se cobra usando un malacate, se sacan las langostas adultas y se suelta a las hembras cargadas y a los juveniles, conservando así, la especie. En otros países, como Estados Unidos, se tiran al fondo del mar llantas usadas y otros objetos que hacen las veces de "casas langosteras", permitiendo que el animal se esconda y pueda tener un lugar para protegerse, sobre todo en la época de reproducción. En Japón hunden barcos a los que previamente les hacen agujeros, produciendo una especie de "arrecife artificial", en donde se esconden también animales demersales.

  
Después de la captura, las langostas son transportadas a las plantas industrializadoras en donde sólo se recibe a las que llegan en buen estado y si es posible vivas; esto da idea de lo rápida que debe ser la transportación del producto desde el lugar de la captura. En la planta se clasifican por medida y peso antes de pasar al cocedor; una vez cocidas, se procede a su congelación y, por último, son empacadas en cajas, generalmente de madera. Algunas especies se descabezan, de modo que sólo se aprovecha el abdomen, seleccionado por peso, que se vende a precios muy elevados como "colas de langosta". Hasta el momento actual no ha sido posible cultivar a las langostas debido a que en los laboratorios sólo han llegado hasta el quinto estadio de su desarrollo y, los ejemplares así criados, son más pequeños; las condiciones ambientales que necesitan para seguir su crecimiento son muy difíciles de reproducir en el laboratorio o en una granja. Cuando se ha tratado de "engordar" juveniles, se presenta el problema de que en el momento de su "muda" se devoran unas a otras, por lo que se requeriría cultivarlas en espacios muy grandes, de modo que estos proyectos no son costeables.


Las langostas ocupan la franja oceánica tropical y subtropical que rodea al planeta, desde las costas atlánticas de América, un poco más al norte de Florida, hasta las de Brasil, incluyendo el Golfo de México y las Antillas, pasando por las de España y las de las Islas Canarias, hasta las del Pacífico, de California a Chile; las del Pacífico noroeste y el Pacífico centro-occidental hasta Australia, así como en el Océano Índico. En 1986 la captura total registrada, según la FAO, fue de 201 485 toneladas; el país con mayor producción fue Australia, después Sudáfrica, luego Cuba y Brasil; Estados Unidos representa el mayor importador de este apreciado crustáceo. En las costas de Japón se captura la "langosta japonesa" (Panulirus japonicus); en las de Australia, la "langosta australiana" (Panulirus cygnus); en la costa española, la "langosta común" (Panulirus elephans) y la "langosta mora" o "marroquí" (Panulirus mauritanieus). En América del Sur la especie más importante es la "langosta decorada" o "langosta de la Isla de Juan Fernández" (Jasus frontalis) una variedad de otra que tiene gran distribución en las costas occidentales de África y en las de Australia.


En México, la pesquería de la langosta se realiza en ambos litorales, generalmente entre los meses de octubre y marzo que es cuando estos organismos se encuentran a menor profundidad. Las poblaciones de langostas están formadas, en el Océano Pacífico, por la "langosta roja" o "langosta de California" (Panulirus interruptus) que se encuentra en la costa occidental de la península de Baja California y tiene una distribución que va desde San Luis Obispo, California, EUA, hasta Bahía Magdalena en Baja California Sur; la "langosta azul", "langosta cabezona" o "langosta de roca" (Panulirus inflatus) que se localiza en ambos litorales de la península de Baja California y llega a Puerto Ángel, Oaxaca, hasta los límites del Golfo de Tehuantepec; la "langosta verde" o "langosta de playa" (Panulirus gracilis) que se distribuye desde el litoral de Sinaloa hasta el de Chiapas, llegando a las costas de Perú; y la "langosta de la Isla Socorro" (Panulirus penicillatus) que ha sido reportada en la Isla Socorro, en el archipiélago de Revillagigedo y en la Isla María Madre del archipiélago de las Tres Marías en la boca del Golfo de California; también se localiza en otros lugares del mundo, con una distribución muy amplia, como en el área del Indopacífico, desde el Mar Rojo y sureste de África hasta Corea, Taiwán y la Polinesia, así como en los litorales de América occidental, en las islas Clipperton, Cocos y Galápagos.

  
En el Golfo de México y en el Mar Caribe se ha identificado como la especie más importante la llamada "langosta" o "langosta del Caribe" (Panulirus argus) distribuida a lo largo de las costas que ve al Mar Caribe; su mayor abundancia se registra en Quintana Roo y en Yucatán, siendo Isla Mujeres el centro pesquero que más langosta produce en la zona. Esta langosta se encuentra desde las Bermudas hasta Río de Janeiro, Brasil, incluyendo todas las islas del Caribe. Otra especie de esta región es la "langosta pinta o moteada" (Panulirus guttatus) que se distribuye desde Carolina del Norte, Estados Unidos, hasta el norte de Brasil. La captura de la langosta en México está reservada en su totalidad a las Sociedades Cooperativas; según el Anuario Estadístico de la Secretaría de Pesca, en 1988 ésta alcanzó las 2 351 toneladas, de las cuales 1 289 pertenecen al litoral del Pacífico y 1 062 al litoral del Atlántico.

  
El alto valor de las langostas y la facilidad para capturarlas comparada con la pesca de otras especies, hace que representen un recurso importante para México y en muchas comunidades pesqueras del país esta actividad es la base de su economía. Este crustáceo es el segundo generador de divisas en la pesca y los biólogos señalan que podrá incrementarse su producción si se amplían las zonas de captura, se mejora y aumenta la tecnología para su aprovechamiento y se administra mejor el recurso.

  
Las mejores zonas para buscar langostas son las aguas profundas con fondos rocosos. Las langostas suelen hacer sus guaridas en las pequeñas cavidades del lecho marino rocoso donde la iluminación sea poca, un ambiente perfecto para esconderse y cazar. La profundidad del agua puede variar ya que estos animales pueden vivir en aguas de 5 o 10 metros de profundidad, pero los especímenes verdaderamente grandes prefieren aguas más oscuras, de entre 20 y 80 metros por debajo del nivel del mar. En general las langostas se pueden pescar en cualquier zona costera del mar Cantábrico, pero en las Islas Baleares las capturas son mucho más frecuentes. De entre las islas, probablemente la mejor para la pesca de langostas gigantes es Menorca, conocida por muchos locales y turistas como el reino de la langosta roja, ya que sus costas ofrecen los especímenes más grandes y valiosos a nivel gastronómico.


¿Cómo hacer una trampa para atrapar langostas?.-Vamos a hablar de cómo capturar langostas usando una trampa submarina, ya que, no solo es la técnica legal, también es mucho más segura y además, permite atrapar más de una espécimen a la vez. Es importante saber que para emplazar las trampas adecuadamente es necesario conseguir un bote de pesca y navegar hasta la línea costera, donde las aguas alcanzan la profundidad suficiente para capturar especímenes de buen tamaño. Hacer una trampa para langostas no es una tarea complicada y basta con tener algunos materiales muy fáciles de conseguir, veamos.
1º) Puedes construir la trampa utilizando piezas plásticas, mimbre, junco o varas de caña. Lo primero que debes hacer es cortar los segmentos de cada lado: por lo general, las trampas deben tener menos de un metro de largo, 50 centímetros de ancho y al menos 30 centímetros de alto.
2º) Puedes unir cada segmento utilizando amarres de nylon o alambre.
3º) Coloca soportes con tubos metálicos de lado a lado de los segmentos para dar un soporte adicional a la caja y así evitar que se desarme estando bajo el agua.
4º) Debes fabricar la entrada de la trampa. Para esto recorta un agujero en la base de uno del os lados de la trampa. El agujero debe ser suficientemente grande para que entre una langosta. Ensambla un canal de forma cónica, fabricado con mimbre o tela metálica al agujero para que pasen las langostas.
5º) Haz un agujero con puerta en la parte superior. Este servirá para sacar fácilmente las langostas cuando recuperes la trampa.


Colocar las trampas.-Una vez que se ha completado la trampa, es hora de lanzarla a la mar y esperar por las capturas. Para garantizar el éxito es necesario cebar el interior de las trampas de forma adecuada y abundante. Debido a los hábitos alimenticios poco exquisitos de las langostas, se puede usar prácticamente cualquier cosa como carnada, pero los pescadores expertos recomiendan usar pescado muerto, ya que este es uno de los alimentos predilectos de la langosta roja. Las trampas deben lanzarse al final de la tarde, justo antes de que caiga el sol para evitar perturbar la calma del lecho marino una vez que la luz se ha ido y las langostas se disponen a salir de sus guaridas para alimentarse. La trampa debe dejarse durante toda la noche y el levantamiento se realizar al día siguiente, a primera hora de la mañana.


Pesca submarina de langostas.- Otro recurso, utilizado en menor medida es el buceo para atrapar langostas. Esta técnica es más popular entre los pescadores deportivos o en lugares donde la captura no es muy abundante. Los buzos se sumergen en aguas con fondos rocosos o fangosos de unos 15, 20 o 30 metros de profundidad, armados con un arpón con un garfio en la punta, que se utiliza para ensartar la langosta viva una vez que se haya ubicado entre las rocas. Este tipo de pesca está prohibida en muchos países debido a la alta peligrosidad para la vida del buzo, pero también porque no garantiza la preservación marina, ya que, una vez que se ha ensartado la langosta, si esta no cumple con los estándares para su captura, no puede volver a liberarse.


Regulación para la pesca de langostas en España.- Al igual que en muchos otros países de América, la actividad pesquera de langostas es motivo de muchas regulaciones para garantizar su sustentabilidad. Entre muchos otros aspectos, la legislación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación contempla:
1 - Los periodos de veda: La pesca artesanal de la langosta roja solo se podrá realizar en el periodo que va desde el 1 de abril al 31 de agosto de cada año. En el caso de la langosta blanca o “palinurus mauritanicos” la temporada permitida es desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre.
2 - La pesca de langosta blanca solo se podrá realizar en fondos con profundidad superior a los 200 metros.
3 - Sobre la talla de la langosta: está prohibida, bajo cualquier circunstancia, la captura de especímenes con talla inferior a los 24 centímetros de longitud.
4 - En todos los casos está prohibida la captura de hembras ovadas. Si entran en la trampa, estas deben ser liberadas de inmediato.
5 - Las nasas de pesca de langostas no podrán exceder los 90 centímetros de longitud y deben ser fabricadas con material amigable con el medio ambiente.

https://tintorero-wwwartesdepesca.blogspot.com/2011/03/vamos-pescar-bogavante.html

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