La pesca es la actividad por la cual se extraen los peces, moluscos, crustáceos y otros animales de su medio natural, el agua, ya sea en el mar o en ríos. Antiguamente era una de las principales actividades económicas y en la actualidad, según varios estudios, hay cerca de 55 millones de pescadores, concentrándose la gran mayoría en Asia. Originariamente era el sustento de algunas poblaciones costeras o isleñas. Actualmente se han industrializado los sistemas de pesca, aunque en algunos países se siguen usando artes de pesca tradicionales o artesanales, para la obtención de recursos hidrobiológicos. Según el fin económico, la pesca se puede distinguir entre la pesca artesanal y la pesca industrial.
La pesca comercial es esencial para sustentar los medios de vida de casi 60 millones de personas en el mundo que trabajan directamente en pesca y acuicultura, así como para garantizar la seguridad alimentaria de más de 3.000 millones de personas que dependen de los productos del mar como su principal fuente de proteínas. Subrayando la importancia de la pesca comercial están los casi $150.000 millones anuales en intercambio de productos del mar, que convierten al pescado y los mariscos en el producto alimenticio comercializado de mayor valor en el mundo. Si bien los tamaños de los barcos varían en todo el sector, la pesca comercial generalmente incluye embarcaciones de 24 metros o más. Esto se traduce en alrededor de 60.000 barcos que representan solo el 2 por ciento de la flota mundial pero son responsables de más del 50 por ciento de las capturas mundiales.
La industria de la pesca comercial es una actividad de carácter multinacional que mueve miles de millones de dólares y que ha agotado a las poblaciones de peces en todo el mundo durante decenios de años, lo que ha llevado a muchas especies al borde la extinción. Los científicos calculan que la industria pesquera es responsable de matar entre 0.97 y 1.97 billones de peces salvajes en todo el mundo cada año, haciendo aún más daño a los frágiles océanos y otros cuerpos de agua que ya sufren el envenenamiento causado por los derrames de petróleo, la escorrentía agrícola y las inmensas cantidades de basura.
La pesca se ha convertido en un problema mundial cada vez más grave ya que, al aumentar la población mundial (y su apetito por los peces), las poblaciones de peces continúan decayendo. El consumo de peces per cápita de la humanidad se ha casi duplicado en los últimos 50 años, y desde 1961 ha crecido a una tasa del 3.6 por ciento anual. Esto representa el doble de la tasa del crecimiento de la población. El consumo comenzó a aumentar en los años cincuenta cuando los nuevos avances tecnológicos se aplicaron a la pesca, lo que incrementó grandemente la producción de peces y mariscos. Estos avances científicos condujeron al sistema de la pesca industrializada que hoy día domina el mercado comercial de peces y mariscos. Por ejemplo, con la incorporación del sonar, los barcos fueron capaces de localizar a cardúmenes completos de peces desde la superficie del agua. Algunos de estos barcos (llamados barcos arrastreros) son básicamente fábricas flotantes de más de 140 yardas (128 m) de eslora que cuentan con plantas procesadoras, congeladores gigantes y otras instalaciones mecánicas. Otros barcos arrastran redes de enmalle que cubren muchas millas y atrapan a cualquier criatura marina que se encuentre cerca, o palangres de hasta 50 millas (80 km) de longitud de los que cuelgan miles de anzuelos encarnados.
Los peces son un componente integral de la salud de los ecosistemas acuáticos, ya sea en los caños más pequeños o en los grandes océanos, y se vinculan entre ellos a través de una compleja cadena alimentaria en la que los grades depredadores (como los tiburones) se encuentran en la cima y los organismos unicelulares (como el plancton) se encuentran en la base. Sin embargo, al extraer tantos peces de los océanos, los seres humanos hemos eliminado totalmente algunos de estos vínculos en la cadena alimentaria acuática, lo que ha trastornado el delicado balance natural. En consecuencia, las poblaciones de atún, platija, bacalao, fletán, pez espada y otras grandes especies depredadoras, que se encuentran entre las de mayor consumo, se han desplomado en un 90 por ciento desde los años cincuenta, lo que ha provocado un aumento de las poblaciones de las especies más pequeñas que se alimentan de plancton. Los ecosistemas acuáticos de todo el mundo tienen que pagar el costo ambiental de la pesca comercial. A continuación presentamos algunos ejemplos específicos que ilustran el efecto de la pesca sobre distintas especies.
Caso 1: Los tiburones
Aunque los tiburones se encuentran en el pináculo de la cadena alimentaria, también representan algunas de las especies más amenazadas en los océanos. Un grupo de investigadores que estudió a las poblaciones de tiburones en el Atlántico noroccidental encontró que los números de todas las especies que estudiaron eran solo la mitad de lo que habían sido en los años setenta. Lo que era aún peor, especies como el tiburón tigre, el tiburón martillo, el tiburón arenero y el tiburón toro habían perdido más del 95 por ciento de su población en el mismo periodo. Muchos tiburones son capturados por barcos atuneros o que pescan el pez espada y por lo general son devueltos al mar ya muertos o moribundos. Sin embargo, algunos barcos pesqueros se dedican específicamente a la captura de tiburones por sus aletas, las cuales se utilizan para la confección de sopa de aleta de tiburón, un manjar muy apetecido en los países asiáticos. La drástica desaparición de los tiburones ha llevado a la multiplicación de sus presas tradicionales, como las mantarrayas y las rayas, lo que ha alterado radicalmente su nicho ecológico. Esto ha trastornado los ecosistemas oceánicos ya que conforme estas especies proliferan (especialmente la raya gavilán) y migran a lo largo de las costas, van devorando a los vieiras y a otros moluscos a un ritmo insostenible. Esto a la vez puede tener consecuencias impredecibles en todos los niveles del ecosistema.
Caso 2: Las capturas incidentales
Capturas incidentales es el término que la industria pesquera utiliza para referirse a la fauna marina que considera indeseable o sin valor económico y que queda atrapada accidentalmente al utilizar métodos de pesca destructivos e indiscriminados como la pesca con palangres y las redes de deriva, las cuales por lo general se destinan a la captura de especies marinas comercializables, como el atún y el pez espada. Sin embargo, miles de millones de otras criaturas perecen también de esta manera, muchas de ellas consideradas especies en peligro, como la tortuga marina, los mamíferos marinos, los tiburones y las aves marinas. Se calcula que los pesqueros comerciales descartan entre 17 y 39 millones de toneladas anuales de capturas incidentales. Los barcos camaroneros ostentan las mayores tasas de capturas incidentales, que equivalen a (en promedio) cuatro toneladas de peces descartados por cada tonelada de camarón capturado. Los Estados Unidos (en 1987) y otros países comenzaron a exigir a los camaroneros que instalaran Dispositivos de Exclusión de Tortugas (TED, por sus siglas en inglés) en las redes de sus embarcaciones, los cuales permiten a las tortugas marinas, cuyas especies están en peligro crítico de extinción, escapar de la captura. A pesar de eso, los barcos camaroneros y la pesca comercial intensiva continúan representando uno de las amenazas más serias a la sobrevivencia de las tortugas marinas. Se calcula que en el periodo de 1990 a 2008, perecieron en todo el mundo unos 8.5 millones de tortugas marinas como capturas incidentales atrapadas en las redes y en los palangres.
Caso 3: Los arrecifes coralinos del Caribe
Conocidos comúnmente como “los bosques lluviosos del océano”, los arrecifes coralinos se encuentran entre los ecosistemas con la mayor riqueza de biodiversidad del planeta. Los corales que forman el arrecife son criaturas diminutas que se congregan para formar colonias mediante la secreción de un esqueleto de carbonato de calcio que les da protección. El arrecife coralino que así se forma crea un hábitat colorido para millones de distintas especies acuáticas; desde esponjas, moluscos y crustáceos hasta estrellas marinas, medusas, tortugas marinas y una gran variedad de peces. Los ecosistemas coralinos son muy sensibles a los compuestos químicos, a los cambios térmicos y poblacionales, de modo que cualquier amenaza a los arrecifes de coral pone en peligro a las criaturas que dependen de él para su sobrevivencia.
En una importante investigación científica de los arrecifes coralinos de 22 países de la cuenca del Caribe se encontró que muchas de las grandes especies de depredadores (como la barracuda, el mero estriado y el tiburón) han prácticamente desaparecido de estos ecosistemas debido, principalmente, a la pesca comercial. En las áreas más intensamente afectadas, los investigadores encontraron una correlación entre la desaparición de esas criaturas y la mayor densidad de población humana y, por ende, una actividad pesquera más intensiva. Lograron identificar aquí el mismo patrón que la industria pesquera sigue en las zonas álgidas de todo el mundo: Los pesqueros capturan primero a los peces grandes y, cuando ya estos se han agotado, buscan a las especies que les siguen en tamaño y siguen este proceso hasta que, en muchos lugares, solo quedan los pequeños depredadores.
La desaparición de los grandes depredadores de los arrecifes coralinos caribeños podría rasgar la delicada red trófica acuática de la región. Por ejemplo, la ausencia de los grandes depredadores ha vuelto a los arrecifes vulnerables a la invasión de especies no nativas, como el pez león, el cual posiblemente fue liberado al ambiente por aficionados a los acuarios. Las espinas venenosas del pez león le dan una ventaja defensiva particular sobre muchas otras especies nativas, y además muestra un apetito voraz por otras especies de peces. En un estudio se encontró que la tasa de sobrevivencia del pez cardenal, el pez lora, del pez damisela y de otras especies de peces coralinos se redujo en cerca de un 80 por ciento en las zonas en las que se establecieron poblaciones del pez león.
¿Qué es la pesca industrial o comercial?.- Cuando hablamos de pesca industrial nos referimos a aquella actividad que se realiza con fines comerciales mediante la captura masiva de peces. Este tipo de pesca requiere de equipamiento tanto humano como material mucho más elevado en precio que cualquier modalidad de pesca deportiva, ya que su objetivo es la captura de grandes cantidades de peces para luego proceder a venderlos en las lonjas, lugar donde se subastan el pescado. La pesca comercial necesita para que su realización sea rentable, barcos de pesca equipados para la captura masiva, además los puertos tienen que estar preparados para la recepción de este tipo de embarcaciones pesqueras. Existen distintos tipos de extracción en la pesca industrial, unos más sostenibles que otros, vayamos a conocer al detalle una de las actividades primarias más antiguas del ser humano, la pesca como forma de sustento.
El reto.- La pesca comercial forma parte vital de la economía mundial y es fundamental para la seguridad alimentaria y la identidad cultural de millones de personas. La sostenibilidad a largo plazo de nuestros recursos pesqueros no solo depende del monitoreo efectivo de las operaciones pesqueras, sino también de la capacidad de determinar si las actividades pesqueras son legales y verificables. La sobrepesca y la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) constituyen amenazas importantes para la sostenibilidad de las poblaciones de peces y otros recursos marinos. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, cada año se capturan alrededor de 91-93 millones de toneladas de pescado en todo el globo, con aproximadamente un tercio de las pesquerías del mundo actualmente sobrepescadas y alrededor del 60 por ciento explotadas hasta su capacidad máxima. La pesca INDNR es el sexto crimen mundial más significativo, representa hasta 1 de cada 5 peces capturados en el mar y se estima en un valor de $23.500 millones anuales. Históricamente, la pesca comercial ha sido difícil y costosa de controlar, pero la tecnología y la transparencia están impulsando cambios tangibles en la manera en que se gestiona el sector.
Cómo estamos iluminando la pesca comercial.- Los métodos tradicionales de control de la pesca son fundamentales para una gestión eficaz, pero pueden resultar costosos y prolongados. Avances recientes en tecnología satelital y aprendizaje automático ofrecen herramientas poderosas y adaptables que pueden complementar y expandir los enfoques actuales para brindar soluciones rentables. Global Fishing Watch está aprovechando tecnología innovadora para convertir datos transparentes en información accionable e impulsar cambios tangibles en la forma en que se rigen las pesquerías. Utilizando tecnología satelital y aprendizaje automático, la plataforma Global Fishing Watch sintetiza información de varias fuentes de datos para generar una imagen clara de dónde, cuándo y cómo está pescando un barco. A través de una investigación y análisis rigurosos, estamos proporcionando la primera visión completa de la flota pesquera comercial mundial. Al poner estos datos a disposición del público, de forma gratuita, perseguimos nuestro objetivo de apoyar la gestión de la pesca y facilitar una cultura de rendición de cuentas.
Tipos de artes de pesca.- Principalmente, habría que dividir esta actividad en dos grandes grupos: uno sería el de la pesca que se práctica en aguas continentales (ríos, lagos, etcétera) y otro es la actividad que se desarrolla en la masa de agua oceánica. Esta distinción suele realizarse también a nivel legislativo, ya que esta actividad está regulada por los diferentes Estados del mundo, correspondiendo las competencias en la materia a distintas administraciones. O sea, la actividad pesquera podemos dividirla en diferentes categorías atendiendo al lugar en el que se realizan, el volumen de las capturas y los métodos que se emplean. Respecto a la localización de la pesca podemos ver los siguientes tipos que podemos encontrar:
Pesca lacustre.- Es aquella que se lleva a cabo en los lagos, como bien indica su nombre. También se realiza en lagunas, pantanos y embalses. Al ser en sitios no muy grandes, se suelen ver a los pescadores de esta modalidad en barcos de menor tamaño o pescando a pie desde la misma orilla. En esta modalidad las características son muy distintas al resto ya que la densidad del agua es mayor, también lo es la temperatura y otros factores que afectan a los seres vivos de este medio.
Pesca marina.- Esta modalidad es la más habitual y se realiza desde la orilla y todo tipo de barcos, centrada en la pesca que se practica y desarrolla en agua salada ya sea en mares o en océanos.
Pesca en ríos.- Este tipo de pesca es la realizada como su nombre indica, en agua de río y se centra más como una modalidad deportiva a diferencia de la pesca marina (por lo general). Ahora bien, las modalidades de la pesca dependiendo de la causa de la captura de los peces y los fines con los que se lleva a cabo esta actividad podemos ver
Pesca deportiva.- Al hablar de este tipo de pesca, nos encontramos con aquella que es más representativa y conocida, es decir, con una caña de pescar y un carrete. La pesca deportiva además suele ser pesca sostenible y está concienciada con el medio ambiente, ya que está regulada (cada zona tiene unas leyes y se basan en el número de peces capturados y el tamaño de estos según la especie) y la causa que conlleva este tipo no es más que de ocio, como hobby. Dentro de esta modalidad podemos encontrar diversos estilos diferentes y aparejos utilizados en la actividad que van desde la pesca sin muerte, pesca al jigging, al surfcasting, a la pesca con mosca y otras variedades más. Cabe decir que esta actividad deportiva puede realizarse en mar abierto, lagos, pantanos o ríos y se realizan varios campeonatos y concursos en torno a esta.
Pesca artesanal.- El objetivo de esta pesca es el del autoconsumo, y solo una pequeña parte de la captura llega al mercado. Se realiza desde una embarcación pequeña y cerca de la costa, sin utilizar tecnología durante la captura, sino técnicas tradicionales. Al no utilizar métodos industriales que destrocen el fondo marino y dañen las especies de animales acuáticos, la pesca artesanal resulta más sustentable y tiene el apoyo de muchas organizaciones de todo el mundo que intentan expandir esta modalidad. Dentro de la pesca artesanal encontramos diferentes posibilidades como la pesca con hilo o con trampas, o la pesca submarina y con arpón, entre otras.
Pesca industrial.- Este tipo de pesca tiene como objetivo la captura de peces a gran escala, es decir, de forma masiva, y se requiere una gran inversión en tecnología e infraestructura ya que hay que obtener un gran volumen de peces para que todo el despliegue salga a cuenta. En la pesca comercial, las redes se echan cerca de la superficie o se arrastran a lo largo del fondo, la red de superficie más eficaz es la red de cerco, una red larga semejante a una cortina colgada de flotadores, que se arrastra en círculo alrededor de un banco de peces y después se cierra por el fondo tirando de un cabo como si fuera una bolsa. La red de enmalle tiene unas mallas con el tamaño justo para dejar pasar la cabeza del pez y enganchar las agallas; generalmente este tipo de redes se deja a la deriva en la superficie, pero en ocasiones se anclan al fondo para pescar especies que habitan a una profundidad mayor. Las redes de arrastre sirven para capturar peces de aguas profundas, como el bacalao, y son las más importantes en la pesca comercial; tienen forma de calcetín y son arrastradas por dos grandes cables.
Los palangres, utilizados para capturar peces de superficie (como el atún) o de profundidad (como el halibut), son cables largos y pesados a los que están unidos sedales auxiliares con anzuelos en los que se coloca un cebo. Pueden tener varios kilómetros y suelen fijarse a una boya anclada o arrastrarse desde el barco. Una vez cargados, los palangres se suben a cubierta mediante cabrestantes. Los mariscos de aguas profundas, especialmente los bivalvos, como las almejas, se recogen mediante dragas mecánicas. Más cerca de la costa, las ostras también se recogen con dragas o con pinzas de gran longitud. Las almejas intermareales se capturan en marea baja con rastrillos de dientes largos. Los cangrejos se dragan o se atrapan en nasas llamadas cangrejeras. Las langostas y los bogavantes se capturan también con nasas de madera o alambre denominadas langosteras.
Tipos de pesca comercial o industrial.- La pesca industrial se puede dividir atendiendo a la zona de trabajo en, pesca costera o costanera, pesca de altura y gran pesca, cada una necesitará de materiales y embarcaciones diferentes para su correcta realización.
Pesca costanera.- Para la pesca costera se utilizarán barcos de tamaños medianos o pequeños ya que estos permanecerán a pocos kilómetros de distancia de la línea costera, estos vuelven a puerto cada día para dejar las capturas de la jornada. Debido a la sobreexplotación pesquera este tipo de pesca comercial cada vez está más en desuso ya que los fondos marinos están más esquilmados por el abuso de esta modalidad, o más bien, por los métodos utilizados para realizarla.
La pesca de altura.- Requiere de mayores avances tecnológicos para poder llevar a buen puerto las capturas, los barcos utilizados son de mayor tamaño y con maquinaria de manipulación y transformación muy útil para conservar el pescado congelado ya que este tipo de embarcaciones pesqueras pasan largas estancias de tiempo en alta mar faenando, hablamos de semanas o incluso meses, en busca de los grandes bancos de peces que allí se encuentran. Referente al equipo que llevan a bordo, podemos mencionar las sondas de pesca, así como los sistemas frigoríficos para conservar el pescado durante las largas temporadas que trabajan en alta mar hasta llegar a puerto.
Pesca de gran altura.- Cuando hablamos de grandes flotas de barcos pesqueros que faenan en alta mar durante largos períodos de tiempo y además, disponen de otras embarcaciones de apoyo para abastecer de provisiones, combustible y otros materiales a los barcos de faena, nos referimos a la gran pesca o pesca de gran altura, siendo muy relevante en países con mucha tradición pesquera como Rusia o Japón. Para tener una mejor conservación de las capturas, se realizan varios procesos para mantener el pescado en perfectas condiciones, como son la congelación o salazón del mismo, una vez clasificados y enumerados para un mayor control.
Métodos de extracción en la pesca industrial moderna.- Como en cualquier otra actividad, dependiendo del sistema a utilizar para capturar los peces en la pesca industrial se puede subdividir en varios métodos o sistemas de extracción, algunos de ellos está prácticamente extinguidos por su alto impacto negativo en el medio ambiente, como es el caso de la pesca de arrastre y otros más en desuso por altos costes y menor productividad, vayamos a ver cuáles son las formas de pesca industrial o comercial más destacados.
Pesca de arrastre.- Quizás la menos sostenible de todas las modalidades de pesca comercial, básicamente consiste en una enorme red que literalmente barre todo el fondo oceánico atrapando en ella todo lo que encuentra a su paso, cuando decimos todo es desde corales, vegetación, crustáceos, especies de poco interés comercial, etc. La pesca de arrastre o retropesca es realmente devastadora para el ecosistema marino y es por ello que la ONG Oceana insistió a Bruselas, el control de la sobreexplotación mediante este tipo de pesca. A continuación podemos ver el vídeo «Alza la voz por las profundidades» muy aclarador. Consiste en arrastrar una red a través del agua, detrás de un barco. Hay dos tipos diferentes: de fondo y pelágico.
Arrastre de fondo.- El arrastre de fondo consiste en hundir una red lastrada hasta el fondo del mar para luego arrastrarla, barriendo el fondo, y levantar el pescado. La captura incidental no es demasiado preocupante en el caso delo arrastre de fondo, pero el daño al hábitat sí lo es. Los fondos arenosos y los ambientes rocosos se regeneran bastante rápido luego del barrido por una red de arrastre, pero éstas pueden tener un impacto significativo en hábitats sensibles como los corales de aguas profundas o los jardines de esponjas. Una buena gestión pesquera asegura que el arrastre de fondo se realice en áreas sostenibles y no en lugares con hábitats irremplazables.
El arrastre pelágico.- El arrastre pelágico pasa la red por el agua, no en el fondo. La captura incidental es baja.
Red de enmalle.- Las redes de enmalle son colocadas para ser una pared con agujeros.. Los peces nadan a través de ella sin darse cuenta y quedan atrapados. Las redes de enmalle no requieren un barco con gran motor por lo que a menudo son utilizadas en zonas menos desarrolladas del mundo. Las redes de enmalle tienen la mayor captura incidental entre las redes de pesca, pero su uso está en descenso. Estas redes pueden ser sostenibles en algunos casos, por ejemplo, los salmones se congregan en ciertos puntos sin salida donde se puede colocar la red y pescarlos sin afectar a otras especies. Las redes de enmalle que no se colocan en un sitio en particular y que se mueven con la corriente son llamadas redes de deriva. Éstas también tienen serios problemas con la pesca incidental.
Red de trasmallo.- Este arte de pesca consiste en la colocación de 3 grandes paños de red donde quedan atrapados los peces, es un tipo de pesca a fondo. Es muy eficaz ya que los peces no perciben la red y por tanto se «enmallan» en ella con facilidad aunque no es una pesca sostenible ya que además de los peces con interés comercial, quedan también atrapados otras especies que tiene que ser desechadas posteriormente originando un daño en el ecosistema.
Redes de deriva.- Se trata de enormes redes que flotan a la deriva movidas por las corrientes o el viento por el Mar, hablamos de redes de longitudes estratosféricas, pudiendo llegar hasta los 50 km de largo, debemos saber que el uso de redes de deriva de más de 2,5 km de longitud quedan totalmente prohibidas debido a su efecto negativo en la extracción masiva de peces. Es conocido el factor negativo de este tipo de pesca industrial ya que año tras año quedan atrapados cientos de mamíferos en estas redes, además de tortugas, tiburones, delfines e incluso aves, un desastre natural que trae disputa entre países interesados en mantener esa modalidad de pesca comercial, ?¿realmente merece la pena?
Pesca al curricán.- Además de ser utilizada por los barcos de la industria pesquera, este tipo de pesca también tiene su modalidad deportiva. La pesca al curri consiste en arrastrar los aparejos a una cierta distancia de la embarcación para así atraer a los grandes depredadores, la velocidad de arrastre y profundidad de los aparejos dependerá de que tipo de peces se quiera capturar, es habitual llevar aparejos a distintas profundidades y distancias para tener una mayor variedad de capturas.
La almadraba.- Muy utilizada en regiones de España en la costa Mediterránea, como Andalucía, Comunidad Valenciana, Murcia y Ceuta, especializada en la pesca del atún. Básicamente la pesca con almadraba es la instalación de una especie de laberinto de redes aprovechando el paso migratorio del atún desde el Océano Atlántico hacia el Mar Mediterráneo, se trata de una pesca más sostenible ya que existe un número limitado de unidades de pesca por año, es evidente que por cercanía, Huelva será la más beneficiada de esta modalidad
Pesca al cerco.- Los pescadores utilizan las llamadas redes de cerco para acotar las zonas de pesca y así tener mayor probabilidad de capturar mayor número de peces. Las redes de cerco van sujetas por uno de sus extremos al barco principal y por otro a una lancha de menor tamaño que transporta la red de cerco alrededor del banco de peces. Estas redes oscilan entre los 250 y 1000 metros de largo y 50 metros de ancho, la parte superior de la red queda en superficie.
Pesca a palangre.- Modalidad más utilizada por los pescadores artesanales que por la pesca industrial, se basa en la utilización de bajos de línea con diferentes anzuelos unidos a la línea madre, sin duda es una pesca muy selectiva ya que dependiendo de la captura que queramos pescar variarán el tamaño y cebo del palangre. Los palangres son líneas muy largas que tienen anzuelos espaciados por una distancia de pocos pies. Pueden medir muchas millas de largo. La captura incidental en las pesquerías con palangre es altamente variable dependiendo del tipo de pesquería. Los palangres para la pesca de fletán (en inglés, halibut) en Alaska tienen poca captura incidental, mientras que aquellos utilizados para pescar atunes tienen un 20%. Los problemas con el palangre son más frecuentes en pesquerías que operan cerca de la superficie donde aves marinas, tiburones y tortugas quedan atrapados por comer anzuelos cebados (con carnada). Las regulaciones son mejores en países con mejores posibilidades, donde los gestores pesqueros pueden requerir el uso de anzuelos especializados y lastres que reduzcan la captura incidental.
Caña y línea.- Una caña y línea de pescar captura peces de manera individual. No hay problemas referentes a la captura incidental.
Extracción de mariscos
Dragado.- El dragado es similar al arrastre de fondo pero en vez de usar una red se usa una especie de rastrillo de metal que se arrastra en el fondo para recolectar mariscos y bivalvos enterrados en el sustrato, por ejemplo vieiras, almejas o mejillones. La captura incidental es baja, pero aplican las mismas consideraciones que para el arrastre de fondo: una buena gestión pesquera asegura que el dragado sea realizado en áreas arenosas sostenibles y no en sitios con hábitats irremplazables.
Trampas y nasas.- Las trampas y nasas son utilizadas principalmente para capturar invertebrados como cangrejos o langostas; estas se lanzan al fondo con cebo para atraer a los cangrejos y langostas. Una vez que entran, no pueden salir y los dispositivos son traídos a la superficie cuando vuelven los pescadores. La captura incidental no es un problema, pero algunas veces los equipos de pesca se sueltan o los pescadores olvidan donde los colocaron. Esto ha llevado a algunos enmalles de ballenas, especialmente en la costa oeste de Estados Unidos. Algunos estados han comenzado a ofrecer recompensas a las personas que recolecten trampas y nasas que se hayan soltado.
Buceo.- En algunas pescas comerciales como la de erizo de mar, almeja gigante (en inglés, geoduck, y varios otros nombres en español según la localidad) y pepino de mar, las especies son extraídas por buzos.
Peces más capturados.- En los caladeros marinos se pescan dos tipos de peces: los de aguas superficiales y los de aguas profundas. Los primeros suelen migrar con las estaciones y se desplazan en grandes bancos; es el caso del atún, el salmón, la anchoa, la sardina y el arenque. Los de aguas profundas frecuentan los fondos del océano y son menos gregarios; buenos ejemplos son el bacalao, el halibut, el lenguado, el eglefino o la platija. Los invertebrados son muy abundantes en el océano, pero sólo representan un pequeño porcentaje en el peso de las capturas; se pescan fundamentalmente en aguas poco profundas. Las especies de mayor importancia comercial son las ostras, los crustáceos y los moluscos, como las almejas, las langostas, los cangrejos, los camarones y los calamares o pulpos.
Explotación pesquera.- La explotación pesquera, sobre todo la industrial, ha ocasionado no pocos problemas a lo largo de su historia. Desde tiempos remotos, el hombre ha buscado alimentarse y encontró una solución a esa necesidad, entre otras actividades, en la pesca. Sin embargo, al observar la necesidad creciente de la demanda de dicho alimento, se vio obligado a incrementar la captura de especies hidrobiológicas, creando métodos para obtener volúmenes cada vez mayores de pesca a un bajo costo o precio. Con el tiempo, esta empresa se fue industrializando. La situación sufre un cambio cuando el hombre se vuelve sedentario, la tasa de natalidad aumenta y las concentraciones humanas se densifican y crecen. La pesca, entonces, tanto marítima como continental, se vuelve depredatoria. Ante estas circunstancias, ciertos sectores prevén que los cursos de agua continentales quedaran sin población de especies acuáticas (peces, moluscos, crustáceos, etc.). En consecuencia, el área perdería su productividad y quedaría desolada o estéril para esta actividad extractiva.
Producto de la potencial depredación de las zonas pesqueras del mundo, el ser humano impuso leyes, reglas y límites a la actividad pesquera para proteger las especies hidrobiológicas y evitar así su total desaparición. Sin embargo, en algunas zonas pesqueras, los actos preventivos de este tipo no dan los resultados deseados al no llevarse un buen control de los mismos. En algunos países, para evitar la deprecación, se promueve la crianza de especies comestibles en cursos de agua o en estanques naturales o artificiales; suele tratarse de especies hidrobiológicas cuyo consumo tiene una gran demanda.
Gran parte de las problemáticas en torno a la pesca comercial surgen por que las compañías pesqueras sobreexplotan los recursos desde la costa cual las empuja hasta las aguas profundas. Los equipos empleados para este segundo caso generan un impacto potencial en muchas especies que viven en el suelo oceánico o cerca a este. Esto se da ya que el equipo de pesca cambia el hábitat al ser arrastrado por el suelo oceánico, destruyendo así gran parte de los hábitats de varias especies. Existen estudios sobre disrupciones en el fondo marino generadas por el equipo de pesca, que ha impactado las comunidades bénticas y han generado fuertes cambios en las cadenas tróficas.
Ello desestabiliza de manera permanente el equilibrio entre especies y puede generar problemas futuros para el mantenimiento del ecosistema. El impacto en ecosistemas más fuerte, es causado por las compañías pesqueras que emplean métodos no selectivos de pesca que terminan por atrapar los peces en cuestión a la vez que dañan otras especies y el hábitat de las mismas. La expresión máxima de este tipo de pesca es la pesca de arrastre, la cual termina por dañar el suelo marino y por ello mismo los hábitats de varias especies, los arrecifes de coral y en casos especiales ecosistemas completos. Por otra parte la problemática con la sobrexplotación pesquera, es que una vez se ha explotado o sobrexplotado una parte de la zona pelágica se recurre a mayores profundidades para mantener las tasas de captura y los beneficios económicos que de estas se deriva, llevando a la actividad pesquera a extremos tales como la pesca de arrastre ya mencionada y por consiguiente al fuerte impacto sobre las dinámicas de los ecosistemas en cuanto a preservación y sostenibilidad.
Producción.- En 2014, la producción mundial de pesca de captura en 2014 fue de 93,4 Mt, 81,5 Mt de aguas marinas y 11,9 Mt de aguas continentales. Los principales productores en ese año fueron China, Indonesia, Estados Unidos, Rusia y Japón. En cuanto a las especies capturadas en captura marítima, las principales en 2014 fueron Theragra chalcogramma, Engraulis ringens, Katsuwonus pelamis, especies del género Sardinella y Scomber japonicus.
Tecnología pesquera avanzada.- Las modernas flotas pesqueras, como las de Rusia o Japón, tienen grandes arrastreros que pueden izar fácilmente cargas netas de hasta 100 toneladas de pescado, que se limpia y se ultracongela en alta mar. Estos barcos pueden pescar en caladeros alejados de la costa durante varios meses. El sonar se ha convertido en una forma eficaz de localizar y determinar el tamaño de los bancos de peces y la especie a la que pertenecen. Para detectar peces de superficie se suelen utilizar aviones o helicópteros. Los calamares se atraen mediante luces intensas y se succionan con poderosas bombas aspiradoras.
Diferencias entre la pesca comercial y artesanal.- Sin duda la forma contraria a la práctica de la pesca industrial, es la pesca artesanal, ya que los métodos, materiales y filosofías de ambos, difieren en su totalidad. La forma tradicional de pesca es mucho más habitual en zonas y países subdesarrollados donde aún esta actividad no se ha industrializado y las pequeñas embarcaciones salen a faenar para traer a sus hogares las capturas del día como modo de subsistencia, y el excedente para comercializarlo en una escala infinitamente inferior a lo que la pesca industrializada lo hace.
- El área industrial utiliza medio millón de trabajadores mientras que el trabajo artesanal necesita casi 12 millones de trabajadores.
- Casi 30 millones de toneladas de pescado al año es lo que de forma industrial se consigue, la pesca artesanal no llega a 25 millones de toneladas.
- La pesca artesanal es económicamente más eficiente ya que el costo de la mano de obra varia entre $250-$2,500 mientras que la comercial requiere de costos mayores de entre $30,000-$300,000.
- El impacto medioambiental de la pesca artesanal es mucho menor ya que en términos de gastos en combustible el rango oscila entre 1-3 millones de toneladas, la forma industrializada de pescar necesita hasta 19 millones de toneladas de combustible.
- Otro dato de interés es que se estima que de forma industrial, se desechan más de 40 millones de toneladas de peces cada año, la pesca artesanal es 0.
Problemas de la pesca comercial.- La explotación pesquera, si bien es un medio de abastecimiento de alimentos muy importante, ha ocasionado distintos problemas ecológicos en el medio submarino. Con frecuencia la utilización de los equipos de pesca y la pesca misma generan efectos negativos en los ecosistemas submarinos, las cadenas tróficas y por consiguiente el abastecimiento futuro de peces para el consumo humano. Gran parte de las problemáticas en torno a la pesca comercial surgen porque las compañías pesqueras sobreexplotan los recursos desde la costa cual las empuja hasta las aguas profundas. Los equipos empleados para este segundo caso generan un impacto potencial en muchas especies que viven en el suelo oceánico o cerca a este. Esto se da ya que el equipo de pesca cambia el hábitat al ser arrastrado por el suelo oceánico, destruyendo así gran parte de los hábitats de varias especies. Si bien se sabe que existen efectos sobre las comunidades bénticas, dirigir estudios en esta materia se torna complicado debido a la variedad y complejidad de estas comunidades. Sin embargo existen estudios sobre disrupciones en el fondo marino generadas por el equipo de pesca, que ha impactado las comunidades bénticas y han generado fuertes cambios en las cadenas tróficas.
Ello desestabiliza de manera permanente el equilibrio entre especies y puede generar problemas futuros para el mantenimiento del ecosistema. El impacto en ecosistemas más fuerte, es causado por las compañías pesqueras que emplean métodos no selectivos de pesca que terminan por atrapar los peces en cuestión a la vez que dañan otras especies y el hábitat de las mismas. La expresión máxima de este tipo de pesca es la pesca de arrastre, la cual termina por dañar el suelo marino y por ello mismo los hábitats de varias especies, los arrecifes de coral y en casos especiales ecosistemas completos. Por otra parte la problemática con la sobrexplotación pesquera, es que una vez se ha explotado o sobrexplotado una parte de la zona pelágica se recurre a mayores profundidades para mantener las tasas de captura y los beneficios económicos que de estas se deriva, llevando a la actividad pesquera a extremos tales como la pesca de arrastre ya mencionada y por consiguiente al fuerte impacto sobre las dinámicas de los ecosistemas en cuanto a preservación y sostenibilidad.
Formas de pesca comercial.- Almadraba; Curricán de fondo; Encañizadas; Jigging; Pesca al brumeo; Pesca al cerco; Pesca al coup; Pesca al curricán; Pesca al lanzado; Pesca con palangre; Pesca con carro valenciano; Pesca con mosca; Pesca con nasa; Pesca con roca; Pesca de arrastre, Pesca submarina, Surf casting; Trasmallo; Draga Hidráulica (Pesca de Bivalvos); Rastro remolcado (Pesca de Bivalvos); Cerco danés; Cerco escocés; Lanza o arpón (Antiguamente empleado en la pesca de ballenas); Redes de deriva; Buques poteros industriales (Pesquería del calamar); Líneas de mano (Pesquería artesanal de atún rojo); "Voracera" (Pesquería del voraz en el estrecho); Chinchorro; Corrales; Rastrillo. Si queréis saber más sobre estas formas de pesca, en la margen derecha de este blog, encontrareis el artículo sobre la forma de pesca que os interese.
Regulaciones de la explotación de recursos marinos.- Producto de la potencial depredación de las zonas pesqueras del mundo, el ser humano impuso leyes, reglas y límites a la actividad pesquera para proteger las especies hidrobiológicas y evitar así su total desaparición. Sin embargo, en algunas zonas pesqueras, los actos preventivos de este tipo no dan los resultados deseados al no llevarse un buen control de los mismos. En algunos países, para evitar la deprecación, se promueve la crianza de especies comestibles en cursos de agua o en estanques naturales o artificiales, suele tratarse de especies hidrobiológicas cuyo consumo tiene una gran demanda. De esta forma, se establecen granjas piscícolas que evitan en cierta medida la depredación de la especie. Para controlar la explotación de los caladeros costeros, algunos países han declarado un límite regulador para los barcos de pesca extranjeros de 200 millas marinas (370,4 km). Otros muchos países siguieron su ejemplo y en la actualidad la mayoría de los países reivindica la "zona de exclusión" de 200 millas. La FAO, ha decidido que se debe reducir el ritmo de capturas cuando el entorno marino se vea amenazado. En la actualidad, el uso de redes de deriva (que pueden llegar a medir hasta 75 km de largo) está prohibido en algunos países porque también capturan especies no aptas para el consumo humano, o en vías de extinción. En los lugares en los que se ha llevado a cabo una eficaz protección de los bancos de peces, éstos se han renovado. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha adoptado acuerdos para la conservación de especies marinas de alta mar, las cuales, reforzadas por los acuerdos regionales de protección del medio ambiente, deberían ayudar a conservar los mares limpios, vivos y productivos.
La acuicultura se ha vuelto cada vez más común debido al impacto que la pesca comercial está teniendo sobre las poblaciones de especies acuáticas en todo el mundo. La acuicultura o piscicultura es básicamente la cría o cultivo de peces en jaulas submarinas. La industria acuícola ha crecido a una tasa del nueve por ciento anual desde 1975, y en la actualidad abastece casi el 40 por ciento del mercado mundial de peces y mariscos. Con frecuencia se ha promovido a la acuicultura como una “solución” a la creciente demanda mundial de peces, sin embargo, esta actividad conlleva sus propios riesgos ambientales. Para empezar, es una industria sumamente ineficiente ya que se necesitan casi cinco libras de “peces de desecho” (2.26 kg) para elaborar una libra (0.45 kg) de harina de peces como alimento para los peces cultivados, los cuales en la actualidad consumen cerca de un cuarto del total de las 20 a 30 toneladas métricas de las capturas mundiales de peces. Tal pérdida de biomasa afecta a las especies en todos los niveles de la cadena alimentaria.
En segundo lugar, las granjas acuícolas dañan a los ecosistemas en los que están ubicadas. Con el fin de lograr la mayor eficiencia de la producción, se confina a los peces en jaulas muy densamente pobladas. La materia fecal que se acumula bajo tales condiciones insalubres puede promover la aparición de floraciones de algas, las cuales consumen y agotan el oxígeno del agua en torno a las instalaciones acuícolas, privándolas de su capacidad de sostener la vida marina. En estas aguas putrefactas en las que se obliga a vivir a los peces cultivados, también proliferan parásitos mortíferos (como los piojos marinos) y los virus (como el de la anemia del salmón, a menudo letal), los cuales también infectan a los peces salvajes que nadan cerca de las granjas acuícolas. Los peces cultivados escapan a veces de sus jaulas e interactúan con las especies nativas, llegándose a desplazar largas distancias hasta sus colonias. Estas enfermedades transmisibles representan una amenaza para los peces nativos ya que se transmiten a través de la población y la pueden diezmar rápidamente.
La industria acuícola puede tener consecuencias devastadoras no solo para los ecosistemas y los animales sino que para las personas también. Por ejemplo, en décadas recientes se han destruido vastas áreas de manglares en el sureste asiático para el cultivo intensivo del camarón, lo que ha vuelto a estas costas vulnerables a los mortíferos maremotos. El 26 de diciembre de 2004, y tan solo unos minutos después del masivo terremoto de magnitud 9.0 en la escala Richter que se produjo en la zona de subducción de la placa India bajo la placa de Birmania, se levantaron olas de hasta 100 pies (30 metros) de altura que devastaron las costas indias e indonesias, y causaron la muerte de cerca de 150,000 personas. Este tsunami hubiera causado menos daño si no se hubieran talado extensas áreas de manglares insulares para establecer allí granjas camaroneras y hoteles de playa para atraer turistas, ya que los manglares (al igual que los arrecifes de coral, los bancos y las dunas de arena) crean zonas de amortiguamiento naturales que evitan que las olas alcancen gran tamaño conforme se acercan a la costa. Los científicos que estudian las secuelas del tsunami han corroborado que en las áreas con manglares intactos se produjeron menos víctimas humanas y daños a la propiedad en comparación con las áreas en las que los manglares habían sido arrasados.
La importancia del océano.- Los océanos cubren casi dos tercios de la superficie de la Tierra y abarcan el 99 por ciento del espacio apto para la vida en nuestro planeta. Son el hogar de millones de especies distintas y de billones de criaturas individuales, lo que incluye al fitoplancton, del cual proviene la mitad del oxígeno que respiramos los humanos y otros animales. En las vastas aguas oceánicas también se absorben cantidades masivas de dióxido de carbono, lo que contribuye a ralentizar el ritmo al que ocurre el cambio climático. Sin embargo, si la humanidad continúa con el saqueo de los océanos, muchas especies acuáticas que han existido durante millones de años, podrían desvanecerse para siempre en pocas décadas. De hecho, con una población humana que se calcula alcanzará los nueve mil millones a mediados de este siglo, los científicos advierten que el 90 por ciento de todas las especies de valor comercial podrían llegarse a extinguir para 2048 si se mantienen las actuales tendencias de consume.
El papel de la FAO en la pesca.- La FAO reconoce la importancia del pescado y sus numerosos productos asociados para:
- La seguridad alimentaria y la nutrición.
- El crecimiento económico a través de la producción y el comercio pesqueros.
- La mitigación de la pobreza y la creación de oportunidades de empleo en zonas rurales.
La FAO desempeña un papel de liderazgo en la política pesquera internacional, entre otros a través del Comité de Pesca (COFI, por sus siglas en inglés) y los subcomités relacionados sobre Comercio Pesquero y Acuicultura. La FAO trabaja con un amplio abanico de asociados, incluyendo gobiernos, organismos regionales pesqueros, cooperativas, comunidades de pescadores y otros en:
- Implementar el Código de Conducta para la Pesca Responsable y el enfoque ecosistémico de la pesca (EEP).
- Recopilar y publicar la base de datos de producción mundial de captura, incluyendo los datos relacionados con la flota, los pescadores y el comercio.
- Reducir los impactos negativos de la pesca en el medio ambiente mediante soluciones tecnológicas y de gestión comunitaria.
- Implementar los Acuerdo sobre medidas del Estado rector del puerto (AMERP) para prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.
- Ayudar a los países miembros a prepararse mejor frente a las catástrofes y a las comunidades pesqueras afectadas por situaciones de emergencia y desastres naturales.
- Apoyar a los países miembros en el desarrollo y aplicación de directrices internacionales relativas a las operaciones pesqueras incluyendo la ordenación de las capturas incidentales y la reducción de los descartes; el etiquetado ecológico y la trazabilidad; la reducción de las pérdidas y desperdicios de pescado; y la eficiencia de la cadena de suministro.
- Mejorar la comprensión de los aspectos socioeconómicos de la pesca, teniendo en cuenta la dinámica de la cadena de valor y el acceso al mercado, el estado de los recursos pesqueros; el acceso y los derechos del usuario; las cuestiones relacionadas con las condiciones del trabajo decente y la protección social; el reparto equitativo de los ingresos y la rentabilidad y el valor añadido.
- En estrecha colaboración con las organizaciones intergubernamentales (por ejemplo, la CITES, CMS, la UICN y las ONGs), implementar los Planes de Acción Internacional (PIA) para: reducir la captura incidental de aves marinas en la pesca con palangre; conservar y gestionar las poblaciones de tiburones; ordenar la capacidad pesquera; y prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.
- Otorgar más importancia a la pesca continental, debido a su importancia para la seguridad alimentaria y la mitigación de la pobreza.
- Prestar ayuda para la planificación de la preparación ante catástrofes y la gestión de los impactos del cambio climático a nivel nacional, regional e internacional, y ayudar a las comunidades pesqueras afectadas por los desastres naturales y emergencias prolongadas.
- Reconociendo a la pesca artesanal como contribuyente fundamental en la mitigación de la pobreza y la seguridad alimentaria, la FAO apoya el desarrollo del sector, entre otros aspectos mediante el desarrollo de un instrumento específico, las Directrices voluntarias para asegurar la sostenibilidad de la pesca en pequeña escala en el contexto de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza.
Principales resultados de la FAO en la pesca:
- Recopilaciones de estadísticas mundiales de capturas, flota y empleo por país e información sobre el estado de las poblaciones y las características bioecológicas de las especies acuáticas explotadas comercialmente.
- Recopilación y difusión de los informes sobre precios mundiales de pescado, estudios de mercado y análisis de tendencias.
- Publicaciones sobre pesca, proporcionando información actualizada valiosa para los países desarrollados y en desarrollo.
- Publicación de estudios sobre la situación del estado de las poblaciones mundiales e información bioecológica de las especies acuáticas.
- Directrices para los países miembros sobre la utilización de los conocimientos ecológicos locales y los enfoques participativos en la gestión pesquera. Normas estadísticas y de datos sobre la pesca mundial para mejorar el intercambio e integración de datos mediante asociaciones con instituciones regionales y nacionales.
Principales zonas pesqueras de la FAO
Zona 18 Mar Ártico Zona 21 Atlántico, noroeste
Zona 27 Atlántico, nordeste Zona 31 Atlántico, centro-occidental
Zona 34 Atlántico, centro-oriental Zona 37 Mediterráneo y Mar Negro
Zona 48 Atlántico, Antártico Zona 51 Océano Índico, occidental
Zona 57 Océano Índico, oriental Zona 58 Océano Índico, Antártico
Zona 61 Pacífico, noroeste Zona 67 Pacífico, nordeste
Zona 71 Pacífico, centro-occidental Zona 77 Pacífico, centro-oriental
Zona 81 Pacífico, sudoccidental Zona 87 Pacífico, sudoriental
Zona 88 Pacífico, Antártico
Aguas continentales
Zona 3 América del Sur - Zona 4 Asia - Aguas continentales
Zona 5 Europa - Zona 6 Oceanía - Aguas continentales
Zona 8 Antártida - Aguas continentales
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