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jueves, 30 de abril de 2015

MUNICIPALES DE VICTORIA

Un policía local de Vitoria a punto de jubilarse pone 205 multas en dos días


De difícil respuesta cuando luego la realidad nos reafirma en la superstición. Y es que un policía local de Vitoria, coincidiendo con sus últimos días de patrulla, ha sorprendido a todos al presentar nada menos que 205 denuncias por exceso de velocidad en ... funciones fuera de ellas. -¿Por qué? Todo tiene una razón. De hecho, el radar móvil de la Policía Local de la capital alavesa tiene su propia leyenda negra. En octubre de 2013, y ante la presión ciudadana, el Ayuntamiento desveló el casi medio centenar ... Lo de los últimos días antes de la jubilación de los policías es una obsesión tan recurrente en las películas y series americanas que ya nos parece una suerte de periodo paranormal en el que siempre suceden cosas raras. Supercherías, sí, pero....

«El agente no hizo nada ilegal», dice el Ayuntamiento, pero su «gamberrada», como la define el concejal, ha crispado los ánimos de los automovilistas porque para lograr las denuncias colocó el radar fuera de las zonas habilitadas para este fin

Lo de los últimos días antes de la jubilación de los policías es una obsesión tan recurrente en las películas y series americanas que ya nos parece una suerte de periodo paranormal en el que siempre suceden cosas raras. Supercherías, sí, pero de difícil respuesta cuando luego la realidad nos reafirma en la superstición. Y es que un policía local de Vitoria, coincidiendo con sus últimos días de patrulla, ha sorprendido a todos al presentar nada menos que 205 denuncias por exceso de velocidad en solo dos días, las dos jornadas anteriores a su retiro, sin que tuviera ninguna orden al respecto. Por su cuenta. Las multas, ha aclarado el Ayuntamiento, no se pueden retirar porque "las infracciones existieron y son legales", pero ha calificado el arrebato de "gamberrada". 

Una despedida por todo lo alto, podría pensar alguno. Un repentino arranque estajanovista, quizá. ¿Una mañana de furia? Ahora el agente se enfrenta a un expediente disciplinario. También el concejal de Seguridad Ciudadana, el popular Alfredo Iturricha, cargó ayer contra un policía para el que pidió una sanción. "Desobedeció una instrucción dada de forma clara". Hasta llegó el político a disculparse ante la ciudadanía por "una conducta individual" que no debe repetirse. Y, sin embargo, el funcionario no ha hecho nada ilegal. 

El famoso Ford Focus En realidad, la polémica no está en las multas. Todos los conductores circulaban por encima de los límites establecidos, por lo que nadie les va a librar del perjuicio económico y la pérdida de puntos. El problema está en que los agentes de Vitoria tienen desde 2013 una orden específica de colocar siempre el radar móvil, instalado en un Ford Focus gris que es famoso en la ciudad, en alguno del medio centenar de puntos concretos señalizados para este efecto. Todos están bien pintados en la calzadas.
Lo han entendido bien. En Vitoria hay plazas de aparcamiento reservadas para el coche que pone las multas y los responsables políticos impiden a los uniformados el ejercicio de sus funciones fuera de ellas. 

¿Por qué? Todo tiene una razón. De hecho, el radar móvil de la Policía Local de la capital alavesa tiene su propia leyenda negra. En octubre de 2013, y ante la presión ciudadana, el Ayuntamiento desveló el casi medio centenar de enclaves donde se coloca este elemento regulador del tráfico. Entonces, en una comparecencia oficial, se prometió a que este radar móvil jamás se situaría en ninguna otra demarcación del término municipal. Era la hora de responder a la indignación vecinal después de que en las redes sociales aparecieran docenas de fotos del Focus gris escondido tras contenedores de basura, subido a la acera, en isletas, en pasos de cebra o en lugares en los que suponía un peligro para el tráfico. 
Esta auto-aceptada prohibición se ha respetado hasta que a finales de marzo este agente en vías de jubilación decidió saltarse la directriz. Por eso y no por las multas se le ha abierto un expediente disciplinario. Sin previo aviso aparcó en la calle Urartea, en el polígono industrial de Ali Gobeo, y en la calle Zurrupitieta, una de las vías de acceso a Júndiz, donde cazó a 205 Fitipaldis. La polémica está servida. Los afectados claman que se suponía que no serían multados en esos puntos y que desde el equipo de gobierno se ha faltado a la palabra dada. La realidad, las fotos tomadas por agente, demuestran en cualquier caso que la infracción se cometió.

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