Un alga (Algae 1751) es un organismo con capacidad de realizar la fotosíntesis oxigénica y obtener el carbono orgánico con la energía de la luz del Sol, diferente de una embriofita o planta terrestre. Casi siempre viven en un medio acuático (alguna excepción colonizó la superficie terrestre, pero no de la forma espectacular en que lo hicieron las embriofitas) y pueden ser unicelulares o pluricelulares. En la definición moderna del término se consideran solo organismos eucariotas. Esto incluye a las algas verdes (que se suelen clasificar entre las plantas), las algas pardas (que son protistas), las algas rojas (que se pueden clasificar entre las plantas o entre los protistas según el criterio que se tome) y varios grupos de protistas unicelulares o coloniales que forman parte del fitoplancton (por ejemplo, dinoflagelados, diatomeas, haptofitas, criptofitas, etc). Las cianobacterias son fotótrofas pero son procariotas (bacterias), aunque algunos autores las incluyen en el término.
Características generales.-Todas las algas se consideran protistas según algunos autores (como Lynn Margulis), no obstante algunas especies son reconocidas además como plantas en una de sus circunscripciones más modernas (las algas verdes, las algas rojas y las glaucofitas, que son los grupos de algas más emparentados con las plantas terrestres). En una época se llamó "algas" a las cianobacterias, que son bacterias que fotosintetizan (al ser descubiertas fueron llamadas algas verdeazules) pero hoy en día el término "alga" se utiliza preferentemente para los eucariotas (a veces se encuentran los términos "algas eucariotas" y "algas procariotas"). En algunos textos se llama "algas" a los protistas que no fotosintetizan pero están muy emparentados con protistas que sí lo hacen y probablemente descienden de un ancestro que lo hacía, como los euglenoideos no fotosintetizantes parientes cercanos de Euglena, un ejemplo es Astasia que retiene vestigios de lo que parece haber sido un cloroplasto.
Las algas en general viven en ambientes muy húmedos o en el agua (alguna excepción colonizó la tierra). Con respecto a sus modos de nutrición, no todas las algas son exclusivamente autótrofas, hay algas que además de realizar fotosíntesis pueden alimentarse de forma heterótrofa (son mixótrofas).
Las plantas terrestres y algas no son los únicos organismos con capacidad de realizar fotosíntesis. Por ejemplo hay eucariotas que son capaces de alimentarse de algas y secuestrar los cloroplastos que estas contienen, integrándolos a sus tejidos y aprovechando los productos de la fotosíntesis, en un fenómeno llamado cleptogamia. Estos eucariotas no son considerados algas.
Inicialmente, en la época en que solo se clasificaba a los organismos como vegetales o como animales, las algas fueron agrupadas por los biólogos con los vegetales, pero hoy muchas se agrupan con los protistas. Los protozoos -también protistas- son heterótrofos, las algas, en cambio, son autótrofas, capaces de realizar fotosíntesis; pero ambos están constituidos por células eucariotas. Existen más de 30 000 especies conocidas de algas, desde las microscópicas hasta las gigantes, que pueden llegar a alcanzar cien metros. Los caracteres esenciales que distinguen a estas del resto de los vegetales fotosintéticos (plantas terrestres) son:
1º- la ausencia de un verdadero embrión (no son por tanto embriofitas),
2º- la ausencia de una envuelta multicelular alrededor de los gametangios y esporangios (a excepción de las caráceas).
Se distinguen de los hongos por carecer estos de capacidad fotosintética. Se trata de un grupo polifilético (no es un grupo de parentesco), y no tiene por lo tanto ya uso en la clasificación científica taxonómica moderna, aunque sigue teniendo utilidad en la descripción de los ecosistemas acuáticos.
Se han descrito algo más de 45.000 especies, si bien algunos grupos están pendientes de una revisión exhaustiva. Son cosmopolitas y viven prácticamente en todos los medios, aunque están relacionadas fundamentalmente con el medio acuático, se desarrollan también en ambientes variados y extremos como el suelo, la nieve o el hielo, sobre otros vegetales, etc. Generalizando se puede afirmar que en los ecosistemas acuáticos las algas son los principales productores primarios y la base de la cadena trófica.
Muchas algas son unicelulares microscópicas, otras son coloniales y algunas han desarrollado anatomías complejas, incluso con tejidos diferenciados, como ocurre en las algas pardas. Las más grandes, miembros del grupo anterior, forman cuerpos laminares de decenas de metros de longitud, como las que se encuentran en el mar de los Sargazos.
Para su clasificación taxonómica, además del tipo de pigmentos, plastos y otras características, se emplea el número de membranas de sus cloroplastos: dos, tres o cuatro. Tienen un papel fundamental para el entendimiento de los modelos endosimbióticos.
Color.- La coloración de las algas es muy variada y depende de los pigmentos presentes en los plastos. Así pues la clorofila es de color verde, la ficoeritrina roja, la fucoxantina parda, el caroteno naranja, la ficocianina azul y la zeaxantina amarilla.
Historia de la ficología.- El estudio científico de las algas se llama ficología. Se usa también, pero menos, algología, un término híbrido construido con una raíz latina (alga) y otra griega (logos); se presta además a confusión con la ciencia homónima del dolor, que es una especialidad médica. La historía de la ficología está ligada a la historia de la botánica general. Ya en tiempos de los griegos, Teofrasto y Dioscórides utilizan en sus descripciones el término "phykos" (que significa planta marina) para designar algas. De este nombre griego derivaría el nombre latino "fucus".
Origen de la célula eucariota y de las algas por endosimbiosis seriada.- A: arquea ancestral, B: origen del núcleo celular, C: bacteria aerobia, D: origen eucariota por simbiogénesis (eucariogénesis), E: bacteria fotosintética oxigénica, F: origen de la primera alga (Primoplantae) por endosimbiosis primaria entre un protozoo fagótrofo y una cianobacteria, G: origen de un alga cromofita por endosimbiosis secundaria con un alga roja, H: pérdida secundaria de cloroplastos en ciertos protistas, I: endosimbiosis terciaria de ciertos dinoflagelados con un alga cromofita.
Clasificación.- Como se ha apuntado en la introducción, las algas constituyen un conjunto polifilético, es decir, sus miembros están dispersos entre distintos grupos de parentesco (grupos monofiléticos). Para su ordenación en filos y clases se han utilizado características como la composición de los pigmentos, de las sustancias de reserva, de la pared celular, y las características de la división celular. Hay autótrofos procariotas y algas eucariotas.
Autótrofos procariotas.- Cianobacterias. Pertenecen al dominio Bacteria (Prokaryota o Monera), pero son fotosintéticas y presentan clorofila a y ficobilinas como pigmentos auxiliares, aunque algunas presentan en su lugar clorofila b. Antiguamente se denominó a las cianobacterias como "cianofitas" y como "algas verdeazuladas", pero actualmente se suele restringir el término alga a los eucariotas, y la expresión algas verdeazuladas debe considerarse obsoleta y descartarse su uso.Algunos otros grupos de bacterias, como Chloroflexia o Chlorobia, realizan formas de fotosíntesis no oxigénicas u oxogénicas usando bacterioclorofila en vez de clorofila, pero tampoco son tratados como algas. También existen arqueas, en concreto Halobacteria, que realizan reacciones fotosintéticas, en este caso usando el pigmento bacteriorodopsina.
Algas eucariotas.- Muchos grupos de eucariotas con cloroplastos son considerados algas y son tratados habitualmente como protistas o como plantas según los sistemas de clasificación. Evolutivamente se pueden clasificar en dos categorías principales: los grupos cuyos cloroplastos procenden de la endosimbiosis primaria de una cianobacteria, que constituyen la línea Archaeplastida o Primoplantae, y los restantes grupos que obtuvieron sus cloroplastos secundariamente a través de la endosimbiosis de una Primoplantae. Entre estos últimos destacan las algas cromofitas, que descienden de protistas que adquirieron los cloroplastos secundariamente por endosimbiosis de un alga roja. Adicionalmente otros grupos de protistas adquirieron sus cloroplastos por endosimbiosis secundaria, bien de un alga verde, como los euglénidos y las algas cloraracneas, o de un alga roja, como en el caso de los dinoflagelados. Se conocen también casos de dinoflagelados que reemplazaron sus cloroplastos secundarios por otros procedentes de una endosimbiosis terciaria posterior.
Archaeplastida o Primoplantae.- Primoplantae comprende los llamados eucariontes fotosintéticos primarios, descendientes directos del protozoo biflagelado en cuyo seno una cianobacteria se convirtió en el primer cloroplasto. Estos cloroplastos están rodeados por dos membranas y contienen clorofila a (que es universal) y algunos grupos también clorofila b. Las paredes celulares son de celulosa. Comprenden tres líneas:
* Glaucofitas (Glaucophyta = Glaucocystophyta). Es un pequeño grupo de algas unicelulares de agua dulce que se caracterizan por contener cianelas, que son plastos con características típicas de las cianobacterias, por ejemplo, una pared residual de peptidoglucano y carboxisomas, ausentes de los plastos del resto de las algas y plantas. Contienen clorofila a.
* Algas rojas (Rhodophyta). Son algas fundamentalmente marinas que, dependiendo del criterio que se tome, se clasifican entre las plantas o entre los protistas. Presentan cloroplastos denominados rodoplastos con clorofila a.
* Algas verdes (Chlorophyta y Charophyta). Son principalmente de agua dulce, pues solo un 10% de las especies son marinas y contienen clorofilas a y b. Es el grupo a partir del cual evolucionaron las plantas terrestres. Se suelen clasificar dentro del reino Plantae, subreino Viridiplantae.
* Glaucofitas (Glaucophyta = Glaucocystophyta). Es un pequeño grupo de algas unicelulares de agua dulce que se caracterizan por contener cianelas, que son plastos con características típicas de las cianobacterias, por ejemplo, una pared residual de peptidoglucano y carboxisomas, ausentes de los plastos del resto de las algas y plantas. Contienen clorofila a.
* Algas rojas (Rhodophyta). Son algas fundamentalmente marinas que, dependiendo del criterio que se tome, se clasifican entre las plantas o entre los protistas. Presentan cloroplastos denominados rodoplastos con clorofila a.
* Algas verdes (Chlorophyta y Charophyta). Son principalmente de agua dulce, pues solo un 10% de las especies son marinas y contienen clorofilas a y b. Es el grupo a partir del cual evolucionaron las plantas terrestres. Se suelen clasificar dentro del reino Plantae, subreino Viridiplantae.
Algas cromofitas.- Las algas cromofitas comprenden a la mayor parte de las algas cuyos cloroplastos provienen de un alga roja por endosimbiosis secundaria. Estos cloroplastos son llamados también rodoplastos, están rodeados por cuatro membranas y contienen clorofilas a y c, junto a otros pigmentos secundarios. La membrana exterior del cloroplasto contiene ribosomas y forma un continuo con el retículo endoplasmático y la envoltura nuclear, constituyendo una estructura denominada retículo endoplasmático cloroplástico. La pared celular puede ser de celulosa, quitina, calcárea o silícea. Aún no están del todo claras las relaciones filogenéticas, pues podrían ser un grupo monofilético denominado Chromista o ser polifilético producto de eventos simbióticos independientes.
* Heterocontos (Heterokontophyta o Stramenopiles). Constituyen un clado (grupo evolutivo) muy heterogéneo que incluye entre sus miembros a algunos de los más importantes fotosintetizadores acuáticos, como por ejemplo:
* Algas pardas (feofitas, Phaeophyceae), pluricelulares y fundamentalmente marinas. Constituyen las algas más grandes formando bosques submarinos prominentes, aunque algunas especies se presentan en formas flotantes libres, como Sargassum.
* Algas doradas (crisofitas, Chrysophyceae), unicelulares o coloniales y que viven en su mayoría en lagos y lagunas de aguas dulces limpias y frías, aunque algunas especies son marinas.
* Algas verde-amarillas (xantofitas, Xanthophyceae), unicelulares o coloniales filamentosas, fundamentalmente de agua dulce.
* Diatomeas (Diatomeae o Bacillariophyceae), unicelulares, fundamentalmente marinas, aunque existen algunas especies de agua dulce. Presentan una pared celular silícea y constituyen una parte importante del fitoplancton.
* Silicoflagelados (Dictyochophyceae), unicelulares, viven tanto en aguas continentales como marinas y en el suelo. También se incluyen aquí algunos grupos heterótrofos que evolutivamente perdieron su capacidad fotosintética, como los oomicetos, que hasta que recientes avances genéticos permitieron comprobar su verdadera filiación, se clasificaban entre los hongos (pseudohongos).
* Haptofitas (Haptophyta=Coccolithophoridae), llamados a veces Prymnesiophyta. Unicelulares cuyas escamas carbonatadas (cocolitos) contribuyen de forma importante a los sedimentos oceánicos.
* Criptofitas (Cryptophyta). Formas unicelulares flageladas de aguas frías, sobre todo marinas.
Otros grupos.- Al igual que los anteriores, sus cloroplastos proceden de endosimbiosis secundarias (en algunos casos, incluso de endosimbiosis terciarias). Son varios grupos no relacionados que también pueden considerarse algas. Los cloroplastos están rodeados por tres o cuatro membranas y contienen clorofilas a y b los derivados de las algas verdes y clorofilas a y c los derivados de las algas rojas.
* Euglénidos (Euglenophyta). Protistas unicelulares flagelados de agua dulce dotados de plastos verdes y emparentados estrechamente con los kinetoplástidos, entre los que se encuentran los Trypanosoma, responsables de la enfermedad de Chagas y de la enfermedad del sueño. La célula presenta una película compuesta por bandas proteicas que se ubica por debajo de la membrana plasmática.
* Dinoflagelados (Dinoflagellata o Dinophyta). Contienen cloroplastos de procedencia de un alga roja y están muy cercanamente emparentados con los ciliados y, más aún, con los apicomplejos, protistas parásitos que contienen apicoplastos (plastos no fotosintéticos) y que incluyen al parásito que produce la malaria (Plasmodium). Un tipo de dinoflagelados, las zooxantelas, son endosimbióticos que crecen en distintos animales acuáticos marinos, especialmente corales. Los alvéolos corticales se apoyan en placas de celulosa entrelazadas que componen una armadura o teca.
* Algas cloraracneas (Chlorarachniophyta). Algas unicelulares pertenecientes al grupo de los protistas cercozoos que presentan cloroplastos de procedencia de un alga verde y cuyas células están desnudas.
Adicionalmente, varios otros grupos como los ciliados son comúnmente heterótrofos, pero algunas especies pueden ingerir algas endosimbióticas que dentro de su cuerpo continúan realizando la fotosíntesis, con lo que ecológicamente son fotosintéticos y pueden considerarse "algas". Dada la polifilia del grupo, reflejada en la clasificación de arriba, no se pueden hacer muchas generalizaciones válidas.
Las formas pluricelulares suelen presentar paredes celulares, y a veces desarrollan estructuras anatómicas intrincadas, especialmente las algas pardas y las algas rojas. Las formas más emparentadas con las plantas terrestres poseen plasmodesmos (puentes de citoplasma entre células contiguas). Con respecto a su reproducción sexual, hay ciclos vitales complejos con alternancia de generaciones, ciclos de vida haplontes y diplontes. Los órganos formadores de gametos (gametocistes) y esporas (esporocistes) son unicelulares (con la sola excepción de algunas algas verdes del género Chara). En general, las células reproductoras son flageladas.
Árbol filogenético de las plantas. Los grupos monofiléticos figuran en letras negras y los parafiléticos en azul.
Historia evolutiva.- La historia evolutiva de las plantas pretende narrar la evolución biológica de las plantas, las cuales se describen en los muy diversos niveles de complejidad, que van desde la aparición de las microalgas unicelulares marinas, pasando por las primeras plantas terrestres como los musgos, luego la aparición de las plantas vasculares como licopodios y helechos, llegando hasta el desarrollo de la mayor complejidad que se observa en las plantas con conos (coníferas) y plantas con flores (angiospermas).
Biotipos.- Aparte de formas estrictamente unicelulares se presentan entre las algas formas coloniales o pluricelulares con estructuras y anatomías a veces convergentes que se suelen clasificar en los siguientes biotipos:
* Monadoide. Células nadadoras aisladas.
* Cocoide. Unicelulares envueltas en una pared celular.
* Colonial. Pequeños grupos de unicelulares mótiles laxamente agregadas y más o menos regularmente dispuestas.
* Capsoide. Células poco numerosas encerradas en una cápsula mucilaginosa común.
* Palmeloide. Células inmóviles y numerosas encerradas en una cubierta de mucílago.
* Filamentoso. Células formando un encadenamiento, a veces ramificado.
* Seudoparenquimatoso. Numerosos filamentos agrupados y con algún tipo de consolidación.
* Parenquimatoso. Células formando un talo agregado denso, pluriestratificado y con algún grado de diferenciación celular.
Estructuras.- Las algas pluricelulares carecen de los complejos tejidos xilema y floema de las plantas vasculares. Esto no significa que todas las algas carezcan por completo de estructuras especializadas. Pero, debido a que los botánicos definen (verdaderos) tallos, hojas y raíces por la presencia de estos tejidos, su ausencia en las algas significa que las estructuras equivalentes a tallos y hojas presentes en algunos grupos de algas deben describirse utilizando terminología diferente. Aunque no todas las algas pluricelulares son estructuralmente complejas, el talo o cuerpo del alga típicamente posee una o más partes características:
* Un rizoide (también denominado pie o disco) es una estructura equivalente a la raíz, presente en la base del alga, que le sirve para fijarse al sustrato y que, a diferencia de la raíz, no es utilizado como el órgano principal para la captación de agua ni de nutrientes. La apariencia del rizoide es variado: puede ser muy ramificado o tener forma de disco o bulbo.
* El estipe, equivalente al tallo, puede crecer como una estructura corta en la base del alga, como en Laminaria, o crecer hasta convertirse en una gran estructura, como en Sargassum o Macrocystis. En las algas pardas más estructuralmente diferenciadas, tales como Fucus, los tejidos dentro del estipe se dividen en tres capas o regiones distintas. Estas regiones incluyen una médula central, una corteza circundante y una epidermis externa, cada una de los cuales tiene su análogo en el tallo de una planta vascular.
* Las láminas son las partes planas de las algas equivalentes a las hojas. Algunas algas presentan una única lámina, mientras que en otras pueden ser numerosas. Las láminas se pueden unir directamente al estipe, directamente al rizoide si el estipe esta ausente, o puede haber una cámara de aire entre el estipe y la lámina. Al conjunto de estipe y láminas se le denomina fronda (sería el equivalente al follaje de las plantas). Vesículas llenas de gas denominadas neumatocistos proporcionan flotabilidad a muchas laminarias y miembros de las Fucales. Estas estructuras en forma de vejiga se suelen localizar en las láminas, o próximas a ellas, para mantenerlas más cerca de la superficie del agua y recibir más luz para la fotosíntesis.
Ecología.- La función ecológica más conocida de las algas es la producción primaria, son los principales productores de materia orgánica a partir de la inorgánica en el mar, de esta manera la materia orgánica ingresa a las cadenas tróficas. Este paso puede producirse por el consumo de algas, la absorción de nutrientes disueltos de origen vegetal por otros organismos, o por la descomposición de estas. Hay algas en todos los ambientes acuáticos donde existe luz, tanto de agua dulce como de agua salada, unas veces en el plancton otras en el bentos. Se encuentran también en ambientes terrestres húmedos, como es el caso del verdín que crece en suelos, en muros, en cortezas de árboles, etc.
Son notables las algas que forman asociaciones simbióticas con organismos heterótrofos. Este es el caso de las que forman líquenes en asociación con hongos. También el de los simbiontes unicelulares que se encuentran en muchos animales marinos, sobre todo moluscos y corales. Existen formas unicelulares hipertérmofilas, creciendo en fuentes termales, entre las algas rojas. Son de gran interés biológico, porque esta condición es única entre los organismos eucariontes. De interés práctico son las floraciones o blooms producidos por algunas algas eucarióticas unicelulares que protagonizan a veces mareas tóxicas.
Simbiosis.- Distintas algas aparecen formando notables simbiosis metabólicas. Se trata de asociaciones mutualísticas en las que organismos con metabolismos distintos se asocian, beneficiándose mutuamente de sus respectivas habilidades.
* Líquenes. Son asociaciones simbióticas de un alga y un hongo con capacidad fotosintetizadora, conferida por el alga, que se desarrollan en ambientes subaéreos (terrestres) biológicamente inhóspitos, como las rocas desnudas y las cortezas de los árboles. Tienen gran importancia como organismos ecológicamente pioneros, capaces de colonizar ambientes previamente estériles. Hay dos grupos de algas implicadas en las simbiosis liquénicas, las cianobacterias y, más comúnmente, las algas verdes. 7
* Simbiosis con animales. Existen muchos ejemplos de animales (reino Animalia) acuáticos que guardan algas unicelulares en sus tejidos superficiales, dentro de sus células o entre ellas. Sacan ventaja de la fotosíntesis a la vez que proporcionan al alga un ambiente muy constante y favorable para su crecimiento. Se llama zooxantelas y zooclorelas a estas algas, según que sean doradas o verdes. Las primeras son en general dinoflagelados, sobre todo del género Symbiodinium; las segundas son algas verdes. El grupo biológico donde este fenómeno es más importante es el de los corales (Cnidaria. Anthozoa), que ecológicamente se comportan como productores primarios fotosintetizadores, gracias a esta simbiosis. También son notables las simbiosis equivalentes que se encuentra en moluscos nudibranquios. Algo parecido se observa en protistas como los ciliados Mesodinium rubrum, oceánico, o Strombidium viride, una especie de agua dulce que conserva las algas verdes unicelulares que fagocita mucho tiempo antes de digerirlas. Estos organismos representan un modelo de como se originaron los plastos por endosimbiosis.
* Helechos acuáticos, como el género Azolla, albergan en simbiosis en sus cavidades estomáticas cianobacterias de las que aprovechan su capacidad para fijar el nitrógeno, un nutriente generalmente escaso, tomándolo del aire.
Parasitismo.- Hay varios casos notables en que algas aparecen implicadas en relaciones parasitarias.
* La cianobacteria Phormidium corallyticum ataca a colonias de coral de diversas especies. Los filamentos del alga provocan lesiones que facilitan la penetración de bacterias sulfooxidantes que son las que a su vez causan el daño más grave. Se estima que la infección es más probable en aguas poco turbulentas y contaminadas.
* Los rodófitos o algas rojas son muy frecuentemente parásitos de otros rodófitos. En general parásito y huésped están filogenéticamente próximos. El parásito inyecta núcleos celulares en las células del huésped, que queda así transformado, produciendo luego células sexuales portadoras del genoma parasitario.
* Varias algas verdes (Chlorophyta) son parásitas de plantas verdes (Plantae). Por ejemplo, Cephaleuros es una alga filamentosa que crece en los tejidos de diversas plantas, incluidos cultivo como el té o el café.
* Un par de especies del alga verde Prototheca se han convertido en patógenas de diversos animales, como las vacas o los seres humanos. En las vacas producen mastitis muy contagiosas que no se pueden controlar sin sacrificar los animales.
Usos de las algas.- Las algas pueden ser utilizadas para producir biocombustibles (bioetanol, biobutanol y biodiésel), por otra parte, en el mundo de la estética se utilizan por sus propiedades hidratantes, antioxidantes y regeneradoras. Tradicionalmente se han usado como fertilizante o corrector de tierras de cultivo. Industrialmente son fuente de agar, alginatros y carragenatos. La industria de las algas marinas ofrece una amplia variedad de productos, el valor total anual de cuya producción se estima entre 5 500 y 6 000 millones de dólares EE. UU. De ese total, a los productos alimenticios para consumo humano corresponde un valor de 5000 millones de dólares. Las sustancias que se extraen de las algas, los hidrocoloides, representan una gran parte de los restantes miles de millones de dólares, mientras que el resto corresponde a diversos usos menores, como fertilizantes y aditivos para piensos. La industria utiliza 7 500-8 000 millones de toneladas de algas húmedas al año, que se recogen o bien del ambiente natural (silvestres) o bien de cultivos (cultivadas). El cultivo de algas ha crecido rápidamente al superar la demanda a la oferta disponible de recursos naturales. La recolección comercial se realiza en unos 35 países esparcidos entre los hemisferios norte y sur, en aguas que varían de frías, hasta tropicales, pasando por templadas.
Gastronomía.- Las algas sirven como alimento en algunas partes del mundo. Ejemplos de algas comestibles son: Kombu, Gim, Nori, Hijiki, Karengo (Porphyra columbina), espagueti de mar (Himanthalia Elongata), y el "Cochayuyo" (Durvillaea antarctica) en los países del sur del Pacífico. Hay muchas variedades, son las verduras del mar que nos aportan nutrientes concentrados, que en cantidades mínimas nos otorgan grandes beneficios. En la cocina se pueden usar de múltiples maneras: arrollados, snacks, sopas, guisos, paellas, etc
Información nutricional.- Nutricionalmente las algas son bajas en calorías, presentan una alta concentración de proteínas, fibra dietética, minerales y vitaminas.
* Proteínas ricas en glicina, arginina, alanina y ácido glutámico. Contienen aminoácidos esenciales..
* Vitaminas destacadas: A, B1, B12, C, D y E, riboflavina, niacina, ácido pantoténico y ácido fólico.
* Alto contenido en minerales, un 36% del peso seco más o menos ( sodio, calcio, potasio, cloro, sulfuro, fósforo, yodo, hierro, zinc cobre, selenio, molibdeno, flúor, manganeso, boro, níquel y cobalto)
* Bajo contenido de lípidos, sobre un 1-5%. La proporción de ácidos grasos esenciales es mayor que en plantas terrestres. Destaca el contenido en ácido eicosapentanoico (EPA) y docosahexahenoico (DHA), de la familia de los omega 3.
* Bastante fibra, pudiendo variar de 36-60% de su materia seca. Especialmente la fibra soluble. Por lo tanto, no son una buena fuente de hidratos de carbono disponibles.
* Compuestos bioactivos de alta capacidad antioxidante como los carotenoides y polifenoles que provienen de los pigmentos naturales.
También poseen características tecnológicas interesantes para la industria alimentaria, mejorando los productos mediante sus propiedades antioxidantes, emulsionantes y capacidad de retención de líquido y grasas
Listado de géneros notables de algas
Acetabularia
Anabaena
Asterionella
Caulerpa
Ceratium
Cyclotella
Corallina
Chara
Diatomea
Dinobryon
Fragilaria
Fucus
Gelidium
Gloecapsa
Halemida
Laminaria
Musgo de Irlanda
Nereocystis - (Alga cinta)
Noctiluca
Nostoc
Oscillatoria
Postelsia - (Palmera de Mar)
Spirulina
Ulva lactuca - (Lechuga de Mar)
Vaucheria
Volvox
Entre las algas existe una gran variedad de formas y tamaños, tipos de nutrición, respiración y reproducción, así como de los hábitats que ocupan. Poseen la clorofila que, asociada con pigmentos, les proporciona sus colores característicos. Casi todas se desarrollan en medios acuáticos y sólo algunos géneros subsisten en ambientes terrestres siempre que contengan suficiente humedad ya sea en troncos de árboles o en el suelo. La mayoría son microscópicas y forman parte del fitoplancton como primer eslabón de la vida marina aunque existen otras de varios metros de longitud.
En el planeta, las algas forman una inmensa población de individuos de estructura celular simple, se conocen aproximadamente 110 mil especies, reunidas en cuatro grandes grupos, que son: las "cianofitas" (Cyanophyceae) o algas azul-verdosas, las "clorofitas" (Chlorophyceae) o algas verdes; las "feofitas" (Phaephyceae) o algas pardas, y las "rodofitas" (Rhodophyceae) o algas rojas.
Las algas azul-verdosas y las verdes se encuentran tanto en agua marina como dulce, mientras que las de los otros dos grupos son casi exclusivas de ambientes marinos.
Su tamaño es variable: algunas, como el alga azul-verdosa del género Spirulina, son microscópicas, es decir, forman filamentos que miden milésimas de milímetros; en cambio, existen otras, gigantes, que llegan a medir hasta 60 metros, como el alga parda llamada "sargazo gigante" (Macrocystis). También en su forma presentan gran diversidad; por ejemplo, el alga roja del género Porphyra tiene el aspecto de una lengüeta de bordes ondulados; Ulva, que es una clorofita, se parece a una hoja de lechuga; mientras que el "alga listón" (Nereocystis) es un alga parda que tiene el aspecto de plumero.
Los mantos de algas marinas se localizan en aguas próximas a las costas, generalmente sobre fondos rocosos, a profundidades que van entre los 3 y los 25 metros, dependiendo de la transparencia del agua, debido a que necesitan luz para realizar la fotosíntesis, función en la que forman los compuestos orgánicos que requieren para vivir y desarrollarse.
Las algas se adhieren al sustrato por medio de rizoides, especies de raíces llamadas "estípite"; de ellos se forma un "talo" que es semejante al tallo de las plantas superiores y en él se implantan unas láminas o "frondas", que se asemejan a las hojas.
Las algas marinas más abundantes y de mayor tamaño son las pardas, ya que de ellas se conocen cerca de 4 mil especies diferentes que se distribuyen principalmente en aguas frías septentrionales y pocas llegan a las regiones tropicales. Las algas rojas, que también dominan el medio oceánico, se localizan en todos los mares del planeta.
Las algas han sido utilizadas por la humanidad desde hace miles de años; en China y otros países de Asia se consumen como alimento y también se emplean para fabricar medicamentos. En el mundo occidental, su aprovechamiento industrial se inició en el siglo XVIII para extraer de ellas sosa, yodo y otros compuestos químicos.
Desde hace mil años, los científicos chinos tenían conocimiento de que el jaidai, un tipo de alga marina comestible, de la especie Laminaria japonica, era útil en la prevención y tratamiento del bocio. Aun así, durante siglos esta planta marina, valiosa por su alto contenido de yodo y grandes cantidades de algina y otros hidratos de carbono, tenía que importarse en forma seca desde Japón y Corea ya que no era originaria de China. En los últimos años el éxito de su cultivo en las aguas chinas la hecho muy abundante.
Otro tipo de algas que hace más de 500 años utilizaron los aztecas y que puede ayudar a combatir la desnutrición, es la Spirulina, cultivada actualmente en México.
Esta pequeña alga en forma de espiral, que mide un cuarto de milímetro, es decir 250 micras, es producida con mucha facilidad en los lagos de las tierras áridas, que tienen gran cantidad de sales minerales. Los aztecas la consumían como alimento, la nombraban tecuitlatl que significa "excremento de piedra". Esta costumbre desapareció con el tiempo. Biólogos y antropólogos sostienen que, en épocas preshispánicas los habitantes de México consumían "tamales" elaborados con algas marinas y de agua dulce. Esto lo corrobora el fraile franciscano Bernardino de Sahagún, quien en 1550 asentó que "con el tecuitlatl de color azul claro, hacen unas tortas y tostadas y las comen".
La humanidad volvió a saber de la existencia de la spirulina, cuando en los años 60 los técnicos del Instituto Francés del Petróleo buscaban el preciado combustible en el centro de África. Se trata de una región árida, pobre, donde nada indica que exista algún tipo de alimentación fácil de obtener. Sin embargo, los nativos de Kanem parecían saludables y robustos, lo cual fue estudiado por etnólogos franceses y belgas que, a finales de 1962, descubrieron que los nativos cosechaban y consumían algas desde tiempos inmemoriales. Se trataba de un alga de color azul que rápidamente prolifera en charcas poco profundas, cuya agua rica en bicarbonato sódico posee un pH alcalino y una salinidad elevada.
Las mujeres de la tribu recolectan la spirulina en cestas de mimbre, dejan escurrir el agua sobre cántaros de barro y, lo que queda en las cestas, lo ponen a secar al Sol. El producto final es una pasta con la cual se hace una salsa agregándole grasa de res, cebolla frita, pimientos, gramíneas silvestres y lengua de vaca que está destinada a acompañar las albóndigas de mijo.
También esta alga ha sido aprovechada en Kenia, Etiopía, Egipto, Zambia y Perú. En nuestro país, desde el año de 1967, se inició su cultivo en los cuerpos de agua que quedan del antiguo lago de Texcoco y se han logrado obtener 30 toneladas de alga por hectárea. Se hicieron estudios de sopas, atoles y flanes preparados con spirulina, para conocer su digestividad y comprobar que no provoque ningún tipo de enfermedad.
Esta alga contiene un 70% de proteínas, contra un 8% del trigo, un 7% del arroz y un 2% de la papa. Es de muy fácil digestión debido a que carece de celulosa, sus ácidos grasos esenciales no saturados son factor de conocida importancia en la prevención de enfermedades vasculares. Su composición de aminoácidos señala que la spirulina presenta una estructura semejante a la yema del huevo. Posee, además, 24% de carbohidratos, así como pigmentos, minerales y vitaminas A, B1, B2, B6, C, E y la excepcional vitamina H.
Ya nadie tiene dudas de que su alto porcentaje de proteínas y la buena calidad de las mismas, convierten a esta alga en un alimento excepcional. Sirve para la nutrición de diversas especies, que van desde las larvas de crustáceos e insectos hasta el ganado vacuno, sin olvidar al hombre.
Actualmente se le utiliza también en la acuicultura, ya que acelera el crecimiento, la madurez sexual y estimula la ovulación y reproducción sexual de moluscos y peces. Gracias a su alta proporción de pigmentos amarillos y anaranjados, puede dar coloración a la carne de pollo y a la yema de huevo; a la mantequilla le confiere un amarillo intenso.
En los países del Lejano Oriente, principalmente Japón, las algas continúan conservando su importancia como alimento y muchas naciones piensan en ellas como una de las fuentes de proteínas para la alimentación futura de la humanidad.
Entre las algas marinas más utilizadas en la actualidad está el "sargazo gigante" (Macrocystis), localizado tanto en la costa nordeste del Pacífico, California, EUA y Baja California, México, así como en las de Perú, Chile, Argentina, Sudáfrica, Nueva Zelanda y Tasmania.
Otras algas pardas son el alga "cola de caballo" (Laminaria digitata) que abunda en las costas de Groenlandia, Islandia, Noruega, Francia, España, Japón y Unión Soviética; y el "sargazo común" (Sargassum) así como las del género Focus de la región norte del Océano Atlántico y en el Pacífico del sur como las costas de Chile, Nueva Zelandia y Australia.
De las algas rojas, las del género Gelidium crecen sobre las rocas de la zona costera de Japón, España, Portugal, Marruecos, Senegal, Estados Unidos, México, Chile, India, Filipinas y Madagascar. Otra rodoficea importante para la industria es el género Gracilaria, común en muchos países como Japón, Filipinas, China, India, Australia, Chile, Perú, Brasil, Argentina, Canadá y Estados Unidos. Algunas son menos abundantes, como Phyllophora y Ahnfeltia en la Unión Soviética, y Pterocladia en Japón.
Debido a la diversidad en tamaños, hábitats, forma en que se fijan y abundancia, los métodos para la "extracción" o recolección son muy variados; se puede considerar que siguen utilizándose los tradicionales, aunque para ciertas algas, como las grandes feofíceas, ya se han tecnificado en pequeña escala; sin embargo, el buceo y el corte a mano dominan en esta industria.
Las algas rojas son de menor tamaño que las pardas, se encuentran a mayor profundidad, y se recogen a mano o con rastrillos o rastras. En algunos países de Asia, la operación la realizan buceadoras que sólo usan unos anteojos protectores y, por ejemplo, en Japón llegan a extraer hasta una tonelada y media del alga Gelidium en 24 horas; esta misma cantidad es recolectada por los buceadores en Baja California, México, durante una jornada de trabajo.
Para la extracción de las feoficeas, que son las algas grandes, se han logrado diseñar embarcaciones con características especiales; por ejemplo, en México el "sargazo gigante", alga flotante, se recolecta con una embarcación de 33.5 metros de eslora, con capacidad de 350 toneladas y autonomía para pescar durante 20 horas, llamada Sargacero. La extracción se lleva a cabo en forma mecánica con embarcaciones que tiene en la proa una rampa levadiza con cuchillas en los bordes laterales y en el inferior de la misma dispuestas de tal manera que cortan el sargazo al paso del barco. La rampa mide 9.20 metros de ancho y lleva una banda que recoge el sargazo cortado y lo eleva hasta dejarlo caer en el depósito de almacenamiento. El corte se hace a una profundidad máxima de 4 metros, con el fin de dejar la región de fijación de la mayoría de estos grandes vegetales, podando" sólo el 40% del vegetal; de este modo se puede contar con materia prima suficiente y permitir que se regeneren y queden listas para volverlas a cortar, lo cual en Macrocystis lleva un lapso de 4 meses.
También se recogen cantidades significativas de algunas algas, como Laminaria, cuando son arrojadas a las playas por los temporales que las arrancan del sustrato en que están fijas; a estos conjuntos de algas muertas se les denomina "algazos" o "arribazones", sirven como alimento para animales y como abono.
Uno de los problemas para lograr el desarrollo de la industria de las algas es la falta de métodos adecuados de recolecta: la manual es lenta y cada vez se hace más costosa, aunque en países en vías de desarrollo son muy importantes pues ofrecen fuentes de trabajo e ingresos para todos los miembros de las familias de pescadores.
Después de recoger las algas marinas y antes del proceso industrial, se hace necesario "secarlas". Se ha calculado que para obtener un kilogramo de alga seca, se necesitan 3 o 4 kilogramos de alga fresca. Con esto se evita que las algas, por el alto contenido de agua, se "pudran" o descompongan; ya secas, resulta fácil lograr que se gelifiquen.
Cuando el secado se realiza adecuadamente, es posible almacenarlas por varios años, con pérdidas insignificantes sobre todo en su contenido de gel, que es el compuesto que se utiliza para producir el agar.
Los métodos de secado son también muy diversos, generalmente se lavan en agua de mar para quitar la arena y los organismos que viven asociados; no se emplea agua dulce porque cambiaría la concentración y se dañarían las células que forman el cuerpo del alga. Posteriormente se extienden en capas delgadas sobre bastidores de bambú, plataformas de madera o rocas limpias; cuando las condiciones del clima son adecuadas, la operación dura de uno a dos días.
Este procedimiento es común para trabajar el alga llamada "liquen de Irlanda" (Chondrus crispus) utilizada en la industria de "carragenano". Para alcanzar mayor calidad se blanquean, rociando las secas con agua de mar y girándolas frecuentemente.
En algunos países como Canadá, Estados Unidos y Francia, donde las condiciones climáticas no son favorables para el secado natural de las algas, se logra hacerlo en grandes tambores calentados con fuego, los cuales giran para que se realice un secado uniforme; aunque el costo es mayor, la calidad que se obtiene con este método es superior.
En la actualidad, la FAO ha estimado que la producción total anual de algas, ya sea recolectadas o cultivadas, alcanza cerca de 3.5 millones de toneladas en peso húmedo; los principales países productores son China, Japón, Corea, Estados Unidos, Brasil, Unión Soviética, Noruega, Francia, España, Irlanda, Canadá y México que recolectó en 1988, según la estadística de la Secretaría de Pesca, 29 120 toneladas.
Las algas se han usado tradicionalmente como alimento y como fertilizante; con el desarrollo de la industria cada día se emplean más para extraer compuestos químicos de gran valor económico, como los ficocoloides llamados agar, carragenano, furcelarano y algina.
Esta industria se inició hace varios siglos en Japón. Las primeras fábricas se establecieron en el siglo XVII para producir sosa y potasa a partir de las cenizas de algas pardas, sustancias con las que confeccionaban jabones y vidrio; posteriormente, en el siglo XIX, se utilizaron para obtener yodo.
El agar es un compuesto insoluble en agua fría y sí se disuelve en agua caliente. Al enfriarse compone una masa gelatinosa formando un coloide; se extrae principalmente de las algas marinas de los géneros Gelidium y Gracilaria que son algas rojas abundantes en las costas de muchos países. El término "agar" y "agar-agar" generalmente se confunden ya que se aplican para todas las sustancias que se extraen de las algas. Este coloide puede tener varias presentaciones comerciales: tiras delgadas, granulado, copos, tabletas, etc. se emplea como suspensor, estabilizador y espesante en la fabricación de alimentos como quesos cremosos, sopas, salsas, yoghurt, etcétera; también se preparan con él dulces y helados.
El incremento del uso del agar en otras industrias, por ejemplo fabricar moldes de odontología, en cirugía plástica, para herramientas finas, etcétera, y su aplicación en el área médica y en la de farmacia para preparar laxantes, medios de cultivo microbiológicos, anticoagulantes y vendajes, así como para tratamiento en padecimientos gastrointestinales, ha estimulado que los industriales sustituyan los métodos tradicionales de extracción, que todavía se siguen practicando en países como Japón, por modernas técnicas que se desarrollan en complejos industriales; esto sucede en el mismo Japón y en Estados Unidos, Unión Soviética, Corea, España, Francia, Italia, Nueva Zelandia, Argentina, Chile y México, entre otros.
El carragenano es otro polisacárido con propiedades químicas y aplicaciones diferentes al agar; las principales algas de las que se extrae son el "liquen de Irlanda" (Chondrus crispus) y el "pelo de cochi" (Gigartina canaliculata) abundantes en las costas del Pacifico y del Atlántico norte; Canadá, Estados Unidos y Dinamarca, son los países que más las explotan; en la actualidad otros países que se encuentran lejos de estas zonas, como en África, Indonesia, Filipinas y Malasia, están empezando a extraer este producto de otro género, la Eucheuma.
La acción del carragenano se conocía empíricamente, desde hace siglos, en los pueblos costeros de Inglaterra, Irlanda y Francia, en donde sus habitantes agregaban concentrados extraídos de estas algas rojas a la leche para cocerla, cuando se enfriaba, adquiría una consistencia semejante a gelatina; en la actualidad a este alimento se le conoce como blancamanger o "manjar blanco", y se consume como postre.
Los químicos de nuestra época han logrado conocer la composición del carragenano y producir diversos tipos de este compuesto, según las necesidades de su aplicación. La industrialización de esta alga ha alcanzado altos niveles en Estados Unidos, Dinamarca y Francia, aunque también se producen cantidades menores en Reino Unido, Noruega, España, Japón, Canadá y México.
El carragenano tiene usos comunes con el agar, se emplea principalmente en la industria alimentaria; por ejemplo, en los productos lácteos, en la elaboración de bebidas, en productos de pastelería, en las conservas de carnes y pescado, en aderezos de ensaladas y salsas y en la preparación de alimentos dietéticos. Esta gran diversidad de aplicaciones hace que continuamente estén surgiendo nuevos métodos para su aprovechamiento.
En la industria farmacéutica se emplea en menor proporción que el agar y con él se preparan pastas y polvos dentífricos así como compuestos farmacéuticos insolubles. En otras industrias, como la de las pinturas, se emplea en acuarelas, también se usa en la de textiles, en la de curtiduría de cueros, etc. Resulta muy útil como endurecedor y aglutinante.
Del alga roja Furcellari fastigiata, abundante en las costas de Dinamarca, Unión Soviética y Canadá, desde hace 30 años se extrae un nuevo coloide llamado furcelarano que es empleado en la producción de gomas para alimentos como mermeladas y otras conservas, jugos de frutas, cervezas y alimentos dietéticos; también se usa en los dentífricos.
La algina nombre común que se le da a las sales del ácido algínico, sobre todo al alginato de sodio, se obtiene de las grandes algas pardas que abundan en el Pacífico y Atlántico norte, principalmente del sargazo gigante (Macrocystis pyrifera) que, a pesar de no ser el alga más rica en este compuesto, por su gran tamaño es la mas rentable, ya que se puede recolectar en grandes cantidades por medios mecánicos.
Otras fuentes de algina son las algas de las especies Ascophyllum nodosum y Laminaria digitata, y de los géneros Ecklonia, Nereocystis Sargassum y Fucus, todas ellas feofitas y abundantes en los mares fríos.
Las propiedades químicas de la algina la hacen un compuesto de gran utilidad en la industria: se disuelve en agua formando una solución extremadamente viscosa, espesa como la miel, a tal grado que es difícil pasarla de un recipiente a otro, por lo que resulta ideal como agente espesante, estabilizador, suspensor y gelificante, ademásde ser capaz de formar delgadas películas sobre las superficies.
A mediados del presente siglo la producción de algina se incrementó, primero en Estados Unidos y en el Reino Unido y posteriormente, en Noruega, Francia y Japón, produciéndose también en Canadá, España, Marruecos, Chile, India, Brasil y Unión Soviética. En México se ha iniciado esta industria y los técnicos del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (CICIMAR) del IPN, diseñaron en 1983,un nuevo método para la extracción de alginatos.
Los diversos compuestos de alginas y alginatos tienen amplia aplicación en diversas industrias: en la alimentaria, en la confección de helados para evitar la formación de cristales de hielo, en salsas y aderezos para ensaladas, preparados de carnes, embutidos, conservas de pescado, preparación de vinos, cervezas, etcétera; en la farmacéutica, como aglutinante de píldoras, pastillas y ungüentos, en pastas dentífricas, en cremas cosméticas, champús y jabones, en moldes dentales y ortopédicos; en la industria textil sirven para que las tintas no se extiendan en las telas.
Tienen además otros usos industriales muy diversos, como su empleo en la producción de materiales de construcción: alquitrán y asfaltos, madera artificial, productos aislantes, etcétera; su aprovechamiento en la preparación de esmaltes y cerámicas, espumas antincendios, ceras para pulir automóviles, lubricantes para perforaciones petrolíferas, revestimiento de películas fotográficas, etcétera.
Además de estos productos elaborados con algas para uso industrial, existen otros de menor valor actual, pero con grandes posibilidades en el futuro, como son el hipneano, el fumorano, el iridoficano y el filoforano que se obtienen de algas rojas.
Otros usos de las algas se consideran los de más larga tradición: su aprovechamiento como piensos, es decir, alimento de animales, y como fertilizantes, que en últimos tiempos se ha extendido gracias al diseño de métodos industriales para su preparación.
Un ejemplo de su empleo como pienso se encuentra en Islandia, donde permiten pastar a ovejas y caballos en las playas cubiertas con algas. En Irlanda se produce harina, a partir del alga Acophyllum nodesum para complementar la dieta de las ovejas.
Las principales algas utilizadas como abonos son Macrocystis y Ascphyllum que son magníficos acondicionadores del suelo, lo cual favorece el desarrollo de las plantas. Un ejemplo se puede observar en Francia, donde los agricultores aprovechan los "algazos" para fertilizar sus cultivos de cebada, patatas, hortalizas y viñedos, obteniendo magníficos resultados
Sin embargo, el uso reportado como el más antiguo, es su provecho como alimento que data de hace varios millares de años. Esta costumbre se desarrolló principalmente en el mundo oriental ya que el occidental apenas la incorporó en el siglo pasado.
En Japón muchos de los guisos llevan algas, los más comunes son el nori, el wakame y el kombu, que complementan platos tradicionales como el sushi y las albóndigas de arroz y pescado. El alga utilizada para el nori es Porphyra, para el wakame se usa la Undaria y para el kombu, la Laminaria.
En otros países las algas verdes del género Caulerpa se comen crudas o cocidas, como en Filipinas, Malasia, Guam y Singapur; las algas pardas Sargassum y Turbinaria se consumen frescas, cocidas en leche o ahumadas, en Polinesia, China, Japón y Malasia; y diversas especies de algas que se consumen crudas o hervidas y mezcladas con otros alimentos, forman el llamado limu, ampliamente utilizado en Hawai, islas que tienen gran variedad de platillos confeccionados con algas.
En Europa los principales comestibles que emplean algas son el "tangle", preparado con Laminaria saccharina, en Escocia; el "dulce" confeccionado con Rhodymenia, en Irlanda; en Inglaterra se prepara una especie de pan gelatinoso con Laminaria y Chondrus; en Unión Soviética se come la Laminaria como "col de mar"; etcétera.
En América del Norte, en Canadá, se utiliza el "dulce" para aderezar los platos de carne y pescados; en Estados Unidos emplean el alga parda gigante Nereocystis para preparar el seatron, con la planta desalada, aromatizada y endulzada; en el Caribe se usan varias especies de algas para hacer gelatinas; los habitantes de Chile consumen la Ulva con el nombre de "luche" y a Durvillea como "cochayuyo", empleándolas en la preparación de sopas densas y ensaladas.
En México el consumo del alga de agua dulce spirulina, ha tomado nuevo impulso. Por su riqueza en vitaminas, esta alga es muy estimada por las tribus del centro de África para ayudar a destetar a los niños y, mezclada con mijo, sirve en la elaboración de harina para galletas.
Como se observa, en muchos países las algas constituyen un alimento común y se espera que, por su riqueza nutritiva, en un futuro puedan aportar una mayor contribución a la nutrición humana en todas partes del mundo.
Uno de los problemas nutricionales actualmente, es la ausencia de proteínas en la alimentación de amplios sectores de la población mundial. Según la Organización de las Naciones Unidas el mundo tiene, a partir del 12 julio de 1988, 5 mil millones de seres humanos, y los cálculos de las organizaciones especializadas indican que, por lo menos, la mitad de ellos están mal alimentados y que cada 24 horas unos 30 mil niños mueren a raíz de su mala alimentación. Las vitaminas y proteínas de las algas constituyen un complemento nutritivo de gran valor que puede contribuir a que la humanidad llegue a asegurar a todos los seres el derecho a la vida.
Es importante señalar que en la explotación de las algas, como en la de todos los recursos renovables, se debe estimar el potencial actual y futuro para así evitar el subaprovechamiento o la explotación irracional. Los estudios para cuantificar los mantos son muy variados y van desde su observación a través del buceo, hasta su evaluación usando el procesamiento digital de imágenes multiespectrales, por medio de la fotografía aérea infrarroja, así como los estudios que aplican las imágenes de satélite.
También varios países trabajan para contar con información que les permita el cultivo de las algas; algunos, como los orientales y en especial Japón, tienen gran éxito en sus programas, y han llegado a producir algas tanto con fines industriales como alimentarios.
El futuro de la pesquería de las algas es alentador y algunos científicos, entre ellos Stanford, quien descubrió el ácido algínico en 1884, dicen que los suministros mundiales de algas son prácticamente inagotables". Pero es indiscutible que su explotación indiscriminada, al afectar la capacidad de reproducción, es altamente riesgosa.
Por esta razón, la humanidad debe cuidar la explotación de las algas para conservar un nivel adecuado de vida y para mejorar el de los países que todavía no alcanzan su desarrollo. Es importante que todos utilicemos, de manera adecuada, estos recursos vegetales que los océanos nos ofrecen para recibir los beneficios sociales y económicos que se derivan del aprovechamiento de las algas.
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