LOS SECRETOS DE LA PESCA.


Fondos sedimentarios infralitorales y circalitorales. -
El conocimiento de las características del fondo marino resulta imprescindible para la gestión racional y sostenible de los recursos pesqueros y, con carácter general, para la elaboración y seguimiento de las estrategias marinas. Consciente de esta necesidad, la Secretaría General de Pesca lleva, desde 1999, desarrollando una investigación sistemática de las características del fondo marino, con objeto de poder disponer de una cartografía batimétrica de alta precisión, con la mayor información posible sobre bionomía bentónica, e identificación de las calidades de fondo y su distribución.


La información obtenida tiene aplicación tanto en proyectos de investigación como en obras de ingeniería, y proporciona, a la Secretaría General de Pesca, una herramienta de gestión y apoyo en diversos proyectos nacionales e internacionales. Este cartografiado marino ha permitido, a lo largo de estos años, la exploración de más de diez millones de hectáreas de plataforma y margen continental, convirtiendo a España en uno de los países con mayor conocimiento de sus fondos, además de ser referencia en el campo de la cartografía marina. El objetivo de esta prospección sistemática del fondo marino, es adquirir nuevos conocimientos que permitan un uso sostenible de los recursos, y la protección de las zonas y especies vulnerables.


Estos fondos están formados por partículas sueltas de diferentes tamaños, donde escasean las especies macrobentónicas sésiles, debido a la gran inestabilidad del sustrato, siempre en movimiento. Son los organismos del compartimento endobentónico los dominantes en estos fondos, así como algunas especies epibentónicas móviles. El tamaño de las partículas que constituyen estos fondos está definido por el hidrodinamismo; siendo el tamaño, uno de los factores que define la composición específica de las comunidades que los habitan, junto al origen del material biogénico o terrígeno.


Los fondos se clasifican, por tanto, en fondos de sedimentos gruesos (gravas y arenas) y en fondos de sedimentos finos (fangos), con todo el gradiente existente entre ambos tipos. Los de grano grueso están bien oxigenados, son pobres en materia orgánica y ricos en organismos intersticiales, mientras que los fangos están poco oxigenados y son ricos en materia orgánica y pobres en organismos intersticiales. Desde el punto de vista de su origen, los sedimentos pueden ser terrígenos, si proceden de aportes terrestres, o detríticos si están originados por diversos materiales marinos biogénicos.


Las macroalgas son poco abundantes en este tipo de fondos. La fauna es diversa, pero formada mayoritariamente, como se ha dicho, por organismos endobiontes, siendo los grupos más abundantes los moluscos, poliquetos, crustáceos, equinodermos y, en menor medida, esponjas o poríferos, cnidarios y peces. La mayoría de las especies son filtradoras o sedimentívoras. Es preciso señalar que la mayor parte de la información sobre las comunidades presentes en los fondos sedimentarios de la plataforma continental procede de lances de arrastre de largo recorrido. Ello determina que los organismos que se recogen aparecen mezclados y en la mayoría de los casos no se puede precisar su distribución concreta en los fondos; sólo posible a través de imágenes obtenidas por ROVs, por lo que el uso de estos artefactos se hace cada vez más necesario.


Fondos de cantos rodados. -
Se trata fondos muy inestables de guijarros o cantos en zonas poco profundas, afectadas por un hidrodinamismo derivado del oleaje. En las costas mediterráneas es frecuente en calas abiertas. La movilidad del sustrato impide una cobertura vegetal continua, excepto para las algas filamentosas o incrustantes. Si los cantos son suficientemente grandes pueden fijarse algunas algas erectas con carácter ocasional, constituyendo una versión muy empobrecida de las comunidades de algas fotófilas de los fondos rocosos infralitorales someros.


En zonas algo más protegidas de las costas mediterráneas, si los cantos son más estables pueden crecer algas del género Acetabularia. La fauna sésil es también muy escasa y sólo aparecen algunas anémonas (Anemonia spp.) o ascidias compuestas incrustantes (Botryllus schlosseri). En las costas del norte de España es frecuente el poliqueto tubícola Pomatoceros triqueter, acompañado de balánidos y algunos briozoos. En algunos lugares dominan los bivalvos Musculus discors o Modiolus modiolus. La fauna móvil está compuesta por un elenco mayor de especies que se refugian entre los cantos o en la cara inferior de éstos. Predominan


Fondo de gravas y pequeñas piedras ocupado por el alga verde Pseudotetraspora marina, Echentive, La Palma. Habitan diversos moluscos, crustáceos, poliquetos, equinodermos y algunas especies de peces. Los moluscos más característicos son algunos poliplacóforos (Ischnochiton rissoi y Chiton olivaceus) y gasterópodos (Haliotis tuberculata, Clanculus jussieui, Gibbula spp.). 


Entre los crustáceos, los decápodos son el grupo más abundante (Palaemon serratus, Porcellana platycheles y Xantho poressa). Los equinodermos más frecuentes son las estrellas Coscinasterias tenuispina y Asterina gibbosa, y las ofiuras Ophiothrix fragilis y Ophioderma longicaudum. Entre los peces, son típicos Lepadogaster lepadogaster, Lepadogaster candollei, Lipophrys pavo y Gobius bucchichii.


Fondos de gravas. -
En este tipo de fondos casi no existe vegetación, a no ser que existan restos calcáreos o pequeñas piedras sobre las que instalarse. La fauna que los puebla varía mucho dependiendo de la zona geográfica y del rango batimétrico, con dominio de la endofauna. En los fondos de arenas y gravas infralitorales tanto del Mediterráneo como de las costas atlánticas peninsulares dominan bivalvos de la familia veneridae, como Venus verrucosa, Dosinia lupinus o Callista chione. Pueden estar presentes también algunos poliquetos (p.e. Saccocirrus papillocercus) o nermertinos (Lineus lacteus, Cephalothrix spp.).


Entre los gasterópodos son característicos algunos natícidos (Notocholis dillwynii, Payraudeautia intricada). En los fondos de arena y gravas infralitorales pobres de las costas del norte de España pueden dominar los poliquetos Lanice conchilega o Glycera lapidum. En algunos lugares de gravas más gruesas con pequeños cantos, aparece la ascidia Dendrodoa grossularia y el briozoo Smittina trispinosa. En algunos fondos de gravas o arenas gruesas de las islas Canarias es frecuente la estrella Narcissia canariensis.


Ya en los fondos de gravas circalitorales puede ser característico el anfioxo Branchiostoma lanceolatum. En zonas sometidas a corrientes de fondo dominan los pennatuláceos Veretillum cynomorium y Cavernularia sp. o el alcionáceo Paralcyonium spinulosum.


Arenas y arenas fangosas infralitorales y circalitorales. -
Se trata de un hábitat que engloba desde bancos de arenas de grano fino o medio, sometidas a diverso grado de hidrodinamismo, a lugares muy protegidos, caracterizados por sedimentos finos, fangosos, y ricos en materia orgánica. El hidrodinamismo no solo determina la granulometría del sedimento, sino también la composición, diversidad y abundancia de las distintas especies que conforman las comunidades de este tipo de fondos sedimentarios, con predominio de las comunidades de bivalvos y poliquetos.


Arenas fangosas y fangos de zonas calmadas poco profundas. -
En fondos fangosos de zonas protegidas con escasa renovación de agua, preferentemente en zonas someras, pueden aparecer densas praderas del alga verde Caulerpa prolifera, sobre todo en bahías semicerradas, lagunas costeras o zonas portuarias de las costas Mediterráneas o atlánticas del sur de la Península, acompañando a menudo a las fanerógamas Cymodocea nodosa o Zostera nolitii. Sobre las hojas de C. prolifera viven algunas especies de gasterópodos opistobranquios que se alimentan exclusivamente de ella (Oxynoe olivacea, Lobiger serrdifalci y Ascobulla fragilis), o el anfípodo caprélido Caprella caulerpensis en el sur peninsular.


Otras especies frecuentes son los gasterópodos Jujubinus striatus, Pusillina radiata, Pusillina marginata, Rissoa membranacea, Bittium reticulatum, Tricolia tenuis. Sobre el sedimento aparecen especies como Nassarius corniculum, Bulla striata o Haminoea orbigniana, y los bivalvos Corbula gibba, Pandora inequivalvis, Parvicardium exiguum, Abra alba, Loripes lacteus, Gastrana fragilis y Tapes decussatus. En las praderas de la bahía de Cádiz destaca la abundancia del bivalvo Macoma melo (de distribución principalmente africana).


Otro grupo animal presente en estos ambientes lagunares vegetados lo constituyen los crustáceos, como los decápodos Hippolyte sp., Palaemon adspersus, Philocheras monacanthus, Diogenes pugilator, Macropodia parva y Processa edulis. Es frecuente también la presencia de anfípodos, como Ampelisca diadema, Corophium annulatum, el tanaidáceo Apseudes talpa, y poliquetos, como Pileolaria militaris, Neanthes caudata, Capitella capitata y Notomastus latericeus. 


En arenas fangosas deltáicas, estuáricas o lagunares del norte de España pueden estar presentes otras algas verdes, como Ulva spp., Cladophora spp. o Valonia agagrophila, o rojas (Alsidium corallinum, Rytiphlaea tinctoria). En algunas zonas exis- ten aglomeraciones del poliqueto tubícola de origen exótico Ficopomatus enigmaticus. También algunos gasterópodos nassáridos son muy comunes en este tipo de ambientes fangosos estuáricos, como Nassarius nitidus y Cyclope neritea, de hábitos carroñeros.


Comunidades de arenas del piso infralitoral y circalitoral superior. -
Las arenas finas superficiales sometidas a la acción del oleaje, aparecen en un primer nivel batimétrico -franja de los 3 o 4 primeros metros de profundidad. En este tipo de fondos no existen macrófitos y las especies dominantes son principalmente moluscos bivalvos de las familias Veneridae, Donacidae y Tellinidae, como Chamelea gallina, Donax trunculus, Tellina tenuis, T. planata, T. pulchella, T. tenuis o Gari depressa, así como el gasterópodo Nassarius granum, muy característico en las costas del sur y sureste ibérico.


Por debajo de estos fondos de arenas finas superficiales, donde el oleaje deja de tener un efecto directo, aparecen unas arenas muy homogéneas de origen terrígeno poco enfangadas; en el Mediterráneo, son las denominadas “arenas finas bien calibradas”. Ocupan grandes extensiones, a una profundidad de entre 5 y 20 m. La fauna de este tipo de fondos está constituida mayoritariamente por moluscos, crustáceos, equinodermos y peces, con ausencia de algas y escasez de organismos suspensívoros.


Entre los moluscos dominan diversas especies de bivalvos (Chamelea gallina, Venerupis decussata, V. pullastra, Psammocola depressa, Cerastoderma edule, Donacilla cornea, Ensis ensis, Solen marginatus, Callista chione, Mactra stultorum, Spisula subtrucata, Dosinia lupinus, Tellina incarnata) y gastrópodos de las familias Nassaridae (Nassarius reticulatus, N. mutabilis) y Naticidae (Neverita josephina, Euspira catena). Entre los poliquetos se pueden mencionar a Nephthys hombergii, Glycera convoluta, Sigalion mathilde, Onuphis eremita, Eteone syphonodonta, Ophelia bicornis y Scoloplos armiger, y entre los crustáceos son frecuentes los decápodos Philocheras monacanthus, Diogenes pugilator, Portumnus latipes, Liocarcinus vernalis, Crangon crangon o Macropipus barbatus.


También están presentes algunos isópodos (Eurydice pulcra) y anfípodos (Haustorius arenarius y Bathyporeia spp.). Entre los equinodermos dominan las estrellas del género Astropecten y los erizos irregulares Echinocardium cordatum y Echinocyamus pusillus. Son también frecuentes diversas especies de peces, especialmente los peces planos, como Scophthalmus rhombus o Bothus podas, y otros como el raor (Xyrichthys novacula), las arañas de mar (Trachinus draco, Echiichthys vipera), los torpedos (Torpedo marmorata, T. torpedo) o el águila marina (Myliobatis aquila). En las costas atlánticas las especies más características de los fondos someros infralitorales de arenas finas ligeramente fangosas son Echinocardium cordatum y Ensis spp.


También en las costas atlánticas, en arenas medias o finas con poca materia orgánica y buena oxigenación de la parte superior del piso infralitoral, aparece la denominada “comunidad boreal- lusitana de Tellina”, donde dominan los bivalvos Angulus tenuis y Cerastoderma edule y el poliqueto Nephthys cirrosa. Según se progresa en profundidad y disminuye el tamaño de grano, esta comunidad se va transformando con la adición de nuevas especies, como el bivalvo Nucula turgida, el molusco escafópodo Dentalium dentalis o el poliqueto Chaetozone setosa, este último en zonas con mayor contenido en materia orgánica.


Por otro lado, en algunos fondos sedimentarios de arenas o arenas fangosas infralitorales del archipiélago canario pueden existir lechos de algas, como Avrainvillea canariensis , Penicillus capitatus, Halimeda spp. o Caulerpa prolifera entre 10 y 50 m de profundidad. En zonas de sedimento estable y con moderado hidrodinamismo del infralitoral inferior y circalitoral del archipiélago (entre 15 y 70 m de pofundidad), puede estar presente la típica comunidad de la anguila jardinera Heteroconger longissimus , sobre un sustrato que abarca un amplio espectro granulométrico, con preferencia por las arenas finas. También en las arenas y arenas fangosas infralitorales y circalitorales de Canarias pueden aparecer altas densidades del poliqueto tubicola Bispira viola (03040213) entre unos 20 y 60 m.


En la endofauna de todo este tipo de fondos arenosos infralitorales y circalitorales del archipiélago canario, dominan diversos bivalvos (Mactra stultorum, Cardium spp, Venus verrucosa, Callista chione) y erizos irregulares (Echinocardium cordatum, Brissus unicolor y Plagiobrissus costai). Los crustáceos están representados por anfípodos y copépodos, mientras que entre los anélidos poliquetos son habituales Ditrupa arietina y Diopatra neapolitana. Entre la epifauna diurna pueden observarse la estrella de mar Narcissia canariensis, los moluscos gasterópodos Conus pulcher y Semicassis granulata, las holoturias Holothuria spp. y el cangrejo de la familia Calappidae, Cryptosoma cristatum. Entre los peces destacan algunos peces planos, como Bothus podas, o lenguados (Solea spp.), el pez rata Uranoscopus scaber, las arañas (Trachinus draco y T. radiatus) o de la familia Trigliidae, bien representada por las especies Trigloporus lastoviza y Chelidonichthys obscurus.


Fangos y fangos arenosos circalitorales. -
Los fondos de fangos y fangos arenosos infralitorales y circalitorales (en un rango batimétrico de entre 20 y 200 m) albergan en muchos lugares comunidades dominadas por Pennatuláceos. Las especies pueden variar dependiendo de las zonas geográficas o de las condiciones ambientales. Las principales especies que conforman estas comunidades son Pennatula phosphorea, Pennatula rubra, Pteroeides griseum, P. spinosum, Veretillum sp. y Cavernularia sp.


En los fangos arenosos circalitorales de las costas atlánticas la especie dominante suele ser Virgularia mirabilis, acompañada del bivalvo Pecten maximus y de ofiuras (Ophiura spp.). En este tipo de fondos suele ser frecuente la cigala (Nephrops norvergicus). Existen también comunidades dominadas por diversas especies de poliquetos, que varían en función de la zona, del nivel batimétrico y del contenido en fango. Entre las más extendidas se encuentran las dominadas por Nephtys hombergi y Glycera rouxii , Scoloplos armiger, Sternaspis scutata o Aphrodite aculeata.


Como especies acompañantes de todo este tipo de comunidades cabe mencionarse la esponja Raspailia viminalis, los cnidarios Aglaophenia acacia, Cerianthus membranaceus, Alcyonum palmatum y Anemonactis mazeli, el sipuncúlido Golfingia elongata, los poliquetos Polyodontes maxillosus, Leiocapitella dollfusi y Euclymene palermitana, los gasterópodos Phalium saburon, Calliostoma granulatum o Natica hebraea, los bivalvos Tellina serrata y Pecten jacobaeus y los escafópodos Dentalium panormum y D. vulgare.


Entre los crustáceos, abundan el isópodo Cirolana neglecta, el estomatópodo Squilla mantis, el langostino Parapenaeus longirostris, la cigala Nephrops norvegicus y Alpheus glaber. Entre los equinodermos las especies más frecuentes son las holoturias Labidoplax digitata y las del género Pseudothyone. En algunas zonas del norte de la Península dominan los bivalvos Thyasira spp. y Nuculoma tenuis.


Este tipo de fondos se entremezclan con los denominados fangos terrígenos costeros infralitorales y circalitorales que pueden estar dominados localmente por el bivalvo Nucula sulcata o el gasterópodo Turritella communis. Sin embargo, la comunidad más extendida por los fangos terrígenos de plataforma es la dominada por la holoturia Parastichopus regalis, acompañada por el alcionáceo Alcyonium palmatum en zonas menos profundas, pero que puede extenderse hasta el talud por debajo de los 200 m.


La comunidad de los fangos terrígenos presenta una diversidad alta (especialmente en cuanto a peces) debido a su amplia distribución. En estos fondos abundan gran parte de las especies de interés comercial explotadas en los fondos de arrastre, como la merluza (Merluccius merluccius), el chicharro (Trachurus trachurus), el verdel (Scomber scombrus), el aligote (Pagellus acarne), la faneca (Trisopterus luscus), el rape (Lophius piscatorius) o las dos especies de gallo (Lepidorhombus boscii y L. whiffiagonis).


Además de las especies comerciales, también son abundantes otras especies como Micromesistius poutassou, Serranus hepatus, Gadiculus argenteus, Capros aper, Argentina sphyraena, Arnoglossus laterna, Aspitrigla cuculus y Microchirus variegatus, entre otros. En lo referente a la macrofauna de invertebrados, los equinodermos y moluscos son los dos grupos mejor representados. Son comunes la estrella de mar Astropecten irregularis, la ofiura Ophiura ophiura o el erizo de mar Gracilechinus acutus, que pueden constituirse como especies dominantes en diversas zonas profundas de la plataforma continental.


En cuanto a los moluscos, adquieren importancia los cefalópodos, como las potas (Todaropsis eblanae e Illex coindetii), sepias (Sepia elegans y Sepia orbignyana) o el pulpo Eledone cirrhosa. Otros grupos de invertebrados también se encuentran representados, como la anémona Actinauge richardi, que puede llegar a ser dominante en los fondos del norte de España; o varias especies de crustáceos, como los cangrejos Macropodia longipes y Liocarcinus depurator, o los pagúridos Dardanus arrosor, Pagurus excavatus y Pagurus prideaux.


Hacia la parte más profunda de la plataforma continental los fondos sedimentarios presentan un alto contenido en fango. Amplias zonas de fondos de arena fangosa de la plataforma continental están dominadas por la estrella Astropecten irregularis, principalmente en las zonas más profundas de nuestras costas. En muchas ocasiones, aparece acompañada del erizo Gracilechinus acutus; especie dominante de la macrofauna en los fondos sedimentarios profundos (entre 100 y 300 m) de la plataforma continental.


Este tipo de sustratos sedimentarios de profundidad presentan comunidades asociadas bastante ricas, especialmente en cuanto a peces de interés comercial, como el lirio (Micromesistius poutassou), la merluza (Merluccius merluccius), el chicharro (Trachurus trachurus), el verdel (Scomber scombrus), los gallos (Lepidorhombus boscii y Lepidorhombus whiffiagonis), los rapes (Lophius budegassa y Lophius pescatorius) o el cuco (Chelidonichthys cuculus).


También son abundantes algunas especies de elasmobranquios, como la pintarroja (Scyliorhinus canicula) o la raya común (Raja clavata). Además, son comunes Gadiculus argenteus, Trisopterus minutus, Argentina sphyraena y Arnoglossus imperialis, Arnoglossus rueppelii, Capros aper, Serranus hepatus, Deltentosteus quadrimaculatus, Macroramphosus scolopax, Spicara smaris, y Zeus faber, entre otras especies.


Respecto a los invertebrados, el grupo más numeroso son los crustáceos (Plesionika heterocarpus, Pagurus prideaux, Liocarcinus depurator, Macropipus tuberculatus, Chlorotocus crassicornis); equinodermos, como la ofiura Ophiura ophiura, la holoturia Parastichopus regalis o algunos moluscos cefalópodos (Todaropsis eblanae, Eledone cirrhosa, Illex coindetii y Sepia orbignyana). En los fondos dominados por A. irregularis de las costas del norte de España también es abundante la actinia Actinauge richardi, que se extiende hasta mayores profundidades (principalmente entre 150 y 270 m), llegando a caracterizar algunos fondos del borde de plataforma.


En algunas zonas del circalitoral profundo (entre 150-250 m) del norte de la península dominan algunas especies de ofiuras, Ophiura ophiura y Ophiothrix fragilis, en arenas finas con menor contenido en fango; o Amphiura chiajei junto al erizo irregular Brissopsis lyrifera, en fondos más fangosos. También son especies dominantes en algunas zonas, los bivalvos Abra alba y Nucula nitidosa.


Fondos detríticos biógenos infralitorales y circalitorales. -
En muchas zonas de la plataforma continental, sobre los fondos sedimentarios, se acumulan diversas cantidades de materiales detríticos, principalmente calcáreos de origen orgánico. Se forman así unos sedimentos mixtos que se extienden hasta profundidades de 100 m en adelante.


Fondos de rodolitos
(maërl). -
En algunas zonas de la plataforma continental se produce una gran acumulación de algas coralinas sueltas, de forma y tamaño variable, que dan lugar a lo que se conoce a nivel internacional como fondos de “maërl”, denominación de origen gaélico. A cada una de las algas individuales o elementos que constituyen estos fondos se denomina “rodolito”, cuya forma puede variar, desde muy ramificada a más o menos esferoidal, dependiendo de las condiciones hidrodinámicas; su tamaño oscila normalmente entre 1 y 6-7 cm.


Este tipo de fondos está presente en todos los mares y latitudes del planeta, variando las especies que los componen en función del área geográfica de que se trate. Su distribución batimétrica depende directamente de la transparencia del agua y suelen hallarse en zonas de corrientes intensas. Los lechos de rodolitos pueden considerarse como auténticas fábricas de carbonato, ya que presentan la más alta producción de estos compuestos en los mares europeos.


En el Mediterráneo se encuentran a profundidades comprendidas entre 30 y 150 m. En el Atlántico, sin embargo, pueden hallarse a partir de fondos infralitorales poco profundos. Estos fondos están muy extendidos a lo largo de todo nuestro litoral, ocupando en algunos lugares grandes extensiones; son bien conocidos por los pescadores, que los denominan fondos de “grapissar” en Cataluña y Comunidad Valenciana, “avellanó” en las Baleares, “arneste” o “brujal” en Galicia, o “confites” o “anises” en Canarias.


En las costas del Cantábrico y Galicia se distribuyen entre unos 5 y 40 m (muchas veces en las zonas de corriente de marea de la bocana de las rías), en Canarias mayoritariamente entre los 10 y 80 m, y en las costas mediterráneas entre 25 y 110 m, generalmente alrededor de cabos e islas. Estas algas calcáreas libres (de las familias Corallinaceae y Peyssonnoliaceae) añaden complejidad a los homogéneos fondos sedimentarios sobre los que se acumulan, constituyendo un hábitat muy peculiar, con características intermedias entre los sustratos sueltos y los duros.


Sobre los rodolitos pueden instalarse diversas algas de talo blando, preferentemente rodofíceas, y muchos animales sésiles, sobre todo pequeñas esponjas incrustantes. Todo ello contribuye a crear un microcosmos con una alta diversidad de especies (en los fondos de rodolitos de las costas españolas se han citado más de 1.000 especies, cerca de un 30% de algas y un 70% de especies animales).


Las principales especies formadoras de maërl en los mares europeos son Phymatolithon calcareum y Lithothamnion corallioides (la primera domina en los fondos mejor estructurados y la segunda en los más enfangados y alterados), pero pueden estar también constituidos por otras coralináceas y por algunas especies del género Peyssonnelia. Sobre la estructura calcárea de estos lechos de rodolitos se fijan otra serie de algas e invertebrados que aumentan su complejidad espacial.


Entre las algas predominan las rodofíceas esciáfilas de los órdenes Gigartinales (Phyllophora crispa y especies de los géneros Cryptonemia, Kallymenia y Sebdenia), Ceramiales (Osmundaria volubilis, Polysyphonia spp.) y Rhodymeniales (Fauchea repens, Rhodymenia ardissonei). Entre las clorofíceas destacan Flabellia petiolata, Valonia macrophysa y Codium bursa, y entre las feofíceas Arthrocladia villosa, Zanardina prototypus; llegando incluso a instalarse grandes laminariales.


Tipos de fondo marinos y peces que los habitan. -
Conocer los tipos de fondos tanto en aguas marítimas como continentales y que fauna y flora habita en cada uno de ellos nos puede dar una visión más concreta de cuales pueden sellar a ser las mejores zonas de pesca, ya que dependiendo en qué tipo de fondo nos hallemos, tendremos más o menos posibilidades de capturar distintas especies de peces que allí habitan. 


Por ejemplo, podemos encontrarnos con los fondos arenosos, que conforman fondos muy inestables, donde las masas arenosas están en continuo movimiento por corrientes o mareas, condiciones de inestabilidad que disminuyen con la profundidad, permitiendo a veces el desarrollo fanerógamas marinas, como Zostera, Posidonia o de algas, como Caulerpa toxifolia, especie invasora que está sustituyendo a Posidonia oceánica en el Mar Mediterráneo, encargadas de fijar las arenas a la vez que las enriquecen de material orgánico.


La presencia de estas formaciones vegetales y la densa y variada fauna asociada a ellas, se da en sustratos arenosos bañados por aguas bien iluminadas, limpias, oxigenadas, con un hidrodinamismo (velocidades acuáticas) débil, de ahí que aparezcan en ensenadas, radas, fondos de bahía, etc donde las aguas están calmadas y protegidas. En estas praderas de posidonia o zostera encontraremos salmonetes de fango, salpas, herreras, pequeños espáridos (sargos picudos, mojarra) y lábridos (doncellas, bodiones) como peces más característicos.


Fondos litorales. -
Nos centraremos en los fondos litorales más cercanos y trataremos de desglosar, siquiera en algunos aspectos relevantes, la influencia que tienen estos fondos en el mantenimiento del número de peces litorales que nos sirven como adversarios a los pescadores de recreo. Bajo la capa acuática pueden encontrarse una gran diversidad de fondos, que son distintos en función del material geológico que los forman, de los perfiles batimétricos que en ellos se dan y de las corrientes marinas locales, aspectos que son interdependientes.


Pero también lo son por los seres marinos que viven agarrados a ellos, de los que deambulan sobre ellos y de los que los tienen como visitantes continuados u ocasionales. La naturaleza litológica es el aspecto esencial, pues ella va a condicionar fuertemente todos los aspectos citados, y, en consecuencia, los peces que los habitan, con su variedad de formas de hábitos reproductivos, comportamientos de caza o composición de dietas.


Variedad de fondos litorales



Bajo el espejo del mar encontraremos:

  • Fondos homogéneos: fangales, arenales, pedreros, canchales, roquedales, fondos de grava…
  • Fondos mixtos: fondos areno-fangosos, arenales salpicados de roca, alza sobre el arenal…
  • Fondos difusos: transiciones entre el fangal de la desembocadura fluvial y el arenal más lejano, entre el pedrero al pie del acantilado y el arenal


Todos estos fondos disponen de su peculiar y característica fauna y flora más o menos propias.


En ellos se pueden agrupar dos tipos de fondos litorales esenciales:
  • Fondos litorales duros: constituidos por elementos rocosos de 50 centímetros o más de diámetro y donde se incluyen afloramientos rocosos y canchales)
  • Fondos litorales móviles o detríticos: cuyos elementos (arena, limo, gravas, cantos) están por debajo de esas dimensiones y están sujetos a movilidad por el oleaje.

Esta clasificación, simple, es sin embargo muy explicativa de los seres que colonizan unos y otros, de su diversidad, abundancia y de la madurez y estabilidad del ecosistema.


Fondos arenosos. -
Los fondos arenosos no fiados por praderas submarinas tienen mucha menos densidad y variedad de fauna, algunos bivalvos como la concha fina, algunos crustáceos como el cangrejo de arena, algunos peces como el salvariego o la araña…, especies que se protegen de sus predadores o aguardan a sus presas semienterradas. Esta escasez en diversidad y densidad es tanto mayor cuanto menor es el contenido de limos y material orgánico, y su interés para el pescador recreativo es por tanto limitado, si bien puede ofrecer ocasionalmente jóvenes bailas, herreras cortas de talla y demás especies que predan sobre los crustáceos (camarones y gambas).


Por su comunidad biológiva pobre y su transparencia, son fondos más propios para el baño que para la pesca aquellos en los que no se fijan fanerógamas o algas por las corrientes que se dan en ellas y que mueven las arenas de continuo, y por los continuos avances y retrocesos de marea, que generan fondos con marcas características con aguas quietas denominadas “ripple-marks» o rizaduras de marea, en castellano.


Fondos arenosos, hidrodinamismo y granulometría. -
Con sus excepciones espaciales y temporales, el grosor del grano de los fondos arenosos blandos se explica por el hidrodinamismo, la velocidad y persistencia de los flujos acuáticos. Así, allí donde las aguas tienen mayor velocidad, mayor energía cinética, las partículas más finas son removidas por las mareas y corrientes quedando elementos gruesos (gravas, cantos rodados), mientras que limos o arenas finas son transportados y sedimentan en aquellos fondos cubiertos por aguas calmas o que se desplazan con extremada lentitud, de ahí que estos (arenales, fangales (fondos fango-arenosos) estén mejor representados en ensenadas, bahías y estuarios fluviales, y los de granulometría más gruesa (pedreros, canchales) sean propios de aguas costeras muy batidas. En general con el aumento de la profundidad los fondos arenosos móviles más finos (fangos, arenas finas, organico-detriticos) están mejor representados, defendidos por el menor hidrodinamismo marino en profundidad


Fondos fangosos. -
Rara vez se encuentran fondos fangosos en estado puro, que son más propios de caños y lagunas marismeñas y muy frecuentemente se presentan como fondos areno-fangosos o fango-arenosos (según sea el elemento dominante) muy propios de las aguas resguardadas de los estuarios, aunque también se encontrarán a profundidades donde las aguas apenas tengan corriente, son los primeros responsables de la alta fertilidad de estas zonas de aguas someras, que solo son rebasadas en ella por las marismas litorales. Estos fangos proceden de materiales muy finos (limos, arcillas) traídos por las descargas fluviales tras los periodos de lluvias, y fertilizan las aguas del estuario, o lo contaminan, pues también depositan contaminantes que estas puedan traer (fosfatos y nitratos de origen agrícola y urbano fundamentalmente).


Alimentos en suspensión en los fondos fangosos. -
Con estos materiales finos se mezclan pronto materiales orgánicos procedentes del denso plancton que abunda en estas aguas fertilizadas y que le quitan transparencia al fondo, estableciéndose sobre él una pléyade de bacterias y otros microbios descomponedores, sirviendo unos y otros como alimento de filtradores (bivalvos y algunos políquetos filtradores o “plumeros”) y que servirán en la red trófica como presas de invertebrados carnívoros (estrellas de mar y gasterópodos o “caracolas”) y de peces. 


Pero también abundan los anélidos cilíndricos y otras “gusanas” carnívoras o carroñeras, y entre los bivalvos más apreciados esta la almeja de carril o japonesa, el berberecho y la navaja, pero también coquinas, cliclas, almejas reloj, etcétera. Y también cangrejos cazadores y carroñeros, claro está.


Entre las plantas de porte de estas aguas resguardadas se puede encontrar la fanerógama Zostera noltii, que aparece en llanuras mareales poco expuestas de sustrato limoso o arena fina enriquecida en materia orgánica. Esta fanerógama resiste bien las condiciones eurihalinas (con cambios bruscos de salinidad) y las altas temperaturas, el sol directo en bajamar y las pérdidas de agua por evaporación cuando esta emergida.


Los fondos fijos
(duros). -
Están constituidos por roca masiva o elementos rocosos capaces de resistir sin desplazamiento la energía cinética marina de flujos mareales y corrientes, y suelen dar lugar a comunidades biológicas muy estables y ricas en densidad y variedad de especies. Pero dentro de ellos hay una apreciable diversidad que tiene mucho que ver con la roca concreta que los constituyen, siendo muy distintos los de roca granítica de la costa gallega a los de caliza de la roca asturiana o a los de caliza organogena del litoral gaditano. El dispar comportamiento mecánico de estos sustratos rocosos y su desigual resistencia a la erosión dan fondos muy distintos en perfiles.


Los fondos graníticos. -
Suelen dar lugar a formaciones rocosas masivas y poco fisuradas, mientras que en las calizas las fisuras, oquedades y demás anfractuosidades son frecuentes, pudiendo dar lugar a pedreros o canchales; posteriormente y en las rocas constituidas por restos de bivalvos esencialmente (calizas organogenas o roca ostionera) las formaciones más frecuentes son fondos de lajas rocosas con superficies lisas, pulidas por la acción erosiva marina. La rugosidad superficial, la existencia de fisuras, covachas y oquedades influye fuertemente sobre la fauna bentónica, sobre su diversidad y abundancia, favoreciéndola. Peces muy propios de estas fisuras y oquedades son el mero, la cherna o la morena.


La estabilidad de estos sustratos es la característica que más condiciona el asentamiento de organismos vivos sésiles de limitada capacidad en cuanto a desplazamientos (lapas, por ejemplo) que viven sobre la superficie del sustrato en las oquedades, comunidades biológicas que están condicionadas también por el hidrodinamismo, la luz, la salinidad o el régimen termino. Pero es su superficie irregular con numerosas oquedades y grietas, lo que determina la elevada diversidad biológica presente al generarse un gran número de micro hábitats. Sobre estos fondos rocosos se establecen algas con fucus y laminarias allí donde el mar combate con cierta fuerza, gracias a sus fuertes anclajes a la roca, pero también algas incrustantes, algas rojas calcáreas y verdinas marinas, formadas por algas verdes de pequeño porte que crecen muy densas y tapizan las rocas.


La fauna típica de los fondos rocosos, presente una gran riqueza, la forman invertebrados del tipo esponja, corales, anemonas, equinodermos (erizos y estrellas de mar), moluscos gasterópodos (caracolas y babosas marinas) bivalvos (ostiones, mejillones, ostras…) y cirrípedos (bellotas de mar), que conforman una comunidad biológica invertebrada bien dotada de filtradores (bivalvos), herbívoros (quitones, lapas, erizos…) y carnívoros (cangrejos, estrellas de mar…).


Los peces también están bien representados en abundancia y diversidad, y dependiendo del fondo rocoso concreto serán más abundantes unos u otros. Merillo, cabrilla o serrano son propios de canchales, como también la hurta y otros espáridos (mojarras, sargos…), y si son más profundos se unen a ellos otros como rascacios y carachos. Mero, cherna o morena son más propios de roca masiva como cabezos o costillas rocosas con abundancia de fisuras y oquedades, los bodiones (verde, julia, maragota…) aparecen en roca bien cubierta por algas de porte, junto con la salema, que de adulta consume las verdinas marinas entre otras plantas.


Y aprovechando las aguas mejor iluminadas se establecen sobre ellos seres coloniales, como corales o gorgonias, que dan lugar a un “matorral” de esqueletos calcáreos creador de numerosos micro hábitats que aumenta la diversidad biológica y la abundancia. Los fondos rocosos de tipo canchal prometen al pescador grandes esparidos: pargo, sama, dentón, sargo bedao…), tanto mayores cuantía mayor profundad se sitúen estos sustratos rocosos. 


Los fondos rocosos intermareales, situados entre los limites superior e inferior de mar presentan pozas de aguas someras donde se acumulan arenas y se desarrolla comunidades de algas fotófilas, con la lechuga de mar como buena representante fe todas ellas. En pozas más profundas y menos iluminadas pueden aparecer algas calcáreas y pequeñas formaciones de fanerógamas marinas, principalmente la seba, y en estas pozas se refugian crías de bastantes peces litorales (cabracho, escorpora, sargo común…), góbidos (gobio) blenidos (torillos) y crustáceos (cangrejos, camarón).


Existen peces poco exigentes con las condiciones ambientales, que soportan contenidos de oxígeno, concentración salina o temperaturas acuáticas muy diversas, como las llamadas lisas o mújoles (capitón, galupe, corcón…) o el apreciado róbalo, y se les encontrara en biotopos acuáticas muy diversos (último tramo fluvial, estuarios, campos marismeños, fondos de arena, fangales…) y también el sargo común, propio tanto de canchales como de praderas submarinas o de fondos mixtos, mientras que otros peces son extremadamente exigentes con su medio, por lo que solo se les encuentra en hábitats muy concretas. Sirva de ejemplo el sargo bedao, que busca entornos rocosos oscuros. O el corvallo, que también busca esos entornos luminosos cortos durante el día, asociándose a fondos de grandes rocas, donde se instala bajo cornisas y oquedades, al igual que lo hace la morena o el mero.


Especies que habitan los fondos litorales. -
Sobre los fondos marinos litorales encontramos animales y plantas muy diversos (esponjas, peces, algas, fanerógamas, crustáceos, moluscos…). Una clasificación sencilla y funcional atiende a su posición:
  • Bentónicos - Son aquellos animales que viven en el fondo (estrellas de mar, erizos, bivalvos, seres coloniales como las gorgonias, pulpos…)
  • Pelágicos - Aquellos que pueden visitar esporádicamente los fondos pero que se sitúan frecuentemente a más o menos altura sobre el (medusas, algunos decápodos, zooplancton, túnidos…).


Entre los peces bentónicos encontraremos formas libres o vágiles, capaces de desplazarse sobre el fondo (cangrejos, anélidos o “gusanas”, gasterópodos o “caracolas”, almejas como la concha fina…) y otros que viven anclados a ese fondo (anémonas, corales, fanerógamas marinas como la posidonia, bivalvos como el mejillón, algunos anélidos tubícolas…) que se adjetivan de sésiles.


Esta clasificación, gruesa pero funcional, también puede servir para los peces, aunque conviene ampliarla con ellos para un mejor conocimiento de su comportamiento ante los cebos o señuelos que le ofrece el pescador pues los hay de hábitos bentónicos y escasa capacidad natatoria (araña, escorpión, peces sapos…), mientras que otro están dotados de mayor capacidad para desplazarse pero también ligados al fondo, aunque no tan fuertemente (congrio, pargo, besugo, sargos…) que se encuadran dentro de las especies nectobentonicas o demersales.


Por último, otro grupo que habita la columna acuática de forma permanente son los pelágicos (túnidos, sardina, boquerón, palometa blanca, jurel…). Además de ser una clasificación ecológica condiciona fuertemente a las técnicas de pesca de recreo que se emplean con ellos, y así estos últimos pueden ser pescados al curricán, mientras que los demersales pueden ser tentados con la pesca de fondo o jigging, por ejemplo, y los bentónicos en sentido estricto son especies capturables con cebo al vivo como mejor opción.


Fondos litorales y la fauna demersal. -
Las peces demersales son especies ligadas al fondo ya sea porque encuentran sus posibles presas en el fondo o bien porque encuentran en el refugio donde burlar a sus depredadores. Son animales generalmente carnívoros, adaptados a desplazamientos rápidos o cortos. Su coloración suele ser mixta entre le típica de las especies pelágicas y la críptica de los organismos bentónicos. La ictiofauna típica es carnívora, con cuerpo fusiforme y vejiga natatoria (merluza, hurta, besugo, pargo, dorada…) y la acompañan cefalópodos (sepia, calamar…) y crustáceos (gambas, langostinos, bogavante…)


Fondos marinos y la fauna bentónica. -
La fauna bentónica está constituida por aquellas especies fuertemente ligadas al fondo, en el que pasan gran parte de su vida, siendo muy limitados o a estar ausentes los desplazamientos sobre él fondo litoral. Suelen ser especies territoriales, solitarias y con características morfológicas adaptadas a este modo de vida (colores crípticos para camuflarse en el fondo, estructuras especializadas a la sujeción al sustrato, ausencia de vejiga natatoria y cuerpo aplanado en los peces); entre estos el rodaballo, el lenguado, la acedia, los peces sapo o diversas especies de rayas, a los que se unen como especies más conspicuas algún cefalópodo (pulpo), crustáceos (galera, centollo, buey de mar…), bivalvos (mejillón, coquina, navaja, almejas…) y gasterópodos (cañailla, bígaro, lapa…)


¿Qué peces habitan los fondos detríticos o móviles? -
Los fondos arenosos conforman fondos muy inestables, donde las masas arenosas están en continuo movimiento por corrientes o mareas, condiciones de inestabilidad que disminuyen con la profundidad, permitiendo a veces el desarrollo fanerógamas marinas, como Zostera o Posidonia, o de algas, como Caulerpa taxifolia, especie invasora que está sustituyendo a Posidonia oceánica en el Mediterráneo, encargadas de fijar las arenas a la vez que las enriquecen de material orgánico.


La presencia de estas formaciones vegetales y la densa y variada fauna asociada a ellas se da en sustratos arenosos bañados por aguas bien iluminadas, limpias, oxigenadas, con un hidrodinamismo (velocidades acuáticas) débil, de ahí que aparezcan en ensenadas, radas, fondos de bahía, etcétera, donde las aguas están calmadas y protegidas. En estas praderas de posidonia o zostera encontraremos salmonetes de fango, salpas, herreras, pequeños espáridos (sargos picudos, mojarra) y lábridos (doncellas, bodiones) como peces más característicos.


Viveros naturales. -
Su valor como criadores de pesca es muy alto, por la infinidad de invertebrados (isópodos o “pulgar de mar”, poliquetos o “gusanas” …) que se alimentan y asientan entre sus hojas y rizomas, y que nutrirán a formas juveniles de muchos peces costeros; pero también por ser utilizados por estos como burladeros de la predación. Los fondos arenosos no fiados por praderas submarinas tienen mucha menos densidad y variedad de fauna: algunos bivalvos como la concha fina, algunos crustáceos como el cangrejo de arena, algunos peces como el salvariego o la araña…, especies que se protegen de sus predadores o aguardan a sus presas semi enterrados.


Esta escasez en diversidad y densidad es tanto mayor cuanto menor es el contenido de limos y material orgánico, y su interés para el pescador recreativo es por tanto limitado, si bien puede ofrecer ocasionalmente jóvenes bailas, herreras cortas de talla y demás especies que predan sobre los crustáceos (camarones y gambas). Por su comunidad biológica pobre y su transparencia son fondos más propios para el baño que para la pesca aquellos en los que no se fijan fanerógamas o algas por las corrientes que se dan en ellas y que mueven las arenas de continuo, y por los continuos avances y retrocesos de marea, que generan fondos litorales con marcas características con aguas quietas denominadas “ripple-marks» o rizaduras de marea en castellano.


Tipos de peces que habitan en los fondos arenosos. -
Los peces más típicos de los fondos arenosos fangosos tienen formas planas, como el lenguado, el rodaballo, la acevía o acedia. La platija o el torpedo, pero en ellos son también abundantes algunos pelágicos, como distintas especies de lisa que frecuentan también los fondos arenosos puros, aunque en menor abundancia. 


Estas aguas abrigadas y productivas tienen un valor añadido como parques de alevines y cría de numerosos peces costeros, que además de abundante alimento (zooplancton, invertebrados, vágiles macroscópicos, etcétera) tienen en la opacidad de sus aguas una buena defensa contra la predicción, y así encontraremos en ellas ejemplares juveniles de lubina, dorada, corvina, algo común, chopa, etcétera.


A estos fondos fangosos estuáricos y a la diversa y abundante comunidad biológica que se establece en ellos (y que junto a las marismas costeras son los ecosistemas que más hacen para mantener los peces costeros que le sirven de recreo al aficionado de la pesca) les suele esperar un futuro cada vez más regresivo, por el represamiento de los grandes ríos que limita la capacidad de transporte fluvial, incluso el de las partículas más finas (limos), imprescindibles para el mantenimiento de estos fondos fangosos.


Los fondos marítimos y la pesca. -
De este repaso por los fondos de distintas índoles más característicos, el pescador deportivo debe sentirse con mayor interés especialmente de los fango-arenosos estuáricos, de los arenosos cubiertos por praderas submarinas y de los rocosos colonizados por organismos coloniales, como los corales, que son los que alumbran una mayor diversidad de vida marina y, en consecuencia, soportan altas densidades de peces de bastantes especies. De su defensa y mantenimiento frente a redes barrederas, “chuponas”, contaminación, etcétera, depende en la mayor parte la existencia de muchas y buenas piezas al alcance de nuestros cebos y señuelos.


La importancia de los fondos detríticos para la pesca. -
La naturaleza es sabia, dicen muchos, pero pocas veces le prestamos atención. Los fondos detríticos, el hogar de miles de especies. Desde plancton microscópico, hasta depredadores medianos; Cuya supervivencia depende de las condiciones de dicho fondo. Evitar dañarlos se convierte en una tarea difícil ya que embarcaciones, redes y desechos tóxicos humanos son los primeros causantes de sus desapariciones. La geología lo explica de forma sencilla: Los fondos detríticos son aquellos fondos que acumulan el sedimento orgánico de las rocas. A partir de la erosión y la meteorización entre otros procesos geológicos, el material detrítico se desplaza hasta que consigue zonas con hundimientos o relieves. Formando así cuencas o rocas sedimentadas.


Tipos de fondos detríticos. -
Las condiciones del mar y las corrientes definen el tipo de fondo que podemos encontrar. Lógicamente las corrientes fuertes y veloces desplazan las partículas detríticas. Impidiendo que las mismas se acumulen con facilidad. Si la dirección es cíclica, estaríamos en presencia de fondos móviles, con un índice más bien moderado de peces. Solo aquellos que puedan adaptarse y alimentarse en dichas condiciones.


Por el contrario, cuando el movimiento del mar es mínimo con corrientes muy suaves; Se crean las condiciones ideales para la conformación de fondos detríticos estables, ricos en material orgánico, vegetación, organismos microscópicos, gusanos, crustáceos y peces. Mientras más tiempo pasa, los granos de sedimento se unen formando granos más grandes hasta obtener, piedras, rocas o superficies diversas. Los fondos fangosos y arenosos son más comunes en bahías o estuarios fluviales, en cambio los fondos pedreros, o arrecifes se consiguen en aguas costeras o fondos submarinos.


Conformación y destrucción de los fondos detríticos. -
Los procesos naturales de erosión, sedimentación y meteorización de grandes acantilados, rocas, o capas de tierra, puede ayudar en la creación de fondos detríticos si se dan las condiciones adecuadas. No obstante, otros factores externos podrían alterar la geología y destruir dichos fondos, en su mayoría, el hombre es culpable de ello. La pesca de arrastre es la principal causa de destrucción de lechos marinos. Esto hace estragos en el ecosistema a grandes rasgos. La cadena alimenticia se ve completamente afectada, impidiendo la reproducción y supervivencia de muchas especies.


En segundo lugar, tenemos los derrames de crudo y combustible en las zonas de desembarque. Los daños en estos casos, aunque pueden contenerse son sumamente graves para la fauna y flora marina, pudiendo quedar irrecuperables. Las lluvias, por otro lado, pueden aumentar la riqueza orgánica o contaminar los fondos detríticos, todo depende del estado en el que estén las tierras alrededor del agua. Por su puesto en el océano esto no ocurre, sino en lagunas y estuarios cercanos a sembradíos y urbes; que arrastran basura, químicos, nitratos y fosfatos. Una vez que los fondos se han contaminado o destruido, pierden valor como zona de pesca, las presas en principio disminuyen su tamaño o escasean completamente.


Peces y pesca en los fondos detríticos. -
Mientras más tiempo tiene un fondo detrítico, más vida se genera en él. La vegetación crece y se hace más rica, permitiendo una proliferación de pequeños especímenes, los cuales atraen a otros depredadores. Los peces que se alimentan en estos fondos pueden variar según el tipo de vegetación y fauna que se haya formado. Las especies frecuentes y casi seguras suelen ser los espáridos; pargos, todas las especies de sargos, dentones, bogas, samas, herreras, dobladas, etc.


Cuando se trata de grandes profundidades, no son los espáridos quienes predan en la zona, sino especies planas o anguiliformes. Lenguados, rodaballos, acedias, torpedos, morenas, congrios, anguilas, etc. En zonas intermedias los peces pelágicos también son bastante comunes; Lisas, róbalos, mújoles, etc.


Otras especies depredadoras se acercarán depende de su dieta. Los peces costeros prefieren alimentarse en detritos donde la proliferación de gusanas y pulgas de mar es abundante. Los peces submarinos de grandes profundidades optan por acercarse a los fondos donde habiten crustáceos.


Es importante que un pescador conozca el menos un poco de geología marina, para encontrar las mejores zonas. Algunos lechos detríticos son inalcanzables para el pescador deportivo, o en todo caso; limitados al estar protegidos o ser señalados como zonas de baño.


Los fondos detríticos también funcionan como hogar de los alevines en sus etapas de vida más temprana. Desde que están en los huevos, luego mientras se alimentan de plancton, hasta que son lo suficientemente grandes para emigrar. El fondo detrítico les da un porcentaje mayor de supervivencia al ofrecerle mayor protección de los depredadores más grandes.


Consejos para los pescadores deportivos. -
Ya entrando en materia, si queremos hacernos con buenas capturas, los fondos arenosos y fangosos entran en el rango perfecto. Pues normalmente están accesibles para los pescadores, son fáciles de localizar al analizar las corrientes de agua, y por lo general tiene un número considerable de especies de buen tamaño tanto en la zona cómo en las áreas adyacentes. En cambio, los fondos detríticos más duros suelen ser bastante problemáticos para nuestros aparejos, a menos que estemos en la búsqueda específica de congrios, lenguados o especies de hábitat similar.


Pero en esta ocasión, más que recomendarles dónde encontrar estos lechos y cómo abordarlos en la pesca, queremos hacer énfasis en su protección. Pues dependemos de ellos para hacer capturas de gran tamaño y calidad. Sin ellos, nuestro deporte se ve afectado. Desde la contaminación directa, hasta la construcción de represas que detienen el flujo del agua; somos los causantes de un desastre en la flora y fauna marina. Tengamos mayor conciencia a la hora de trasladarnos con nuestras embarcaciones sin cuidado. Evitemos tirar desechos al mar, y en resumen pongamos nuestro “grano de arena” en el fondo detrítico.

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