CEBOS ANELIDOS



También conocido por “guanamino” en algunas zonas, se ha convertido en poco tiempo en uno de los cebos más populares de nuestro país. Y también es uno de los más caros. De hecho, la cantidad que se paga por una docena de estos anélidos, suele ser mucho más elevada que lo que pescaremos con ellos.
Es una gusana muy resistente en el anzuelo y que puede adquirir grandes dimensiones, aunque lo más habitual es que midan entre 10 y 15 cm, pudiendo llegar con facilidad hasta el medio metro. Aguanta muy bien el lanzado, por lo que es ideal para los aparejos pesados de surf casting.
Además, presenta la ventaja de no sucumbir a los ataques de los “pezqueñines”, que apenas causarán mella en su robusto cuerpo. Por tanto, se conservará en el agua en perfecto estado de revista durante bastante tiempo.
Esto es crucial cuando perseguimos grandes peces con cebos relativamente blandos, pues los ejemplares mayores son raros y siempre habrá algún “pezqueñín” que se encargue de destrozar nuestra carnada antes de que el grande la encuentre.
Por último, debemos tener cuidado cuando la encarnamos, pues este anélido acostumbra a mordernos con sus diminutas pero fuertes mandíbulas al ser manipulado. No nos infringirá un grave daño, ni es venenoso, pero puede resultar doloroso.

También conocido como gusana de coco o gusano rojo, es un anélido muy común y uno de los cebos preferidos para los pescadores que practican el lance pesado.
Sobre todo si los lechos son arenosos o fangosos, este gusano proporcionará excelentes resultados. El mayor problema que presenta es que su cuerpo, blando y carnoso, es atacado por muchas especies para las cuales no iban destinados nuestros anzuelos.
Además, este gusano, una vez ensartado en el anzuelo se vacía en cuestión de minutos y queda reducido en poco tiempo a un pellejo rojizo. Así que, si lo utilizamos como cebo, debemos cambiarlo cada poco tiempo, como máximo media hora.
Al encarnarlo expele un líquido amarillento que tinta nuestros dedos. No es irritante, pero deberemos luego lavarnos las manos con jabón para quitarnos esa coloración.
El arenícola se encuentra en zonas tildales y es relativamente fácil de encontrar durante las horas de bajamar, pero debemos recolectarlos con cuidado, debido a su fragilidad. Viven en galerías poco profundas en forma de “U”, con un agujero de entrada y otro de salida, siempre en superficie.
Es uno de los mejores cebos que podemos presentar a muchas especies de las que comen en el fondo. En concreto, es la mejor carnada para el salmonete.


Es quizás la más resistente de cuantas especies de anélidos marinos se comercializan. Irrumpió con fuerza en el mercado español hace ya bastantes años y se ha ganado merecida fama de aguantar carros y carretas.
Es ideal para peces pequeños y medianos, pero, sobre todo, es especialmente recomendable para el aficionado que no quiere prestar demasiada atención al cebo, pero quiere uno fácil de manipular, mantener, y con características universales en cuanto a los peces cuya captura posibilite.
Para eso está la coreana, que aguanta bien los cambios de temperatura, que puede vivir una semana en una caja dentro del maletero del coche, y que gusta a la mayoría de las especies marinas.
Es fácil también de encarnar, presenta un tamaño entre pequeño y moderado y es bastante consistente en el anzuelo.
Por cierto, las mayores, pueden “picar” levemente con sus mandíbulas cuando tratamos de encarnarlas, pero esto no debe asustarnos, pues nunca llegarán a herirnos.



Un cebo clásico y fiable. Lo que conocemos por gusana de tubo, -o, simplemente, tubo-, es un anélido marino de color rojizo, que se caracteriza por un penacho filamentoso, que comienza a la altura de la cabeza y llega a cubrir hasta la mitad superior del cuerpo. Este penacho se aprecia únicamente cuando el animal se encuentra en el agua.
Su tamaño medio es de entre siete y catorce centímetros, pero resulta bastante gruesa en proporción a su longitud. Es una gusana bastante dura, que permite poder ser empleada en trozos. O sea que, al contrario que otros anélidos, como el gusano de coco, este anélido podrá ser utilizado en porciones, sin que por ello se vacíe ni pierda su atractivo.
En pequeños trozos es excelente para los pececillos que, como panchitos, chicharrillos o pequeños espáridos del género diplodus, necesitan de anzuelos cortos y de poca carnada.
Pero es igualmente efectiva para los peces de mayores dimensiones que puedan requerir mayor bocado. Para ello podremos ensartarla entera, con o sin ayuda de una aguja.
Ya hemos dicho que esta gusana no se vacía, por lo que el uso de la aguja no presenta problemas.
Es bastante polivalente y resulta del agrado de la mayoría de los peces. Su grado de dureza y resistencia es intermedio, y podemos hablar de un cebo “todo terreno”, que siempre es conveniente tenerlo a mano.
Es un cebo muy apreciado y consumido, por lo que su precio ¡ay!, como el resto de los anélidos, ha aumentado considerablemente en estos últimos años. No obstante, sigue siendo más barato que la americana o que el cangrejillo que continúan en la cabeza del ranking como “primeros espadas”.




Lombriz de tierra. Lumbricus terrestris

Es el equivalente terrestre de los anélidos marinos y funciona estupendamente para casi toda clase de peces que pueblan las aguas continentales, pero también para muchas especies marinas.
Es fácil encontrarla en los comercios especializados en pesca, si no queremos cavar, pero también podemos esperar a que llueva para atraparla –sobre todo de noche-, en los prados y campas, donde sale a retozar cuando éstos alcanzan la humedad deseada. Entonces podremos atraparlas fácilmente y constituirá una buena ocasión para ir a pescar al río más próximo con estas lombrices en los siguientes días tras el chaparrón, pues seguro que las aguas han arrastrado a algunas de ellas, y el pez encontrará muy natural nuestro cebo.
Por tanto, si usted pesca con otros cebos o con artificiales y una tormenta hace aflorar a la superficie a un buen número de lombrices de tierra, coja un puñado y vayáis al río. Seguro que hará una buena pesca, pues son, precisamente, esas lombrices, las que está esperando el pez que caigan en su radio de acción arrastradas por el agua.
Pero, como hemos dicho al principio, también funciona muy bien con muchas especies marinas, entre las que se encuentran peces tan selectivos como el salmonete de roca. Hay viejos pescadores que sólo utilizaban lombrices de tierra como cebo, independientemente de que fueran al río o a la costa.
Por tanto, si no disponemos de anélidos marinos, pero podemos capturar lombrices de tierra, y queremos ir a pescar a la costa, no lo dudemos. Quizás no sea tan buena en la mar como en agua dulce, pero garantizamos que hay muchos peces marinos que no desdeñan este cebo tradicional de las aguas continentales.






Tita. Sipunculus Nudus.

De aspecto alargado y carnoso, similar a una salchicha y de un tamaño que puede superar los 15 cm., la tita es uno de los mejores cebos de mar. Es muy apreciado en la pesca al lanzado pesado, pues su característica principal es la de ser muy resiste, por lo que podemos realizar lanzados muy potentes sin que este cebo se desgarre ni pierda la presentación original. Además, los pececillos tardarán mucho en arrancarlo del anzuelo.
Por ello, es ideal para tentar a las grandes piezas, que, generalmente, no son las primeras en encontrar el bocado que les tenemos reservado. La tita, gracias a esa resistencia que mencionábamos, seguirá cubriendo nuestro anzuelo y aguardando a esa dorada, a ese gran sargo o ese pargo al que iba destinado.
Es, asimismo, un cebo válido para todas las especies litorales.
Las titas pequeñas, llamadas “bibis”, son también excelentes, sobre todo para peces que poseen bocas más pequeñas o más delicadas, como es el caso del salmonete.
La tita es uno de los cebos más populares en el Mediterráneo, pero no ocurre lo mismo en el Cantábrico, donde es casi desconocido. Sin embargo, cada vez son más los aficionados que lo demandan, por lo que estimamos que, en un plazo breve, los comercios especializados en pesca deportiva comenzarán a ofrecerlo junto con los demás cebos tradicionales. Esperemos que eso llegue pronto y que todos los aficionados de este país podamos darnos el gustazo de pescar con este magnífico cebo.

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