La trucha arcoíris es un pez muy llamativo, con colores que varían según su hábitat, edad y reproducción. Tiene forma de torpedo y generalmente es de color azul verdoso o amarillo verdoso con una línea rosa en cada lado, vientre blanco y puntos negros en la parte dorsal y en las aletas. Son miembros de la familia del salmón y, al igual que ellos, pueden alcanzar un buen tamaño. La media está en los 51-76 centímetros de longitud y unos 3,6 kilogramos, pero pueden incluso llegar a medir 1,2 metros y pesar hasta 24 kilogramos.
Prefieren vivir en ríos, arroyos y lagos de aguas frías y transparentes, aunque algunas dejan el agua dulce para llegar hasta el mar. Estos adultos migratorios, que adquieren un tono plateado, pasan varios años en el océano, pero vuelven al río en el que nacieron para reproducirse. La trucha arcoíris se alimenta de insectos, crustáceos y peces pequeños. Es una especie abundante en todo el mundo y no tiene un estatus de protección especial. Sin embargo, se le considera una plaga en algunas regiones en las que ha sido introducida.
La trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss) es un pez eurihalino de agua dulce y de mar de la familia de los salmónidos, distribuido de forma nativa por el norte del océano Pacífico, desde el Japón pasando por el mar de Bering hasta Península de Baja California, en México, aunque de forma artificial ha sido introducida por el hombre en medio mundo. Está incluida en la lista 100 de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
COMO RECONOCERLA.- La longitud máxima descrita fue de un ejemplar que medía 120 cm, aunque lo normal es una longitud máxima de 60 cm. Tiene de 3 a 4 espinas en la aleta dorsal, al igual que en la anal, con el cuerpo alargado, cilíndrico en los individuos jóvenes y comprimido lateralmente en los de mucha edad. Cabeza más pequeña que la del salmón y la trucha marrón, hocico notablemente más redondeado. El cuerpo también es más grande que el salmón y la trucha marrón. Para ser un pez emparentado con el salmón del pacífico, la aleta anal de la trucha arco iris es bastante más corta (8-12 rayos).
Los machos reproductores no presentan cambios en la morfología de la cabeza ni resto del cuerpo tan llamativos como los de otras especies del mismo género; variando mucho la coloración de la piel con el hábitat y el tamaño; los que residen en ríos de forma permanente son más oscuros, similares a los anádromos en edad reproductiva, mientras que los que residen en lagos son de coloración más clara. Generosamente salpicado de pequeñas manchas negras en el dorso, los flancos y la cabeza, al igual que las aletas dorsal, adiposa y anal. Dorso gris oscuro, flancos plateados y abdomen claro. Una característica muy distintiva de la trucha arco iris es la franja de color rosado a violeta claro que se extiende a lo largo de cada lado de la línea lateral hasta la cola. También los hay blancos a los que se les llama albinos, o de color rosado que se conocen como salmonada.
REPRODUCCIÓN.- Para la reproducción de la trucha se desovan las hembras que pueden producir de 2500 a 5000 huevos, éstos se depositan en las incubadoras donde después son regados por el semen del macho. Ahí permanecen hasta que tienen un mes, durante el cual crecen y se desarrollan a un tamaño aproximado de 2 a 3 cm. A estas pequeñas larvas se les llama alevines. En la granja se pueden reproducir en cualquier época del año.COMO RECONOCERLA.- La longitud máxima descrita fue de un ejemplar que medía 120 cm, aunque lo normal es una longitud máxima de 60 cm. Tiene de 3 a 4 espinas en la aleta dorsal, al igual que en la anal, con el cuerpo alargado, cilíndrico en los individuos jóvenes y comprimido lateralmente en los de mucha edad. Cabeza más pequeña que la del salmón y la trucha marrón, hocico notablemente más redondeado. El cuerpo también es más grande que el salmón y la trucha marrón. Para ser un pez emparentado con el salmón del pacífico, la aleta anal de la trucha arco iris es bastante más corta (8-12 rayos).
Los machos reproductores no presentan cambios en la morfología de la cabeza ni resto del cuerpo tan llamativos como los de otras especies del mismo género; variando mucho la coloración de la piel con el hábitat y el tamaño; los que residen en ríos de forma permanente son más oscuros, similares a los anádromos en edad reproductiva, mientras que los que residen en lagos son de coloración más clara. Generosamente salpicado de pequeñas manchas negras en el dorso, los flancos y la cabeza, al igual que las aletas dorsal, adiposa y anal. Dorso gris oscuro, flancos plateados y abdomen claro. Una característica muy distintiva de la trucha arco iris es la franja de color rosado a violeta claro que se extiende a lo largo de cada lado de la línea lateral hasta la cola. También los hay blancos a los que se les llama albinos, o de color rosado que se conocen como salmonada.
La trucha de río se reproduce a finales del invierno e inicios de la primavera, durante los meses de enero a marzo, desovando en torrentes poco profundos, de fondo gravoso y aguas claras, en los que la hembra excava nidos característicos. El crecimiento es rápido y depende de la temperatura de las aguas y del alimento disponible.
Los anádromos suelen vivir unos 11 años, remontando los ríos por primera vez a reproducirse en el tercer año de vida, por lo que suelen reproducirse unas 8 veces en la vida; los no anádromos suelen vivir un máximo de 6 años, reproduciéndose por tanto 3 veces en la vida.
Originario del Pacífico Pendiente del río Kuskokwim, Alaska (al menos) Rio Santo Domingo, Baja California, México; alta cuenca del río Mackenzie (cuenca del Ártico), Alberta y Columbia Británica en Canadá, las cuencas endorreicas del sur de Oregon, EE.UU.. Ampliamente introducido en las aguas frías de América del Norte y del resto del mundo. Pacífico Oriental: Kamchatkan Península y se han registrado desde el Comandante de las Islas al este de Kamchatka y esporádicamente en el Mar de Okhotsk hasta el sur de la desembocadura del río Amur a lo largo del continente. Los registros fuera Kamchatka probablemente representan la migración o extravío.
INDICACIONES PARA LA PESCA.- Es una especie muy pescada y criada en acuicultura con una importancia comercial grande, se vende fresco, congelado, ahumado, en salazón o enlatado, cocinándose en multitud de maneras, muy apreciado en gastronomía.
También es muy usado en pesca deportiva, puesto que la especie ha sido introducida en multitud de cursos de agua con este fin. De hecho, se le considera una especie invasora que está creando un problema ecológico en algunas de las zonas en las que se ha introducido.
Debido a su potencial invasor o la susceptibilidad de convertirse en una amenaza grave por competir con las especies silvestres autóctonas, alterar su pureza genética o los equilibrios ecológicos, esta especie ha sido incluida en el Listado Español de Especies exóticas Invasoras, aprobado por Real Decreto 1628/2011, de 14 de noviembre, estando prohibida en España su introducción en el medio natural en todo el territorio nacional y en las zonas marinas jurisdiccionales, excepto mediante autorización administrativa en recintos aislados del medio natural vinculados a la actividad humana.
Sin embargo, la Sección tercera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, en Autos nº 183/2012 y 184/2012 de fecha 28-03-2012, ha acordado adoptar la suspensión cautelar, interesada por la Federación Española de Pesca y Casting y por la Asociación Española de Black-Bass respectivamente, de la vigencia del Real Decreto 1628/2011, de 14 de noviembre, por el que se regula el listado y catálogo español de especies exóticas invasoras, en lo que respecta a la inclusión de las especies salvelino y black-bass en el Catálogo y de las especies trucha arcoíris y hucho en el Listado.
La pesca de truchas repobladas poco o nada tiene que ver con la de truchas silvestres autóctonas. El comportamiento de ambas es muy distinto y se halla regido por necesidades bien diferentes. Pero aprender a pescar truchas en intensivos puede dar un poco de contenido a los meses de veda, además de ser recomendable dado que las poblaciones de truchas de nuestros ríos son cada vez menos puras y su comportamiento se va pareciendo cada vez más al de las truchas de piscifactoría.
Aún recuerdo cuando en los años 70 soltaron por vez primera truchas arcoiris en el río Rudrón. La población de truchas comunes de dicho río burgalés era más que saludable y por ello ahora no se podría comprender por qué se echaban. Simplemente porque llegó la moda de hacerlo, porque comenzaron a criarse con éxito en España y a nadie se le ocurrió pensar que aquello podría tener consecuencias negativas.
Después, el declive de las truchas de este río comenzó al poco de realizarse esas repoblaciones masivas.
En muchos lugares del mundo se ha repoblado con truchas arcoiris de orígenes silvestres y se han formado poblaciones naturales que se reproducen sin problemas. No es el caso de España, donde las truchas repobladas descienden de muchas generaciones de individuos cautivos y son incapaces de reproducirse en libertad en la mayor parte de los casos. Por eso, pescar en intensivos poco o nada tiene que ver con engañar a las truchas autóctonas de un río.
Sin embargo, es interesante aprender una técnica diferente que luego puede tener aplicaciones a la pesca de truchas silvestres. Las comunes que se crían en piscifactorías tienen un comportamiento muy similar al de las arcoiris y bien diferente del de las truchas autóctonas. Muchas de las poblaciones de fario ibéricas, como por ejemplo las de Albarracín, han alcanzado un grado de hibridación tan elevado que su comportamiento puede ser más parecido al de las truchas de un intensivo que al de las silvestres.
No son muchos los lugares en los que quedan truchas genéticamente puras, y es interesante ir aprendiendo las costumbres de las introducidas. Lo haremos respondiendo a una serie de preguntas básicas que se hace cualquier pescador al introducirse en este tipo de pesca.
¿Cómo funcionan los intensivos?
Por desgracia, en la mayor parte de los intensivos españoles existe la costumbre de soltar semanalmente una remesa de truchas arcoiris adultas. Habitualmente se hace en un día concreto (miércoles o jueves por ejemplo) y se pescan en su mayoría en las dos o tres jornadas posteriores. Se suele repoblar con ejemplares mayores de 25 cm, con una estética deficiente, ya que la mayor parte de las veces presentan las aletas carcomidas. Son truchas, por tanto, en absoluto adaptadas al medio en el que se las introduce y que presumiblemente van a durar muy poco en el tramo.
¿Qué comen las truchas ?
Habida cuenta de la costumbre de soltar para pescar casi inmediatamente la mayor parte de las truchas, no tienen apenas posibilidad de adaptarse a las condiciones del nuevo medio en el que se han introducido. Las truchas pasan directamente de comer el pienso compuesto que las echan diariamente en la piscifactoría a tener que buscarse las habichuelas en un medio hostil. Pocos son los cotos intensivos españoles que reúnen condiciones para poder alimentar de un modo natural a las truchas recién llegadas. Se tiene que dar el caso de que haya comida abundante y fácil de cazar, ya que las truchas de piscifactoría no poseen ninguna habilidad especial para sobrevivir. En raras ocasiones las que no son pescadas pueden perdurar a costa del alimento del propio río o embalse. En esos casos se puede pescar con imitaciones de las presas naturales o con las propias presas.
¿Sobreviven mucho tiempo tras la repoblación?
Evidentemente, no se puede generalizar, pero en la mayor parte de los casos las truchas apenas sobreviven unas semanas en los lugares donde son repobladas. Se sueltan para ser pescadas en el plazo de tiempo más corto posible y las que no lo son, caen depredadas, mueren de inanición al no poderse alimentar o se acarrean poco a poco por la corriente del río al perder fuerzas. En muchas ocasiones la creencia popular es que pueden crecer y sobrevivir durante años, pero la inmensa mayoría de las veces perecen en poco tiempo si no son pescadas con antelación.
Es sorprendente observar la acumulación de predadores que se origina cuando se sueltan truchas arcoiris. En cotos intensivos de la sierra madrileña los cormoranes llegan por bandos desde zonas bastante lejanas poco después de repoblar, y son capaces de devorar la mayor parte de la suelta en pocas horas. También en el coto de Mozar, en Zamora, los lucios se acumulan y crecen de un modo desproporcionado en los límites del coto, aprovechando el acúmulo gratuito de truchas de repoblación. Son descastados con redes y pesca eléctrica varias veces al año, pero siguen existiendo en gran abundancia y tamaño.
¿Cómo se comportan?
Habitualmente se repueblan grupos de truchas en diferentes enclaves, que suelen permanecer unidos en cardúmenes. Durante los primeros días, si se trata de un río, las truchas pueden permanecer, incluso, en corrientes moderadas, pero siempre que puedan elegirán las zonas sin corriente que les exigirán menos esfuerzo y desgaste. Poco tiempo después de ser soltadas, si se hallan en zonas paradas o de corriente muy lenta nadarán alrededor de su postura patrullándola intensamente.
Es el mejor momento para pescarlas. A medida que pasa el tiempo, las truchas que no son pescadas van adelgazando y perdiendo fuerzas. Ya no se las ve nadar por las zonas lentas del río y muchas veces se encuentran vegetando en algún refugio de la orilla o del fondo. En esos casos es más difícil pescarlas porque llega un punto en el que se muestran indolentes ante los señuelos. Es conveniente, en esos casos, ver al animal y pescar sobre pez visto con idea de ponerle el cebo o señuelo muy cerca de su boca.
Es normal que inmediatamente después de soltarse las truchas no entren bien a los cebos y señuelos. Suelen requerir un corto periodo de aclimatación y muchos pescadores opinan que es mejor el segundo día para pescarlas. En los intensivos donde hay eclosiones, lo normal es que las truchas de piscifactoría también se muestren más activas con las eclosiones de insectos, momento que debe aprovecharse para pescar de la manera más parecida a como se hace con las truchas autóctonas.
¿Cómo encontrarlas?
Existe un factor tan simple y a la vez tan fundamental como es localizar a los peces. Dependiendo del tipo de coto, las truchas pueden estar agrupadas en unas u otras zonas, o bien repartidas más o menos uniformemente, que es lo menos habitual. En grandes embalses, tipo Villagudín, puede resultar difícil. Si el agua está muy caliente pueden estar arremolinadas en el fondo y no necesariamente cerca de la orilla, con lo que la pesca se complica. En un embalse las truchas de piscifactoría también buscan zonas querenciosas, como la entrada de ríos o regatos.
En un río, localizarlas es a veces tan sencillo como buscar las zonas donde han sido soltadas. Es frecuente que se depositen en balsas de agua poco movida y profunda, que es donde menos se desgastan por la fuerza de la corriente. Recién soltadas no es raro que se observen evidencias de la presencia de truchas, viéndolas nadar en cardúmenes o curiosear a flor de agua. Es imprescindible localizarlas, y uno de los problemas de los intensivos cuando son extensos puede ser el pescar en zonas donde no se hallan la truchas.
¿Qué tamaño tienen?
La respuesta es obvia, el que los gestores del coto deseen introducir. Hay cotos intensivos en España, como Villagudín, famosos por el tamaño de sus capturas. He llegado a sacar a mosca dos truchas de más de 11 kilos cada una en una tarde afortunada, amén de otras algo menores. Algunos pensaban que eso era imposible con un equipo de trucha, concretamente una caña de mosca para líneas del 7. Lo cierto es que las arcoiris pelean con fuerza, pero sin demasiado criterio. En aguas abiertas como éstas con un poco de calma se podrían sacar aún mucho mayores, ya que no hay obstáculos. En muchos cotos intensivos sueltan truchas grandes, lo que plantea una reflexión acerca de los equipos y la línea a utilizar. Si no hay obstáculos se pueden pescar con equipos ligeros, sin embargo si hay maleza, piedras o troncos se impone una línea y un equipo más potente.
¿Son buenas para comer?
Como en todo, las truchas de piscifactoría han experimentado una gran mejoría en cuanto a su calidad culinaria. Lo piscicultores que han sido testigos de este avance y recuerdo cuando hace muchos años consiguieron la primera trucha de piscifactoría de carne naranja, considerada como un prodigio de la tecnología moderna. También ha surgido la polémica acerca de su alimentación a base de harinas de pescado, lo que induce a la duda de que surja una posible enfermedad tipo la de las vacas locas. Yo recomiendo consumir estas truchas que poco tienen que envidiar con las silvestres en cuanto a sabor, y además el hecho de tenerlas congeladas me anima en muchas ocasiones a soltar la mayor parte de las truchas silvestres que capturo.
LA RECETA . Trucha Arcoiris con Salsa de Almendra y Flan de Brócoli.
Ingredientes.
6 HUEVO
1 VASO VINO BLANCO
500 C.C. LECHE
50 GR. ALMENDRA ((fileteada y tostada))
1 TRUCHA ((de 300 grs.))
100 C.C. CREMA DE LECHE
500 GR. BRÓCOLI ((cocido y procesado))
QUE COME.- En cuanto a la dieta, los adultos son generalista, alimentándose de invertebrados y peces de escaso tamaño, mientras que los alevines se alimentan de zooplancton. Larvas de insectos, insectos de superficie, crustáceos y peces pequeños.
Cuando la trucha es criada en granjas, se les proporciona un alimento que se llama "pellet", el cual está compuesto por harina de pescado y se les da 1, 2, o 3 veces al día. Cuando cumplen 5 ó 6 meses se alimentan moderadamente, para que cuando los vendan no sean tan grandes ni tan gordos.
DONDE VIVE.- Es un pez de aguas subtropicales a frías y anádromo, que vive en el mar cerca del fondo en un rango de profundidades entre 0 y 200 metros, remontando los ríos para desovar. Los alevines más pequeños son bentopelágicos, mientras que los juveniles de más edad se vuelven totalmente pelágicos. El hábitat natural de la especies es el agua dulce de unos 12 °C en verano, posiblemente originaria de Kamchatka, no estando claro si la aparición de la anadromía es una adaptación genética o simplemente un comportamiento oportunista, lo que si parece claro es que cualquier población de esta especie es capaz de emigrar al mar en cualquier momento que lo necesiten, siendo capaces de adaptarse a todo tipo de aguas. Sobrevive mejor en lagos que en corrientes de ríos.Cuando la trucha es criada en granjas, se les proporciona un alimento que se llama "pellet", el cual está compuesto por harina de pescado y se les da 1, 2, o 3 veces al día. Cuando cumplen 5 ó 6 meses se alimentan moderadamente, para que cuando los vendan no sean tan grandes ni tan gordos.
Originario del Pacífico Pendiente del río Kuskokwim, Alaska (al menos) Rio Santo Domingo, Baja California, México; alta cuenca del río Mackenzie (cuenca del Ártico), Alberta y Columbia Británica en Canadá, las cuencas endorreicas del sur de Oregon, EE.UU.. Ampliamente introducido en las aguas frías de América del Norte y del resto del mundo. Pacífico Oriental: Kamchatkan Península y se han registrado desde el Comandante de las Islas al este de Kamchatka y esporádicamente en el Mar de Okhotsk hasta el sur de la desembocadura del río Amur a lo largo del continente. Los registros fuera Kamchatka probablemente representan la migración o extravío.
INDICACIONES PARA LA PESCA.- Es una especie muy pescada y criada en acuicultura con una importancia comercial grande, se vende fresco, congelado, ahumado, en salazón o enlatado, cocinándose en multitud de maneras, muy apreciado en gastronomía.
También es muy usado en pesca deportiva, puesto que la especie ha sido introducida en multitud de cursos de agua con este fin. De hecho, se le considera una especie invasora que está creando un problema ecológico en algunas de las zonas en las que se ha introducido.
Debido a su potencial invasor o la susceptibilidad de convertirse en una amenaza grave por competir con las especies silvestres autóctonas, alterar su pureza genética o los equilibrios ecológicos, esta especie ha sido incluida en el Listado Español de Especies exóticas Invasoras, aprobado por Real Decreto 1628/2011, de 14 de noviembre, estando prohibida en España su introducción en el medio natural en todo el territorio nacional y en las zonas marinas jurisdiccionales, excepto mediante autorización administrativa en recintos aislados del medio natural vinculados a la actividad humana.
Sin embargo, la Sección tercera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, en Autos nº 183/2012 y 184/2012 de fecha 28-03-2012, ha acordado adoptar la suspensión cautelar, interesada por la Federación Española de Pesca y Casting y por la Asociación Española de Black-Bass respectivamente, de la vigencia del Real Decreto 1628/2011, de 14 de noviembre, por el que se regula el listado y catálogo español de especies exóticas invasoras, en lo que respecta a la inclusión de las especies salvelino y black-bass en el Catálogo y de las especies trucha arcoíris y hucho en el Listado.
La pesca de truchas repobladas poco o nada tiene que ver con la de truchas silvestres autóctonas. El comportamiento de ambas es muy distinto y se halla regido por necesidades bien diferentes. Pero aprender a pescar truchas en intensivos puede dar un poco de contenido a los meses de veda, además de ser recomendable dado que las poblaciones de truchas de nuestros ríos son cada vez menos puras y su comportamiento se va pareciendo cada vez más al de las truchas de piscifactoría.
Aún recuerdo cuando en los años 70 soltaron por vez primera truchas arcoiris en el río Rudrón. La población de truchas comunes de dicho río burgalés era más que saludable y por ello ahora no se podría comprender por qué se echaban. Simplemente porque llegó la moda de hacerlo, porque comenzaron a criarse con éxito en España y a nadie se le ocurrió pensar que aquello podría tener consecuencias negativas.
Después, el declive de las truchas de este río comenzó al poco de realizarse esas repoblaciones masivas.
En muchos lugares del mundo se ha repoblado con truchas arcoiris de orígenes silvestres y se han formado poblaciones naturales que se reproducen sin problemas. No es el caso de España, donde las truchas repobladas descienden de muchas generaciones de individuos cautivos y son incapaces de reproducirse en libertad en la mayor parte de los casos. Por eso, pescar en intensivos poco o nada tiene que ver con engañar a las truchas autóctonas de un río.
Sin embargo, es interesante aprender una técnica diferente que luego puede tener aplicaciones a la pesca de truchas silvestres. Las comunes que se crían en piscifactorías tienen un comportamiento muy similar al de las arcoiris y bien diferente del de las truchas autóctonas. Muchas de las poblaciones de fario ibéricas, como por ejemplo las de Albarracín, han alcanzado un grado de hibridación tan elevado que su comportamiento puede ser más parecido al de las truchas de un intensivo que al de las silvestres.
No son muchos los lugares en los que quedan truchas genéticamente puras, y es interesante ir aprendiendo las costumbres de las introducidas. Lo haremos respondiendo a una serie de preguntas básicas que se hace cualquier pescador al introducirse en este tipo de pesca.
¿Cómo funcionan los intensivos?
Por desgracia, en la mayor parte de los intensivos españoles existe la costumbre de soltar semanalmente una remesa de truchas arcoiris adultas. Habitualmente se hace en un día concreto (miércoles o jueves por ejemplo) y se pescan en su mayoría en las dos o tres jornadas posteriores. Se suele repoblar con ejemplares mayores de 25 cm, con una estética deficiente, ya que la mayor parte de las veces presentan las aletas carcomidas. Son truchas, por tanto, en absoluto adaptadas al medio en el que se las introduce y que presumiblemente van a durar muy poco en el tramo.
¿Qué comen las truchas ?
Habida cuenta de la costumbre de soltar para pescar casi inmediatamente la mayor parte de las truchas, no tienen apenas posibilidad de adaptarse a las condiciones del nuevo medio en el que se han introducido. Las truchas pasan directamente de comer el pienso compuesto que las echan diariamente en la piscifactoría a tener que buscarse las habichuelas en un medio hostil. Pocos son los cotos intensivos españoles que reúnen condiciones para poder alimentar de un modo natural a las truchas recién llegadas. Se tiene que dar el caso de que haya comida abundante y fácil de cazar, ya que las truchas de piscifactoría no poseen ninguna habilidad especial para sobrevivir. En raras ocasiones las que no son pescadas pueden perdurar a costa del alimento del propio río o embalse. En esos casos se puede pescar con imitaciones de las presas naturales o con las propias presas.
¿Sobreviven mucho tiempo tras la repoblación?
Evidentemente, no se puede generalizar, pero en la mayor parte de los casos las truchas apenas sobreviven unas semanas en los lugares donde son repobladas. Se sueltan para ser pescadas en el plazo de tiempo más corto posible y las que no lo son, caen depredadas, mueren de inanición al no poderse alimentar o se acarrean poco a poco por la corriente del río al perder fuerzas. En muchas ocasiones la creencia popular es que pueden crecer y sobrevivir durante años, pero la inmensa mayoría de las veces perecen en poco tiempo si no son pescadas con antelación.
Es sorprendente observar la acumulación de predadores que se origina cuando se sueltan truchas arcoiris. En cotos intensivos de la sierra madrileña los cormoranes llegan por bandos desde zonas bastante lejanas poco después de repoblar, y son capaces de devorar la mayor parte de la suelta en pocas horas. También en el coto de Mozar, en Zamora, los lucios se acumulan y crecen de un modo desproporcionado en los límites del coto, aprovechando el acúmulo gratuito de truchas de repoblación. Son descastados con redes y pesca eléctrica varias veces al año, pero siguen existiendo en gran abundancia y tamaño.
¿Cómo se comportan?
Habitualmente se repueblan grupos de truchas en diferentes enclaves, que suelen permanecer unidos en cardúmenes. Durante los primeros días, si se trata de un río, las truchas pueden permanecer, incluso, en corrientes moderadas, pero siempre que puedan elegirán las zonas sin corriente que les exigirán menos esfuerzo y desgaste. Poco tiempo después de ser soltadas, si se hallan en zonas paradas o de corriente muy lenta nadarán alrededor de su postura patrullándola intensamente.
Es el mejor momento para pescarlas. A medida que pasa el tiempo, las truchas que no son pescadas van adelgazando y perdiendo fuerzas. Ya no se las ve nadar por las zonas lentas del río y muchas veces se encuentran vegetando en algún refugio de la orilla o del fondo. En esos casos es más difícil pescarlas porque llega un punto en el que se muestran indolentes ante los señuelos. Es conveniente, en esos casos, ver al animal y pescar sobre pez visto con idea de ponerle el cebo o señuelo muy cerca de su boca.
Es normal que inmediatamente después de soltarse las truchas no entren bien a los cebos y señuelos. Suelen requerir un corto periodo de aclimatación y muchos pescadores opinan que es mejor el segundo día para pescarlas. En los intensivos donde hay eclosiones, lo normal es que las truchas de piscifactoría también se muestren más activas con las eclosiones de insectos, momento que debe aprovecharse para pescar de la manera más parecida a como se hace con las truchas autóctonas.
¿Cómo encontrarlas?
Existe un factor tan simple y a la vez tan fundamental como es localizar a los peces. Dependiendo del tipo de coto, las truchas pueden estar agrupadas en unas u otras zonas, o bien repartidas más o menos uniformemente, que es lo menos habitual. En grandes embalses, tipo Villagudín, puede resultar difícil. Si el agua está muy caliente pueden estar arremolinadas en el fondo y no necesariamente cerca de la orilla, con lo que la pesca se complica. En un embalse las truchas de piscifactoría también buscan zonas querenciosas, como la entrada de ríos o regatos.
En un río, localizarlas es a veces tan sencillo como buscar las zonas donde han sido soltadas. Es frecuente que se depositen en balsas de agua poco movida y profunda, que es donde menos se desgastan por la fuerza de la corriente. Recién soltadas no es raro que se observen evidencias de la presencia de truchas, viéndolas nadar en cardúmenes o curiosear a flor de agua. Es imprescindible localizarlas, y uno de los problemas de los intensivos cuando son extensos puede ser el pescar en zonas donde no se hallan la truchas.
¿Qué tamaño tienen?
La respuesta es obvia, el que los gestores del coto deseen introducir. Hay cotos intensivos en España, como Villagudín, famosos por el tamaño de sus capturas. He llegado a sacar a mosca dos truchas de más de 11 kilos cada una en una tarde afortunada, amén de otras algo menores. Algunos pensaban que eso era imposible con un equipo de trucha, concretamente una caña de mosca para líneas del 7. Lo cierto es que las arcoiris pelean con fuerza, pero sin demasiado criterio. En aguas abiertas como éstas con un poco de calma se podrían sacar aún mucho mayores, ya que no hay obstáculos. En muchos cotos intensivos sueltan truchas grandes, lo que plantea una reflexión acerca de los equipos y la línea a utilizar. Si no hay obstáculos se pueden pescar con equipos ligeros, sin embargo si hay maleza, piedras o troncos se impone una línea y un equipo más potente.
¿Son buenas para comer?
Como en todo, las truchas de piscifactoría han experimentado una gran mejoría en cuanto a su calidad culinaria. Lo piscicultores que han sido testigos de este avance y recuerdo cuando hace muchos años consiguieron la primera trucha de piscifactoría de carne naranja, considerada como un prodigio de la tecnología moderna. También ha surgido la polémica acerca de su alimentación a base de harinas de pescado, lo que induce a la duda de que surja una posible enfermedad tipo la de las vacas locas. Yo recomiendo consumir estas truchas que poco tienen que envidiar con las silvestres en cuanto a sabor, y además el hecho de tenerlas congeladas me anima en muchas ocasiones a soltar la mayor parte de las truchas silvestres que capturo.
LA RECETA . Trucha Arcoiris con Salsa de Almendra y Flan de Brócoli.
Ingredientes.
6 HUEVO
1 VASO VINO BLANCO
500 C.C. LECHE
50 GR. ALMENDRA ((fileteada y tostada))
1 TRUCHA ((de 300 grs.))
100 C.C. CREMA DE LECHE
500 GR. BRÓCOLI ((cocido y procesado))
Para la Guarnición.- Para hacer el flan: Poner el brócoli en la procesadora y picar, agregar los huevos, la leche y condimentar. Agregar una cucharada de fécula de maíz.Engrasar moldes individuales y verter el contenido en los moldes. Cocinar a baño maría durante 45 minutos a horno suave y los moldes tapados con papel metálico.
Presentación.- Poner la trucha en una fuente de loza. Agregar la salsa de almendras y como guarnición, desmoldar un flan de brócoli. Decorar con cebollino y queso crema para el flan.
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