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lunes, 23 de agosto de 2010

VAMOS A PESCAR LISA

Después de estas mini vacaciones, comenzamos de nuevo a pescar, y hoy por su orden toca este pez que hace las delicias del pescador de costa.
Ya que existen 24 especies consideradas validas en este genero; hablare de las que yo considero mas interesantes para su pesca.En realidad se trata de varias especies muy similares entre sí y, que, a efectos de la pesca deportiva, pueden ser tratados como una sola. Pertencen a la familia de los mugílidos, abundantísimos en nuestras costas. Buenos nadadores y con un marcado carácter eurihalino, forman gruesos cardúmenes cohesionados que llegan a contar con miles de ejemplares.
COMO RECONOCERLA.- Las lisas verdaderas son el genero Liza, peces de la familia de los migílidos, distribuidos por todos los mares tropicales y templados, principalmente marinos (costeros), aunque algunas especies son también de agua dulce como la Liza abu
Pez de cuerpo alargado y fusiforme, de hasta 50 cm de longitud, cilíndrico, con grandes escamas que cubren todo el cuerpo.La cabeza relativamente ancha y hundida en la zona de los ojos, que carecen de membrana adiposa y el parpado esta muy poco desarrollado; los labios son estrechos y carecen de las papilas que tienes especies semejantes; el hueso preorbital o lacrimal tiene el borde puntiagudo.Dos aletas dorsales separadas, la primera con 4 radios espinosos y la segunda con 1 espinoso y 7 u 8 blandos; anal con 3 espinosos y 8 o 9 blandos; las pectorales largas, están a media altura del cuerpo y las pelvicas son subtoracicas.La linea lateral no es bien visible.Color gris oscuro o azulado en el dorso y plateado en la zona ventral; es característica una mancha dorada en el opérculo, que le da nombre a la especie.La reproducción tiene lugar en el mar, desde julio a noviembre.
Mugil cephalus linnaeus COMO RECONOCERLO.- Pez de cuerpo alargado y fusiforme, de hasta 100 cm de longitud, cilíndrico, con grandes escamas que cubren todo su cuerpo.La cabeza relativamente ancha y hundida en la zona de los ojos, los cuales tienen una membrana adiposa que lo cubre; el labio superior esta cubierto por unas de 1 a 4 filas de papilas corneas; el hueso preorbital o lacrimal no se extiende mas allá del borde de la comisura de la boca. Dos aletas dorsales separadas, la primera con 4 radios espinosos y la segunda con 1 radio espinoso y 8 blandos; anal con 3 radios espinosos y 9 radios blandos; las pectorales están a media altura del cuerpo, son cortas y no alcanzan la primera dorsal; las pelvicas subtoracicas.La linea lateral no es bien visible.Presenta 6 ciegos pilóricos.Color verde oliva en el dorso, los flancos plateados y vientre blanquecino.La reproducción tiene lugar en el mar entre julio y octubre.Las hembras realizan una puesta de entre 5 y 7 millones de huevos provistos de abundante vitelo; maduran sexualmente a los 7 u 8 años
Las 24 especies son de una familia muy homogénea por lo que resultan de difícil identificación.En general presentan un cuerpo largo de forma fusiforme, con escamas grandes, boca pequeña.Todos tienen 2 aletas dorsales y la primera con 4 radios espinosos, la segunda con uno y los demás radios blandos.La especie mas abundante es la denominada Chelon labrosus.
QUE COME .- Liza aurata .- Se alimenta de pequeños organismos bentonicos y ocasionalmente insectos y plancton
QUE COME .- Mugil Cephalus linnaeus .- De hábitos diurnos, se alimenta de zooplancton, organismos bentonicos y detritos.Los adultos tienden a alimentarse de algas mientras viven en aguas dulces
Mención de las 24 especies.-Liza abu (Heckel, 1843) Liza affinis (Günther, 1861) Liza alata (Steindachner, 1892) - Lisa diamante. Liza argentea (Quoy y Gaimard, 1825) Liza aurata (Risso, 1810) - Galupe, Alise, Dabeta, Ilisa, Lisa dorada, Lizarda o Mule. Liza carinata (Valenciennes, 1836) - Lisa de carena o Lisa errante. Liza dumerili (Steindachner, 1870) - Lisa acanalada. Liza falcipinnis (Valenciennes, 1836) - Lisa aletona. Liza grandisquamis (Valenciennes, 1836) - Lisa escamuda. Liza klunzingeri (Day, 1888) Liza luciae (Penrith y Penrith, 1967) Liza macrolepis (Smith, 1846) - Lisa godeya Liza mandapamensis (Thomson, 1997) Liza melinoptera (Valenciennes, 1836) - Lisa otomebora. Liza parsia (Hamilton, 1822) - Lisa mejilla-dorada. Liza persicus (Senou, Randall y Okiyama, 1995) Liza ramada (Risso, 1827) - Morragute, Capitón, Galupe, Ilisa aguda, Lizarra, Sama o Yama. Liza ramsayi (Macleay, 1883) Liza richardsonii (Smith, 1846) - Lisa sudafricana. Liza saliens (Risso, 1810) - Galúa o Ilisa fusany . Liza subviridis (Valenciennes, 1836) - Lisa lomo-verde Liza tade (Forsskål, 1775) Liza tricuspidens (Smith, 1935) Liza vaigiensis (Quoy y Gaimard, 1825) - Lisa mopiro. DONDE VIVE.-Estos peces, aun siendo marinos, pueden ocupar una gran diversidad de biotopos, entre los que se encuentran las aguas salobres de los estuarios, e incluso los tramos bajos y medios de algunos ríos, aunque lo más frecuente es encontrarlos en la desembocadura.Aguantan asimismo una dosis importante de contaminación orgánica e inorgánica y por ello es posible encontrarlos en zonas muy degradadas, como son las proximidades de las alcantarillas, los puertos industriales, etc. por lo que no siempre serán aptos para el consumo humano, pues suelen adoptar un sabor y un aroma acorde con los lugares donde se encuentran, que puede llegar a ser bastante desagradable. Sin embargo, capturado en aguas limpias, es un pescado de delicada carne blanca, que recuerda a la de la lubina -en algún restaurante que, por motivos obvios no voy a citar aquí, se administra mugil por lubina. Su distribución por todos los mares templados y tropicales como la especie cosmopolita que es.En el Atlántico oriental se presenta desde el Cantábrico al sur de África incluyendo el Mediterráneo y el Mar Negro.INDICACIONES PARA LA PESCA.- Comenzare hablando un poco para no cansaros, de un sitio privilegiado para la pesca y por supuesto de la lisa; y este sitio son los caños de Cadiz.
Los caños son la vía de entrada de los peces al hábitat de la marisma y, en último extremo, a los esteros de las salinas. En esencia, sobre un sustrato sedimentario de naturaleza fangosa discurre un medio hipersalino y de alta turbidez, dominado por la marea. En él pueden diferenciarse dos subhábitats principales, las zonas submareales, permanentemente sumergidas, y las zonas intermareales, sometidas a largos periodos de desecación en bajamar, en las que pueden quedar pequeñas pozas inundadas.La calidad de este hábitat para la retención y supervivencia de los juveniles de peces viene determinada por factores bióticos, como abundancia de alimento y baja densidad de depredadores, pero varios factores abióticos intervienen activamente en el proceso, destacando por encima de todos la marea. Su ciclo diario determina invariablemente el llenado y vaciado de los caños cada 12 horas y, en consecuencia, la presencia de peces en muchos de ellos. Se ha observado que las corrientes de marea con flujo corto e intenso y reflujo largo y suave favorecen la penetración y retención de juveniles.Los grandes caños (Sancti Petri, San Pedro, Zurraque, Carboneros, Guadalete...), con una profundidad media de unos 4 metros por debajo del cero hidrográfico, siempre tienen agua, incluso en las bajamares de mareas vivas. Por el contrario, la mayoría de sus ramificaciones, muy someras y situadas varios metros por encima de esta cota, quedan casi completamente en seco en las bajamares.

La situación de los caños respecto al mar, tanto por la bahía de Cádiz como por el mar abierto, determina su riqueza en especies de peces (y también la de los esteros que reciben agua de estos caños), sobre todo de aquellas consideradas ocasionales. Así, en caños que reciben la influencia directa del mar, como Río San Pedro o Cerromolino, se han recolectado juveniles de 51 especies, mientras que en caños interiores la riqueza de especies es menor, como en el caño San Fernando, con sólo 19. No obstante, determinadas características particulares de algunos caños interiores pueden aumentar su riqueza en especies. Esto es lo que ocurre con el caño La Corta (42 especies) y con el caño Zurraque (39 especies), que por su situación en la zona central de la marisma reciben la influencia de la marea desde los dos extremos del caño Sancti Petri, principal arteria de comunicación entre la bahía y el mar abierto.Considerando sólo a las 10 especies de peces de interés comercial en las salinas se observa, en general, que los juveniles de las especies más exigentes en sus requerimientos vitales, como dorada, robalo, baila y lenguado, se encuentran más abundantemente en caños exteriores, con mayor influencia marina, mientras que los de especies más resistentes a condiciones extremas, como los de mugílidos y anguila, abundan más en los caños interiores de la marisma.

Y entrando ya directamente a la pesca.Se pueden pescar de muchas maneras, pero la que aquí recomendamos por su sencillez es con una caña de lanzado ligera, un buldó o burbuja y un pequeño anzuelo que irá cebado simplemente con pan.A efectos de que el pan aguante lo máximo en el anzuelo, convendrá dejarlo un día en una bolsa de plástico humedecida por dentro. De esta forma, el pan quedará con una consistencia gomosa que permitirá una mayor consistencia en el anzuelo que, repetimos, será pequeño, delgado y afilado.Después se macizará la zona con puñados de trozos de pan y una vez veamos que los múgiles comienzan a comer en la superficie, lanzaremos nuestro aparejo entre ellos y trataremos de clavar en cuanto advirtamos que nuestro trozo de pan desaparece en las fauces de un pez, aun antes de notar su picada. Debemos tener presente, que estos peces no muerden, sino que absorben el cebo, por lo que es necesario clavarlos, y no esperar, como con otras especies, a que se claven solos. Como único inconveniente que podemos encontrar en la pesca de ésta especie es la cantidad de curiosos que puede llegar a arremolinar en torno nuestra la captura de una buena lisa. Algo que en muchas ocasiones acaba molestando al pescador y que llega a provocar la rotura del alguna caña por el pisotón de algún despistado.
La clave principal de la pesca de la lisa es el cebado. Un cebado correcto que discrimine la "morralla" y sitúe a las lisas donde podamos pescarlas es sinónimo de éxito. Hay dos tipos de cebado según queramos pescarlas, en superficie o fondo. Para su pesca a fondo se deben de realizar bolas de engodo a base de sardina y un poco de pan rayado para darle consistencia a las bolas y que no abran en superficie. Según queramos pescarlas a medias aguas o superficie, incrementaremos la proporción de pan, pero esta vez humedecido previamente. Este pan aligerará la mezcla y hará que el engodo quede a medias aguas. Para triturar la sardina se pueden usar diversas técnicas, desde la tradicional piedra buscada a pie de orilla, pasando por las mazas hasta llegar a uno de los artilugios más interesantes que haya podido ver para este menester. Con el podemos triturar dentro del cubo varios kilos de sardina sin ponernos perdidos, lo tomamos por las asas y machacamos la sardina sin problemas. Desde hace un tiempo en el mercado aparecen harinas específicas especial mar o lisa. Hemos probado las de Milo, Colmic fondo blanco para barbos y las de Sensas. Las dos primeras a base de pan y queso principalmente, y la de Sensas parece que lleva algo más de harina de pescado. Todos estos engodos comerciales dan buenos resultados, pero creo que no superan de ningún modo a la tradicional sardina. El poder de atracción tanto en aguas frías invernales como calientes veraniegas de la sardina no es comparable a ningún engodo comercial.
Pesca a la boloñesa y cup.- La longitud de la caña a emplear dependerá en gran medida del escenario en el que nos encontremos. Más que a la distancia a pescar, lo que debemos tener en cuenta es la profundidad a la que hacerlo. En las playas pueden entrar hasta la misma orilla, con lo que una caña de cup de 7 metros nos puede valer, al igual que una boloñesa de 5 o 6 metros. Para el interior de los puertos y escolleras buscaremos, una caña acorde, cañas de 7 u 8 metros de cup y boloñesas de 6 a 7 metros. Los flotadores estarán acorde al tamaño de los cebos, la profundidad a la que deseamos pescar y a la cantidad de morralla. Flotadores demasiado pequeños, no soportará bien grandes trozos de sardina, y si existe morralla el cebo no llegará al fondo ya que será devorado por peces pequeños. Podríamos decir que el tamaño ideal según las circunstancias oscilaría sobre los 3 y 8 gramos. La líneas deben de ser lo más finas posibles, tanto para disfrutar más de la lucha con cada pieza como para obtener algunas picadas más. No obstante, me parece que poner un bajo de menos de 0.18-0.16 mm es excesivo. Si usamos estos bajos ni que decir tiene que deberemos emplear boloñesas con carrete, o cañas de cup con elásticos que oscilaran entre 1.4-1.6 mm para las gomas macizas, o usaremos huecas rosas o hidroelastics blancas. Otra opción para el cup es poner líneas directas mayores a 0.24 mm y luchar "de poder a poder" con estas piezas. Sin duda, con líneas menores a 0.30 mm, en cuanto aparezca esa lisa que todo pescador ansia, esa de la cual no se llega a ver nada más que sus resplandor en el fondo, acabará poniéndonos la caña enfilada hacia el horizonte y partiendo el sedal.
La pesca a la inglesa.- La pesca a la inglesa de las lisas se emplea principalmente cuando están en primavera y verano rondando la superficie y a larga distancia. Para su pesca deberemos cebar a la distancia adecuada con un buen tirador y con bolas de pan húmedo que rompan en superficie. Poco a poco las lisas entrarán, incluso podremos verlas en superficie. El lance debe ser muy por detrás de donde hayamos cebado, ya que si no podríamos asustarlas al caer nuestro flotador sobre ellas. Con la clavada tendremos cuidado, ya que al hacerlo en superficie con un sedal rígido y un bajo fino podremos partir. Como cebo para esta situación el pan de molde, cortado al tamaño del anzuelo para que no impida el vuelo correcto del flotador, es un bocado que pocas lisas pueden rechazar.
Pesca con mosca; el equipo.- Para este tipo de pez no necesitamos equipos demasiado sofisticados, una caña de nueve pies para líneas del nº 5 al 7 será suficiente. Estas deben de tener un perfil WF, pues es un tipo de línea aconsejable en presencia de algo de viento, que nos encontraremos en la inmensa mayoría de nuestras jornadas. Al ser líneas de peso adelantado nos permitirá colocar nuestro señuelo a una veintena de metros con suma facilidad. En cuanto al bajo de línea utilizaremos un monofilamento decreciente con una longitud en torno a 2´70 mts. con una punta de 0,18 o 0,20 mm.El carrete será suficiente uno simple y a poder ser resistente al agua salada, lo mismo que el resto del equipo, que en caso de no serlo tendremos la precaución de al llegar a casa , lavarlo concienzudamente con agua dulce.
La técnica .- Cuando nos dirijamos a pescar LISAS, no podemos plantearnos una pesca al agua, tenemos que saber donde están y si están comiendo o no. Con algo de práctica y observación enseguida distinguiremos cuando la LISA come o simplemente se desplaza.Para ello si vemos grandes bandadas de lisas, que nadan regularmente en una sola dirección, como si estuviesen desfilando, nos indicará que se están desplazando, no comiendo. Por el contrario, si vemos grupos que nadan con señales de excitación, desplazamientos erráticos, sin formación, es una señal de que buscan comida. Sí comen en superficie nos lo señalan con los típicos círculos sobre el agua, parecidos a los de la trucha en el río, es un buen momento para tentarlas con mosca seca o algún montaje de emergente tipo suspender. Otra señal clara de que están comiendo es cuando las vemos mordisqueando en las piedras del puerto o rocas de la costa, es una oportunidad para probar con algún montaje tipo ninfa o miga de pan. Con miga de pan.- Llamamos así a esta imitación porque lo que intentamos imitar es justamente un trozo de pan. Un buen lugar para esta pesca son los puertos, donde al encontrarnos algo elevados podemos divisar fácilmente a las lisas y pescarlas a pez visto. El mar es preciso que esté en calma y la brisa sea lo más suave posible.
Una vez que hallamos localizado las lisas, generalmente las podemos encontrar mordisqueando los fondos de alguna embarcación o las piedras del muelle, procederemos a realizar un cebado con trocitos de pan, pronto nuestras amigas se interesarán por este cebo y comenzarán a tranquilizarse, a partir de este momento lanzaremos nuestra artificial en la zona de cebado. Cuando veamos que alguna lisa toma nuestra imitación o notemos el más ligero desplazamiento de nuestro bajo, clavaremos y disfrutaremos un buen rato de su lucha. Otra manera de llamar su atención sobre nuestra imitación es dándole algún que otro ligero tirón a nuestra línea.
Es una pesca que nos obliga a estar muy atentos a las tomadas, pues la lisa una vez nota algo raro en su boca lo escupe rápidamente.Para su montaje recubriremos previamente la tija del anzuelo con la seda de montaje hasta cerca de la curva del mismo y luego ataremos un mechón de lana de cordero que cubra todo el anzuelo.Pesca con ninfa.- Los lugares más propicios para practicar esta técnica son las desembocaduras de los ríos, zonas rocosas donde observamos que las lisas mordisquean en busca de comida. En las rías gallegas se dan también unas condiciones muy favorables para esta pesca.
Lanzaremos nuestra imitación cerca de la zona donde se alimentan las lisas y recogeremos nuestra imitación dando pequeños tirones con cadencias, primero probaremos a un ritmo rápido, más lento, hasta conseguir provocar la picada y ver la reacción de las lisas.
Si estamos en una zona de desembocadura, al haber corriente podemos dejar derivar nuestra artificial levantando o bajando la punta de la caña hasta conseguir situarnos a la profundidad adecuada y manteniendo todo el tiempo contacto con nuestra artificial para detectar cualquier síntoma de picada.
El tipo de ninfas que vamos a utilizar no es preciso que imiten a nada en concreto, lo que sí será necesario es que sea vistosa montada en anzuelos del nº 10 al 14, con cuerpos oscuros y claros para utilizar dependiendo de la tonalidad de las aguas. Sí queremos pescar más cerca del fondo podemos montar alguno de los modelos lastrados.
Pesca con mosca seca o emergente.- Esta técnica de pesca la podemos utilizar únicamente en aquellas ocasiones en las que veamos a las lisas alimentarse en superficie. Como a veces no podremos distinguir claramente si comen arriba o justo por debajo de la película de agua, llevaremos dos montajes diferentes, una mosca seca con alas vistosas y una emergente tipo “suspender” con cabeza flotante blanca en anzuelos del nº 12 al 14.
La técnica consistirá en lanzar nuestra artificial en la zona que observemos se están cebando las lisas y esperar a que tomen nuestra mosca. Para llamar un poco su atención podemos tirar muy suavemente de la línea produciendo un ligero dragado para dar sensación de vida a nuestra artificial.
Sí nos encontramos en una zona de corriente dejaremos derivar nuestra artificial e incluso sí sopla un ligero viento que nos levante el bajo y la mosca, dejémosla que esta actúe como si tuviese vida propia.
Desde aquí os insto a que probéis la pesca de la lisa, pues es una pesca agradable y muy deportiva, que nos permitirá trabajar capturas de buen tamaño, practicar el captura y suelta y será un gran entrenamiento para enfrentarnos, más adelante, a otras especies marinas.

1 comentario:

  1. Estamos siguiendo esta página con interes por su sencillez en el reconocimiento de las especies. Que para los socios de alguna sdad de pesca es muy importante.

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