Se puede localizar fácilmente sus zonas de hábitat por la presencia de gran número de excrementos que quedan en la vegetación de la zona al bajar la marea, son muy típicos, blancos y con abundantes restos de conchas trituradas, lo que indica su alimentación rica en moluscos.
Es un pez eminentemente costero, viviendo en profundidades que no superan los 30 m.En primavera las doradas penetran en los pantanos costeros, donde viven todo el verano, y en otoño regresan al mar para reproducirse.Si viven en zonas tranquilas tienen hábitos gregarios; los bancos están formados por individuos de diferentes tallas capitaneados, casi siempre por los ejemplares mayores.
Como ya comente, no abandona la costa en todo el año, permaneciendo en los fondos rocosos, en profundidades que oscilan entre 5 a 30 m, frecuentando, en muchas ocasiones, los criaderos de mejillones.Se alejan buscando aguas mas profundas, en pleno verano y en pleno invierno.
Penetran en aguas salobres para alimentarse en primavera y verano, tendiendo a subir con las mareas por rías de amplio caudal, como la de Villaviciosa en Asturias.Pez extremadamente de costumbres
Merodea a menudo cerca de muelles o espigones portuarios. En invierno y especialmente a la hora de desovar se desplaza a profundidades de 30 a 60 metros donde el pescador deportivo sobre barco la encuentra con mas facilidad. Comparte su hábitat con vidriadas pageles y pargos.
Desde el mes de enero hasta abril o mayo es muy raro encontrarla en las playas, ya que por lo general inverna en zonas más cálidas y profundas; pero por el contrario no es tan raro encontrarla dentro de las zonas portuarias, escolleras o zonas rocosas donde sí encuentra esas condiciones.
La podemos encontrar desde el Atlántico oriental, desde las Islas Británicas hasta las costas de Sudáfrica y del mar Mediterráneo.
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