VAMOS A PESCAR HUCHO

El salmón del Danubio es la especie Hucho hucho, un pez de agua dulce de la familia salmónidos, distribuidos por el río Danubio y otros ríos de su cuenca hidrográfica, por buena parte del centro de Europa.

COMO RECONOCERLO.- También llamado Huchón. Especie de gran tamaño, puede llegar medir 150 cm. y pesar 50 Kg., aunque los normal es que su talla sea hasta 70 cm. y su peso de 5 a 10 Kg.. Tiene el aspecto de un salmón atlántico, aunque de color más cobrizo y de forma claramente más alargada y menos rechoncha presentando una aleta adiposa muy desarrollada. Dos aletas dorsales, la primera con radios y membranas interradiales y la segunda adiposa. Presenta manchas negras y rojas que varían en las diferentes poblaciones. La cabeza es alargada, con un maxilar comprimido dorsolateralmente, extendiéndose el premaxilar por el espacio postorbitario. Posee dientes vomerianos. Escamas muy pequeñas, en la línea lateral hay de 107 a 194.
Es de color ocre rojizo y malva, con tonos verdes en el dorso y cobre en los flancos, salpicado de manchas oscuras en forma de X en el dorso, flancos y aletas dorsales, su vientre es blanquecino.Se reproduce en de marzo a mayo, remontando brevemente los ríos para frezar en los suelos pedregosos. La hembra pone 1000 huevos por cada kilo de peso y la incubación dura unos 35 días.Los jóvenes crecen rápidamente (mas rápido en aguas remansadas) llegan a al los 13 centímetros en su primer año, 30 cm en el segundo y más de 60 cm. al cabo de cinco años. Los juveniles se alimentan de pupas y larvas de insectos (como las truchas).
RESUMEN DESCRIPCIÓN.- Es un pez de gran tamaño, que puede llegar  a alcanzar los 2 m. de longitud (el récord esta en 210 cm).En el rió Tormes se han capturado ejemplares de más de 1 m. de longitud y entre 15 y 20 kg. de peso.Su morfología responde al patrón típico de los salmónidos, con una aleta adiposa muy desarrollada.El color del dorso es pardo, los flancos son mas rojizos, salpicados de manchas negras irregulares; durante la época de freza el color rojizo se hace más intenso.
QUE COMEN.- Son depredadores de peces y otros vertebrados acuaticos (piscardos, barbos, bogas, gobios y ranas).Es carnívoro, alimentándose los alevines preferentemente de invertebrados mientras que los adultos se suelen alimentar de peces, pero también depredan anfibios, reptiles, pequeños mamíferos y aves acuáticas.
DONDE VIVEN.- Es una especie potádroma, que migra a lo largo de los cauces fluviales pero nunca sale al mar, por lo que es totalmente de agua dulce al contrario que otras especies emparentadas. Prefiere temperaturas entre 6 °C y 18 °C.Su hábitat era toda la cuenca del Danubio, aunque recientemente han sido introducido para repoblar otros ríos, como medida para preservar la especie cuyo número en aquel río está disminuyendo por cambios ecológicos.Normalmente de hábitos solitarios, vive en las zonas más profundas de las corrientes fluviales ricas en oxígeno, siendo los adultos muy territoriales aunque no solitarios.A pesar de ser territoriales, hacen migraciones de corta distancia río arriba para desovar.
Su área original de distribución es la cuenca del bajo Danubio a partir de donde han sido trasladados con poco éxito, salvo el caso de España y en los ríos del este de Francia. En Inglaterra se intento sin éxito su introducción en río Támesis. En el año 1968 fúeron introducidos huchos en los ríos Órbigo, Esla, algunos ríos gallegos y Tormes. Solamente en este último sobrevivieron.Es una importante especie en pesca deportiva, con un tamaño mínimo para capturarla de 50 cm. Las repoblaciones que con este fin se han hecho de alevines criados en cautividad no han tenido éxito; la pérdida de hábitat por contaminación industrial, redirecciones de aguas y la sobre-explotación están haciendo disminuir sus poblaciones. Sin embargo, se está empleando esta especie con éxito en acuicultura, siendo una carne apreciada en el mercado
INDICACIONES PARA LA PESCA.- Para pescarlo con ciertas garantías de éxito, el equipo básico del pescador debe estar compuesto de una caña potente y resistente y un carrete con un freno muy elástico para poder trabajar bien el pez cuando éste se encuentra en plena lucha. El sedal que se emplea para pescar huchos suele ser trenzado o monofilamento de gran resistencia, aunque también se utiliza el kevlar. Como depredador que es, los huchos atacan a cualquier señuelo que imite algún pequeño pez. Así funcionan con éxito cucharillas grandes y peces artificiales. En las últimas temporadas hay pescadores que desafían a este gran coloso del Tormes con mosca artificial, una técnica más vibrante y más complicada que la pesca tradicional.
Se pesca con grandes estrimeres, peces artificiales, cucharillas de gran tamaño y otros señuelos que se asemejen a un pez. Prefiere los fondos de zonas remansadas y las pozas bajo los puentes. Demuestra más actividad a primeras y últimas horas de luz, y la mejor época es la primavera, siendo el verano una tiempo malo para la pesca de este pez. En el Tormes parece que se ha constatado su reproducción natural a partir de ejemplares repoblados, aunque la población se mantiene también con ejemplares criados en cautividad.
El primer consejo inevitable es madrugar. Tanto como te permita la normativa, esto es, estar en el río una hora antes del amanecer.
 Las posibilidades de pescar un hucho o salmón del Danubio a primeras horas del día son muy altas, ya que es entonces cuando aprovecha para cazar. Una vez ha comido es muy difícil que se decida a atacar otra presa, excepto cuando se encuentra en época de freza, de modo que no conviene perder esa oportunidad.Otra premisa importante es saber que según avanza la temporada disminuyen los mejores momentos de pesca. El mes escogido es sin duda mayo, porque la temperatura es más templada y los huchos llevan meses sin ver señuelos en el agua, además de porque avanzado el verano habrá menos y más resabiados peces. 
Para buscarlos, hay que conjugar algo de las técnicas de la trucha y del salmón Atlántico. Este pez tiene un poco de ambos y hábitos muy específicos que hacen que un pescador inexperto pueda pensar que no hay nada en el río.No se ha de lanzar a cualquier lugar, sino buscar sus ubicaciones preferidas, las corrientes de cierta profundidad y los pequeños obstáculos tipo ramas, troncos varados y, a tener en cuenta, las proximidades de los muros de acequias o azudes. El hucho también se refugia en las zonas más paradas del río, y no resulta extraño conseguir bastantes ejemplares en zonas aparentemente muertas y donde en circunstancias normales no se lanzaría nunca.
La picada es tenue, casi imperceptible en un primer momento, aunque se trate de un pez de 10 kilos. Por eso hay que mover los señuelos de manera lenta y dándole tiempo a que se decida. Una vez que ha comido, lo primero que se nota en la caña es cómo la línea se destensa unos instantes y hay unos segundos en los que se curva progresivamente, notando el peso del pez. Ese el es tiempo que tarda el hucho en dejarse llevar corriente abajo para defenderse.Éste es un pez que no se rinde y que juega con la ventaja de las numerosas corrientes que hay en este tramo junto a los continuos cabezazos que realiza para desprenderse del señuelo. La mayor parte del combate se hace frente a los ojos del pescador, en superficie, por lo que la templanza es una de las virtudes más importantes.
 Un truco muy efectivo de minimizar los riesgos es valerse de las ovas para frenar la huida y los aspavientos del hucho. Una vez clavado, conviene intentar llevarlo hasta alguna mata de algas donde quede varado para así acercarse lentamente y con más seguridad. Después, sólo resta medirlo, comprobar si alcanza los 70 cm y seguir disfrutando de la pesca si no da la medida.Aunque se puede pescar con todas las técnicas y cebos permitidos, el lance ligero es con diferencia la más productiva de todas. También se pescan huchos a mosca y entran bien a estrímeres tipo minnow o wooly bugger, pero tienen el inconveniente de que podemos prospectar menos metros en un río tan ancho como éste, donde existe la posibilidad de realizar lances largos. Unos buenos consejos antes de pescar podrían ser:
 Caña.No te arriesgues a pescar fino, porque puedes partir una caña si un pez de 10 o 12 kilos decide comer. Lo habitual son capturas de tres a cuatro kilos muy luchadoras, por lo que conviene hacerte con una caña de 2,10 o 2,40 metros lo suficiente potente como para aguantar una dura pelea de varios minutos contracorriente y capaz de lanzar señuelos medianamente pesados de 15 o 20 gramos.
 Hilo y carrete. Lo habitual es usar nailon del 0,28 o 0,30 mm que sea capaz de aguantar siete u ocho kilos sin problemas y un carrete que pueda albergar más de 100 metros de este hilo pero, sobre todo, que tenga un buen freno con el que regular la línea según trabajamos el pez. 
¿Cable de acero? No es necesario, aunque se puede poner para más seguridad, así como algún bajo trenzado. Siempre existe la posibilidad de que entre algún lucio y lo rompa todo, pero aún así no es conveniente. 
Señuelos. Los mejores son los peces artificiales en tamaños 12 o 14 cm y colores de peces presa o trucha, así como los que imitan a pequeños lucios, que también forman parte de la dieta del hucho. Las grandes cucharillas son la otra opción, en número 4 o 5 de las que se suelen emplear para el lucio, con lana roja, o el salmón como las Mepps o las Vibrax.
Una vez que el hucho se siente trabado, intenta zafarse de los anzuelos con espectaculares carreras en plena corriente del río. El pescador debe tener aguante y trabajar con delicadeza el pez para que éste no rompa el sedal y logre escaparse. Así, después de varios minutos de dura lucha, el pescador posará para la posteridad con un gran hucho entre sus manos.

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