EL CEBADO

Echar pasto a las aguas del mar es mas bien un esnobismo de demasiados pescadores, especialmente de aquellos que se pueden considerar casuales o,si se prefiere,estacionales.
Al tener que enfrentarse con un adversario que,como decía,es de escasa y esporádica presencia, que casi siempre vive en el mar y muy raramente frecuenta los ambientes interiores protegidos, los pescadores han debido recurrir a algún medio que no solamente sirva para llamarlos,sino también para retenerlos en el lugar de la pesca con anzuelo.He aquí el porque de la necesidad de un cebado,con toda una serie de reglas que incluso hacen referencia a la misma pesca;un pescador que dejase huir a una lisa atraída durante una de las batidas efectuadas por otros colegas,conseguirá la desaprobación e incluso rayar el desprecio de los asistentes,ya que el hecho adquiere una grave importancia a efectos de la permanencia del banco que tan hábil y dificilmente se ha intentado retener Además,debe añadirse que cebar el mar no es una practica demasiado usual entre los pescadores deportivos,que raramente advierten la necesidad de ello,creyendo tal vez que el mar es una fuente inagotable de una fauna ingenua que no precisa reclamos especiales,ni técnica refinadas. Ello nos viene demostrando por el hecho de que con frecuencia se puede ver a pescadores casuales e incluso locales manejar aparejos que harían estremecer a un pescador fluvial de gobios (acostumbrado a los sistemas mas elementales)o a un pescador de esturiones,habituado a sedales mas grandes y pesados.
En el cebado se pueden distinguir dos métodos,el de costumbre y el de reclamo (cebo o grumeo). El primero tiene como finalidad habituar al pez a un cebo determinado,preparado por el pescador,y a encontrar dicho cebo en un lugar determinado,en aquellos lugares donde falta.
En cambio,el segundo tiene como finalidad una llamada inmediata,una retención del pez en el lugar.El primero se practica,en especial,en las aguas inmediatamente interiores,como puertos, dársenas,canales y ríos,para atraer al pez elegido a un determinado lugar al que no acude habitualmente,a condición de que sean aguas tranquilas y profundas o muy calmadas. Debe practicarse durante días y días,por lo que es una operación que debe ser realizada por pescadores locales;es lo mismo que ocurre en las aguas dulces,en donde se intenta acostumbrar a las carpas y a las tencas a un determinado lugar.La ventaja de quienes habitan durante todo el año en lugares cercanos a la zona de pesca esta por encima de toda discusión.También existe el pescador que permaneciendo junto al mar durante algunas semanas de vacaciones puede recurrir a este sistema,comenzando imediatamente desde el primer día a prepararse un lugar, a ser posible inasequible para otros.Cualquier día se marchara,pero habrá conseguido un resultado satisfatorio que es,en realidad,de lo que se trata.
En cualquier caso,no se trata de saciar el apetito de los peces,sino de despertarlo y estimularlo mucho mas.El secreto de un buen cebado consiste en ofrecer a los peces sustancias apetecibles y agradables,pero de modo que no lleguen a saciar su apetito,es decir,trocitos muy pequeños (y no embocados),muy impregnado de olores.Deben utilizarse pastas que al disolverse en el agua indiquen con su olor la presencia de algo comestible.Esto es valido sobretodo para el pasto de reclamo que se efectúa durante la pesca.Para este ultimo es posible utilizar algo mas,o sea,algo que pueda llegar a los dientes y que sera lo que ensartara al pez en el anzuelo.

Resulta un poco exagerado hablar de aguas corrientes en el mar,salvo que se desee hacer alusión a las corrientes de los ríos o de los canales que en el desembocan,o bien a los movimientos de las mareas,y si se desea asimilar esta pesca a la de las aguas dulces se puede decir que es suficiente con elegir lugares protegidos como ensenadas,recodos o sitios con los que se atenué o se anule la fuerza de la corriente,de cualquier tipo que esta sea.Se tirara siempre en el monte para que llegue al valle,es decir,para que la sustancia preparada para cebo alcance el lugar deseado.Se puede hacer la prueba con la marea alta,tirando un poco en el agua para ver donde transportara y depositara esta el cebo.En el caso de que el cebado se practique dirtectamente en el mar, junto a escolleras y muelles,no deberá hacerse durante una marejada,en la que no hace falta ningún tipo de reclamo por cuanto ya sirve la misma para este fin.Pero con la mar en calma se podrá efectuar tal operación,considerando que la ola y la resaca realizaran la tarea de depositar la sustancia en el lugar que se llamará muerto (entre la resaca y la ola) en la que se lanzara después el sedal.



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