LA PESCA ARTESANAL


La pesca artesanal es un tipo de actividad pesquera que utiliza técnicas tradicionales con poco desarrollo tecnológico. La practican pequeños barcos en zonas costeras a no más de 10 millas de distancia, dentro de lo que se llama mar territorial. Se mantiene en regiones poco desarrolladas donde la producción es escasa y sirve básicamente para el autoconsumo; solo una pequeña parte se destina al mercado. Para este tipo de pesca se utilizan Yariksas que extraen gran cantidad de especies de peces, mariscos, moluscos y crustáceos.


Se define como pescador artesanal a aquel que se desempeña como patrón o tripulante en una embarcación artesanal, denominándose como armador artesanal si es dueño de una o dos embarcaciones; buzo o mariscador, en el caso de que su actividad sea la extracción de mariscos; y recolector de orilla, alguero o buzo apnea, si realiza actividades, de extracción, recolección o segado de recursos hidrobiológicos. De gran importancia social, económica y cultural, se manifiesta principalmente por su contribución a la fuerza laboral, a las economías territoriales y al abastecimiento de productos pesquero para consumo en fresco.


Los pescadores y sus embarcaciones deben inscribirse en el Registro Pesquero Artesanal (RPA) que lleva el Servicio Nacional de Pesca, el que le da la facultad para operar sobre especies determinadas, bajo una o más categorías y en una región en particular, con la excepción del régimen de zonas contiguas. El sector pesquero artesanal presenta una alta heterogeneidad en recursos extraídos, lo que se refleja en la variabilidad de técnicas de pesca utilizadas, como la línea de mano, espinel, red de cerco o bolinche, red de enmalle, arpón, trampa y buceo, entre otros, cubriendo con sus operaciones casi la totalidad del territorio nacional. En la actualidad se intenta promover este tipo de actividad pesquera con el apoyo de diferentes organizaciones a lo largo del mundo, ya que incluye únicamente métodos no destructivos y selectivos para su ejecución; es decir, en este tipo de pesca no se utilizan redes de arrastre, palangres, grandes redes de cerco, ni dragas hidráulicas, las cuales no solo destruyen ecosistemas marinos, sino que también son prácticas poco selectivas , en las cuales se ven atrapadas muchas especies que no son objetivo de pesca. Igualmente con el apoyo de estas organizaciones, se vienen desarrollando proyectos con los cuales se impulsa la pesca responsable; tipo de actividad que respalda el consumo de especies que no se encuentren bajo ninguna amenaza, que presenten un tamaño reglamentario, y que sean pescadas en ciertos periodos específicos, es decir, implementando vedas en periodos de reproducción. 


Organizaciones tales como MarViva, OLDEPESCA Y COPEMED, son algunas de las que se encuentran desarrollando este tipo de actividades, para lo cual buscan promover esquemas económicos que apoyen el ordenamiento de las actividades humanas en el mar (MarViva), poner en marcha estudios pilotos en ciertas regiones, para ver si son aplicables a otros lugares (COPEMED) y promover el desarrollo sostenible de las pesquerías de la región, preservando el medio marino y de agua dulce, mediante la aplicación de políticas de pesca responsable (OLDEPESCA). Todo esto se realiza a través del trabajo con las diferentes comunidades costeras en las que desarrollan los proyectos, por lo cual se busca generar espacios de discusión con estas mismas en los cuales se busca sensibilizar y concientizar sobre las actividades humanas en el mar. Por otra parte este trabajo con las comunidades, busca estimular las posibilidades de trabajo e ingresos económicos de estas mismas, buscando seguridad alimentaria, no solo para ellas sino para aumentar la oferta a los mercados, y así mismo el rango de distribución de los productos obtenidos por este método.


En países como Colombia, Panamá, Costa Rica, Belice, Bolivia, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guyana, Honduras, México, Venezuela, Perú y Nicaragua, ya se desarrollan este tipo de iniciativas gracias a MarViva y OLDEPESCA, mientras que Francia, Marruecos, Italia, Malta, España, Túnez, Libia y Argelia son parte del estudio de COPEMED. Todo esto busca como finalidad promover la pesca artesanal como una fuente de alimento sostenible y responsable, para así lograr una oferta suficiente para los mercados, que cumpla con los parámetros de higiene y abastecimiento suficientes para cubrir no solo el auto-consumo, sino mercados más grandes.
 

¿Qué es la pesca artesanal?-
La pesca artesanal es aquella que utiliza técnicas tradicionales y con poco desarrollo tecnológico. Se practica dentro del mar territorial, es decir, a no más de 10 millas de distancia de la costa. En cuanto a los tipos de barcos de pesca artesanal que existen, son siempre pequeños, de entre 12 y 16 metros. Además, el patrón suele ser también el propio dueño del barco. Otra característica típica de la pesca artesanal es que se realiza a pequeña escala. No hay grandes compañías, sino que se trata de pequeñas familias o pescadores individuales. Las salidas son de corta duración, a diferencia de los largos periodos en alta mar típicos de la pesca industrial. Y además, el pescado capturado suele ser empleado para consumo familiar o de la propia comunidad, es decir, no se exporta.


Diferencias entre la pesca artesanal e industrial.-
La pesca artesanal se percibe a veces como mucho menos importante que la pesca industrial. Pero, ¿qué nos dicen los números? En términos de empleo, la pesca marítima artesanal emplea a casi 6 veces más personas que la pesca marítima industrial en todo el mundo, 52 millones frente a 9 millones de personas empleadas. En términos de producción.


Las capturas marinas anuales de pescado se estiman en 56 millones de toneladas para la pesca industrial, frente a 34 millones de toneladas para la pesca artesanal. Sin embargo, sólo el 56% de las capturas de la pesca industrial se destina al consumo humano local, frente al 77% de la pesca artesanal. Aún hay más, 22 millones de toneladas de capturas procedentes de la pesca industrial están destinadas a destinarse en aceites, harinas, etc. Casi todas las capturas de la pesca artesanal se destinan al consumo humano directo.


Hablemos de contaminación, el consumo anual de combustible por pesca industrial se estima entre 14 y 19 millones de toneladas anuales. En el mismo período, la pesca artesanal consume entre 1 y 3 millones de toneladas. Visto de otro modo, con una tonelada de combustible, la pesca industrial captura entre 2 y 5 toneladas de pescado, en comparación con las 10 y 20 toneladas de pescado de la pesca artesanal. Así que la pesca artesanal es más ecológica y eficiente!. En la pesca industrial, el 13% de las capturas se descartan, frente a sólo el 3% en la pesca artesanal.


Por tanto, es obvio que en muchos niveles, la pesca artesanal gana sin lugar a dudas en términos de eficiencia, sostenibilidad, creación de empleo, contribución a la seguridad alimentaria humana, siendo esta mucho más sostenible. Según los investigadores de la Universidad de Columbia Británica (Canadá), la pesca tradicional es sin duda «la mayor esperanza para una pesca sostenible». En relación con el número de pescadores y la cantidad de peces para consumo humano capturados por tonelada de combustible, un pescador industrial recibe una media de 200 veces más subvenciones que un pescador tradicional.

La pesca artesanal y algunos de sus problemas.- En los países costeros subdesarrollados o en desarrollo, este tipo de economía sostenible por parte de las familias, es en muchos casos, la única manera de subsistencia posible, y en algunos casos más extremos, no hay otra manera para estas, de obtener alimentos. Investigadores de la pesca estiman que hasta el 90% del comercio pesquero total del mundo tiene lugar a través de la pesca artesanal.


Pero como estos trabajos son muy pequeños en volumen por naturaleza, el efecto ocasionado en las poblaciones de peces es menor que el de los países del primer mundo que emplean enormes buques pesqueros y métodos de alta tecnología para encontrar y capturar toneladas de peces todos los días, como es el caso de la pesca industrial. Sin embargo, los pescadores artesanales a menudo capturan delfines en sus redes. Individualmente pueden no plantear un problema significativo, pero en total, las pesquerías artesanales capturan más delfines que las flotas pesqueras comerciales de los países del primer mundo. Así que el problema en la pesca tradicional no es la sobrepesca sino las capturas de especies erróneas.
 

Hay un verdadero problema cuando se trata de proteger a las poblaciones de delfines. Los lugares donde el riesgo de que delfines, ballenas, marsopas y otras especies similares puedan enredarse en las redes, paradójicamente son en las zonas donde se realizan las pesquerías artesanales. Mientras que los gobiernos de los países desarrollados obligan a la industria pesquera a usar Pingers o emisores de ultrasonido, (en los Estados Unidos y Europa los Pingers son obligatorios), hasta el 90% del problema de la captura accidental de delfines a nivel mundial pasa desapercibido, y no se aborda. En algunos países en desarrollo, los gobiernos están reconociendo este dilema y están iniciando programas para equipar con avisadores de ultrasonido a los pescadores artesanales sin costo alguno, para ahuyentar a estas especies fuera del alcance de las redes de pesca.


¿Cómo afecta el cambio climático a la pesca artesanal?-
La pesca a pequeña escala es de vital importancia para la alimentación, los ingresos y el bienestar de cientos de millones de personas en todo el mundo. Son una interfaz de vital importancia entre las personas y los recursos marinos o acuáticos, que dependen en gran medida de la salud y la resistencia de estos ecosistemas marinos y acuáticos.


El cambio climático amenaza a estas pesquerías y a las muchas personas que dependen de ellas. El aumento del nivel del mar, el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos, la disminución de la previsibilidad en las estaciones y los cambios oceanográficos (tales como los cambios en la salinidad y la temperatura del agua) repercuten en los ecosistemas marinos y acuáticos y en las poblaciones de peces, la capacidad de los pescadores para pescar y la infraestructura de las comunidades costeras y ribereñas, e incluso repercuten en fuentes alternativas de alimentos e ingresos. Las comunidades pesqueras de todo el mundo ya están sintiendo muchos de estos impactos.
 

Mientras que las poblaciones de peces están disminuyendo dramáticamente, un estudio canadiense subraya el valor de defender la pesca artesanal. Publicado en la revista «Conservation Biology», muestra que las pequeñas pesquerías (barcos de menos de 15 m de eslora) capturan tantos peces para el consumo humano como la pesca industrial. Utilizando técnicas más selectivas, evitan reciclar parte de la captura en subproductos alimenticios, eliminan el vertido de especies no consumibles en el mar y requieren ocho veces menos combustible que la pesca industrial.


La pesca artesanal en Galicia.-
La pesca artesanal en Galicia es una actividad ejercida por más de 4.000 profesionales. Las dimensiones y la importancia de la misma radican en la dispersión de la actividad a lo largo de toda la costa gallega. Históricamente, la pesca artesanal fue y es el motor para la economía de muchas pequeñas poblaciones costeras, contribuyendo con ello a la fijación de población y a la generación de una cultura local que favorecen el turismo y la dinamización del litoral gallego. Además la pesca artesanal en Galicia supone la aportación a los mercados de pescado y marisco de gran calidad: ‘pescado del día‘ y comercializado en menos de 24 horas desde su captura.
 

Conocer qué es la pesca artesanal es un paso importante para poder adquirir pescado y marisco de extraordinaria calidad y frescura, y sobre todo sostenible. A fecha actual no hay una definición clara para caracterizar la ‘Pesca Artesanal’. Habitualmente se define la pesca artesanal como “la pesca ejercida por embarcaciones de menos de 12 metros, con pescado del día y de proximidad a la costa (dentro de las 10 millas)”. Para muchas organizaciones, incluida la UE, la Pesca Artesanal debe ser una actividad vinculada al respeto por el medio marino, enraizada en una gestión familiar, con actividad local y no directamente vinculada al tamaño de la embarcación. En cualquier caso la flota de bajura gallega cumple con los requisitos básicos para ser considerada artesanal.


Métodos de pesca artesanal .-
La pesca artesanal, conocida también como pesca tradicional, es uno de los métodos más genuinos para obtener los diferentes moluscos, peces y crustáceos que pueden encontrarse en ríos, lagos y mares. Su objetivo es generalmente el consumo local o en todo caso el comercio a pequeña escala en vez de la exportación o la comercialización de mayor alcance, que son más propias de la pesca industrial. Esta alternativa también resulta realmente económica, pues, entre otras cosas, los costes de explotación suelen ser bastante bajos. Lo más habitual es realizarla en aguas poco profundas, en las que incluso el pescador puede estar en la orilla, sin necesitar embarcaciones ni instrumentos muy costosos (otro de los factores que hacen que su coste sea tan bajo). No obstante, hay varios métodos diferentes para llevarla a cabo.


Tipos de pesca artesanal.-
Existen diferentes tipos de artes de pesca artesanal. Su clasificación se puede hacer en base a las técnicas utilizadas en cada una, los instrumentos empleados o según el tipo de especie que capturen. Y en función de su capacidad para retener peces, estas artes tendrán un mayor o menor impacto para el medioambiente. Pero a nivel general, todas las artes de pesca tradicionales se realizan a pequeña escala por lo que su impacto es mínimo.
 

Artes de enmalle.-
Destaca el trasmallo, el arte de red fija con más tradición e importancia. Es un tipo de pesca pasivo, se espera a que los peces se enreden en él. En este caso se utiliza una red formada por tres paños cosidos a una barra horizontal. Según el tamaño de los agujeros de la malla, esta será utilizada para capturar un tipo de especies más pequeñas o más grandes.
 

Artes de arrastre.-
Pese a que la mayoría de artes de arrastre o remolcadas se usan para la pesca de altura, hay algunos tipos de arrastre propios de la pesca artesanal. Por ejemplo el bou de vara o el rastro, aparejos que se remolcan desde una embarcación. Estos están en contacto con el fondo y cuentan con un sistema de púas que lo va moviendo, lo que permite capturar moluscos.
 

Otra de las principales artes de arrastre es el cerco, considerado uno de los métodos más selectivos. Esto se debe a que los pescadores no lanzan la red al mar hasta que hayan encontrado un banco de peces de la especie que quieren capturar. En este caso son necesarias dos embarcaciones para poder emplearla. Uno de los extremos de la red permanece fijo a la embarcación principal mientras que la auxiliar sujeta el otro extremo de la malla y traza un círculo hasta cerrar la red en el punto inicial. Una vez está cercada, se sube a bordo del barco.
 

Artes de anzuelo.-
Dentro de las artes de anzuelo podemos clasificar cuatro tipos diferentes.
 

Cuerda o línea de mano:
consta de un aparejo vertical que actúa como guía y del que cuelgan uno o más sedales con anzuelos y cebos. Su funcionamiento es como el de la caña de pescar tradicional y además ofrece la ventaja de que permite ser selectivos. Es decir, los ejemplares que no interesen pueden ser devueltos al mar.


Cuerda de mano.-
Para esta técnica se precisa de una cuerda de poliamida cuya longitud variará en función de la zona pesquera. Para que la cuerda pueda sumergirse, se ata a uno de sus extremos un peso. En cuanto a los anzuelos, puede tener uno o más (cada uno con sus cebos, que servirán como señuelo para capturar a los peces).  


Potera:
es un aparejo vertical que cuenta con varios anzuelos en el extremo inferior junto a un peso que hace que permanezca en el fondo del mar. Se emplea para la captura de calamares, potas, etc.
 

Curricán:
se trata de un aparejo horizontal que va remolcado por una embarcación.
 

Palangre:
se trata de una línea o cuerda principal de forma horizontal y de la que dependen diferentes cabos con anzuelos. La línea base puede encontrarse en la superficie, amarrada a flotadores, o bajo el agua.
 

Artes de trampa.-
En este caso no se realiza ningún movimiento para atraer a las especies, por lo que estamos hablando de un tipo de pesca pasivo. Dentro de este grupo podemos destacar las nasas. Aparejos con estructura de madera y forrados con una red. Cuentan con un orificio que permite la entrada de pulpos y crustáceos pero que, una vez dentro, atraídos por el cebo, impide su salida.
 

Artes de marisqueo.-
Las artes de marisqueo se diferencian en dos tipos.
 

Marisqueo a pie:
las mariscadoras suelen emplear las mismas herramientas que se utilizan para trabajar el campo, como por ejemplo el sacho, legón, fouciño… Pero en este caso, se utilizan para remover la arena y las algas de la playa y poder capturar a mano diferentes tipos de moluscos.
 

Marisqueo desde embarcación:
se amarran diferentes aparejos al barco, como el rastro o la gancha. Con el movimiento de la embarcación, estos aparejos remueven el fondo del mar y se capturan así los diferentes moluscos y crustáceos. 


Artes con arpón.-
Se trata de un tipo de pesca submarina para la que se utilizan diferentes arpones o varillas. Es probablemente el arte de pesca tradicional más antiguo ya que se han encontrado arpones incluso de hueso y piedra.


Métodos de pesca artesanal.-
Estos son algunos de los principales métodos que se utilizan para pescar artesanalmente.


Pulpera.-
Tal y como su nombre indica, este método se enfoca en la pesca del pulpo. Se hace mediante anzuelos (en este caso dos o tres debido al tamaño de este animal marino). A estos se les une también un sedal que ayudará a que se despegue más fácilmente el pulpo después de que pique el anzuelo. Esta pesca se lleva a cabo en zonas rocosas donde es más sencillo que los tentáculos agarren.


Con redes.-
Está pensada para aguas poco profundas. Para esta técnica se usan redes (conocidas también como atarrayas). La distancia entre cada uno de sus cuadrantes es de entre 1,5 y 2 centímetros. A estas redes se les amarran además varios plomos en las esquinas para que caigan a causa del peso de estos. Una vez que se sumergen se consigue atrapar a los peces rápidamente.


Con caña.-
Se usa una caña rígida con una raya de nylon fuerte sujeta en la parte de arriba. Cuando se divisa el lugar con una mayor concentración de peces se echa la línea sobre ellos unida al anzuelo (habitualmente en forma de “U” para facilitar que el pez se desenganche una vez pescado) y a la carnada. La pesca artesanal con caña se suele llevar a cabo en orillas de los sistemas acuáticos o desde las embarcaciones.


Además de resultar muy eficaz, esta técnica tiene la ventaja de ser muy selectiva, pues, una vez capturados los peces, se puede elegir entre los que son aptos para el consumo y los que no, teniendo la posibilidad de devolver a estos últimos al mar para que completen su ciclo de vida. Lo cierto es que con estas técnicas bien aplicadas es más que suficiente para pescar una gran cantidad de crustáceos, moluscos y peces, y además tienen la ventaja de resultar más económicas que otras opciones. Solamente es cuestión de saber elegir la adecuada para cada circunstancia.


Las características de la pesca ribereña.-
Los pescadores artesanales, ribereños o de pequeña escala, son aquellos que tienen como actividad primordial la pesca, comúnmente realizada en aguas costeras, lagunas y ríos, que utilizan embarcaciones menores equipadas con distinto desarrollo tecnológico pero exclusivamente diseñadas para la captura y no para la conservación, las cuales poseen pocas horas de autonomía para la navegación por lo que diariamente desembarcan su producto en diversos puntos del litoral. De esto se debe destacar la importancia de la fuerza de trabajo sobre la inversión de capital, la tendencia a mantener una pesquería diversificada en especies y la plurifuncionalidad de la labor del pescador.


Aunado a ello, en las comunidades pesqueras los procesos de captura y comercialización se encuentran fuertemente impregnados por aspectos sociales y culturales. Por ejemplo, inciden en los patrones de reclutamiento de los miembros que conforman los grupos de pesca; en el manejo de la información relativa a disponibilidad de los recursos marinos; en la regulación del acceso a los campos de pesca; en el manejo del capital comúnmente en manos de la empresa familiar; en las estrategias de comercialización del pescado.


A principios de esta década, la Organización de las Naciones Unidas para el Fomento a la Alimentación (FAO) publicó un importante documento, que además de presentar el escenario de la pesca mundial, en uno de sus capítulos (a cargo de J. R. McGoodwin) se analizan las condiciones actuales en que se reproducen las sociedades pesqueras a pequeña escala. Además de considerar algunas de las características socioculturales advertidas anteriormente se destacan otros puntos complementarios que dan forma a la realidad que viven los pescadores en todas partes del mundo:
- Se trata de empresas con capital, niveles de producción y poder político en pequeña escala, por lo que resultan vulnerables a las amenazas externas, especialmente las procedentes del sector pesquero en gran escala.
- Se hallan dispersas a lo largo de la costa y, como dependen principalmente de ecosistemas marinos cercanos a ellas, son particularmente vulnerables al agotamiento de los recursos.
- Casi todas las comunidades de pescadores practican una ordenación basada en la comunidad, que puede distinguirse de la ordenación instituida por la autoridad gubernamental.
- La mayor parte de las prácticas de ordenación basada en la comunidad incluyen la afirmación de derechos a espacios de pesca y el intento de excluir de ellos a los extraños a la comunidad.
- Las comunidades padecen cada vez más la tensión causada por problemas externos, tales como la globalización creciente, la contaminación marina y, en algunas regiones, el incremento de la industria del turismo costero (FAO: 2000).
 

Es decir, los pescadores se caracterizan también por encontrarse inmersos en una sociedad global donde paradójicamente -pese a su importancia cultural y productiva- se encuentran confinados, comúnmente viviendo situaciones de marginalidad social y baja participación política. Condición que se agrava por la dependencia y la fragilidad de su adaptación al medio ambiente marino, afectado a nivel mundial por el crecimiento rapaz de la pesca de altura, las consecuencias ecológicas del crecimiento urbano e industrial y la expansión del turismo.


Así, uno de los grandes retos que las sociedades pesqueras deben enfrentar hoy en día es mantener el control de sus recursos. El mar por su propia naturaleza históricamente ha sido considerado como un espacio de "libre acceso", lo que lleva a pensar a ciertos teóricos que este es el mejor ejemplo para argumentar en favor de la tragedia de los comunes. Suponen que si en al mar nadie tiene la propiedad exclusiva, entonces todo mundo tratará de obtener beneficios sin estimar las consecuencias de la sobreexplotación. Percepción que creemos es parcialmente incorrecta.
 

La pesca artesanal contra los gigantes.-
La actividad pesquera constituye una parte fundamental del pueblo de Cudillero desde sus orígenes. Además de ser la principal actividad económica de la zona, la pesca ha pasado a formar parte tanto de la historia como de las tradiciones de Cudillero: muchas familias pixuetas se han dedicado al arte de la pesca artesanal durante varias generaciones. Los padres han traspasado sus conocimientos sobre el mundo marino y los barcos a sus hijos, quienes se han encargado de mantener sus consejos y los han mejorado con el paso de los años.


La revolución de la tecnología ha supuesto un antes y un después en muchas industrias. En este caso, su llegada al mundo de la pesca ha servido para facilitar el trabajo de aquellos que se aventuran a salir al mar. Sin embargo, todo tiene sus pros y sus contras. Durante mucho tiempo, se ha invertido en una actividad pesquera centrada en la pesca masiva y sin control. El rápido desarrollo de los barcos y de nuevos sistemas de pesca han provocado la pérdida de muchos ecosistemas marinos y, con ello, de muchas especies. Además del impacto medioambiental, se ha dejado de lado a la pesca artesanal, mucho menos agresiva que la industrial, que emplea a más trabajadores y que obtiene menos cantidad de pescado.


Desde hace años, la Unión Europea ha intentado solventar este problema mediante el reparto de las cuotas pesqueras, por lo que se realiza un recuento de los límites de capturas, o Totales Admisibles de Capturas (TAC), de peces con interés comercial para cada país. Sin embargo, las negociaciones no son fáciles, ya que tanto políticos como científicos y pescadores deben ponerse de acuerdo. «Pescar peces no es lo mismo que coger manzanas. Las manzanas las ves en el suelo; en cambio, los peces no los ves en el agua», explica Salvador Fernández, Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores de Cudillero. El objetivo de este acuerdo es conseguir el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS). Con ello se pretende capturar el número óptimo de peces al año sin perjudicar a la reproducción de la especie. «Antes se controlaba la capacidad de pesca por el tamaño y la potencia de los barcos», aclara Salvador. «Ahora se hace más caso a los científicos que a las comisiones».


Cada país reparte entre su flota esa cuota impuesta por la Unión Europea, pero la pesca artesanal siempre sale perdiendo. «En España, las reparticiones no son justas; lo dividen por derechos históricos y se beneficia a la pesca industrial». La Cofradía de Pescadores de Cudillero tiene claro que prefiere que la repartición se realice por el número de hombres que pescan, en vez de por derechos históricos, es decir, por el historial de pesca de una empresa. «Nosotros pescamos menos peces, pero empleamos a más personas».


Por otro lado, este acuerdo no se realiza solo entre los países de la Unión Europea. Por ejemplo, como el atún no se pesca solo en España, los países interesados se reúnen y discuten los límites de capturas en toneladas o cantidades y se las reparten equitativamente; aunque las negociaciones tampoco son nada fáciles.


Cómo afecta a la pesca artesanal.- 
A nivel normativo, los pesadores artesanales se encuentran al mismo nivel que aquellos que trabajan en la pesca industrial o semi-industrial. En la realidad, son David contra Goliat: causan un mayor impacto medioambiental, contaminan más y emplean a menos hombres; los pescadores artesanales deben trabajar en las mismas condiciones que ellos con menos recursos y adaptarse a normas que muchas veces les perjudican. «Somos como los esquimales cazando ballenas: mientras que nosotros cazamos una para alimentar a todo un pueblo y empleamos a muchos pescadores, ellos la cazan entre dos para servirla en los restaurantes de alto standing». La posición en la que se encuentran los pescadores artesanales es de desventaja absoluta.


En cuanto a los descansos, los pescadores tienen establecido un periodo de 48 horas y tienen acordado que esos dos días sean sábado y domingo. Ellos reclaman periodos de descanso subvencionables para mantenerse económicamente, ya que a pesar de que la Unión Europea defiende que se debe invertir en la artesanía, las ayudas son escasas. «No se pesca siempre, a veces hay corrientes que son demasiado frías, demasiado calientes... Las especies se pescan cuando se concentran». La solución, según los pescadores artesanales, sería subvencionar periodos de descanso que coincidan con el desove de las especies que se pesquen. Así, la población de peces se repondría, por lo que podría pescarse más cantidad. Esto beneficiaría también al medio ambiente, ya que evitaría la extinción de muchas especies y favorecería a su conservación; además de mantener la economía de la pesca artesanal.


A medida que las fronteras se hacen más permeables y los sistemas de producción, la cultura y la imagen del mundo se homogeneizan, hay una conciencia cada vez mayor de que se está perdiendo la sabiduría tradicional que define a las identidades culturales locales. La actividad pesquera artesanal, portadora de valores para un futuro mas humano y sostenible, es vulnerable a esta dinámica por la poca atención que recibe de los gobiernos y por el carácter expansionista de la pesca industrial.


Queda claro que los tipos de pesca tradicional son indiscutiblemente mejores que la pesca industrial. La pesca artesanal genera empleo local y además es una apuesta segura hacia la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente.
PESCA ARTESANAL EN ASTURIAS (COSTERA DEL BONITO. EL PALANGRE Y EL PINCHO)






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