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lunes, 24 de noviembre de 2014

LA FAUNA DE LOS FONDOS ABISALES

En incontables ocasiones, se descubren algunas formas de vida que no pueden sino sorprendernos.
En las llamadas zonas abisales, a unos 3000-3600 metros de profundidad, se encuentran una serie de organismos con capacidades sorprendentes para sobrevivir a tan extremas condiciones. Es la llamada fauna abisal.

Las zonas abisales se hallan a tal profundidad que la luz solar no puede llegar a ellas, y donde las temperaturas son muy bajas. Es evidente que en estas zonas, no existe flora posible, debido a que, al no llegar luz solar, las plantas no pueden realizar la fotosíntesis. La palabra abisal procede de abismo, lugar profundo y oscuro. Esta región se caracteriza por un ambiente frío, presión hidrostática extremadamente elevada, escasez de nutrientes y ausencia total de luz. Una fosa abisal se forma cuando la corteza oceánica subduce bajo la corteza continental con un leve ángulo de inclinación lo que produce ruptura de la litosfera y la formación de una fosa. Esta zona depende en gran parte del particulado de detritos que cae desde la superficie, excepto en las zonas donde se presentan las fuentes hidrotermales, que depende de la energía volcánica, en donde la producción primaria, depende de la quimiosíntesis que es desarrollada por especies bacterianas, presentes sobre el sustrato o en los organismos presentes (como en el caso del trofosoma de los Siboglinidae).

Esta zona morfológica de la geografía del fondo marino ocupa más del 70% del área total de los océanos.
La fauna abisal o fauna abisopelágica hacen referencia a todos aquellos animales que habitan en las profundidades abisales de los mares y océanos. Son ciertas especies de animales marinos que nadan libremente, viven y se alimentan en aguas abiertas a dichas profundidades y nunca se aproximan a la superficie, excepto algunas especies. Las insondables profundidades abisales albergan una curiosa fauna con una apariencia monstruosa en su mayor parte. Los animales descritos por los científicos son todavía unos auténticos desconocidos en cuanto a su comportamiento y se sospecha que tan solo se ha descubierto una pequeña parte por lo que cada año se descubren nuevas especies.
A partir de 1977, con la aplicación más normalizada de batiscafos, los científicos pudieron comprobar la existencia de estas criaturas a profundidades de más de 2.500 metros de profundidad para superar la gran presión, la mayoría de los peces abisales tienen sus huesos bajo en calcio y poco desarrollados debido a la oscuridad que oscila, además tienen el cuerpo lleno de agua y por eso los líquidos son casi incompresibles y, por lo tanto, los peces pueden aguantar el peso de la columna de agua simplemente manteniendo igualadas las presiones externa e interna. Estos peces, la gran mayoría, también poseen una característica muy peculiar, son ciegos, tienen ojos pero no pueden ver y puede que la oscuridad sea un factor. La única forma que ellos pueden percibir las cosas es a través del olfato.
En algunos lugares, las aguas de estos fondos abisales están calentadas por chimeneas hidrotérmicas que se abren en el fondo marino. A pesar de estos calentadores naturales, en muchos lugares estas temperaturas no superan los 2 grados centígrados. Por lo general, a estas profundidades la temperatura oscila entre 0 °C y -3 °C dependiendo de la profundidad y zona.

No se conoce actualmente cuántas especies distintas habitan estos fondos marinos, pero aquellas que han sido avistadas tienen, generalmente, formas (monstruosas) en relación a los estándares de peces de lugares más superficiales. Además, dicen según los científicos, que estos peces son descendientes de los peces superficiales y son así debido a las condiciones en los que ellos están. Estos tipos de peces tienden al gigantismo debido a las condiciones extremas en las que viven. Crecen muy lentamente, por lo tanto, su metabolismo es también muy lento y viven muchos años. Para salvar la falta de alimento, presentan cambios evolutivos tales como grandes bocas, estómagos deformables, órganos bioluminiscentes, dientes desproporcionados,... ya que su próxima comida no sabe cuando podrá ser.

Entre la fauna de invertebrados encontramos la presencia del fenómeno del gigantismo abisal, ya que hay picnogónidos (arañas de mar) de más de 1,50 m,1 hay un hidrozoario, con su pólipo de más de 50 cm de altura, y también isópodos de más de 40 cm de tamaño,3 así como especies muy diferentes a las presentes en la superficie, como son grandes esponjas vítreas, así como lirios de mar pedunculados, sésiles de forma primitiva.
Aún quedan muchas por mencionar, que se han descubierto recientemente y no tienen nombre científico aún, pero la tecnología permite actualmente ir conociendo más estas especies inaccesibles.

Gusano tubícola, Riftia pachyptila: es una de las especies más conocidas de la zona abisal. Éstos gusanos viven en colonias de hasta 2.000 individuos y se ubican a una profundidad de entre 2000 y 2850 metros. Alcanzan los 2 m de largo.

Pulpo telescopio, Amphitretus pelagicus: se conoce poco acerca de él. Vive entre los 100 y 2000 metros de profundidad y mide 3 dm. Es uno de los animales con su cuerpo transparente lo cual dificulta su ubicación.

Esponja globo verde, Latrunculia apicalis: descubierto recientemente. Mide 12 cm de altura y se ubica entre los 10 y 1200 m de profundidad.

Pulpo luminoso, Stauroteuthis syrtensis: su extraña expresión hace que comúnmente se le llame "pulpo tonto". Vive a una profundidad mayor de los 2500 m y mide más de 5 dm de diámetro.
Algunos peces abisales son:

Pez caracol, Careproctus longifilis : su extraña cola le da su nombre y mide alrededor de 15 cm. Vive entre los 1900 y 3000 m de profundidad.

Pez fútbol, Himantolophus paucifilosus: el curioso cuerpo en forma de balón de este pez le da su nombre. Se encuentra entre los 1000 y 4000 metros de profundidad y una de sus características más significativas es que la hembra llega a medir 45 cm, casi tres veces mayor que el macho.

Pez dragón, Stomias boa: es uno de los peces más escalofriantes. Puede llegar a tener los dientes tan largos al punto de no poder cerrar la boca. Se ubica entre los 4000 y 4500 metros y llega a medir 32 cm.
Este tipo de fauna es difícil de observar, debido a la dificultad de descender a estas profundidades. Tsunamis como el de Indonesia o el de Japón sacaron a la luz estos monstruosos pero increíbles animales.

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