VAMOS A PESCAR BALLENAS 2ª Parte

BELUGAS La Ballena Blanca Delphinapterus leucas
Las especies de ballenas que frecuentan las costas de la península Ibérica son la ballena jorobada (también llamada, xibarte o yubarta), muy rara en aguas ibéricas y considerada como especie en peligro de extinción; la ballena vasca, conocida como ballena negra, considerada ya extinguida en nuestras costas; el rorcual azul, considerada especie en peligro de extinción; el rorcual aliblanco y el norteño, consideradas raras; el rorcual común, frecuente en todas las costas ibéricas, pero considerada vulnerable debido a su caza; el cachalote, común en las costas españolas, incluidas las de Canarias; el cachalote pigmeo, no muy habitual; la marsopa, bastante habitual en las costas atlánticas; el calderón tropical, poco frecuente; el calderón común, muy habitual en las aguas peninsulares; la orca, considerada como especie vulnerable y relativamente habitual en las costas atlánticas y cantábricas; la falsa orca, pseudorca u orca bastarda, muy escasa en costas atlánticas; y el calderón gris, no infrecuente en aguas ibéricas. Hay además ballenatos o zifios como el ballenato de Cuvier, el ballenato de hocico de Sowerby, el ballenato de hocico de Gervais, el ballenato de hocico de Blainville, el ballenato de hocico de True y el calderón de hocico boreal.
Las ballenas blancas o las ballenas belugas son pequeños y agradables cetáceos de color blanco, mas parecidas a los delfines midiendo aproximadamente entre 3 o 4 metros pesando alrededor de una tonelada. Las ballenas blancas se encuentran en critico peligro de extinción.Habitan en verano en las aguas del Ártico, siempre andan en grupos deslizándose a toda velocidad por la superficie de los mares formando remolinos sobre su lomo, las bandadas de belugas da la sensación de alegría y despreocupación, pero estas se encuentran persiguiendo su comida por eso necesitan ir mas rápido que su alimento, el cual consiste en arenques, por esto desarrollan grandes velocidades debajo del agua.Nunca pierden la formación o el ritmo de su danza acuática, y poseen una coordinación impresionante debido a un órgano que funciona como si se tratara de un radar, el cual les permite captar y emitir señales ultrasonoras.Emiten diversos sonidos debajo del agua los cuales son captados por sus oídos que funcionan perfectamente debajo del agua.
La beluga (Delphinapterus leucas) es una especie de cetáceo odontoceto que habita en la región ártica y subártica. Erróneamente suele llamársele «ballena blanca» (ballena en sentido estricto no aplica a los cetáceos dentados reservándose para los integrantes de la familia Balaenidae). Es la única especie del género Delphinapterus y junto al narval (Monodon monoceros) conforman la familia Monodontidae.
Está adaptada plenamente para la vida en el Ártico y para ello tiene una serie de características anatómicas y fisiológicas que la diferencian de los otros cetáceos. Se caracteriza por el color totalmente blanco de los adultos y por la carencia de una aleta dorsal. Posee una prominencia frontal distintiva que alberga el órgano llamado melón, que en esta especie es muy voluminoso y deformable. Su tamaño es intermedio entre las ballenas y delfines, con una longitud y peso máximos para los machos de 5,5 metros y 1.600 kg y un cuerpo robusto con el porcentaje más alto de grasa entre los cetáceos. Su sentido del oído está muy desarrollado y posee ecolocación que le permite movilizarse y encontrar respiraderos bajo las placas de hielo.
Son animales gregarios que conforman grupos de unos diez individuos en promedio, pero durante el verano se reúnen cientos e incluso miles en los estuarios y aguas costeras poco profundas. Son nadadores lentos, pero adaptados para el buceo y pueden realizar inmersiones a más de 700 metros bajo la superficie. Su dieta es oportunista y varía según la ubicación y estación del año; se alimenta sobre todo de peces y de crustáceos e invertebrados del fondo marino.
La mayor parte de las belugas habitan el Ártico, y los mares y costas adyacentes de América del Norte, Rusia y Groenlandia; la población mundial se estima en 150.000 individuos. Tienen comportamiento migratorio, pues la mayoría de los grupos pasan el invierno en las márgenes de las capas de hielo; pero llegado el verano, en el momento del deshielo, se desplazan a la desembocadura de los ríos y a zonas costeras más cálidas. Algunas poblaciones son sedentarias y no migran a grandes distancias en el trascurso del año.
Durante siglos, este cetáceo ha sido una de las fuentes de subsistencia para los nativos de América del Norte y Rusia. Fue objeto de caza comercial durante el siglo XIX y parte del siglo XX. Desde 1973 se encuentra bajo protección internacional junto con los demás odontocetos. Actualmente sólo se encuentra autorizada la caza de sustento de algunas subpoblaciones por parte de los inuit. Otras amenazas son los depredadores naturales (osos polares y orcas), la contaminación de los ríos y las enfermedades infecciosas. En 2008 la especie fue catalogada en la Lista Roja de la UICN como especie casi amenazada; sin embargo, la subpoblación residente en la ensenada de Cook, Alaska, está considerada en peligro crítico. Es uno de los cetáceos que se mantiene en cautiverio en acuarios y parques de vida silvestre en América del Norte, Europa y Asia y es popular para el público por su color blanco y expresividad.
La beluga fue descrita inicialmente por Peter Simon Pallas en 1776. Es un miembro de la familia Monodontidae, la cual forma parte de las ballenas dentadas (suborden Odontoceti). Comparte semejanzas morfológicas y anatómicas con el delfín del río Irrawaddy (Orcaella brevirostris), el cual fue clasificado dentro de la misma familia; sin embargo, a raíz de las pruebas comparativas de ADN con otros odontocetos se le ubicó dentro de la familia Delphinidae.La única especie aparte de la beluga clasificada dentro de la familia Monodontidae es el narval (Monodon monoceros). El hallazgo de un cráneo con características intermedias es compatible con la hipótesis de que la hibridación es posible entre los dos integrantes de esta familia.
El nombre del género, Delphinapterus, significa «delfín sin aleta» (del griego, delphin, delfín y apterus, sin aleta) y el nombre de la especie leucas significa «blanco» (del griego leucas, blanco). El nombre común, «beluga», viene del nombre en ruso белуга (beluga) o белуха (belukha), el cual deriva de la palabra белый (belyy), que significa «blanco». Es denominada en ocasiones «ballena beluga», con el fin de no confundirla con el esturión beluga. La Lista Roja de la UICN acepta los nombres beluga y ballena blanca («del inglés white whale») como sinónimos; pero en el sentido estricto el término «ballena» aplica solo a los integrantes de la familia Balaenidae.Según estudios de ADN mitocondrial los cetáceos actuales tuvieron un ancestro común hace entre 30 y 34 millones de años. La familia Monodontidae se separó relativamente temprano de los otros odontocetos; de la familia Delphinoidea lo hizo entre hace 11 y 15 millones de años, y de la familia Phocoenidae, la más cercana en términos evolutivos, lo hizo posteriormente. El primer ancestro conocido de la beluga, perteneciente a la familia Monodontidae, es la especie Denebola brachycephala que vivió durante el periodo Mioceno Tardío (hace 9 ó 10 millones de años). El hallazgo de restos fósiles provenientes del Pleistoceno en el noreste de América del Norte y en la península de Baja California indica que los ancestros de la beluga vivieron en aguas más cálidas y que en épocas comparativamente recientes el territorio de la beluga fluctuaba de acuerdo con la duración de las glaciaciones (edades de hielo) y se replegaba hacia el Norte cuando el hielo se retiraba. Una evidencia que respalda esa teoría, es el hallazgo en 1849 de los huesos de una beluga en el estado de Vermont en los Estados Unidos, a 240 kilómetros del océano Atlántico. Los restos fueron preservados en los sedimentos del mar de Champlain, una extensión del océano dentro del continente, resultado del aumento en el nivel del mar al terminar las glaciaciones hace unos 12.000 años
Descripción.- Según las primeras investigaciones se estimaba que la esperanza de vida de una beluga apenas superaba los treinta años. El método para calcular la edad se basaba en el conteo de las capas sucesivas de dentina y cemento que se depositan periódicamente, según se creía, entre una y dos veces por año. Estas capas son identificables, ya que alternan entre material denso de aspecto opaco y láminas trasparentes de material menos denso. Teniendo en cuenta la frecuencia estimada con que ocurrían los depósitos, era posible extrapolar la edad del individuo de acuerdo al número de capas identificadas. Sin embargo, un estudio con radiocarbono de las capas de dentina publicado en 2006, demostró que el depósito de este material ocurre con menor frecuencia a lo estimado previamente y que usualmente la especie pueden superar los sesenta años de edad, e incluso llegar a los ochenta.La especie presenta un dimorfismo sexual moderado; los machos son más largos que las hembras en un 25% y son más robustos. Los machos adultos miden entre 3,5 y 5,5 metros de longitud, mientras las hembras crecen entre los 3 y 4,1 metros. Los machos pesan entre 1.100 y 1.600 kg y las hembras tienen entre 700 y 1.200 kg.
 Ambos sexos alcanzan el tamaño máximo a los diez años de edad. El cuerpo de las belugas es robusto y fusiforme (forma de cono con la punta hacia atrás), y con frecuencia tienen pliegues de grasa, especialmente a lo largo de la superficie ventral. Entre el 40 y 50% de su peso corporal es grasa; es un porcentaje alto en relación a las ballenas que no habitan en el Ártico, en las cuales la grasa representa solo el 30% de su peso. La grasa forma una capa que le cubre todo el cuerpo, a excepción de la cabeza; puede tener hasta 15 centímetros de espesor y actúa como aislante en aguas con temperatura entre los 0 a 18 °C, además de ser una reserva importante durante periodos de ayuno.Los ejemplares adultos son difíciles de confundir, debido a que son los únicos cetáceos totalmente blancos o de color gris blanquecino. Las crías al nacer normalmente son grises; al mes de vida el color se torna gris obscuro o gris azulado, y posteriormente empiezan a perder pigmento en forma progresiva hasta alcanzar el color blanco distintivo; las hembras lo hacen a los siete años de edad y los machos a los nueve. El tono blanco de la piel es una condición adaptativa a la vida en el Ártico y le permite camuflarse en las capas de hielo polares, sirviéndole de protección ante sus principales depredadores: el oso polar y la orca. A diferencia de los otros cetáceos, la piel de la beluga tiene un patrón de muda estacional. Durante el invierno se produce un engrosamiento de la epidermis y su piel puede tornarse amarillenta, principalmente en la espalda y aletas. Cuando migran durante el verano a los estuarios se frotan con la grava del fondo de los ríos para deshacerse de este revestimiento cutáneo.
Como la mayoría de los odontocetos, la beluga tiene un compartimento ubicado en la región frontal de la cabeza que contiene el órgano de la ecolocación llamado melón. La forma de la cabeza en esta especie es diferente a la de los demás cetáceos, debido a que el melón es bastante voluminoso y lobulado, y se le observa como una gran prominencia frontal. Otra característica distintiva es la capacidad que posee de deformar este órgano, durante la emisión de los sonidos, usando los músculos adyacentes para enfocar los ecos emitidos, sirviéndole de modulador para la ecolocación. El aceite de este órgano contiene ácidos grasos, principalmente ácido isovalérico (60,1 %) y ácidos de cadena larga (16,9%), composición que difiere bastante de la grasa corporal del animal y puede desempeñar un papel en el sistema de ecolocación.A diferencia de los demás cetáceos que muestran algún grado de fusión cervical, exceptuando los rorcuales, algunos delfines de río y los narvales, las siete vértebras cervicales no están fusionadas entre sí, lo que le da flexibilidad al girar la cabeza lateralmente sin necesidad de rotar el cuerpo.
 Esto le proporciona una maniobrabilidad lateral que le permite mejorar el campo visual, ayudar en la persecución de las presas, evadirse de los predadores y maniobrar en aguas poco profundas. Tiene alrededor de 8 a 10 dientes pequeños, ligeramente romos y curvos, en cada cuadrante mandibular, con un promedio de 36 piezas en total y un máximo de 40. No usa la dentadura para masticar, pero sí para agarrar a sus presas, desgarrarlas y luego engullirlas enteras. Posee un solo espiráculo ubicado en la superficie dorsal de la cabeza detrás del melón y esta techado por una cubierta muscular que lo sella herméticamente. En la posición anatómica normal está estructura cierra el espiráculo y para abrirlo necesita contraer la cubierta muscular. La glándula tiroides es relativamente grande, comparada con los mamíferos terrestres —pesa tres veces más que la de un caballo— y puede ayudar a mantener un metabolismo más alto durante la ocupación de los estuarios durante el verano. Es el cetáceo marino que desarrolla lesiones hiperplásicas y neoplásicas en esta glándula con mayor frecuencia.Los miembros anteriores, como en los demás cetáceos, son las aletas pectorales. Estas mantienen los vestigios óseos de sus ancestros mamíferos y están unidos firmemente entre sí por tejido conectivo. Las aletas son pequeñas en proporción al tamaño del cuerpo; son redondeadas, tienen forma de remo y están ligeramente rizadas en las puntas. Estas extremidades son muy versátiles y las usan principalmente como timón para dirigir su movimiento, para detenerse en sincronía con la aleta caudal y moverse con agilidad en aguas de uno a tres metros de profundidad.
 Las aletas también poseen un mecanismo para la regulación de la temperatura corporal, ya que las arterias que las irrigan están rodeadas por venas y estas se dilatan o contraen, según el caso, para mantener o perder calor. La aleta caudal es una estructura aplanada con dos lóbulos en forma de remo, carece de hueso y está compuesta de tejido conectivo, duro, denso y fibroso. En esta especie, esta aleta tiene una curvatura distintiva en el borde posterior. La musculatura longitudinal de la espalda es la encargada de proporcionar el movimiento ascendente y descendente de la aleta y de modo similar a las aletas pectorales posee un mecanismo termorregulador.Las belugas tienen una cresta dorsal en lugar de una aleta dorsal. Se cree que este rasgo evolutivo es una adaptación para las condiciones bajo el hielo, o posiblemente una forma de preservar el calor. Esta cresta es dura y junto con su cabeza puede ser usada para abrirse paso por capas de hielo hasta de ocho centímetros de espesor.
Sentidos.- Audición: las belugas tienen un sentido del oído muy especializado y la corteza auditiva se encuentra altamente desarrollada. Pueden escuchar sonidos dentro del rango de 1,2 a 120 kHz, con mayor sensibilidad entre los 10 a 75 kHz, cuando el rango de audición promedio para un humano es de 0,2 a 20 kHz.Probablemente, la mayoría de los sonidos son recibidos por la mandíbula inferior y trasmitidos hasta el oído medio. En los odontocetos el hueso mandibular inferior es ancho y posee una cavidad en la base, que se proyecta hasta el sitio donde se une con el cráneo. Dentro de esa pequeña cavidad, existe un depósito de grasa que apunta en dirección al oído medio. Adicionalmente posee un pequeño orificio auditivo externo a unos centímetros detrás de los ojos; cada orificio se comunica con un conducto auditivo externo y un tímpano. No se sabe si estos orificios son funcionales o son simplemente un vestigio. 
Visión: son capaces de ver dentro y fuera del agua; sin embargo, al compararse con los delfines, la visión es relativamente pobre. Sus ojos están adaptados de forma particular para ver dentro del agua, pero al contacto con el aire el cristalino y la córnea se ajustan para corregir la miopía (el rango de visión dentro del agua es corto). La retina de este animal posee conos y bastones, lo cual indica que también pueden ver en la penumbra. La presencia de conos sugiere que pueden ver los colores; no obstante, esta suposición no se ha documentado.Unas glándulas en la esquina medial de las órbitas secretan una substancia gelatinosa y oleosa, que lubrican el ojo y lo limpian de cuerpos extraños. Esta substancia forma una película que protegería la córnea y la conjuntiva de organismos patógenos.
Tacto: estudios en animales cautivos indican que buscan el contacto físico frecuente con otras belugas.
Gusto: se han detectado áreas sensoriales en la boca de estos animales que pueden funcionar como quimiorreceptores para los sabores y se ha documentado que pueden detectar la presencia de sangre en el agua, ante lo cual reaccionan de inmediato y muestran comportamientos de alarma.
Olfato: como los demás odontocetos, carecen de lóbulos olfatorios en el cerebro y de nervios olfatorios, lo que sugiere que carecen de olfacción.
Natación.- Las belugas son nadadores lentos comparados con otros odontocetos como la orca y el delfín mular. El pobre desempeño como nadador con respecto a sus parientes se debe a su complexión poco hidrodinámica y la baja amplitud de movimiento de su aleta caudal que le proporciona un menor empuje. Con mayor frecuencia nadan a una velocidad entre los 3 y 9 km/h; sin embargo, son capaces de mantener un ritmo de 22 km/h por un tiempo de 15 minutos. A diferencia de la mayoría de los cetáceos, estos animales pueden nadar hacia atrás. Entre el 5% y el 10% del tiempo las belugas nadan sobre la superficie del agua, mientras que el resto del tiempo lo hacen a profundidad suficiente para cubrir su cuerpo. No suelen hacer exhibiciones aéreas (saltos, volteretas, etc.) como los delfines y orcas.Estos animales usualmente no se sumergen muy profundo, sino que con mayor frecuencia lo hacen a unos 20 metros; sin embargo, son capaces de sumergirse a gran profundidad. En individuos cautivos se han documentado distancias de entre 400 y 647 m bajo la superficie; en animales libres, se documentó que se sumergen a más de 700 m, con una inmersión máxima de 872 m. Una inmersión normalmente les toma de 3 a 5 minutos, pero pueden hacerlo hasta por 15 a 18 minutos. En aguas someras de los estuarios una sesión de buceo dura alrededor de 2 minutos; la secuencia consiste de 5 o 6 inmersiones rápidas y poco profundas, seguida por una de un minuto de duración a mayor profundidad. El promedio de inmersiones por día oscila entre 31 y 51.Todos los cetáceos, entre ellos la beluga, tienen adaptaciones fisiológicas para conservar el oxígeno durante las inmersiones. Durante el buceo, estos animales disminuyen la frecuencia cardíaca de 100 latidos por minuto a un rango entre 12 y 20. El flujo sanguíneo es desviado de los demás tejidos y órganos del cuerpo, al cerebro, corazón y pulmones, que requieren aporte permanente de oxígeno. La proporción de oxígeno en la sangre es más alto que en la mayoría de los mamíferos. El porcentaje en volumen de 5,5% es superior al de los mamíferos terrestres y similar a la foca de Weddell (un mamífero marino buceador). En un estudio se encontró que una hembra tenía 16,5 litros de oxígeno disuelto en la sangre. Por último, los músculos de este animal poseen un alto contenido de la proteína mioglobina que funciona como transportador de oxígeno: la concentración es varias veces superior a la de los mamíferos terrestres y ayuda a prevenir la deficiencia de este elemento durante las inmersiones.
Comportamiento de la Beluga.- Estos cetáceos por lo regular forman grupos pequeños, que varían entre 2 y 25 individuos, con un promedio de 10 integrantes. Estos grupos (llamados pods en inglés) tienen animales de ambos géneros, y son liderados por un macho dominante.Cuando las manadas se juntan en los estuarios durante el verano, pueden reunirse cientos e incluso miles de individuos. Estos pueden representar una proporción significativa de la población total de estos cetáceos y es el momento de mayor vulnerabilidad ante la caza.Son animales cooperativos y con frecuencia organizan grupos para cazar, haciéndolo de forma coordinada.

Dentro de los grupos son animales muy sociables, suelen perseguirse unos a otros, ya sea jugando o agrediéndose, y se rozan con frecuencia entre sí.En cautiverio se les observa juguetear constantemente, vocalizar y nadar, alrededor, por encima y por debajo de los otros individuos. Muestran curiosidad hacia los humanos y en los estanques se aproximan para observarlos de cerca a través de los cristales.En libertad las belugas también muestran un alto grado de curiosidad hacia los humanos y con frecuencia nadan en dirección a los botes. También pueden jugar con objetos encontrados en el agua; en libertad lo hacen con madera, plantas, peces muertos y con burbujas que crean ellas mismas. Durante la temporada de cría, se han observado adultos acarreando objetos como plantas, redes e incluso esqueletos de caribú sobre su cabeza y espalda. Se han visto también hembras cautivas expresando este comportamiento después de perder una cría, trasportando elementos como flotadores y boyas. Los expertos teorizan que esta interacción con los objetos puede evidenciar un comportamiento sustitutivo.
Dieta.- Las belugas son los odontocetos más abundantes en las aguas del océano Ártico, por tal motivo desempeñan un papel crítico en la estructura y función de los recursos marinos en esta región. Se describe como un animal oportunista, pues sus hábitos alimenticios varían dependiendo de la ubicación geográfica y la estación. Por ejemplo en el mar de Beaufort comen en forma predominante bacalao ártico (Boreogadus saida) y en Groenlandia se ha encontrado en su estómago gallineta nórdica (Sebastes marinus), fletán negro (Reinhardtius hippoglossoides) y camarón (Pandalus borealis), mientras en Alaska el alimento principal es el salmón del Pacífico (Oncorhynchus kisutch). En líneas generales la dieta principal de este cetáceo está conformada por peces; aparte de los mencionados se han identificado entre otros: capelanes, eperlanos, lenguados, platijas, arenques, charrascos y otros salmones. También consumen un volumen considerable de invertebrados aparte de camarones como calamares, cangrejos, almejas, pulpos, caracoles, gusanos y otros habitantes del fondo marino. Los animales en cautiverio comen aproximadamente del 2,5% al 3% de su peso corporal por día, más o menos 18,2 a 27,2 kg. La búsqueda en el lecho marino típicamente tiene lugar a profundidades de entre 20 y 40 metros, pero pueden sumergirse con facilidad a más de 700 metros para buscar alimento. Generalmente una inmersión dura de tres a cinco minutos, pero se han observado individuos permanecer bajo la superficie por 18 minutos. El cuello flexible le permite un amplio rango de movimiento mientras busca el alimento en el fondo oceánico. Las observaciones han mostrado que estos animales pueden succionar agua y luego expulsar chorros fuertes con la boca, método con el cual descubre presas en el cieno. Debido a que su dentadura no es muy grande ni afilada utilizan la succión para llevar las presas a la boca; en consecuencia, todos los alimentos deben ser consumidos enteros, por ello las presas no pueden ser demasiado grandes porque corren el riesgo de atorarse. También se alimentan de cardúmenes de peces y lo hacen en grupos coordinados de cinco o más individuos; estos reúnen el banco de peces en aguas poco profundas para luego atacarlos.Por ejemplo, en el estuario del río Amur, donde se alimentan preferentemente de salmón, se reúnen en grupos de 6 a 8 individuos y rodean a los peces para evitar su escape, mientras se turnan uno a uno para alimentarse de ellos.
Reproducción.- Las estimaciones sobre la edad de madurez sexual varían ampliamente; la mayoría de los autores estiman que los machos alcanzan la madurez sexual entre los cuatro y siete años, y las hembras lo hacen entre los cuatro y nueve años. La edad promedio del primer parto es de 8,5 años y la fertilidad empieza a decaer a los 25, sin gestaciones registradas por encima de los 41 años. Las hembras generalmente tienen crías cada dos a tres años. La mayoría de los apareamientos ocurren entre febrero y mayo, pero algunos pueden ocurrir en otras épocas del año. Se han publicado datos de periodos de gestación que oscilan entre 12 a 14½ meses, pero información procedente de hembras en cautiverio registra un tiempo más prolongado con un promedio de duración de 475 días (15,8 meses). El nacimiento de las crías durante el año varía según la ubicación. En el ártico canadiense, los partos ocurren desde marzo hasta septiembre, mientras que en la bahía de Hudson el pico de nacimientos sucede a finales del mes de junio y en Cumberland Sound la mayoría nacen a finales de julio y principios de agosto.Normalmente nacen en bahías y estuarios donde el agua es templada, con una temperatura de 10 a 15 °C.Las belugas recién nacidas son de color gris, tienen en promedio 1,5 metros de longitud y un peso de 80 kg; son capaces de nadar al lado de sus madres inmediatamente después del nacimiento. El recién nacido se alimenta bajo el agua e inicia la lactancia algunas horas después del nacimiento y de ahí en adelante lo hace con intervalos de una hora. Según investigaciones en animales cautivos, la composición de la leche varía entre individuos y fluctúa de acuerdo con la etapa de la lactancia; esta tiene en promedio un 28% de grasa, 11% de proteína, 60,3% de agua y menos del 1% de cenizas. La leche contiene aproximadamente 92 calorías por cada onza.Las crías dependen exclusivamente de la lactancia materna hasta el primer año de edad, momento en el que brota la dentadura. Para entonces empiezan a complementar la dieta con camarones y peces pequeños. La mayoría de los jóvenes continúan la lactancia hasta los veinte meses de edad, prolongándose más allá de los dos años en casos esporádicos. En cautiverio se ha observado cuidado aloparental (cuidado por hembras diferentes a la madre) hacia las crías con producción espontánea de leche por parte de las hembras que se prolonga por largos periodos de tiempo. Esto sugiere que este comportamiento, observado con frecuencia en los mamíferos, esté presente en las belugas en libertad.
Distribución.-La beluga habita en toda la circunferencia del océano Ártico y los mares y costas adyacentes.Durante el verano se ubica principalmente en aguas de baja profundidad en las costas de Alaska, norte de Canadá, oeste de Groenlandia y norte de Rusia. Se pueden encontrar desde los 76° a 78° de latitud Norte, hasta los 80° Norte en algunas regiones del océano Ártico. Las poblaciones más extendidas hacia el sur comprenden grupos en los estuarios del río San Lorenzo y el río Saguenay cerca de la villa de Tadoussac en Quebec, Canadá; en el Atlántico y el delta del río Amur; y en las aguas aledañas a las islas Chantar y la isla de Sajalín en el mar de Ojotsk.
Migración .- La Beluga es una especie migratoria con patrón estacional. Cuando los sitios de verano se obstruyen por el hielo durante el otoño, la Beluga se moviliza para afrontar el invierno en mar abierto y permanece al borde de las capas de hielo o bajo las áreas cubiertas por estas, sobreviviendo gracias a las brechas llamadas polinias por donde emergen para respirar.En verano tras el retiro de las capas de hielo se traslada a aguas costeras de baja profundidad (uno a tres metros), aunque algunas veces migra hacia aguas más profundas (>800 m). En esa época del año ocupa los estuarios y aguas aledañas a la plataforma continental y en ocasiones remonta los ríos.Existen algunos registros de grupos e individuos a cientos e incluso miles de kilómetros del océano. Los ríos que remontan con más frecuencia son el Dvina Septentrional, Mezén, Pechora, Obi y Yeniséi en Asia; el Yukón y Kuskokwim en Alaska y el San Lorenzo en Canadá. Se ha demostrado que la permanencia en ríos y estuarios le proporciona al animal un estímulo metabólico y facilita la renovación de la capa epidérmica que ocurre en forma estacional. Además estos sitios constituyen un refugio en el cual ponen a salvo de las orcas a los recién nacidos.La época de las migraciones es bastante predecible y parece estar determinada fundamentalmente por la cantidad de luz y no por otros factores físicos o biológicos, incluidas las condiciones del hielo marino.Algunas poblaciones no son migratorias. Existen grupos residentes en áreas bien definidas, por ejemplo en la ensenada de Cook, el estuario del río San Lorenzo y en Cumberland Sound. En la ensenada de Cook, entre el verano y finales del otoño, permanecen en las aguas más interiores de la ensenada y durante el invierno se dispersan a aguas más profundas en el centro de la misma, pero sin salir de ella durante todo el año. Los animales que pasan el invierno en el centro y suroccidente del mar de Bering a lo largo de la costa de Rusia, al inicio del verano, en el mes de abril, se trasladan a la costa norte de Alaska y a la costa este de Rusia.Existen pruebas de que las poblaciones de la bahía de Ungava y del este y oeste de la bahía de Hudson pasan el invierno juntas en las capas de hielo del estrecho de Hudson, mientras que las poblaciones de los mares Blanco, de Kara y de Láptev lo hacen en el mar de Barents. En primavera los grupos se separan y migran a sus respectivos sitios de verano
Habita.- El hábitat de las belugas es variado, aunque se observan con más frecuencia en aguas poco profundas cercanas a las costas; sin embargo, en algunas zonas se ha reportado que pasan la mayor parte del tiempo en aguas más profundas donde se alimentan y paren las crías.En las regiones costeras se ubican en ensenadas, fiordos, canales, bahías y aguas poco profundas del océano Ártico que estén iluminadas constantemente con luz solar. También en verano es frecuente observarlas en los estuarios de los ríos donde se alimentan, socializan y dan a luz sus crías. Estas aguas usualmente tienen entre 8 a 10 grados Celsius. En la ensenada de Cook en Alaska las llanuras de marea son un predictor significativo de la ubicación de estos animales durante los primeros meses del verano.En el mar de Beaufort oriental, las hembras de beluga, con sus crías y machos jóvenes, prefieren las aguas abiertas cercanas a tierra firme; los machos adultos seleccionan las aguas cerradas y cubiertas de hielo cerca del archipiélago ártico mientras los machos pequeños y las hembras con crías más grandes se ubican cerca de la barrera de hielo. En general existe consenso con respecto a que la segregación de los hábitats de la belugas en el verano refleja diferencias en los hábitos alimenticios, el riesgo de depredación y la reproducción en cada una de las subpoblaciones.
Depredadores.- Los únicos predadores naturales de las belugas son los osos polares y las orcas.Durante el invierno es frecuente que estos cetáceos resulten atrapados en trampas de hielo sin posibilidad de escapar a mar abierto, del cual quedan separados por varios kilómetros. Los osos toman ventaja de la situación y las localizan por medio del olfato o cuando emergen para respirar; entonces las golpean, las atrapan y arrastran fuera del agua sobre la capa superficial de hielo para devorarlas. Pueden capturar ejemplares grandes, ya que está documentada la captura de un animal de 935 kg por parte de un oso que pesaba entre 150 y 180 kg.La orca es el otro predador que puede capturar con éxito tanto a las crías como a los adultos. Estos cetáceos cosmopolitas, ya que habitan todos los mares del mundo, ocupan la región subártica y comparten gran parte del hábitat de las belugas. Se han reportados ataques principalmente en aguas de Groenlandia, Rusia, Canadá y Alaska. En la ensenada de Cook se han documentado varias muertes y existe preocupación por que esto impida la recuperación de esta subpoblación, ya disminuida al extremo por la caza. Las orcas llegan en otoño, a principios del mes de agosto, pero las belugas en ocasiones las pueden escuchar y evadir. Las poblaciones que permanecen cerca o bajo las capas de hielo tienen cierta protección pues la enorme aleta dorsal, de hasta dos metros de longitud, le impide a las orcas maniobrar por debajo de los témpanos de hielo o acercarse lo suficiente a los respiraderos.
NARVAL (Monodon monoceros).- Los narvales pertenecen a la familia de los Monodóntidos (el beluga y el narval son las únicas dos especies de esta familia), dentro del suborden de los Odontocetos (cetáceos con dientes), que a su vez se incluye en el orden de los Cetáceos.
Narval, miembro del grupo de las ballenas con dientes que vive en el Ártico, casi siempre cerca de los bloques de hielo flotantes. Es un cetáceo de tamaño pequeño, con el cuerpo robusto, parecido a la beluga por el abultamiento de la frente y por carecer de aleta dorsal. La piel desnuda del narval está moteada de manchas negras sobre fondo claro, especialmente en la espalda. Un macho adulto puede medir hasta 5,5 m de longitud y las hembras son algo más pequeñas. Los narvales sólo tienen dos dientes, que son los incisivos de la mandíbula superior; el derecho está muy reducido y casi no se ve, pero el izquierdo crece hasta formar una especie de cuerno recto, espiralado, que puede alcanzar una longitud de 3 m. Esto hace que un macho adulto pueda medir cerca de los 8 m. Los incisivos de la hembra son poco visibles.
Los narvales suelen vivir en grupos pequeños, con un número de individuos que oscila entre dos y doce, pero se forman concentraciones más grandes cuando migran. Durante la migración, existe una segregación según el sexo y la edad, y los grupos de machos subadultos y de adultos se diferencian muy bien porque todos los miembros de edad similar tienen una longitud de cuerno parecida. Los narvales se alimentan en aguas profundas de calamares, pulpos, peces y crustáceos.
El sistema social y la reproducción de los narvales no son muy conocidos, aunque el dimorfismo sexual sugiere que la función del cuerno está más bien relacionada con el apareamiento. Se han visto machos entrechocando sus cuernos y algunos de ellos los presentaban incluso rotos; sin embargo, no es lógico pensar que esta estrategia sea la más ventajosa para acceder a una hembra, sobre todo si se tiene en cuenta el peligro potencial del cuerno del narval.
Los narvales suelen ser cazados por los inuit, además de por algún otro pueblo de la zona ártica. Se aprovecha la piel, la carne, la grasa y, sobre todo, los cuernos (son de marfil). Éstos se utilizan como adorno, para esculpir figuras y con menos frecuencia, como medicamento, pues se les atribuyen ciertas propiedades medicinales. Aunque el narval no está considerado como una especie en peligro de extinción, sus poblaciones pueden disminuir tanto por la caza como por la sobreexplotación de las especies de las que este animal se alimenta
Descripción.-. El narval (Monodon monoceros) es una especie de cetáceo odontoceto de la familia Monodontidae que habita los mares de la región ártica y el norte del Océano Atlántico. Es el único integrante del género Monodon y una de las dos especies de la familia junto a la beluga (Delphinapterus leucas). El nombre «narval» deriva de la palabra nórdica antigua nāhvalr que significa literalmente «cadáver de ballena».
Los narvales presentan un patrón moteado de color gris que les cubre toda la longitud del dorso y los flancos, con el vientre de color blanco; este moteado se acentúa con la edad y los machos más viejos pueden tener solamente una gran mancha angosta que le cubre únicamente la línea central de la espalda, con el resto del cuerpo blanco. Los recién nacidos son de color gris o marrón y desarrollan el patrón moteado hasta los dos años de edad.El margen posterior de la aleta caudal es marcadamente convexo y la aleta dorsal esta sustituida por una cresta alargada y pequeña de unos 5 cm de alto por 60 a 90 cm de longitud. En promedio los machos miden 4,5 m y pesan 1600 kg, mientras las hembras miden 4 m y pesan 1.000 kg, existiendo un dimorfismo sexual moderado.Las aletas pectorales miden de 30 a 40 cm y la aleta caudal mide entre 1 y 1,2 m de envergadura. La proporción de grasa con respecto al peso corporal total es de una tercera parte.Se estima que estos cetáceos pueden vivir más de cincuenta o sesenta años en estado salvaje; sin embargo, parece que pueden alcanzar edades extremas. Estimaciones basadas en la racemización de ácido l-aspártico a ácido d-aspártico en el núcleo del cristalino arrojó una edad estimada de 115 años en una hembra. Los intentos para mantenerlos vivos en cautiverio han sido infructuosos, logrando sobrevivir solamente entre uno y cuatro meses.Los machos de esta especie se caracterizan por presentar un enorme colmillo retorcido a modo de sacacorchos que tiene una longitud promedio de 2 m y puede pesar hasta 10 kg. Se cree que este diente especializado puede ser un receptor sensorial o un carácter sexual secundario.

Está adaptado para vivir en el Ártico y alimentarse de animales del fondo marino. Carece de aleta dorsal y su tamaño es intermedio entre las grandes ballenas y los delfines. La longitud de los machos oscila entre 4 y 6 m y su peso máximo es de 1.600 kg. Posee una dieta restringida solamente a algunos peces y crustáceos de los cuales se alimenta primordialmente durante los meses de invierno, época en la cual consume un gran volumen de presas que captura en el fondo marino; para ello debe realizar inmersiones que con mucha frecuencia superan los 800 m bajo la superficie, las cuales pueden durar hasta 30 minutos. Después del cachalote, zifio y elefante marino es el mamífero marino que sumerge a mayor profundidad.
Se distribuye principalmente en aguas de la región ártica al norte de Canadá, los mares del lado ruso del océano Ártico y al norte del océano Atlántico. Habita principalmente en torno a los bloques de hielo que se forman durante los inviernos prolongados del Ártico migrando a las bahías y fiordos circumpolares durante el verano. Se cree que la población mundial supera los 75.000 ejemplares.
 En 2008 fue catalogado en la Lista Roja de la UICN como especie casi amenazada, debido a que se mantiene una caza significativa por parte del pueblo inuit en Canadá y Groenlandia (Dinamarca), los cuales obtienen beneficio de su carne, grasa y el comercio del colmillo. También se le asignó a esta categoría por la evidencia de declinación en algunos grupos y la falta de certeza con respecto a la población total de la especie y las tendencias de crecimiento.Otras amenazas para la población de este cetáceo son: la depredación por parte de sus enemigos naturales (tiburones, osos polares y orcas); la contaminación por plaguicidas y metales pesados; los atrapamientos dentro de densas capas de hielo al inicio del invierno que les impide moverse a mar abierto muriendo de inanición y por ahogamiento, y la poca capacidad de adaptación ante los cambios climáticos.

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