Los corales marinos son animales coloniales, salvo excepciones, pertenecientes al filo Cnidaria, la mayoría a la clase Anthozoa aunque algunos son de la clase Hydrozoa (como Millepora). Los corales están formados por cientos o miles de individuos llamados zooides y pueden alcanzar grandes dimensiones. En aguas tropicales y subtropicales forman grandes arrecifes. El término «coral» no tiene significado taxonómico y bajo él se incluyen diferentes tipos de organismos. Los organismos coralinos, llamados pólipos, son autosuficientes, aunque están asociados íntimamente a las comunidades calizas espectacularmente variadas que construyen y que se conocen como arrecifes.
TAXONOMÍA.- Los corales se dividen en dos subclases en función del número de tentáculos o líneas de simetría: Hexacorallia y Octocorallia, y una serie de órdenes en función de sus exoesqueletos, tipo de nematocisto y análisis genético mitocondrial. La tipificación común de los corales cruza los límites del suborden/clase.
Los pólipos coralinos son pequeños organismos con cuerpo blando emparentados con las anémonas marinas y las medusas. Su base está formada por un duro esqueleto protector calcáreo, que compone la estructura de los arrecifes de coral. Los arrecifes comienzan a formarse cuando un pólipo se ancla a una roca del lecho marino y a continuación se divide, o rebrota, en miles de clones. La estructura calcárea de los pólipos conecta a estos entre sí, creando una colonia que funciona como un organismo individual. A medida que las colonias van creciendo a lo largo de miles de años, se agrupan con otras colonias para formar arrecifes. Algunos de los arrecifes de coral existentes hoy en el planeta comenzaron a formarse hace más de 50 millones de años. Los pólipos coralinos son en realidad animales translúcidos. Los espectaculares tonos de color de los arrecifes provienen de los miles de millones de algas (zooxantelas) que albergan. Cuando se sienten estresados por factores como la contaminación o el cambio de la temperatura del agua, los corales expulsan a las algas que los rodean, provocando el blanqueamiento del coral, que puede acabar por matar la colonia si el estrés no se reduce.
Los corales viven en aguas tropicales de todo el mundo, generalmente cerca de la costa, donde los rayos solares llegan más fácilmente a las algas. Si bien los corales obtienen la mayor parte de los nutrientes que necesitan de los productos derivados de la fotosíntesis de las algas, también tienen tentáculos punzantes y venenosos que pueden hacer asomar, normalmente por la noche, para capturar zooplancton e incluso pequeños peces. Los arrecifes de coral rebosan de vida: aunque ocupan menos del uno por ciento de la superficie oceánica, dan cobijo a casi el 25 por ciento de las criaturas marinas existentes. Sin embargo, su existencia está amenazada por numerosos factores, y los expertos calculan que los factores humanos -como la contaminación, la sedimentación o el calentamiento global-podrían hacer desaparecer el 30 por ciento de los actuales arrecifes en los próximos 30 años.
CARACTERÍSTICAS.- Aunque los corales pueden atrapar plancton y pequeños peces ayudados por las células urticantes de sus tentáculos, la mayoría de los corales, obtienen la mayor parte de sus nutrientes de las algas unicelulares fotosintéticas, denominadas zooxantelas, que viven dentro del tejido del coral y le da color a este. Estos corales requieren de luz solar y crecen en agua clara y poco profunda, normalmente a profundidades menores de 60 metros. Los corales pueden ser los principales contribuyentes a la estructura física de los arrecifes de coral que se formaron en aguas tropicales y subtropicales, como la enorme Gran Barrera de Coral en Australia y el arrecife Mesoamericano en el mar Caribe. Otros corales, que no tienen una relación simbiótica con algas, pueden vivir en aguas mucho más profundas y en temperaturas mucha más bajas, como las especies del género Lophelia que pueden sobrevivir hasta una profundidad de 3000 metros. El término "coral" no tiene ningún significado taxonómico y es poco preciso; suele usarse para designar a los antozoos en general, tanto a los que generan un esqueleto calcáreo duro, especialmente los que construyen colonias ramificadas, como las acroporas; pero también es común denominar coral a especies con colonias compactas ("coral cerebro" como Lobophyllia) e incluso con esqueleto córneo y flexible, como las gorgonias.
Asimismo, se llaman corales blandos a las especies del orden Alcyonacea, que no generan esqueleto y utilizan el calcio en forma de espículas repartidas por su tejido carnoso, para proporcionarles mayor rigidez y consistencia. Tanto en el mundo del buceo como en acuariofilia, los corales se dividen en blandos y duros, según tengan esqueleto o no. Y los duros, a su vez, se subdividen en duros de pólipo corto y duros de pólipo largo, "small polyp stony" (SPS) y "large polyp stony" (LPS), en inglés. Esta clasificación se refiere al tamaño del pólipo, que en los SPS como Montipora, suele ser de 1 o 2 mm4 y en los LPS, como Heliofungia actiniformis de hasta 20 cm.5Pero esta división es poco científica y genera no pocas excepciones bajo un análisis riguroso de las diversas especies. La comunidad científica se refiere a micropólipos cuando los pólipos coralinos tienen entre 1 y 2 mm de diámetro, y alude a macropólipos para aquellos pólipos entre 10 y 40 mm de diámetro. No obstante, la gran mayoría de los corales de todos los arrecifes del mundo tienen pólipos con un diámetro entre 2 y 10 mm, justo entre esas categorías.
Corales hermatípicos.- Los corales hermatípicos, son corales pétreos que construyen arrecifes. Secretan carbonato de calcio para formar un esqueleto duro. Obtienen una parte de sus requerimientos energéticos de zooxantelas, (algas fotosintéticas simbióticas). Los que tienen seis o menos, o múltiplos de seis, ejes de simetría en su estructura corporal son denominados hexacorales (subclase Hexacorallia).Este grupo incluye a los principales corales constructores de arrecifes, los pertenecientes al orden Scleractinia (escleractinios). Los otros géneros de corales hermatípicos pertenecen a la subclase Octocorallia (como Heliopora y Tubipora), y a la clase Hydrozoa (como Millepora). Los factores ecológicos necesarios para el crecimiento de los corales hermatípicos son, entre otros:
* Aguas relativamente someras (desde la superficie hasta varias decenas de metros).
* Temperaturas cálidas (entre 20 y 30 °C).
* Salinidades normales (entre 27 y 40 °C).
* Fuerte penetración de la luz.
* Intercambio con las aguas oceánicas abiertas en zonas agitadas de alta energía, lo que hace que se trate de aguas claras, sin sedimento en suspensión y con cierto contenido en nutrientes.
* Sustrato firme para su anclaje.
Solo en el Caribe, existen por lo menos 50 especies de corales pétreos, cada una con una estructura esquelética única. Algunos tipos conocidos son:
Mussiidae.- Es una familia de corales marinos hermatípicos que pertenecen al orden Scleractinia, dentro la clase Anthozoa. Los géneros de la familia incluyen especies con grandes pólipos carnosos y coloridos. Pueden ser solitarios o coloniales. Su esqueletos presentan una estructura sólida, con muros y septos bien desarrollados, presentando estos últimos dientes. Los dientes de los septos son iguales en tamaño y forma, y puntiagudos. La granulación de los septos consiste en picos alineados. La reproducción asexual es siempre por clonación intracalicular. La superficie es dura y ofrece una buena protección contra los peces y los huracanes. Corales ramificados, tales como Acropora, crecen más rápidamente, pero son más vulnerables a los daños de tormentas. Muchas de sus especies se denominan en lenguaje común coral cerebro, debido a su forma generalmente esferoide, y a su superficie acanalada, que se asemeja a las circunvoluciones de un cerebro. Se distribuyen en las aguas tropicales y subtropicales de los océanos Atlántico, Índico y Pacífico. Habitan los arrecifes de coral en aguas poco profundas, con temperaturas relativamente elevadas, en todos los océanos del mundo. La esperanza de vida de los corales cerebro puede llegar a 900 años y sus colonias pueden crecer hasta más de 1,8 metros de altura.
Varios de sus géneros estaban incluidos hasta hace poco en la familia Faviidae, pero las recientes revisiones de la taxonomía de los corales, auspiciadas por análisis filogenéticos y otras investigaciones, que los avances tecnológicos permiten, han concluido que Faviidae es sinonimia de Mussidae. El Registro Mundial de Especies Marinas incluye los siguientes géneros en la familia, divididos en dos subfamilias:
Subfamilia Faviinae. 1900:
Colpophyllia. 1848.- Es un género de coral pétreo que pertenece a la familia Mussidae. El Registro Mundial de Especies Marinas acepta las siguientes especies:
Colpophyllia amaranthus (1775)
Colpophyllia breviserialis 1849
Colpophyllia amaranthus (1775)
Colpophyllia breviserialis 1849
Colpophyllia natans (1772).- Es una especie de coral pétreo que se encuentra principalmente en el mar Caribe y el golfo de México. Habita las laderas y cumbres de los arrecifes de coral, hasta una profundidad máxima de cincuenta metros. Se caracteriza por grandes colonias en forma de cúpula, que pueden medir hasta dos metros de diámetro, y por la red de crestas y valles en su superficie. Las crestas son generalmente de color marrón con una única ranura, y los valles pueden ser de color castaño, verde o blanco y su anchura es uniforme, midiendo típicamente 2 cm. Los pólipos solo extienden sus tentáculos durante la noche. Las colonias individuales de Colpophyllia natans suelen ser grandes y por lo general tienen una forma de cúpula, cuya curvatura típicamente aumenta con el tamaño, y por lo tanto la edad, de la colonia. Crece hasta los dos metros de diámetro. Ocasionalmente las colonias pueden tener una forma de discos planos, sobre todo cuando son relativamente jóvenes. Siendo una especie de coral cerebro, la superficie del esqueleto se compone de una red curvada y bobinada de valles y crestas (o paredes) que se asemejan a la arquitectura de plegado común al cerebro mamífero.
Los colores de las crestas y valles varían entre las colonias. Las crestas suelen tener distintos tonos de marrón, mientras que los valles tienen un color blanquecino, verde o marrón. Las cimas de las crestas están indentadas con una delgada ranura única. Las crestas y los valles puede tener hasta 2 centímetros de ancho, y es esta anchura que la distingue de la más estrecha Diploria, que de otro modo puede tener una apariencia semejante. Los pólipos solo extienden sus tentáculos por la noche. Por su forma robusta, su tamaño y su crecimiento lento, C. natans tiene mayor facilidad de sobrevivir en condiciones adversas en las que sucumben corales más pequeños y frágiles, tales como el coral lechuga (Agaricia agaricites). C. natans, y la especie simpátrica Montastraea annularis, son menos susceptibles de ser sofocados por un bloom de algas, y demostraron que pueden resistir los efectos de huracanes, como los del huracán Allen en la costa de Jamaica en 1980. Los corales en el Caribe son susceptibles al blanqueo causado por altas temperaturas del agua y la radiación solar. Un estudio de nueve meses realizado en 2005 comparó la mortalidad por blanqueo de C. natans a la de Porites porites, que tiene una morfología en forma de dedo. A pesar de que el blanqueo afectó ambas especies con la misma severidad, el 56% de las colonias de P. porites murió a causa del blanqueo, mientras que la mortalidad por blanqueo de C. natans solo era del 8% de las colonias afectadas. Sin embargo, el blanqueo provocó una incidencia generalizada del síndrome de coral conocido como plaga blanca tipo II, lo que resultó en una mortalidad relacionada al blanqueo de 42% entre C. natans durante 9 meses, casi tan alta como la de P. porites.
C. natans es un reproductor de difusión hermafrodita que libera una gran cantidad de gametos sincrónicamente para propagar la fertilización. Cada pólipo individual tiene las capacidades reproductivas del sexo masculino y femenino y genera óvulos y esperma simultáneamente. Después de la fecundación, el cigoto se convierte en una larva microscópica llamada plánula, que, después de desplazarse a un sustrato adecuado, se ancla y, tras metamorfosearse a pólipo, se reproduce asexualmente por gemación, dando origen a una nueva colonia. Este método de reproducción sexual tiene un alto índice de fracaso en varias de sus etapas y pocas colonias nuevas logran crecer con éxito. C. natans es más susceptible a enfermedades que la mayoría de las demás especies de coral en su hábitat. Un total de siete enfermedades pueden afectarla y es una de las veintidós especies de coral en el mundo afectado por más de tres enfermedades. Es uno de los corales caribeños más afectados por la enfermedad conocida como banda negra y que sufre de la enfermedad banda amarilla, junto con las especies del género Montastraea. Una forma particularmente agresiva de la plaga blanca, conocida como WPL III, ha sido documentada atacando únicamente a colonias muy grandes de C. natans y Montastraea annularis. Otras enfermedades identificadas incluyen plaga blanca tipo I y II, mancha negra, y anomalías esqueléticas, tales como tumores y agallas. Otro patógeno, aún no identificado, causó la muerte de aproximadamente la mitad de los corales presentes en Bird Key Reef (Dry Tortugas, cayos de la Florida) dentro de un periodo de un año, entre 2001 y 2002. A pesar de esta susceptibilidad a enfermedades, C. natans tiene una longevidad larga, y existen colonias que pueden vivir hasta más de doscientos años.
Es especie nativa de Anguila; Antigua y Barbuda; Bahamas; Barbados; Belice; Bonaire, (Saba, Sint Eustatius); islas Cayman; Colombia; Costa Rica; Cuba; Curaçao; Dominica; República Dominicana; Estados Unidos; Granada; Guadalupe; Haití; Honduras; Jamaica; México; Montserrat; Nicaragua; Panamá; Saint Barthélemy; San Kitts y Nevis; Santa Lucía; San Martín (parte francesa); San Vicente y las Granadinas; Sint Maarten (parte holandesa); Trinidad y Tobago; Turks y Caicos; Venezuela; islas Vírgenes (británicas). Colpophyllia natans habita los arrecifes de coral del mar Caribe y del golfo de México, y tiene mayor concentración en las costas de Honduras, el este de la península de Yucatán, el sur de Florida, Puerto Rico, las Islas Vírgenes y Cuba. Es identificable en los registros fósiles desde el Plioceno temprano. C. natans es considerada una de las especies dominantes en la construcción de arrecifes de coral en la región del Caribe, y es una especie común en las repisas y laderas de los arrecifes menos profundos. Se puede encontrar hasta una profundidad de cincuenta metros, pero prefiere establecerse cerca de la superficie.
Diploria. 1848.- Es un género de coral pétreo que pertenece a la familia Mussidae. Agrupaba a 3 especies hasta una revisión taxonómica de 2012 que dejó solo la especie tipo. Es un gran coral, en forma de cerebro, que se destaca en el arrecife, además de por su bello y particular diseño, por su gran tamaño, que alcanza los 2 metros. Se distinguen las siguientes especies:
Diploria labyrinthiformis (1758).- Es una especie de coral que pertenece al grupo de los corales duros, orden Scleractinia, y a la familia Mussidae. Es un coral hermatípico. Tras la muerte del coral, su esqueleto contribuye a la generación de nuevos arrecifes en la naturaleza. Las colonias son masivas y generalmente hemisféricas , con valles y crestas en forma meandroide que recubren su superficie. Los valles pueden ser paralelos o sinuosos, con un ancho de entre 5 y 8 mm. La columella es fina y no forma centros distintos. Cada surco de la colonia contiene un largo pólipo solitario, que posee varias bocas rodeadas de tentáculos para atrapar presas y acercarlas a las mismas. Las formas en su conjunto recuerdan a las circunvoluciones del cerebro humano, por lo que su nombre común es coral cerebro. El color de los pólipos puede ser marrón claro, amarillento o marrón grisáceo.
Se reproducen asexualmente mediante gemación, y sexualmente, fertilizando internamente sus células sexuales, ya que es hermafrodita. Las larvas se incuban internamente y, una vez en el exterior, permanecen a la deriva arrastradas por las corrientes dos o tres días, hasta que caen al fondo, se adhieren a él y se transforman en pólipos. Posteriormente, comienzan su vida sésil, secretando carbonato cálcico para conformar un esqueleto, y, mediante gemación, conforman la colonia. Contienen algas simbióticas; mutualistas (ambos organismos se benefician de la relación) llamadas zooxantelas. Las algas realizan la fotosíntesis produciendo oxígeno y azúcares, que son aprovechados por los pólipos, y se alimentan de los catabolitos del coral (especialmente fósforo y nitrógeno). Esto les proporciona entre el 70 y el 95% de sus necesidades alimenticias. El resto lo obtienen atrapando plancton y materia orgánica disuelta en el agua.
Viven en casi todas las diferentes zonas de los arrecifes localizados en las zonas tropicales (a una latitud situada entre 30ºN y 20ºS), en zonas cercanas a las costas. Abundan en lagunas y zonas soleadas. Habita entre 1 y 43 m de profundidad, aunque mayoritariamente se encuentra desde los 2 hasta los 15m. Se distribuye en el océano Atlántico occidental, desde Florida, golfo de México, el Caribe, las Bahamas y Bermuda.
Y ahora en Pseudodiploria:
Diploria clivosa (1786)
Diploria strigosa (1846)
Favia. 1857.- Es un género de corales de la familia Mussidae. Pertenece al grupo de los corales hermatípicos, del orden Scleractinia. El Registro Mundial de Especies Marinas acepta actualmente 2 especies, reclasificando las aceptadas hasta ahora en el género:
Favia fragum. (1795)
Favia gravida. (1868)
Los corales Favia forman colonias masivas, tanto horizontales como esféricas. Cada coralito, o esqueleto individual de cada pólipo, se proyecta ligeramente sobre la superficie de la colonia y tiene su propio muro. Los coralitos hijos se forman por división intratentacular. Los pólipos se extienden sólo durante la noche y tienen un círculo simple de tentáculos, cuyo extremo suele estar coloreado en otro tono. Puede contraer rápidamente los pólipos si es tocado por otro organismo. También posee tentáculos "barredores" que presentan unas células urticantes denominadas nematocistos, empleadas en la caza de presas de plancton. La gama de colores abarca la práctica totalidad, siendo más común el verde.
Se reproducen asexualmente mediante gemación, y sexualmente, lanzando al exterior sus células sexuales. En este tipo de reproducción, la mayoría de los corales liberan óvulos y espermatozoides al agua, siendo por tanto la fecundación externa. Los huevos una vez en el exterior, permanecen a la deriva arrastrados por las corrientes varios días, más tarde se forma una larva plánula que cae al fondo, se adhiere a él y se transforma en pólipo, comenzando su vida sésil y secretando carbonato cálcico para conformar un esqueleto, o coralito. Posteriormente, el pólipo se reproduce por gemación, dando origen a la colonia coralina. Contienen algas simbióticas llamadas zooxantelas. Las algas realizan la fotosíntesis produciendo oxígeno y azúcares, que son aprovechados por los pólipos, y se alimentan de los catabolitos del coral (especialmente fósforo y nitrógeno). Esto les proporciona entre el 75 y el 95% de sus necesidades alimenticias. El resto lo obtienen atrapando plancton y materia orgánica disuelta en el agua.
Viven en arrecifes localizados en los mares tropicales (a una latitud situada entre 30ºN y 20ºS) en zonas cercanas a las costas. Mayoritariamente se encuentran en fondos rocosos, en aguas túrbias y de poca calidad, por lo que su mantenimiento en cautividad es relativamente fácil, comparado con otros corales duros. Se distribuyen en el océano Atlántico, desde el golfo de México hasta Brasil, en las costas occidentales de África, y en Mozambique.
Su mantenimiento en cautividad es relativamente fácil, comparado con el resto de corales duros. Al poder provenir de diferentes hábitats y profundidades, habrá que probar su ubicación en el acuario. En principio se ubicará sobre rocas, la arena puede producirle irritaciones. La iluminación deberá ser de moderada a fuerte, y la corriente, de suave a moderada, ya que una corriente fuerte puede evitar la expansión de los pólipos. Conviene vigilar el nivel de calcio con frecuencia debido a su alto consumo. Al tener tentáculos "barredores" para la caza, deberemos dejar espacio a su alrededor, ya que, de lo contrario, dañará a los corales vecinos.
Manicina. 1834.- Manicina areolata 1758.- Es la única especie de coral del género Manicina , familia Mussidae, orden Scleractinia. Este género incluye alrededor de 10 especies, pero la única existente hoy día es M. areolata. Durante el Mioceno y el Plioceno existieron el resto de las especies, hasta que, hace 1 millón de años aproximadamente, desaparecieron la mitad de las especies de corales del Caribe, y Manicina fue un género muy afectado. Es una especie ampliamente distribuida y común en su rango geográfico, el Atlántico oeste tropical, y con poblaciones estables. Es un coral hermatípico, tras la muerte del coral, su esqueleto contribuye a la construcción de arrecifes en la naturaleza.
Las colonias pueden ser libres o fijadas al sustrato, especialmente de pequeñas se adhieren a granos de sedimento, conchas de moluscos o algas. La forma de las colonias jóvenes es oval, y conforman su superficie con un valle central axial, del que salen algunos valles cortos laterales. Las colonias más grandes son hemisféricas y meandroides. La parte inferior del corallum, o esqueleto colonial, es en forma de cono. Los septos se distribuyen en más de 3 ciclos completos, de 12 a 24 por centímetro. Tanto los septos como los costa son de grosor diferente y los principales tienen largos lóbulos paliformes. La columnela es esponjosa y larga. Las colonias son pequeñas y, normalmente, de menos de 10 cm de diámetro. Sin embargo, sus valles son anchos, entre 10 y 15 mm. El color de los pólipos normalmente es de un tono uniforme marrón anaranjado pálido, aunque puede ser en variedades de verde, marrón o gris, en ocasiones con diferentes tonalidades entre valles y crestas.
Se reproducen asexualmente mediante gemación. Sexualmente son hermafroditas incubadores, lo que quiere decir que las colonias generan gametos masculinos y femeninos, siendo interna la fecundación. Las larvas, una vez en el exterior, permanecen a la deriva arrastrados por las corrientes varios días, más tarde se forma una larva plánula que, tras deambular tres semanas por la columna de agua marina, cae al fondo, se adhiere a él, y comienza su metamorfosis a la forma pólipo y la vida sésil. El pólipo secreta carbonato cálcico, que se va depositando en su parte basal para conformar un esqueleto, o coralito. Posteriormente, forman la colonia mediante la división de los pólipos por gemación. Contienen algas simbióticas; mutualistas (ambos organismos se benefician de la relación), llamadas zooxantelas. Las algas realizan la fotosíntesis produciendo oxígeno y azúcares, que son aprovechados por los pólipos, y se alimentan de los catabolitos del coral (especialmente fósforo y nitrógeno). Esto les proporciona entre el 70 y el 95% de sus necesidades alimenticias. El resto lo obtienen atrapando del plancton pequeños invertebrados marinos con sus tentáculos, como copépodos de los géneros Acartia, Corycaeus, Oithona, Oncaea, Paracalanus o Undinula; tunicados del género Oikopleura, o anfípodos como Lestrigonus.
Es predado por los gusanos Phragmatopoma lapidosa y Hermodice carunculata, los caracoles Coralliophila caribaea, Coralliophila aberrans y Calliostoma javanicum, los peces mariposa Chaetodon capistratus, Chaetodon sedentarius y Prognathodes aculeatus, el blénido Entomacrodus nigricans, el pez damisela Microspathodon chrysurus o el erizo de mar Diadema antillarum. Localizados en zonas tropicales, a una latitud situada entre 34ºN y 34ºS,7 en zonas cercanas a las costas. Viven tanto en los arrecifes resguardados, como en los exteriores, pero siempre con fondos blandos, de escombro o arenosos, frecuente en lechos de algas submareales,1 y en manglares. Cuando las colonias son pequeñas y libres ocurren entre algas y fondos blandos, al crecer y hacerse hemisféricas y ancladas prefieren laderas del arrecife. Las colonias libres tienen la capacidad de recuperar su posición en el sustrato, cuando las mareas, tormentas u otro animal les vuelve con los pólipos hacia el fondo. Posición en la que morirían por falta de luz y asfixiadas por el sedimento. Entonces llenan su estómago con agua marina hasta hincharse, y a continuación expulsan el agua alternativamente por un lado y otro de la colonia. Esto provoca que la colonia se meza de atrás hacia adelante, hasta que supera el centro de gravedad, y, rápidamente se da la vuelta, recuperando su posición natural. El proceso dura algunas horas. Habita entre 1 y 60 m de profundidad, mayoritariamente se encuentra entre 1 y 10 m, pero se reportan localizaciones hasta los 96,5 metros de profundidad, y en un rango de temperatura entre 23.25 y 28.04ºC. Suele ocurrir junto a colonias de vida libre de especies como Porites divaricata, Cladocora arbuscula, y Oculina.
Se distribuye en el océano Atlántico occidental, desde Florida, golfo de México, el Caribe, las Bahamas y Bermuda. Es especie nativa de Anguila; Antigua y Barbuda; Bahamas; Barbados; Belice; Bermuda; Bonaire, Sint Eustatius y Saba (Saba, Sint Eustatius); islas Caimán; Colombia; Costa Rica; Cuba; Curazao; Dominica; República Dominicana; Estados Unidos; Granada; Guadalupe; Haití; Honduras; Jamaica; México; Montserrat; Nicaragua; Panamá; Saint Barthélemy; San Kitts y Nevis; Santa Lucía; Saint Martin (parte francesa); San Vicente y las Granadinas; Sint Maarten (parte holandesa); Trinidad y Tobago; Turks y Caicos; Venezuela e islas Vírgenes Inglesas.
Mussismilia. 1890.- Es un género de corales de la familia Mussidae. Pertenece al grupo de los corales hermatípicos, del orden Scleractinia. Los corales Mussismilia forman colonias masivas de tipo cerioide, en el cual las copas de los coralitos, o esqueletos individuales de cada pólipo, son generalmente poligonales y se encuentran íntimamente unidas por sus paredes, conformando colonias, tanto horizontales, como esféricas. Salvo M. harttii, que es de tipo faceloide, cuyo esqueleto colonial tiene ramas paralelas, que forman masas compactas. Los tamaños de las colonias oscilan entre menos de 0,5 m, en el caso de M. hispida, hasta más de un metro, en M. harttii y M. braziliensis. Los coralitos son de formas y tamaños irregulares, generalmente redondeados, miden entre 8 y 20 mm de diámetro, y sus septos tienen denticiones redondeadas. Los pólipos extienden sus tentáculos, que presentan unas células urticantes denominadas nematocistos, empleadas en la caza de presas de plancton. La gama de colores abarca el verde, gris, azul grisáceo, marróno o amarillo. En el caso de M. hispida, el color del disco oral suele ser contrastante con la tonalidad del resto del pólipo.
Se reproducen asexualmente mediante gemación, y sexualmente, lanzando al exterior sus células sexuales. En este tipo de reproducción, la mayoría de los corales liberan óvulos y espermatozoides al agua, siendo por tanto la fecundación externa. Mussismilia es hermafrodita, conteniendo los pólipos , tanto células sexuales masculinas, como femeninas, que son lanzadas sincronizadamente por todos los pólipos de la colonia, a la columna de agua, donde son fertilizadas. Los huevos una vez en el exterior, permanecen a la deriva arrastrados por las corrientes varios días, más tarde se forma una larva plánula que cae al fondo, se adhiere a él y se transforma en pólipo, comenzando su vida sésil y secretando carbonato cálcico para conformar un esqueleto, o coralito. Posteriormente, el pólipo se reproduce por gemación, dando origen a la colonia coralina. Contienen algas simbióticas llamadas zooxantelas. Las algas realizan la fotosíntesis produciendo oxígeno y azúcares, que son aprovechados por los pólipos, y se alimentan de los catabolitos del coral (especialmente fósforo y nitrógeno). Esto les proporciona entre el 75 y el 95% de sus necesidades alimenticias. El resto lo obtienen atrapando plancton y materia orgánica disuelta en el agua.
Viven en zonas cercanas a las costas. Ocurren en diferentes hábitats de arrecifes de coral, en aguas turbias y de poca profundidad. Se reportan localizaciones entre 1 y 125 m de profundidad, y en un rango de temperatura entre 22.75 y 26.47ºC. Se distribuyen en el océano Atlántico occidental, tan sólo en Brasil, desde Fortaleza hasta Sao Paulo, a lo largo de la costa del estado de Bahía y en las Abrolhos, donde son uno de los principales constructores de arrecifes. El Registro Mundial de Especies Marinas reconoce tres especies en el género, siendo valoradas por la Lista Roja de Especies Amenazadas:
Mussismilia braziliensis. (1868) Estado: Datos deficientes.
Mussismilia harttii. (1868) Estado: Datos deficientes.
Mussismilia hispida (1901) Estado: Datos deficientes.
Pseudodiploria. 2012.- Es un género de corales que pertenece a la familia Mussidae, del orden Scleractinia. El Registro Mundial de Especies Marinas reconoce las siguientes especies:
Pseudodiploria clivosa (1786)
Pseudodiploria strigosa (1846).- Es una especie de coral de la familia Mussidae, orden Scleractinia. La reciente descripción del género, en 2012, ha supuesto renombrar la, hasta entonces Diploria strigosa, separándola del género Diploria. Es una especie ampliamente distribuida en su rango geográfico, el Atlántico oeste tropical, y con poblaciones estables. En Bermuda es el coral dominante en los arrecifes. Es un coral hermatípico, tras la muerte del coral, su esqueleto contribuye a la construcción de arrecifes en la naturaleza. Las colonias son masivas, en ocasiones incrustantes, y conforman de platos contorneados a cúpulas hemisféricas Su superficie está cubierta de largos valles y crestas, en forma meandroide y en ocasiones interconectados, excepto en la franja cerca del borde de la colonia, donde tienden a volverse paralelos. Los valles suelen ser sinuosos, con un ancho de entre 6 y 9 mm. Los costae entre coralitos adyacentes son continuos e iguales en espesor. La columnela de los coralitos está bien desarrollada Las líneas de pólipos están separadas por una pared llamada teca, líneas adyacentes de pólipos comparten la teca. La teca, el septo y la columnela miden aproximadamente 3.5 mm, 6.6 mm y 4.6 mm, respectivamente. Las colonias alcanzan 1,8 metros de diámetro. Las formas en su conjunto recuerdan a las circunvoluciones del cerebro humano, por lo que su nombre común es coral cerebro simétrico. El color de los pólipos puede ser verde a marrón, marrón-amarillento, marrón-púrpura o gris azulado.
Se reproducen asexualmente mediante gemación. Sexualmente son hermafroditas simultáneos, lo que quiere decir que las colonias generan gametos masculinos y femeninos, lanzando simultáneamente al exterior sus células sexuales, en los meses de septiembre a octubre (hacia las 23:00 horas, aproximadamente), siendo, por tanto, externa la fecundación. Los huevos, una vez fertilizados en el exterior, permanecen a la deriva arrastrados por las corrientes varios días, más tarde se forma una larva plánula que, tras deambular por la columna de agua marina, cae al fondo, se adhiere a él, y comienza su metamorfosis a la forma pólipo y la vida sésil. El pólipo secreta carbonato cálcico, que se va depositando en su parte basal para conformar un esqueleto, o coralito. Posteriormente, forman la colonia mediante la división de los pólipos por gemación. Contienen algas simbióticas mutualistas (ambos organismos se benefician de la relación), llamadas zooxantelas. Las algas realizan la fotosíntesis produciendo oxígeno y azúcares, que son aprovechados por los pólipos, y se alimentan de los catabolitos del coral (especialmente fósforo y nitrógeno). Esto les proporciona entre el 70 y el 95% de sus necesidades alimenticias. El resto lo obtienen atrapando plancton y materia orgánica disuelta en el agua.
Viven en casi todas las diferentes zonas de los arrecifes localizados en las zonas tropicales (a una latitud situada entre 30ºN y 20ºS), en zonas cercanas a las costas. Abundan especialmente en pendientes someras y lagunas arrecifales. Habita entre 0,5 y 55 m de profundidad, mayoritariamente se encuentra hacia los 10 m, pero se reportan localizaciones hasta los 109 metros de profundidad, y en un rango de temperatura entre 19.81 y 28.06ºC. Se distribuye en el océano Atlántico occidental, desde Florida, golfo de México, el Caribe, las Bahamas y Bermuda. Es especie nativa de Anguila; Antigua y Barbuda; Antillas Neerlandesas (Bonaire); Bahamas; Barbados; Belice; Bermuda; Bonaire, Sint Eustatius y Saba (Saba, Sint Eustatius); islas Caimán; Colombia; Costa Rica; Cuba; Curazao; Dominica; República Dominicana; Estados Unidos; Granada; Guadalupe; Haití; Honduras; Jamaica; México; Montserrat; Nicaragua; Panamá; Saint Barthélemy; San Kitts y Nevis; Santa Lucía; Saint Martin (parte francesa); San Vicente y las Granadinas; Sint Maarten (parte holandesa); Trinidad y Tobago; Turks y Caicos; Venezuela e islas Vírgenes Inglesas.
Subfamilia Mussinae. 1890:
Isophyllia. 1851.- Es un género de coral duro, orden Scleractinia, que pertenece a la familia Mussidae. Tras la muerte del coral, su esqueleto contribuye a la generación de nuevos arrecifes en la naturaleza, debido a que la acción del CO2 convierte muy lentamente su esqueleto en bicarbonato cálcico, sustancia esta asimilable directamente por las colonias coralinas. Forma colonias de tipo masivo, meandroides o cerioides, según la especie, con formas hemisfericas o de lomas. Los septos de los coralitos son finos y puntiagudos. Los colores de los pólipos pueden ser, gris-verdoso, lavanda, marrón o amarillo, contrastando el color de los valles y las crestas de la colonia. Tiene tentáculos "barredores", que son más finos de diámetro que los normales y que pueden expandir buscando alimento o agrediendo a otros corales, en la lucha por el espacio y la luz. Estos apéndices son extremadamente agresivos para el resto de habitantes del arrecife, tanto para peces como para el resto de invertebrados, ya que contienen células urticantes llamadas nematocistos. También puede sacar su estómago al exterior para devorar un coral contiguo, y, una vez digerido restablecerlo a su interior. Las colonias, normalmente pequeñas, alcanzan los 20 cm de diámetro.
Las colonias son hermafroditas, macho y hembra en el mismo organismo, normalmente incuban las larvas internamente. Las larvas deambulan por la columna de agua hasta que se posan y fijan en el lecho marino, una vez allí se convierten en pólipos y comienzan a secretar carbonato cálcico para construir su esqueleto, denominado coralito. Asimismo, se reproducen mediante gemación del pólipo, dando origen a la colonia coralina, cuyo esqueleto se denomina corallum. En la naturaleza se nutre principalmente de la fotosíntesis realizada por las algas zooxantelas que habitan el tejido de sus pólipos. Las algas realizan la fotosíntesis produciendo oxígeno y azúcares, que son aprovechados por los corales, y se alimentan de los catabolitos del coral, especialmente fósforo y nitrógeno. Esto le proporciona entre el 75 y el 90% de sus requerimientos nutricionales, completando su alimentación mediante la captura de zooplancton y la absorción de materia orgánica disuelta del agua.
Localizados en un amplio rango de hábitats del arrecife, desde lagunas protegidas hasta laderas interiores o exteriores, en aguas tranquilas y desde 1 a 20 m de profundidad. Se encuentra en aguas tropicales del océano Atlántico occidental, desde Florida, golfo de México, Caribe, Bahamas y Bermudas. El Registro Mundial de Especies Marinas acepta en este género 3 especies, de las que la UICN ha evaluado el estado de conservación de una de ellas:
Isophyllia erythraea. No evaluado
Isophyllia rigida. (1848). Estado: No evaluado
Isophyllia sinuosa. Estado: Preocupación menor ver.
Mussa. 1815.- Es un género de coral hermatípico, de la familia Mussidae, orden Scleractinia. Actualmente, tanto el Sistema Integrado de Información Taxonómica, ITIS, como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN,2 tan solo reconocen una especie en el género: Mussa angulosa. No obstante, tanto el Registro Mundial de Especies Marinas, WoRMS, como Hexacorallians of the World, Hexacorales del Mundo, admiten también otra especie: Mussa crassidentata, aunque pendiente de confirmar. Dada esta situación, y no disponiendo de datos sobre M. crassidentata, los datos del presente artículo se refieren a M. angulosa. Su nombre común en español es coral de flores. Está ampliamente distribuido en el océano Atlántico oeste tropical, y sus poblaciones son estables, aunque poco abundantes. Forma colonias con esqueletos aplanados a hemisféricos, o ramificados, aunque en este último caso la apariencia externa es la de un montículo sólido. La superficie de la colonia es en forma flabeloide o flabelo-meandroide, con valles cortos de hasta cinco centros. Los septos tienen dientes largos y afilados, y no son iguales en grosor. Los coralitos tienen entre 4,5 y 7 cm de diámetro, con forma redondeada, elíptica o circular, y columnela bien desarrollada. Los pólipos son grandes y carnosos, con colores en tonalidades de gris, aunque pueden tener tonos azulados, verdes, naranja rojizo o rosa.
Son hermafroditas, y producen esperma y huevos que se fertilizan internamente. Las larvas deambulan por la columna de agua hasta que se posan y fijan en el lecho marino. Una vez allí, se convierten en pólipos y comienzan a secretar carbonato cálcico para construir su esqueleto, o coralito. Posteriormente, se reproducen mediante gemación del pólipo, dando origen a la colonia. En la naturaleza se nutre principalmente de la fotosíntesis realizada por las algas zooxantelas que habitan el tejido de sus pólipos. Las algas realizan la fotosíntesis produciendo oxígeno y azúcares, que son aprovechados por los corales, y se alimentan de los catabolitos del coral, especialmente fósforo y nitrógeno. Esto le proporciona entre el 75 y el 90 % de sus requerimientos nutricionales, completando su alimentación mediante la captura de zooplancton con sus tentáculos y la absorción de materia orgánica disuelta en el agua.
Localizados en casi todas las diversas zonas de los arrecifes, aunque preferentemente ocurren en los arrecifes profundos y en los de profundidad media, de 5 a 30 m, aunque más común entre 10 y 20 métros.2 No obstante, se reportan localizaciones entre 4,25 y 108,75 m de profundidad, y en un rango de temperatura entre 19.81 y 27.97ºC. Es una especie considerada altamente agresiva, que crece en dirección inclinada, susceptible al blanqueo por condiciones medioambientales adversas, como cambios en el rango de temperaturas oceánicas, y no tolera altas ratio de sedimentación. Se distribuyen en el Atlántico tropical occidental, desde Florida hasta el Caribe y el golfo de México. Es especie nativa de Anguila; Antigua y Barbuda; Bahamas; Barbados; Belice; Bonaire, Sint Eustatius y Saba (Saba, Sint Eustatius); Islas Cayman; Colombia; Costa Rica; Cuba; Curazao; Dominica; República Dominicana; Estados Unidos; Granada; Guadalupe; Haití; Honduras; Jamaica; México; Montserrat; Nicaragua; Panamá; Saint Barthélemy; San Kitts y Nevis; Santa Lucía; Saint Martin (parte francesa); San Vicente y las Granadinas; Sint Maarten (parte holandesa); Trinidad y Tobago; Turks y Caicos; Venezuela e islas Vírgenes, inglesas.
El Registro Mundial de Especies Marinas reconoce las siguientes dos especies en el género, aunque M. crassidentata está pendiente de confirmación:
Mussa angulosa (1766). Estado de conservación: Preocupación menor.
Mussa crassidentata (1891). Estado de conservación: No evaluada.
Mycetophyllia. 1848.- Es un género de coral hermatípico, de la familia Mussidae, orden Scleractinia. Su nombre común en inglés es cactus coral, o coral cactus. Forma colonias con esqueletos en forma de plato liso, masivo o en lomas. La superficie superior está atravesada por crestas irregulares, que parten de la periferia hacia el centro, formando valles. Normalmente, los pólipos son muy carnosos. Los colores de los pólipos pueden ser marrón, gris, azulado y verde. Algunas especies alcanzan más de 100 cm de diámetro. Las colonias producen esperma y huevos que se fertilizan externamente en el agua. Las larvas deambulan por la columna de agua hasta que se posan y fijan en el lecho marino. Una vez allí, se convierten en pólipos y comienzan a secretar carbonato cálcico para construir su esqueleto, o coralito. Posteriormente, se reproducen mediante gemación del pólipo, dando origen a la colonia.
En la naturaleza se nutre principalmente de la fotosíntesis realizada por las algas zooxantelas que habitan el tejido de sus pólipos. Las algas realizan la fotosíntesis produciendo oxígeno y azúcares, que son aprovechados por los corales, y se alimentan de los catabolitos del coral, especialmente fósforo y nitrógeno. Esto le proporciona entre el 75 y el 90% de sus requerimientos nutricionales, completando su alimentación mediante la captura de zooplancton con sus tentáculos y la absorción de materia orgánica disuelta en el agua. Localizados en diversas zonas, aunque prefieren las laderas más bajas del arrecife, en aguas tranquilas y túrbias; desde 0 a 70 m de profundidad. Todas las especies se distribuyen en el Atlántico occidental, desde Florida hasta el Caribe y el golfo de México. Este género tiene descritas 5 especies, con diferentes estados de conservación:
Mycetophyllia aliciae. 1973. Estado: Preocupación menor
Mycetophyllia daniana. 1849. Estado: Preocupación menor
Mycetophyllia ferox. 1973. Estado: Vulnerable A4ce
Mycetophyllia lamarckiana. 1848. Estado: Preocupación menor
Mycetophyllia reesi. 1973. Estado: Datos deficientes
Mycetophyllia daniana. 1849. Estado: Preocupación menor
Mycetophyllia ferox. 1973. Estado: Vulnerable A4ce
Mycetophyllia lamarckiana. 1848. Estado: Preocupación menor
Mycetophyllia reesi. 1973. Estado: Datos deficientes
Scolymia. 1852.- Es un género de corales duros de la familia Mussidae, clase Anthozoa. Su esqueleto es macizo y está compuesto de carbonato cálcico. Tras la muerte del coral, su esqueleto contribuye a la generación de nuevos arrecifes en la naturaleza, debido a que la acción del CO2 convierte muy lentamente su esqueleto en bicarbonato cálcico, sustancia ésta asimilable directamente por las colonias coralinas. Algunas de sus especies son de los corales más vívidamente coloridos, y por tanto, más apreciados en acuariofilia marina. Se confunden frecuentemente con individuos de la especie Cynarina lacrymalis. La única manera efectiva de distinguirlos es observando los dientes de los septa, cuando el pólipo está retraído. Son también pólipos solitarios, monocéntricos, o con una boca, aunque ocasionalmente pueden tener más, tanto dentro del mismo cáliz, como fuera. El cáliz se puede dividir. El diámetro del cáliz alcanza entre 6 y 8 cm, salvo en S. lacera que alcanza entre 15 y 20 cm. Los esqueletos tienen forma de copa, loma o salsera achatada. Pueden formar colonias, aunque no es frecuente. La columela es ancha y compacta. Los dientes de los septa primarios son grandes, regulares y contundentes. Los colores del tejido del pólipo son verde, marrón, rojo, naranja, blanco, azul, púrpura o gris. Los tentáculos son translúcidos, a través de ellos se pueden ver los dientes de los septa. Se sitúan en los márgenes del tejido oral y aparecen normalmente de noche, para atrapar presas del plancton.
Se reproduce tanto sexual como asexualmente. Son hermafroditas y liberan al agua tanto huevos como esperma, para que se fertilicen. Los huevos fertilizados se convierten en larvas que circulan en la columna de agua, antes de establecerse y convertirse en pólipos. Posteriormente, el pólipo genera un esqueleto, o coralito, y, en ocasiones, se reproduce asexualmente por gemación, dando origen a la colonia coralina. Los pólipos contienen algas simbióticas llamadas zooxantelas. Las algas realizan la fotosíntesis produciendo oxígeno y azúcares, que son aprovechados por los pólipos, y se alimentan de los catabolitos del coral (especialmente fósforo y nitrógeno). Esto les proporciona entre el 75 y el 95% de sus necesidades alimenticias. El resto lo obtienen atrapando plancton con la ayuda de sus tentáculos.
Este género puede encontrarse en diferentes hábitats, pero es más común en arrecifes profundos. Aparece en entornos tanto vertical como horizontalmente. Bajo salientes y cuevas. También se les encuentra en áreas protegidas como bahías. Profundidad: de 1 a 109 m. Rango de temperatura: de 19.81 a 28.38ºC. Se distribuyen en el Atlántico oeste tropical y subtropical, desde Florida, golfo de México, todo el Caribe y en Brasil.
Este género tiene las siguientes especies aceptadas como válidas en el Registro Mundial de Especies Marinas, y se encuentran en los siguientes estados de conservación:
Scolymia cubensis 1849. Estado: Preocupación menor
Scolymia lacera 1766. Estado: Preocupación menor
Scolymia wellsii 1967. Estado: Datos deficientes
Scolymia dubia (1860) (nomen dubium)
Habiendo reclasificado por sinonimia las siguientes especies:
Scolymia australis (1849) aceptada como Homophyllia australis (1848)
Scolymia lacrymalis (1848) aceptada como Cynarina lacrymalis (1848)
Scolymia vitiensis 1877 aceptada como Lobophyllia vitiensis (1877)
Es importante acertar desde un principio con la ubicación del coral. Este debe instalarse en la parte baja del acuario, con el esqueleto enterrado en arena gruesa hasta la mitad aproximadamente . En caso de no instalarlo en la arena, lo colocaremos en el tercio inferior del acuario teniendo especial cuidado con las rocas para evitar que se dañen sus delicados tentáculos, ya que de ocurrir, corremos el riesgo de que coja alguna infección y se degenere rápidamente. La iluminación debe ser media o alta, pero nunca colocarle justo debajo de la fuente principal de luz, ya que un exceso de iluminación puede conllevar la retracción del pólipo. La corriente debe ser suave.
* Acropora, que crecen rápidamente y pueden tener un tamaño grande; son importantes constructores de arrecifes. Especies como Acropora cervicornis tienen grandes ramas, algo semejantes a cuernos de ciervos, y habitan en zonas con un oleaje fuerte.
Acropora.- Es un género de corales de la familia Acroporidae, orden Scleractinia. Su esqueleto es macizo y está compuesto de carbonato cálcico. Tras la muerte del coral, su esqueleto contribuye a la generación de nuevos arrecifes en la naturaleza, debido a que la acción del CO2 convierte muy lentamente su esqueleto en bicarbonato cálcico, sustancia ésta asimilable directamente por las colonias coralinas. En este sentido, las especies de este género (Acropora spp.) son las principales constructoras de arrecifes del planeta. Entre las especies de Montipora y las de Acropora, suman más del tercio del total de especies coralinas constructoras de arrecifes. Es el género de corales más grande en términos de especies: ciento treinta y nueve especies nominales, y otras 27 sobre las que todavía existen dudas sobre su reconocimiento, nomen dubium, aunque algunos autores hablan de cerca de 400 especies. El Registro Mundial de Especies Marinas acepta 136 especies vivientes, valorando la UICN su estado de conservación:
Dendrogyra cylindrus.- Es la única especie del género Dendrogyra, de la familia Meandrinidae, orden Scleractinia. Es un coral hermatípico, por lo que contribuye a la construcción de arrecifes. Es una especie ampliamente distribuida, aunque no común en su rango de distribución, pero en ocasiones localmente abundante. Las colonias tienen bases incrustantes en las que se forman pilares cilíndricos verticales. Los pilares suelen alcanzar normalmente 1 m de altura y miden 5-13 cm de diámetro, aunque algunas colonias alcanzan los 3 m de altura. La disposición de los coralitos en la colonia es meandroide, formando valles sinuosos de 3-4 mm de diámetro, generalmente discontinuos. Los cálices de los coralitos forman series cortas y largas. Los septo-costa son gruesos, dispuestos en dos órdenes alternos, y no se juntan en la cima de los valles, dejando, por tanto, un surco limpio en dichas cimas. Los tentáculos de los pólipos permanecen extendidos durante el día, lo que les da un aspecto lanudo. El color del tejido del pólipo es verde oliva o marrón grisáceo.
Las colonias son macho o hembra, y producen esperma o huevos, que se fertilizan en el agua. El desove se produce los meses de agosto y septiembre, en las noches 2 a 5 después de la luna llena, entre 110 y 147 minutos tras la puesta del sol. Las colonias macho comienzan a liberar esperma entre 4 y 29 minutos antes de que las colonias hembra expulsen los huevos. A las 16 horas de la fertilización, los embriones se han transformado en larvas plánulas ciliadas. Las larvas deambulan por la columna de agua hasta que se posan y fijan en el lecho marino, una vez allí se convierten en pólipos y comienzan a secretar carbonato cálcico para construir su esqueleto, o coralito. Posteriormente, se reproducen asexualmente por gemación, dando origen a la colonia. Los pólipos contienen algas simbióticas llamadas zooxantelas. Las algas realizan la fotosíntesis produciendo oxígeno y azúcares, que son aprovechados por los pólipos, y se alimentan de los catabolitos del coral, especialmente fósforo y nitrógeno. Esto les proporciona del 70 al 95% de sus necesidades alimenticias, el resto lo obtienen atrapando plancton y materia orgánica disuelta del agua.
Habitan los arrecifes de coral, por lo que requieren de aguas oligotróficas (pobres en nutrientes), bien oxigenadas, con baja carga de sedimento, de alta transparencia, y con una temperatura no menor a los 20°C en su media anual. Prefiere laderas suavemente inclinadas del arrecife. Suele encontrarse en aguas superficiales, desde 1 m hasta 25 m de profundidad, aunque es más común entre los 5 y los 15 m, y se reportan localizaciones hasta más de 62 m. No ocurren en áreas expuestas a fuerte oleaje, aunque son resistentes al mismo. No obstante, algunas colonias pueden derribarse debido a la bioerosión de sus bases, sobreviviendo las partes superiores de los pilares, que continúan reproduciéndose y multiplicándose en nuevos pilares que crecen erguidos. Es una especie no común aunque notoria. En zonas soleadas y con buena circulación es abundante. Su distribución geográfica comprende el Atlántico oeste tropical, desde el sur de Florida, golfo de México y el Caribe. Es especie nativa de Anguila; Antigua y Barbuda; Bahamas; Barbados; Belice; Bonaire (Saba, Sint Eustatius); islas Caimán; Colombia; Costa Rica; Cuba; Curasao; Dominica; República Dominicana; Estados Unidos; Granada; Guadalupe; Haití; Honduras; Jamaica; México; Montserrat; Nicaragua; Panamá; Saint Barthélemy; San Kitts y Nevis; Santa Lucía; Saint Martin (parte francesa); San Vicente y las Granadinas; Sint Maarten (parte holandesa); Trinidad y Tobago; Turks y Caicos; Venezuela e Islas Vírgenes Británicas.
La especie está incluida en el Apéndice II de CITES. La Lista Roja de Especies Amenazadas la califica como especie Vulnerable bajo el Criterio A4ce. En los Estados Unidos está presente en varias áreas marinas protegidas, como el Santuario Nacional Marino de los Cayos de la Florida, el Parque nacional Biscayne o el Monumento Nacional Buck Island Reef. En Belice está presente en la Reserva Marina de Hol Chan, y en Bahamas en el Parque terrestre y marino de los Cayos Exuma. Es elevadamente sensible al blanqueamiento de coral, a la depredación por parte de peces damisela y a la bioerosión por esponjas. También son dañados por los huracanes estacionales del Caribe tropical.
Leptopsammia, que aparece en casi todas las partes del mar Caribe.- Es un género de coral perteneciente a la familia Dendrophylliidae, orden Scleractinia. Posee esqueleto externo compuesto de carbonato cálcico, pero sus especies no poseen zooxantelas, las algas simbiontes que conviven con la mayoría de los corales, por lo que, junto a los géneros Balanophyllia o Tubastraea, son excepción en el orden Scleractinia.
El género cuenta con especies de pólipos solitarios, aunque a veces se desarrollan varios pólipos juntos, formando pseudocolonias. El tejido, o coenosteum, que recubre el esqueleto, o coralito, así como el disco oral y los tentáculos, son de color amarillo intenso. En ocasiones de color blanco amarillento. Los tentáculos de sus pólipos presentan células urticantes, denominadas nematocistos, empleadas en la caza de presas de zooplancton. Tienen numerosos tentáculos rodeando su disco oral, en el caso de la especie Leptopsammia pruvoti hasta 96. Estos tentáculos generalmente son amarillos, pero pueden variar al blanco. Tan sólo se suelen extender por la noche o en condiciones mínimas de iluminación. Producen larvas pelágicas nadadoras, tras fertilizar externamente los huevos. Las larvas deambulan por la columna de agua, normalmente en un área próxima, antes de metamorfosearse en pólipos que se adhieren al sustrato y generan un esqueleto, comenzándo su vida sésil. Al no poseer zooxantelas, se alimentan exclusivamente del plancton que capturan con sus tentáculos durante la noche, y de materia orgánica disuelta en el agua.
Suele encontrarse en sustratos rocosos, adherido a rocas o esqueletos de corales. Tanto expuesto a fuertes corrientes, como en aguas tranquilas. Profundidad: de 3 a 900 m. El género Leptopsammia puede ser encontrado en aguas subtropicales y tropicales. Se distribuye en el Indo-Pacífico y el Atlántico, incluido el mar Mediterráneo. El Registro Mundial de Especies Marinas acepta 10 especies. Son de las especies difíciles de mantener en cautividad, ya que hay que alimentarlas diariamente con zooplancton y esto también entraña otra dificultad, el mantener el agua del acuario en los niveles adecuados de nitratos, fosfatos, etc. Es preferible emplazarlas en zonas bajas y sin luz potente. La corriente deberá ser de moderada a fuerte. Tan sólo se recomienda a acuaristas con experiencia y en acuarios maduros, con roca viva e impecable calidad de agua. Son necesarios cambios de agua, preferentemente semanales y del 5 % del volumen del acuario.
Corales ahermatípicos.- Los corales ahermatípicos no construyen arrecifes, porque no generan un esqueleto. Tienen ocho tentáculos y se conocen también como octocorales, subclase Octocorallia. Incluyen los corales del orden Alcyonacea, así como algunas especies en el orden Antipatharia (coral negro, géneros Cirrhipathes y Antipathes). Corales ahermatípicos, como los gorgonáceos y Sessiliflorae, son también conocidos como corales blandos. A diferencia de los corales pétreos, son flexibles, ondulando en las corrientes de agua, y a menudo están perforados, con una apariencia de encaje. Sus esqueletos son proteínicos en lugar de calcáreos. Los llamados corales blandos y corales cuero o piel, en su mayoría de aspecto carnoso, tienen en sus tejidos unos cristales microscópicos de calcita llamados espículas, cuya función es dar consistencia al tejido del animal, en ausencia de esqueleto propiamente dicho. La forma y distribución de las espículas son las principales características utilizadas en la identificación de géneros y especies de octocorales. Los corales blandos son un poco menos abundantes (en el Caribe ocurren 20 especies, frente a las 197 de corales duros) que los corales pétreos.
Corales porosos.- Los corales pueden ser porosos o no porosos. Los primeros tienen esqueletos porosos que permiten que sus pólipos se conecten entre sí a través del esqueleto. Corales duros no porosos tienen esqueletos sólidos, macizos.
Características.- El animal conocido como coral, el pólipo, mide desde apenas unos milímetros a algunos centímetros de diámetro. Los del orden Scleractinia tienen la capacidad de fijar sobre sus tejidos el carbonato de calcio disuelto en el mar y así formar las estructuras rígidas características. La estructura calcárea del coral es blanca, los diferentes colores que presentan se deben, tanto a los diferentes pigmentos de sus tejidos, como en otros filos animales, como a unas microalgas que viven en simbiosis con la mayoría de los pólipos coralinos y que reciben el nombre de zooxantelas. Tan solo algunos géneros de corales como Tubastraea, Dendronephthya o parte de las gorgonias no son fotosintéticos. Las algas realizan la fotosíntesis produciendo oxígeno y azúcares, que son aprovechados por los pólipos, y se alimentan de los catabolitos del coral (especialmente fósforo y nitrógeno). Esto, en el caso de los corales fotosintéticos, les proporciona del 70 al 95% de sus necesidades alimenticias. El resto lo obtienen atrapando plancton. Por esta razón el coral necesita aguas transparentes para desarrollarse, para que las zooxantelas realicen así la fotosíntesis. Los corales no fotosintéticos son animales omnívoros, y se alimentan tanto de zooplancton como de fitoplancton o materia orgánica disuelta en el agua.
Anatomía.- En el siglo IX, el erudito musulmán Al-Biruni clasificó esponjas y corales como animales, argumentando que responden al tacto. Sin embargo, por lo general se creía que los corales eran plantas, hasta que, en el siglo XVIII, William Herschel utilizó un microscopio para determinar que los corales tenían las membranas celulares delgadas características de un animal.
Forma colonial.- Los pólipos se interconectan mediante un tejido colonial común, denominado cenénquima, compuesto por mesoglea en la que se encuentran embebidos los pólipos, las escleritas, y los canales gastrodermales. Un sistema complejo y bien desarrollado de canales gastrovasculares, que se utilizan para repartir de manera significativa los nutrientes y simbiontes. En los corales blandos, estos canales varían en tamaño de 50-500 micrómetros (0,0050-0,050 cm) de diámetro, y permiten el transporte de metabolitos y componentes celulares
Pólipo.- Aunque una colonia de coral puede dar la impresión visual de un solo organismo, es en realidad un conjunto que se compone de muchos organismos multicelulares individuales, bien que genéticamente idénticos, conocidos como pólipos. Los pólipos tienen por lo general unos pocos milímetros de diámetro, y se componen de una capa externa de epitelio y tejido interno gelatinoso conocido como mesoglea. Son radialmente simétricos, con tentáculos que rodean una boca central, la única apertura hacia el estómago o celenteron, a través de la cual se ingieren los alimentos y se expulsan los residuos.
Exoesqueleto.- El estómago se cierra en la base del pólipo, donde el epitelio produce un exoesqueleto llamado placa basal o calículo (L. pequeña taza). El calículo está formado por un anillo calcáreo engrosado (engrosamiento anular) con seis, o múltiplos de seis, crestas radiales de apoyo. Estas estructuras crecen verticalmente y se proyectan dentro de la base del pólipo. Cuando un pólipo está físicamente estresado, sus tentáculos se contraen en el cáliz de modo que prácticamente ninguna parte se expone por encima de la plataforma del esqueleto. Esto protege al organismo de los depredadores y los elementos. El pólipo crece, por extensión de cálices verticales que de vez en cuando septan para formar una nueva placa basal superior. Tras muchas generaciones, estas extensiones constituyen las grandes estructuras calcáreas de los corales y finalmente los arrecifes coralinos. La formación del exoesqueleto calcáreo involucra la deposición del mineral aragonito por los pólipos, sobre la base de calcio e iones de carbonato que adquieren a partir de agua de mar. La velocidad de deposición, que varia enormemente dependiendo de las especies y las condiciones ambientales, puede llegar a ser 10 g/m² de pólipo/día. Esto depende también de la luz, con la producción nocturna siendo 90% menor que la de mediodía. El exoesqueleto individual de cada pólipo se denomina coralito.
Tentáculos.- Los nematocistos en las puntas de los tentáculos son células urticantes que llevan veneno, que se liberan rápidamente en respuesta al contacto con otro organismo. Los tentáculos también tienen una franja de contracción de epitelio llamado faringe. Las medusas y anémonas de mar también tienen nematocistos.
Zooxantelas simbiontes.- Muchos corales, así como otros grupos de cnidarios tales como Aiptasia (un género de anémonas de mar), forman una relación simbiótica con una clase de algas, zooxantelas, del género Symbiodinium, un dinoflagelado. Aiptasia, una plaga conocida entre los aficionados de acuarios de coral debido a su sobrecrecimiento en la roca viva, sirven como un valioso organismo modelo en el estudio de la simbiosis cnidarios-algas. Típicamente, cada pólipo alberga una especie de alga. A través de la fotosíntesis, estos proporcionan energía al coral, y ayudan en la calcificación. Hasta un 30% del tejido de un pólipo puede ser material vegetal.
Reproducción.- En cuanto a la reproducción, existen especies de reproducción sexual y reproducción asexual, y en muchas especies donde se dan ambas formas. Las células sexuales son expulsadas al mar todas a la vez, siguiendo señales como las fases lunares o las mareas. La fecundación suele ser externa, no obstante, algunas especies mantienen el óvulo en su interior (cavidad gastrovascular) y es allí donde son fecundados los huevos; y las puestas son tan numerosas que llegan a teñir las aguas. Muchos huevos son devorados por los peces y otras especies marinas, pero son tantos que, aunque el porcentaje de supervivencia oscila entre el 18 y el 25%, según estudios de biología marina, los supervivientes garantizan la continuidad de las especies. Los huevos una vez en el exterior, permanecen a la deriva arrastrados por las corrientes varios días, más tarde se forma una larva plánula que, tras deambular por la columna de agua marina, se adhiere al sustrato o rocas y comienza su metamorfósis hasta convertirse en pólipo y nuevo coral.
Reproducción sexual.- Los corales se reproducen principalmente sexualmente. Alrededor del 25% de los corales hermatípicos (corales pétreos) forman colonias compuestas de pólipos del mismo sexo (unisexual), mientras que el resto es hermafrodita.
Difusión.- Alrededor del 75% de todos los corales hermatípicos desovan por difusión, liberando gametos de huevos y esperma en el agua para propagar su descendencia. Los gametos se fusionan durante la fecundación para formar una larva microscópica, denominada plánula, típicamente de color rosada y de forma elíptica. Una colonia de coral produce miles de larvas por año para superar los obstáculos que dificultan la formación de una nueva colonia. El desove sincrónico es muy típico en los arrecifes de coral, y a menudo, incluso cuando varias especies están presentes, todos los corales desovan en la misma noche. Esta sincronía es esencial para permitir que los gametos masculinos y femeninos pueden encontrarse. Los corales confían en señales ambientales, que varían de especie a especie, para determinar el momento apropiado para difundir los gametos. Estas señales incluyen cambios de temperatura, ciclo lunar, duración del día, y posiblemente señales químicas. El desove sincrónico puede formar híbridos y es posiblemente involucrado en la especiación del coral. La señal inmediata para el desove es a menudo la puesta del sol. El evento puede ser visualmente espectacular, cuando millones de gametos se concentran en determinadas zonas de los arrecifes.
Incubación.- Especies incubadoras a menudo son ahermatípicas (no son constructoras de arrecife) y habitan zonas con mucho oleaje o fuertes corrientes de agua. Las especies incubadoras solo liberan esperma sin flotabilidad, que hunden a los portadores de huevos que esperan con los huevos no fertilizados durante semanas. Sin embargo, es también posible que ocurra desove sincrónico con estas especies. Después de la fecundación, los corales liberan plánulas, listas para instalarse en un sustrato adecuado.
Plánulas.- Las plánulas exhiben fototaxia positiva, nadando hacia la luz para alcanzar las aguas superficiales donde derivan y crecen antes de descender en busca de una superficie dura para establecerse y comenzar una nueva colonia. También exhiben sonotaxia positiva, moviéndose hacia los sonidos que emanan del arrecife, alejándose de aguas abiertas. Muchas etapas de este proceso se ven afectadas por altas tasas de fracaso, y aunque miles de gametos son liberados por la colonia, son pocos los que logran formar una nueva colonia. El periodo del desove al asentamiento en un nuevo substrato dura por lo general de dos a tres días, aunque puede tardar hasta dos meses. La larva se convierte en un pólipo y finalmente se convierte en una colonia de coral por medio de gemación y crecimiento asexual.
Reproducción asexual.- Dentro de una colonia de coral, los pólipos genéticamente idénticos se reproducen asexualmente, ya sea a través de gemación (ciernes) o por división longitudinal o transversal; ambas se muestran en la foto de Orbicella annularis.
Gemación.- "Gemación" consiste en separar un pólipo menor de un adulto.32 A medida que crece el nuevo pólipo, se forman las partes del cuerpo. La distancia entre el nuevo pólipo y el adulto crece, y con ella, el coenosarco (el cuerpo común de la colonia; véase anatomía de un pólipo). La gemación puede ser:
Intratentacular: desde sus discos orales, produciendo pólipos del mismo tamaño dentro del anillo de tentáculos.
Extratentacular: a partir de su base, produciendo un pólipo menor.
División.- "División" forma dos pólipos, tan grandes como el original. "División longitudinal" comienza cuando un pólipo se ensancha y luego divide su celenteron, análogo a la división longitudinal de un tronco. La boca también se divide y forma nuevos tentáculos. Luego los dos "nuevos" pólipos generan las demás partes corporales y el exoesqueleto. "División transversal" se produce cuando los pólipos y el exoesqueleto se dividen transversalmente en dos partes. Esto significa que una parte tiene el disco basal (la parte inferior) y la otra tiene el disco oral (parte superior), semejante a cortar el extremo de un tronco. Los nuevos pólipos tienen que generar las piezas que faltan individualmente.
La reproducción asexual tiene varios beneficios para estos organismos coloniales sésiles:
* La clonación permite altas tasas de reproducción y una rápida explotación del hábitat.
* El crecimiento modular permite el aumento de la biomasa sin una disminución correspondiente en la relación superficie-volumen.
* El crecimiento modular retrasa la senescencia, al permitir que el clon puede sobrevivir la pérdida de uno o más módulos.
* Los nuevos módulos pueden sustituir los módulos muertos, reduciendo la mortalidad de los clones y preservando el territorio ocupado por la colonia.
* La difusión de clones a lugares distantes reduce la mortalidad entre clones causada por amenazas localizadas.
División de colonia.- Colonias enteras pueden reproducirse asexualmente, formando dos colonias con el mismo genotipo.
* "Fisión" ocurre en algunos corales, en particular dentro de la familia Fungiidae, en la cual la colonia se divide en dos o más colonias durante las primeras etapas de desarrollo.
* "Abandono" se produce cuando un pólipo único abandona la colonia y se asienta sobre un sustrato diferente para crear una nueva colonia.
* "Fragmentación" involucra a pólipos individuales desglosados de la colonia durante tormentas u otros disturbios. Los pólipos separados pueden iniciar nuevas colonias.
Alimentación.- Los pólipos se alimentan de una variedad de pequeños organismos, desde plancton demersal microscópico hasta pequeños peces. Los tentáculos del pólipo inmovilizan o matan a sus presas con sus nematocistos (también conocido como "cnidocito"). Luego se contraen para dirigir la presa al estómago. Una vez digerida la presa, el estómago se vuelve a abrir, lo que permite la expulsión de desechos y el comienzo del siguiente ciclo de caza. Los pólipos también recogen moléculas orgánicas y moléculas orgánicas disueltas.
Zooxantelas simbiontes.- Muchos corales, así como otros grupos de cnidarios tales como Aiptasia (un género de anémonas de mar), forman una relación simbiótica con una clase de algas, zooxantelas, del género Symbiodinium, un dinoflagelado. Aiptasia, una plaga conocida entre los aficionados de acuarios de coral debido a su sobrecrecimiento en la roca viva, sirven como un valioso organismo modelo en el estudio de la simbiosis cnidarios-algas. Típicamente, cada pólipo alberga una especie de alga. A través de la fotosíntesis, estos proporcionan energía al coral, y ayudan en la calcificación. Hasta un 30% del tejido de un pólipo puede ser material vegetal.
Arrecifes de coral.- Los pólipos de coral mueren con el tiempo, pero las estructuras calcáreas se mantienen y pueden ser colonizadas por otros pólipos de coral, que seguirán creando estructuras cálcicas generación tras generación. A lo largo de miles o de millones de años se forman grandes estructuras calcáreas conocidas como arrecifes de coral. En ocasiones los arrecifes son tan grandes que pueden llegar a emerger de la superficie. Así, cuando el coral crece alrededor de una isla volcánica que posteriormente se hunde, se crea una estructura coralina en forma de anillo con una laguna central que recibe el nombre de atolón. El arrecife de mayor longitud es la Gran Barrera de Arrecifes, en la costa de Queensland en Australia: tiene más de 2000 km², y es una de las construcciones naturales más grandes del mundo. La región del mundo con más especies de corales y más biodiversidad en sus arrecifes coralinos es el Triángulo de coral, en el sureste asiático, que incluye más de 500 especies de corales (el 76% de las especies coralinas conocidas) y al menos 2228 especies de peces.
Los arrecifes coralinos forman el hogar de muchos organismos marinos que allí encuentran alimento y protección contra los depredadores. El segundo arrecife coralino más grande del mundo, el Arrecife Mesoamericano (a lo largo de la costa de México, Belice, Guatemala y Honduras), se encuentra en el mar Caribe, y se extiende por más de 700 km desde la península de Yucatán hasta las Islas de la Bahía en la costa norte de Honduras. Aun cuando mide un tercio de lo que mide la Gran Barrera Arrecifal de Australia, el Arrecife del Caribe Mesoamericano alberga una gran diversidad de organismos, incluidos 60 tipos de corales y más de 500 especies de peces. El ecosistema también es el sitio de dos grandes iniciativas internacionales de conservación, una ya bien establecida y otra apenas en sus inicios. En 1998, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) identificó al arrecife del Caribe mesoamericano como un ecosistema prioritario y una ecorregión de importancia global, por lo que comenzó un esfuerzo de conservación del arrecife a largo plazo
Historia evolutiva.-Aunque los corales aparecieron por primera vez durante el Cámbrico, hace 542 millones de años, los fósiles correspondientes son extremadamente raros hasta el período Ordovícico, 100 millones de años más tarde, cuando se generalizó la distribución de los corales rugosos y tabulados. El registro fósil de los corales tabulados se halla en piedra caliza y lutita calcáreas (en inglés: shale) del Ordovícico y Silúrico y con frecuencia forman cojines bajos o ramificaciones junto a los corales rugosos. Su número comenzó a declinar a mediados del Silúrico, y se extinguieron a finales del Pérmico, hace 250 millones de años. Los esqueletos de los corales tabulados se componen de una forma de carbonato de calcio conocido como calcita. Los corales rugosos llegaron a ser dominantes a mediados del Silúrico, y se extinguieron a principios del Triásico. Los corales rugosos vivieron solitarios y en colonias, y sus exoesqueletos se componían también de calcita. Los corales escleractinios llenaron el vació dejado por las especies de corales rugosos y tabulados extintas. Sus fósiles pueden encontrarse en pequeñas cantidades en las rocas del período Triásico, y llegaron a ser comunes desde el Jurásico. Los esqueletos de los escleractinios se componen de un tipo de carbonato de calcio conocido como aragonita. A pesar de que son geológicamente más jóvenes que los corales tabulados y rugosos, su registro fósil es menos completo debido a su esqueleto de aragonita, cuya conservación es más difícil.
Los corales eran muy abundantes en ciertas épocas del pasado geológico. Al igual que los corales modernos, estos antepasados coralinos construyeron arrecifes, algunos de los cuales terminaron como grandes estructuras en rocas sedimentarias. Los fósiles de otros habitantes arrecifales, como algas, esponjas, y los restos de muchos equinodermos, braquiópodos, bivalvos, gasterópodos, y trilobites, aparecen junto con los fósiles de coral. La distribución de los fósiles de coral no está limitada a los restos de arrecifes, ya que se pueden encontrar muchos fósiles solitarios en otros lugares, tales como Cyclocyathus que ocurre en la formación de arcilla de Gault en Inglaterra.
Estado de conservación
Amenazas.- Según algunos estudios, los arrecifes de coral están en descenso en el mundo entero. Las principales amenazas localizadas para los ecosistemas coralinos son la extracción de coral, la escorrentía agrícola y urbana, la contaminación de orgánicos e inorgánicos, la sobrepesca, la pesca con explosivos, las enfermedades coralinas y la excavación de canales de acceso a islas y bahías. Las amenazas más amplias incluyen el aumento de la temperatura del mar, la subida del nivel del mar, y el cambio del pH debido a la acidificación de los océanos, todos asociados con las emisiones de gases de efecto invernadero. En 1998, el 16% del total de arrecifes de coral murieron como consecuencia del aumento de la temperatura del mar.Cambios de temperatura del agua de más de 1-2 grados Celsius o cambios de salinidad, pueden diezmar los corales. Bajo tales presiones ambientales, los corales expulsan sus zooxantelas; sin ellos los tejidos del coral revelan el blanco de sus esqueletos, un evento conocido como blanqueo de coral.
Estimaciones globales indican que aproximadamente el 10% del total de los arrecifes de coral está muerto. Alrededor del 60% de los arrecifes coralinos está en riesgo como resultado de actividades humanas. Se estima que la destrucción de los arrecifes coralinos puede llegar al 50% en el año 2030. En respuesta, la mayoría de las naciones establecieron leyes ambientales en un intento de proteger este importante ecosistema marino. Entre el 40% y el 70% de las algas comunes, transfieren metabolitos lípidosolubles y causan decoloración y muerte entre los corales, particularmente cuando se da una sobrepoblación de algas. Las algas proliferan cuando tienen suficientes nutrientes como resultado de contaminación orgánica, y si la sobrepesca dramáticamente reduce el pastoreo por herbívoros, como el pez loro.
Protección.- Los arrecifes de coral pueden ser protegidos de daños antropogénicos si son declarados zonas protegidas, por ejemplo área marina protegida, reserva de la biosfera, parque marino, monumento nacional, patrimonio de la humanidad, gestión de la pesca y protección de hábitat. Muchos gobiernos ahora prohíben la extracción de coral de los arrecifes e informan a los residentes de la costa sobre su protección y su ecología. Aunque medidas locales, como la protección y restauración del hábitat de herbívoros marinos, puede reducir los daños locales, las amenazas globales y más a largo plazo, como la acidificación, el cambio de temperatura y el aumento del nivel del mar, siguen siendo un desafío. De hecho, recientes estudios han constatado que en 2016 ha muerto aproximadamente el 35% de los corales en 84 áreas de las secciones norte y centro de la Gran Barrera de Coral, debido al blanqueo de coral producido por el aumento de la temperatura del mar.
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