LOS FILACCIONI

Los Filaccioni son grandes sedales durmientes que se hallan dentro de la categoría de los que solo se deberían emplear al largo,es decir,encima de las rocas submarinas,en los bajo fondos y en los pecios sumergidos,donde fácilmente pueden morar esas grandes anguilas tan semejantes a las serpientes marinas.Son muy raros los litorales desde los que se puede pescar directamente el congrio;en cambio,para tener mas posibilidades de pescar la morena es siempre preferible dirigirse fuera.En ambos casos lo mejor es actuar desde la embarcación anclada a pocos metros de la escollera,es decir,a muy poca distancia de la orilla. Son aconsejables los sedales del tipo volantín con un solo anzuelo,en las dos versiones de plomo final o deslizante.En el primer caso,por encima del lastre esta anudado un gran emerilloón con tres puntos de unión de los que parte el brazo con hilo trenzado o único (monofilamento) de metal con gran anzuelo estañado del nº 7.El hilo de nilón del filaccione esta constituido por un aparejo de 10 cm de longitud y 0,80 de sección,terminado en sus 2 extremos por un emerillón en el que se ha insertado un gran plomo en forma de oliva deslizante,de 100 g. de peso.En la parte inferior del emerillón se une,mediante el mosquetón,el segundo fragmento del final,esta vez de sección ligeramente inferior,es decir,de 0,70 y de apenas unos metros de longitud,que como en el caso precedente también puede estar hecho de nilón,de trenzado o de hilo metálico.Pero de todos modos terminara siempre en anzuelo estañado con anilla,con tija larga y del nº 6 0 7.

Los cebos preferidos son los calamares y,especialmente,los pulpos,las sepias, los chipirones e incluso las sardinas si son frescas (el congrio aprecia mucho la cabeza de estos animales,que al ser mas consistente que el resto del cuerpo pueden colocarse en numero variable como cebo en el anzuelo),o bien grandes trozos de bonito muy fresco,e incluso pedazos frescos de melva,etc.

Una vez calado el filaccione hasta que el plomo toca fondo,se asegura el extremo superior a una plancha de corcho(la misma a la que se enrolla el sedal)o a algún flotador de señalización provisto de badajos,pedazos de lata,botellas con colgantes en su interior que hagan la función de señales acústicas.La finalidad es la de calar mas de uno en todo un radio en el que se suponga que existen estos peces tan voraces,golosos y combativos.Debemos pensar que se tratan de animales que fácilmente alcanzan los 5 - 6 kg. de peso. Por ejemplo,los comgrios de profundidad pueden alcanzar 20 kg y los dos metros de longitud;las morenas pueden alcanzar los 10 kg.

Por tanto,o bien son señales acústicas las que avisan de que el pez ha picado,o la señal sera visual,controlando directamente los flotadores,es decir,los sedales colocados para la pesca,cada una o dos horas.Si la pesca tiene lugar desde la orilla,los extremos de los sedales se aseguran a fuertes palos exteriores o a grandes piedras.Se puede aumentar la dosis de emoción, propia de esta pesca,sujetando el filaccione directamente con la mano o,lo que todavía es mejor,recurriendo a la caña,es decir,a un aparejo muy robusto,mas bien corto (desde la embarcación se utilizan de 2 a 3 m) y con anillas

Para prevenir todo contratiempo es aconsejable utilizar las robustas cañas de currican.Como es natural,también el carrete estará dotado de una singular robustez,así como de capacidad de bobina,debiendo tener en el cuello de esta ultima por lo menos un centenar de metros de nilón de 0,60 - 0,70 de sección (también útil para cualquier otro tipo de pesca) al que estará unido el final,de una décima parte inferior de sección,con el plomo deslizante y anzuelo final mas pequeño que los indicados anteriormente,es decir,del numero 12


Los cebos son siempre los mismos y el sedal se cala perpendicularmente hasta tocar fondo,permaneciendo después a la espera.Si esta espera se hace demasiado larga,se puede elevar ligeramente el plomo,así como desplazar la caña y el sedal a otra posición


Tirar al agua de vez en cuando algún pedacito del mismo cebo,puede servir de reclamo para la morena y los congrios.Lo importante es que se trate siempre de bocados bien impregnados en sangre.

Los peces no pican de modo violento,por cuanto la presa coge el cebo y lo mueve en la boca antes de decidir llevárselo lejos para devorarlo.Es en este momento cuando suele picar.El gancho o el salabre completaran la obra.Pero se debe prestar gran atención por cuanto los dientes del congrio son terribles,y todavía mas los de la morena,cuya vitalidad y autentica ferocidad la convierten en un pez extremadamente peligroso cuando se encuentra a bordo.La pesca con los filaccioni se practica preferentemente de noche,a partir del crepúsculo


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