COMO RECONOCERLO.- Pez de hasta 30 cm. de longitud, de cuerpo alargado, delgado y comprimido dorsoventralmente, sin escamas.La cabeza tiene forma triangular, con la boca en la parte inferior, de grandes labios y con la mandíbula superior más prominente que la inferior.Los ojos saltones, están en la parte superior.
Preopérculo con una gran espina o apéndice que tiene 4 espinas; una dirigida hacia delante, otra hacia atrás y dos apuntando a la parte superior.Primera aleta dorsal con 4 radios espinosos, muy alta a modo de vela, cuyo primer radio alcanza la aleta caudal en los machos pero no en las hembras o juveniles, siendo entonces más corto que la segunda aleta dorsal, formada por 9 radios blandos.Aleta anal con 9 radios blandos, pectoral con 20 y ventral con 1 radios espinoso y 5 radios blandos.Color del macho pardo con moteado azul en el dorso y una banda azulada en flanco, segunda aleta dorsal amarilla con bandas longitudinales también azules.Color de la hembra y juveniles, más pálido ventralmente, con puntos negros en el flanco y tras la primera dorsal 3 bandas dorsales pardas.
RESUMIENDO.- Pertenece a la familia de los calionímidos. Tiene un cuerpo alargado y delgado, con una piel mucosa y sin escamas, una cabeza ancha y aplanada, terminada en un hocico largo, y una boca pequeña, cuya mandíbula superior es prominente (maxilar superior protráctil); los ojos son grandes orientados oblicuamente hacia arriba, uno cerca del otro.Aberturas branquiales reducidas a pequeños orificios. Sólo tiene dos aletas dorsales: la primera con cuatro radios espinosos y flexibles, y la segunda, con nueve radios blandos. En los machos, el primer radio llega hasta la inserción de la aleta caudal. La aleta anal es larga y siempre con nueve radios blandos. Los colores predominantes son el amarillo o el marrón en los machos, y un marrón amarillento en las hembras.
REPRODUCCIÓN.- Tiene un cortejo muy complejo.Período de freza, de enero a agosto. La puesta tiene lugar a profundidades de 20 a 40 m, después de que el macho acabe de ejecutar una danza nupcial delante de su pareja.Esta consiste en enlazarse los peces y subir lentamente hasta la superficie.La reproducción se da en la costa durante la primavera y el verano. La puesta se realiza a mediados de agua, el macho nada con las aletas desplegadas junto a la hembra. Los huevos y larvas son planctónicos.
QUE COME.- Se alimenta de poliquetos, crustáceos y moluscos.Es depredador de invertebrados bentónicos.
DONDE VIVE.- Vive hasta unos 5 a 400 m. de profundidad o más sobre sustratos blandos.Es territorial y muy agresivo.Es bentónico.Se entierra en la arena o bajo piedras o conchas.
Se encuentra desde el sur de Islandia y Noruega hasta Mauritania, el norte del Mar Mediterráneo, Gibraltar, Argelia , al oeste del Mar Negro, el Mar Egeo, el Mar Adriático, las Azores e Islas Canarias.INDICACIONES PARA LA PESCA.- Pesca con redes y con sedal. A fondo.
La pesca a fondo desde la costa es una de las modalidades más practicadas en la actualidad, la razón más importante para que esto sea así es la de que ofrece a quienes la practican más y mejores resultados que otras técnicas de mar. Y es que en el fondo es donde se encuentran las especies de mayor tamaño.La técnica de pesca a fondo consiste principalmente en situar el anzuelo cebado sobre el fondo, donde habitan diferentes especies marinas que acudirán al festín.
Para que de resultados, no sólo deberemos conocer la técnica necesario, sino también las costumbres y hábitats de los diferentes peces.
La Caña. - Deberán ser robustas y de una gran potencia. De anillas anchas, que permitan el paso del nylon sin posibilidad de rotura.No es necesario que sea excesivamente larga (la medida idónea ronda entre los dos y los dos y medio metros). Por último es recomendable que la empuñadura esté colocada más bien en lo alto de la caña.
El Carrete.- Debe ser robusto, con bobina amplia y con una velocidad de recuperación media (nunca excesivamente lento). Es recomendable el carrete de tambor fijo.
Sedal - deberá ser grueso.
Plomos - su selección y colocación dependerán de las características del mar:
Si se pesca en aguas con corrientes, con mucho movimiento o entre olas, deberemos utilizar un plomo fijado al final del sedal; mientras su forma deberá ser plana (resisten mucho mejor los vaivenes).
En aguas tranquilas; lo adecuado son los plomos deslizantes con forma de oliva.
Sedal - deberá ser grueso.
Plomos - su selección y colocación dependerán de las características del mar:
Si se pesca en aguas con corrientes, con mucho movimiento o entre olas, deberemos utilizar un plomo fijado al final del sedal; mientras su forma deberá ser plana (resisten mucho mejor los vaivenes).
En aguas tranquilas; lo adecuado son los plomos deslizantes con forma de oliva.
Tuercas, tornillo, bujías... sin lugar a dudas el plomo es el material de pesca que más variables admite y donde el pescador se permite mayor ?creatividad?.
A pesar de que muchos utilizan estos materiales caseros, lo cierto es que las casas fabricantes se esfuerzan a diario por ofrecer plomos de diferentes pesos y formas, cada uno de los cuales parece mostrarse adecuado para un tipo de pesca, unas características meteorológicas, una zona... Con una simple ojeada al mercado de los plomos nos haremos una idea de la gran variedad existente y, en consecuencia, de la dificultad que supone una correcta elección.
Si hay dos variables a tener en cuenta a la hora de seleccionar el plomo más adecuado en cada caso, éstas son en primer lugar el Peso, que deberá calcularse en función de la profundidad a la que se desee pescar y teniendo siempre presente la línea a emplear en cada caso (un plomo pesado en una línea fina acabará por partirla; mientras que si usamos un plomo pequeño en una línea gruesa el lanzado será sumamente difícil de realizar, ya que el plomo no podrá vencer la resistencia de la línea en su desplazamiento por el aire).Y en segundo lugar, la Forma, que sin duda influirá en el comportamiento de nuestro aparejo.
Teniendo en cuenta estos dos factores, le recomendamos que siga las siguientes premisas a la hora de elegir sus plomos:
Teniendo en cuenta estos dos factores, le recomendamos que siga las siguientes premisas a la hora de elegir sus plomos:
Si lo que buscamos es pescar a fondo, necesitaremos una plomada que sea capaz de mantener los anzuelos y por lo tanto la carnada, en el lugar en el que haya caído, sin miedo a que las corrientes o los vientos la muevan. Por lo tanto precisamos un plomo de tamaño considerable y con una fuerte base.
En caso de que el viento sople con fuerza, siempre resulta recomendable elegir plomos que dispongan de algún tipo de agarre, para que se aferre al fondo, evitando los incómodos y nada provechosos desplazamientos.
Si coincide en un día de poco viento, podremos optar por plomos de menor peso. En estos casos no será necesario que tengan bordes ni agarres, lo que sin duda nos facilitará conseguir nuestro objetivo en el momento del lance.
En caso de que el viento sople con fuerza, siempre resulta recomendable elegir plomos que dispongan de algún tipo de agarre, para que se aferre al fondo, evitando los incómodos y nada provechosos desplazamientos.
Si coincide en un día de poco viento, podremos optar por plomos de menor peso. En estos casos no será necesario que tengan bordes ni agarres, lo que sin duda nos facilitará conseguir nuestro objetivo en el momento del lance.
Además de estos pequeños trucos, siempre conviene tener muy presente el tipo de fondo en el que queremos pescar. En general podemos hablar de los siguientes fondos:
Arena fina: utilizaremos un plomo con forma de pirámide o de gancho. Este tipo de fondo no suele presentar problemas, por lo que prácticamente es válido cualquier tipo de plomo.
Arena fina entre rocas: el plomo de gancho será adecuado (no si estamos lanzando y recogiendo, puesto que este tipo de plomos se sujeta con fuerza al fondo, por lo que la fuerza necesaria para recuperarlo es muy grande).
Recubierto de algas: plomos de palangre o de lágrima; su especial forma hace que las algas pasen sin engancharse.
Piedras de canto (redondas): plomos de corona o de grapas.
Rocas: plomos de araña.
Arena fina: utilizaremos un plomo con forma de pirámide o de gancho. Este tipo de fondo no suele presentar problemas, por lo que prácticamente es válido cualquier tipo de plomo.
Arena fina entre rocas: el plomo de gancho será adecuado (no si estamos lanzando y recogiendo, puesto que este tipo de plomos se sujeta con fuerza al fondo, por lo que la fuerza necesaria para recuperarlo es muy grande).
Recubierto de algas: plomos de palangre o de lágrima; su especial forma hace que las algas pasen sin engancharse.
Piedras de canto (redondas): plomos de corona o de grapas.
Rocas: plomos de araña.
Además de todo esto, existen otros factores que también deben tenerse en cuenta en la elección del plomo:
La distancia de lanzamiento: fundamental a la hora de seleccionar el peso de nuestro plomo (que en ningún caso sobrepasará la potencia de la caña).
Debemos tener en cuenta que, muy al contrario de lo que muchos piensan, no conseguiremos aumentar la distancia incrementando simplemente el peso del plomo. Sólo moviéndonos dentro del margen que nos da nuestra caña conseguiremos buenas distancias y lanzados correctos.
El movimiento del mar o de la corriente: estos movimientos pueden provocar que nuestra línea sea devuelta a la orilla nada más caer al agua; por eso en estos casos debemos utilizar plomos con peso suficiente en función del coeficiente de marea.
La distancia de lanzamiento: fundamental a la hora de seleccionar el peso de nuestro plomo (que en ningún caso sobrepasará la potencia de la caña).
Debemos tener en cuenta que, muy al contrario de lo que muchos piensan, no conseguiremos aumentar la distancia incrementando simplemente el peso del plomo. Sólo moviéndonos dentro del margen que nos da nuestra caña conseguiremos buenas distancias y lanzados correctos.
El movimiento del mar o de la corriente: estos movimientos pueden provocar que nuestra línea sea devuelta a la orilla nada más caer al agua; por eso en estos casos debemos utilizar plomos con peso suficiente en función del coeficiente de marea.
Buena idea será asimismo decantarnos por plomadas con elementos de fijación que puedan mantenerlos en el fondo.
Aunque podríamos realizar gran cantidad de diferentes clasificaciones, principalmente podemos hablar de dos tipos diferentes de plomos: Deslizantes: disponen de una pequeña perforación a lo largo de su cuerpo, utilizada para pasar el hilo. De esta forma se mueven libremente por la línea, algo que el pescador deberá controlar en función de la pesca que desee realizar o de sus gustos personales.
Este tipo de plomo suele utilizarse con un aparejo en el que el anzuelo esté colocado en la parte final de la línea, mientras que el plomo se situará entre el anzuelo y la caña.
Fijos: se atan al sedal mediante una pequeña argolla (que si no tiene un diámetro excesivamente grande hará que el plomo actúe como deslizante).
El aparejo utilizado habitualmente con los plomos fijos lleva el anzuelo colocado entre el plomo la caña.Además y según la forma del plomo, podremos hablar de los siguientes modelos:
Plomadas esféricas: suelen ser deslizantes, permitiendo un deslizamiento de la línea de forma lateral.
Se utilizan fundamentalmente en fondos planos, teniendo en cuenta que en las zonas rocosas pueden quedar enganchados con cierta facilidad.
Plomadas redondas: llamadas ?reloj? o ?corona?, podemos encontrarlas con o sin puntas. Utilizados cuando se necesita anclar bien en un fondo de arena o de fango. Tienen el inconveniente de que su especial superficie plana opone una fuerte resistencia al aire, por lo que dificultan bastante el lanzado.
Plomadas cónicas: su especial forma de gota evita los molestos enganches, por lo que pueden ser utilizados en zonas de piedras sin problema alguno.
Plomadas tubulares: deslizantes o fijos, cuentan con la ventaja de ser muy económicos, si bien los atascos son más que comunes.
Se utilizan fundamentalmente en fondos planos, teniendo en cuenta que en las zonas rocosas pueden quedar enganchados con cierta facilidad.
Plomadas redondas: llamadas ?reloj? o ?corona?, podemos encontrarlas con o sin puntas. Utilizados cuando se necesita anclar bien en un fondo de arena o de fango. Tienen el inconveniente de que su especial superficie plana opone una fuerte resistencia al aire, por lo que dificultan bastante el lanzado.
Plomadas cónicas: su especial forma de gota evita los molestos enganches, por lo que pueden ser utilizados en zonas de piedras sin problema alguno.
Plomadas tubulares: deslizantes o fijos, cuentan con la ventaja de ser muy económicos, si bien los atascos son más que comunes.
Plomadas ahusadas: los más utilizados por el pescador deportivo, puesto que su forma aerodinámica permite lanzamientos más largos.
Plomadas tipo pera: muy útil gracias a su gran versatilidad. Sirve para pescar tanto en fon dos de arena y como en los rocosos. Tiene el inconveniente de que suele rodar sobre si mismo en el momento en que aparece la corriente.
Plomadas con aletas: especialmente pensados para un buen lanzado, por lo que han sido dotados de esa espectacular forma aerodinámica con aletas que además les sirven para anclarlos en el fondo y conseguir que no opongan resistencia a la hora de recogerlos, al evitar los más que posibles enganches.
Plomos con ganchos: son sin duda una de las mejores novedades en este campo. Muchos modelos de plomos han sido dotados de estos ganchos que se entierran en la arena, impidiendo que el plomo se desplace. En el momento de recoger, los plomos se repliegan, para no oponer ningún tipo de resistencia. Por ello son adecuados para pescar en fondos de arena, pero también sobre rocas ya que su longitud impide el enganche.
Plomadas tipo pera: muy útil gracias a su gran versatilidad. Sirve para pescar tanto en fon dos de arena y como en los rocosos. Tiene el inconveniente de que suele rodar sobre si mismo en el momento en que aparece la corriente.
Plomadas con aletas: especialmente pensados para un buen lanzado, por lo que han sido dotados de esa espectacular forma aerodinámica con aletas que además les sirven para anclarlos en el fondo y conseguir que no opongan resistencia a la hora de recogerlos, al evitar los más que posibles enganches.
Plomos con ganchos: son sin duda una de las mejores novedades en este campo. Muchos modelos de plomos han sido dotados de estos ganchos que se entierran en la arena, impidiendo que el plomo se desplace. En el momento de recoger, los plomos se repliegan, para no oponer ningún tipo de resistencia. Por ello son adecuados para pescar en fondos de arena, pero también sobre rocas ya que su longitud impide el enganche.
En el caso de hoy lo que nos ocupa es la pesca de fondo; el objetivo de este tipo de pesca es el de colocar el señuelo en el fondo del lugar en el que practicamos esta actividad. Para ello será necesario utilizar plomada (en ocasiones incluso varias a una misma vez).Dependiendo de las condiciones del fondo, utilizaremos diferentes formas de plomadas y elegiremos el lugar exacto en el que deben colocarse sobre la línea.
Sobre todo para la pesca a la espera, resulta fundamental que los plomos se mantengan siempre en el mismo sitio, puesto que cualquier movimiento supone el peligro de enredo de anzuelos y armada entre ellos.
Sobre todo para la pesca a la espera, resulta fundamental que los plomos se mantengan siempre en el mismo sitio, puesto que cualquier movimiento supone el peligro de enredo de anzuelos y armada entre ellos.
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